tag:blogger.com,1999:blog-13591804260390903782024-03-14T10:53:01.597-03:00El amor a la SabiduríaTodo lo grande, lo bueno y lo bello empiezan con el amor: la Creación, la familia, la patria. La filosofía también: amor a la verdad, a la sabiduría.
Aquí iremos desgranando algunas reflexiones informales sobre la filosofía, junto con aspectos más escolares (textos, apuntes, ejercicios, avisos para navegantes).
Dudas y discusiones también pueden ingresar.AdelanteSantiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.comBlogger26125tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-67771970019818796552020-12-09T23:34:00.002-03:002020-12-09T23:34:29.440-03:00<p> Otra vez como hace dos años, la misma historia: el mismo furor y la misma "narrativa" pro abortista. Ahora con más ímpetu desesperado, quizás. Lo que no ha cambiado, es la red de mentiras y sofismas sobre los que basan su "relato" los pro-abortistas. Una de esas mentiras es aquella en la que se proclama que si se aprueba la ley que legalice el aborto, su aplicación no será compulsiva para ninguna mujer argentina. No es cierto, no está legalizado el aborto y en los hospitales públicos se aplica a mansalva. Este documento de Faro Films muestra qué hay detrás de ese cacareo mendaz.</p><p><br /></p><p><a href="https://www.youtube.com/watch?v=2SCOBk3Et6I">Faro Films</a> </p><p>https://www.youtube.com/watch?v=2SCOBk3Et6I</p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen="" class="BLOG_video_class" height="266" src="https://www.youtube.com/embed/2SCOBk3Et6I" width="320" youtube-src-id="2SCOBk3Et6I"></iframe></div><br /><p><br /></p>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-91013446909027918512018-10-27T12:31:00.001-03:002018-10-27T12:31:57.367-03:00<h2 style="text-align: center;">
<b>Habermas y el secularismo (sin comentarios)</b></h2>
<div style="text-align: center;">
<b><br /></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Book Antiqua", serif;"><span style="font-size: 10pt;">“</span><i><b><span style="font-size: x-small;">Las tradiciones religiosas están provistas
de una fuerza especial para articular intuiciones morales, sobre todo en
atención a las formas sensibles de la convivencia humana. Este potencial
convierte al discurso religioso, cuando se trata de cuestiones políticas
pertinentes, en un serio candidato para posibles contenidos de verdad, que
pueden ser traducidos entonces desde el vocabulario de una comunidad religiosa
determinada a un lenguaje universalmente accesible”.</span></b><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202018-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="font-family: "Book Antiqua", serif; line-height: 115%;"><span style="font-size: x-small;">[i]</span></span></b></span><!--[endif]--></span></a></i><span style="font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></span></div>
<div style="mso-element: endnote-list;">
<!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202018-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref1" name="_edn1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[i]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9.0pt;"> Habermas, J.: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Entre naturalismo y religión</i>.Paidós.Barcelona,
2006, p. 139. Ver comentario de Vittorio Possenti, en “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">La revolución biopolítica. La peligrosa alianza entre materialismo y
técnica</i>”. Ediciones Rialp. Madrid, 2016: cap.III, , parágrafo 2.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br />Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-26124768513686887052018-10-27T12:24:00.000-03:002018-10-27T12:24:27.528-03:00<div style="text-align: center;">
<b>Platón: la sexualidad de hombres y mujeres </b></div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Este texto está sacado de la última obra de Platón, Las Leyes. Es por tanto una obra de madurez. Se lo cita a Platón como un defensor de la homosexualidad. Estos textos no se dejan interpretar de esa manera. Lejos de ello.Hasta recomienda la continencia. Si uno incursiona más en textos paralelos de Las Leyes, no puede menos que lamentar por un lado hasta qué punto la cultura de una sociedad puede rebajar al hombre, por la corrupción de las costumbres, pero por el otro, cómo siempre hay quienes ven las cosas con más claridad, por encima del promedio o de la masa. Por lo visto, Platón estaba entre estos últimos, los que ven en lo profundo. Si Platón viviera no estaría del lado del secularismo. Dicho sea de paso: ¿a qué no adivinan cuál es el adjetivo que le atribuye a la institución del matrimonio? "<b><u>sagrado</u></b>". En Leyes, VIII, 841, d: ..."si alguno (un hombre) copulara con alguna que no sea la que llevaron a su casa <b><u>con ayuda de los dioses </u></b> y los <b><u>matrimonios sagrados</u></b>..." ¡Caramba! ¿Cómo se atreve esa antigualla de Platón a no estar de acuerdo con nosotros, los modernos, tolerantes y progresistas? ¡Qué desubicado queda el secularismo frente a un pagano como Platón!</span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: x-small;">Aquí van algunas citas: </span></div>
<div style="direction: ltr; margin-bottom: 0pt; margin-left: 0.38in; margin-top: 5.28pt; text-align: justify; text-indent: -0.38in; unicode-bidi: embed; word-break: normal;">
<span style="font-size: xx-small;"><i><span style="font-family: Arial;">•</span></i><span style="text-indent: -0.38in;"><span style="font-family: Arial; mso-special-format: bullet;">•</span></span><span style="font-family: Calibri; text-indent: -0.38in;">Leyes, I, 636c <b>“… <i>hay
que pensar que a la naturaleza femenina y a la varonil parece haberles sido
entregado un placer natural para que se unan para la generación, pero que la
unión de los varones con los varones y de las mujeres con las mujeres es la primera
osadía por la incontinencia del deseo. Todos censuramos a los cretenses por
haber inventado el mito de </i></b></span><b><span style="font-family: Calibri; text-indent: -0.38in;"><i>Ganímedes</i></span><span style="font-family: Calibri; text-indent: -0.38in;">.”</span></b></span></div>
<div style="direction: ltr; language: es; margin-bottom: 0pt; margin-left: .38in; margin-top: 5.28pt; mso-line-break-override: none; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-indent: -.38in; text-justify: inter-ideograph; unicode-bidi: embed; word-break: normal;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: Arial; mso-special-format: bullet;">•</span><span style="font-family: Calibri;">Leyes, I, </span><span style="font-family: Calibri;">637, c: <b>“<i>Lacedemonio:
todo aquello en lo que esté presente alguna forma de autodominio es digno de
alabanza, mientras que aquello en lo que éste se relaja es muy dañino. En
efecto, alguno de los nuestros, rápidamente podría reprenderte y defenderse,
indicándote el relajamiento de vuestras mujeres</i> (</b></span><b><span style="font-family: Calibri;">Las mujeres espartanas tenían fama de
entregarse fácilmente a los extranjeros: </span><span style="font-family: Calibri;">cf. Aristóteles</span><span style="font-family: Calibri; font-style: italic;">, Pol.
II, 9 1269b 23-24)</span><span style="font-family: Calibri;">
"</span></b></span></div>
<div style="direction: ltr; language: es; margin-bottom: 0pt; margin-left: .38in; margin-top: 5.28pt; mso-line-break-override: none; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-indent: -.38in; text-justify: inter-ideograph; unicode-bidi: embed; word-break: normal;">
<span style="font-size: xx-small;"><span style="font-family: Calibri;">Leyes, VIII, 840d: </span></span><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><i><span style="font-size: xx-small;">…nuestros
ciudadanos no deben ser peores que las aves y muchas otras bestias que, aunque
nacidas en grandes manadas, hasta el momento de la procreación viven
solteras, castas y sin mantener relaciones sexuales pero que cuando llega a la
edad de hacerlo, se aparean, de acuerdo con su gusto, el macho con la hembra y
la hembra con el macho y viven el resto del tiempo con piedad y justicia,
permaneciendo fieles a los primeros acuerdos de su amistad. No hay duda que
nuestros ciudadanos deben ser mejores que las bestias. </span></i></span></b><b><span style="font-family: Calibri, sans-serif; line-height: 115%;"><br /><span style="font-size: xx-small;"> </span></span></b><br />
</div>
<div style="direction: ltr; language: es; margin-bottom: 0pt; margin-left: .38in; margin-top: 5.28pt; mso-line-break-override: none; punctuation-wrap: hanging; text-align: justify; text-indent: -.38in; text-justify: inter-ideograph; unicode-bidi: embed; word-break: normal;">
<br /></div>
Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-87869827891932205022018-09-23T10:39:00.001-03:002018-09-23T10:39:11.218-03:00Publico aquí dos temas dados a conocer anteriormente por otros medios.Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-80950204614869957442018-09-23T10:38:00.001-03:002018-11-11T12:42:55.638-03:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "garamond" , "serif"; font-size: 12.0pt;">Crítica a la defensa
del aborto del biólogo Alberto KORNBLIHTT<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif";">Cuando
alguien alega ser un científico, la gente común –e incluyo especialmente a
aquellos que tienen<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>una formación
universitaria, antes que a la gente sencilla para quienes la fe más el poco
sentido común que le queda a la sociedad constituyen un norte suficiente para
la vida-, está predispuesta a asignarle a sus palabras un valor de verdad
incuestionable. En el pasado debate que tuvo como escenario la Cámara de
Diputados de la Nación a propósito del proyecto de legalización del aborto,
expuso entre otros un destacado biólogo que pretendió haber demostrado que el
embrión no es persona ni tampoco un ser humano. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif";">A
muchos les resultó definitorio y arribaron a la conclusión según la cual “la
ciencia ya ha demostrado que el embrión no es un ser humano”. No importa que en
el mismo lugar, antes de él y después, expusieran médicos, genetistas y otros
especialistas que contradijeron con argumentos contundentes tal aserto.
Probablemente, esos muchos a los que estoy aludiendo estaban dispuestos a
aceptar aquella postura que les cuadraba más por razones de conveniencia
personal o motivos ideológicos o, incluso, por una mal entendida compasión ante
una constelación de problemas frente a la cual no se atina a encontrar la única
solución justa, que es respetar la vida naciente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif";">En
cualquier caso, me parece necesario mostrar que el expositor en cuestión -
digamos ahora su nombre, Alberto Kornblihtt- pese a la solidez de su formación
científica hizo uso de recursos retóricos incompatibles con la ciencia e
incurrió en falacias que es preciso desmontar, tiñendo su exposición con un
sesgo ideológico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "garamond" , "serif";">A
continuación figura, en primer término, la transcripción de su presentación; luego,
la crítica. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>Alberto KORNBLIHTT<o:p></o:p></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Cámara de
Diputados de la </b>Nación.</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">31/5/18
(exposición de la mañana)<o:p></o:p></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Mi exposición tendrá como eje los conocimientos
actuales en biología y en particular en biología molecular,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>genética y epigenética, que confirman que un
embrión no es lo mismo que un ser humano.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">La unión del espermatozoide con el<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>óvulo<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>para formar el cigoto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es
condición necesaria pero no suficiente para generar un ser humano. La
información genética proveniente de los padres<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>no es suficiente y es necesaria otra información provista por la madre a
través de la placenta. Los humanos somos mamíferos placentarios. Somos mamíferos
por tener pelo y producir leche; y placentarios<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>porque <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el desarrollo solamente
puede completarse dentro del útero.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Durante los 9 meses de embarazo la madre no solo aporta
a través del intercambio placentario <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el
oxígeno y los alimentos necesarios para que el embrión progrese, sino también
anticuerpos fabricados por ella que protegen al embrión de posibles
infecciones. Además las sustancias de desecho y el anhídrido carbónico generados
por el feto o embrión pasan de su sangre a la de la madre a través de la placenta,
de modo que sin<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese intercambio placentario
el feto no podría progresar porque se intoxicaría.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Más recientemente se ha descubierto que las células y
órganos del embrión y más tarde<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del feto
sufren cambios epigenéticos durante el embarazo, que son consecuencia de la
íntima relación con la madre y sin los cuales el nacido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no progresaría. La epigenética es la disciplina
que estudia aquellos cambios que ocurren en la expresión de los genes pero no
en su información genética.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Cabe destacar que nadie ha logrado hasta el presente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ningún <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>laboratorio,
llevar un embrión de mamífero ni humano a término fuera del útero de una madre.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Todo esto indica que el embrión y el feto no son seres
independientes de la madre sino que hasta el nacimiento son casi como un órgano
de la misma.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Para la mayor parte de las legislaciones, incluso de
los países donde está penalizado el aborto, la persona humana comienza con el
nacimiento con vida, es decir cuando el bebe se separa completamente de la
madre. Establecen que si el embarazo se interrumpe en forma natural o provocada
antes del nacimiento, la persona se dará por no haber existido nunca jamás.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">No hay conflicto entonces entre <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el concepto de persona y el concepto de
embrión o feto. Incluso no hay conflicto en<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>concederle derechos suspensivos al<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>embrión, los cuales se hacen efectivos <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al nacer con vida.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Donde hay conflicto es en lo que algunos califican como
de vida humana .Un concepto que como veremos no tiene definición taxativa y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>responde más a creencias que a hechos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">La biología no define vida humana sino que define vida.
La vida es la forma particular de organización de la materia que cumple con dos
condiciones esenciales: reproducción <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
metabolismo. La definición <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de vida sensu
stricto está referida solo a las células. Una célula viva lo está porque puede
dividirse y puede metabolizar, y es tan viva tanto las células del embrión
como<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>las del feto o del bebé o del
adulto, pero también están vivos los espermatozoides<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se eyaculan fuera de la vagina, los
óvulos que son eliminados con cada menstruación, las células de la placenta que
se desecha<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en cada parto, las células de
un humano que acaba de morir siguen vivas por un tiempo no despreciable y <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>al respecto cabe<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>preguntarse porque para algunos<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es aceptable concebir que después de la
muerte legal de una persona definida en función del cese de la actividad
cerebral o del latido del corazón, se admite que sus células sigan vivas por un
tiempo y resulta para esas mismas personas difícil concebir que un embrión
humano está formada por células vivas pero todavía no es un ser humano. <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Todo lo anterior nos lleva a considerar el estatus del
embrión. Para la biología un embrión es un embrión, no es un ser humano. En todo
caso es un proyecto de ser humano que necesita una serie de pasos que ocurren
dentro del útero para llegar a ser un ser humano.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">El concepto de vida humana es una convención arbitraria
que responde a acuerdos sociales, jurídicos o religiosos pero que escapa al
rigor del conocimiento científico.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Esta divergencia de criterios lleva a la dificultad de
ponerse de acuerdo sobre el estatus del embrión, pero deberíamos ponernos de
acuerdo en que no es un ser humano y que por lo tanto no sería un crimen interrumpir
el embarazo prematuramente.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Prueba de ello, y esto se ha mencionado varias veces, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es que la pena por practicar un aborto es
mucho menor que la pena por matar una persona, y en definitiva está indefensa
esa supuesta persona, y el <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20BIOLOGO%20ALBERTO%20KORNBLITT%20Y%20DEFENSA%20DEL%20ABORTO%20EN%20DIPUTADOS.docx#_edn1" name="_ednref1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a>hecho
de que esté permitido abortar en casos de violación o de <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>peligro de la vida de la madre, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>porque si ese embrión o feto fueran seres humanos
en un país donde no es legal la pena de muerte, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>qué categoría inferior tendría un ser humano
proveniente de una violación respecto de los que no son resultado de ella como
para que sea permitido “matarlo”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Resulta interesante<span style="mso-spacerun: yes;">
</span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>recurrir a la definición de
aborto que figura en la 6ª edición de un diccionario de genética de KING y
STANFIELD de 2002.Las dos acepciones son: aborto: “la expulsión de un feto
humano del útero por causas naturales antes de que sea capaz de sobrevivir
independientemente, y la segunda acepción<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>“es la terminación deliberada de un embarazo humano, muy a menudo
realizada durante las primeras 28 semanas de embarazo.”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Como se ve en ninguna de las dos acepciones se menciona
la vida humana ni la palabra matar u<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>homicidio.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Todo lo dicho no implica que no se deba proteger a la
mujer embarazada y a su embrión, Pero la mujer embarazada tiene que tener la
opción y el derecho de interrumpir el embarazo prematuramente. De lo contrario
se convierte en una especie de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>esclava
de su embrión a causa de convenciones sociales o religiosas que no se condicen
con la gradualidad del desarrollo intrauterino.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Por eso los legisladores deben pensar en la cantidad de
mujeres que por hacerse abortos en lugares inadecuados tienen infecciones, en
la cantidad de adolescentes que por no abortar tienen que llevar un embarazo a término
y criar un bebé cuando todavía son niñas o darlo en adopción en condiciones
muchas veces ilegales, en la cantidad de genetistas que hacen diagnóstico
prenatal, detectan <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que el embrión va a
nacer con una enfermedad no curable y se lavan las manos al no garantizar la
opción de la interrupción del embarazo, en la cantidad de situaciones en la que
se sabe que el embrión va a nacer mal <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y
aun sin un diagnostico genético.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 9.0pt;">Pido aquellos que tienen convicciones filosóficas o
religiosas respecto de lo que llaman comienzo de la vida humana que respeten la
racionalidad de otros argumentos y que diferencien evidencia de dogma y hechos
de creencias. Porque no hay un absoluto y los legisladores deben legislar para
todos.<o:p></o:p></span></i></div>
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="background: yellow; font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 11.0pt; line-height: 115%;"><br clear="all" style="mso-special-character: line-break; page-break-before: always;" />
</span></i></b>
<br />
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center">
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; border: none; margin-left: 3.25pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid windowtext; mso-border-insidev: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt;">
<tbody>
<tr style="height: 27.85pt; mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-lastrow: yes;">
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; height: 27.85pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt; width: 446.8pt;" valign="top" width="745"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-size: 10.0pt;">Para demostrar que se debe legalizar
el aborto, el expositor pretende fundamentar <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>desde la biología</u></b> que el embrión no es una persona y no es
tampoco un ser humano.<o:p></o:p></span></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
</div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">I<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">A.K. presenta desde el punto de vista de la biología
molecular, la genética y la epigenética dos afirmaciones, solidarias una de la
otra: 1) la unión del espermatozoide con el<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>óvulo<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>para formar el cigoto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es condición necesaria <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">pero no suficiente para generar un ser humano</b> <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y 2) “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">el
embrión y el feto no son seres independientes de la madre sino que hasta el
nacimiento son casi como un órgano de la misma</b>”.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">La segunda afirmación es presentada por el expositor para
fundar la primera: la dependencia del embrión o feto con respecto a la madre ““(el
embrión y el feto)<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> son casi como un órgano de la madre</i>”</b>) llevaría a concluir que
la mera unión de los gametos no genera un ser humano (por lo tanto, si no hay
ser humano, se lo puede abortar voluntariamente). A ello le añada que hay
cambios epigenéticos en el embrión.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">A la segunda afirmación arriba luego de haber previamente
detallado cómo se verifica a través de la placenta el proceso de desarrollo del
embrión mediante la recepción de información (epigénesis) proveniente de la
madre y de otras actividades de aportación que ella ejecuta suministrándole el
oxigeno y su alimentación y facilitando el descarte de desechos generados por
el embrión o feto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Análisis crítico:</span></b><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> a) nótese que el expositor no dice
que el embrión es un órgano de la madre –si lo fuera- formaría parte física del
cuerpo de la misma madre, como el hígado o un riñón: el autor dice “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">casi</b>”, <u>lo cual significa, ante todo,
que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">no lo es</b></u>.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Y aquí se trata de saber si para la biología,
en nombre de la cual habla, es o no una parte del cuerpo de la madre, porque si
lo es, ya no se puede decir que sea una ser humano. Por el contrario, si no es
un órgano, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ya no cabe dudar que estamos
frente a otra realidad, frente a otro ser. <span style="background: aqua; mso-highlight: aqua;">Pero, como claramente la exposición apunta a demostrar que
no es un ser humano, al decir “casi” está utilizando un recurso retórico,
sofístico, que tiende a crear en el oyente la impresión de que estamos frente a
un apéndice de la madre y no una realidad distinta. Diremos por tanto que hay
una extrapolación de métodos: si se trata de una exposición científica, el uso
de recursos retóricos propios de la sofísitica, no cuadra con el pretendido
rigor que se espera de la ciencia, a la cual no le está permitido el uso ambigüedades,
términos sin definir ni exposiciones propias del discurso retórico.</span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Por otra parte, el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">“casi</b>”
queda descartado totalmente: todas las células, tejidos y órganos de un ser
humano tienen exactamente la misma identidad genética, pero el feto, embrión,
desde el primer momento de su inicio –con la singamia- tiene otro código
genético distinto de la madre. Y esta es la prueba irrefutable, desde la misma
biología, que no es un órgano, ni ninguna parte integrante del organismo
materno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">b)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Si analizamos su argumentación,
se concluye que la razón por la que según el autor habría que negarle al
embrión la humanidad radica en la dependencia que tiene con respecto a la madre
hasta el momento inmediatamente anterior a su nacimiento.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Pero hay allí una falacia:
da por sentado que la existencia de una dependencia vital es la prueba de que “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">el
embrión o feto no es lo mismo que un ser humano</i></b>”, pero al proceder así
omite fundamentar una premisa de su argumentación: tiene que demostrar que todo
aquello que es dependiente carece de entidad propia. Si reconstruimos su
argumentación, ella sería la siguiente:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background: aqua; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Todo A dependiente
de otra cosa B carece de entidad propia<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background: aqua; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Todo embrión es un A
dependiente de otra cosa B (la madre)<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="background: aqua; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Luego, todo embrión carece
de entidad propia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">La premisa menor (la
segunda proposición) se encuentra fundada (“somos seres placentarios”, ningún
laboratorio ha podido <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">llevar un embrión de mamífero ni humano a
término fuera del útero de una madre”, etc.-Observación: se trata de una verdad
de hecho, que el avance de la tecnología podría superar)<o:p></o:p></i></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Pero la premisa mayor
carece de fundamento. Más aún: es fácil encontrar casos de estrecha dependencia
en las que no se cumple esta ley: casos en que “algún A que tiene estrecha
dependencia de un B <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">no carece de entidad</b>
<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;">propia”
(</b>observación: en el cuadro lógico de la oposición de propósiciones la
premisa mayor es una proposición A –Todo S es P-, la cual tiene como
contradictoria la proposición particular negativa –algún S no es P-, donde si
ésta última es verdadera, la contradictoriq universal afirmativa es
forzosamente falsa. Ahora bien, la particular negativa es verdadera: es posible
encontrar casos de estrecha dependencia de entes que tienen su propia entidad.
Por ejemplo, un parásito, la tenia saginata, un recién nacido, Stephens Hawkins,
etc. . </span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<u><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">En conclusión: queda doblemente refutada la tesis del biólogo:
en a) en el mismo terreno de la biología<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>y en b) desde el punto de vista de la lógica.<o:p></o:p></span></u></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">II</span></u></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Sobre el estatus del embrión: no
es una persona ni es un ser humano<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Pero, entonces, la pregunta que hay que formular es esta: si
no es un órgano, ¿qué es? La respuesta: es un feto (o un embrión). Y ¿qué es un
embrión? Si decimos, como se ha dicho en una de las exposiciones en la Cámara
de Diputados, y que el autor repite, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que
“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">el
embrión es solo un embrión</i></b>”, la respuesta es descartable por ser
tautológica (“A es A”). Hay que explicar al embrión por algo más. Pero no se
advierte que el autor haga eso. Peor: dice <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">lo
que no es</b> (no es persona, no es un ser humano) sin enseñarnos desde la
biología qué es en concreto. Veremos en seguida que pretende sostener que es
vida, pero no vida humana. Con lo cual nos quita toda posibilidad de
identificar qué tipo de realidad son el embrión o el feto (por ejemplo: ¿“es un
conjunto de células con vida que está dentro de la madre”? Sin embargo, una
mola es también un conjunto de células con vida que está dentro de la madre, y
no es un embrión. Pero hay una sola respuesta que está prohibido dar, porque a
los abortistas se les viene abajo la estantería ideológica: es un ser humano.
Un ser humano que si no lo perturban en su desarrollo, con el tiempo será bebe,
niño, adolescente, joven, adulto, anciano. El autor lo sabe muy bien y por ello
su exposición se endereza a negarlo, parece que evita hablar del “embrión
humano” y evitando adjetivarlo como “humano”. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Sobre el estatuto del embrión A.K. hace dos afirmaciones: 1) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>que no es persona, puesto que persona es
cuando nace</u></b> y 2) <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>que no hay
vida humana en el embrión</u></b> (y con ello considera que no estamos
habilitados para hablar de un ser humano)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 10.0pt;">Con respecto a la afirmación 1)</span></u></b><span style="font-size: 10.0pt;"> (“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">que no es persona, puesto que persona es
cuando nace</i></b>”) el autor deja de lado la biología: recurre al Derecho
comparado. Con ello A.K. incursiona en un campo epistemológico en el que como
biólogo no está en condiciones de transitar, pero, lo grave es que su
exposición pretende estar resguardada en la autoridad<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y competencia de un experto científico. No
obstante ello, su postura es discutible: ante todo desconoce que el Derecho no busca
proporcionarnos una definición esencial de la persona (aquella en la que se nos
dice qué es “ser persona”), sino en una definición operativa: a los fines
prácticos, para el Derecho persona es quien ha nacido con vida. Algo que podría
ser perfectamente comprensible: para los intereses del Derecho por razones
prácticas los nacidos vivos recién adquirirían un estatus legal y pasarían a
ser sujetos de derechos. El Derecho no nos da una definición de persona –a
menos que se lo pregunte a la filosofía- pero pareciera estar adoptando un
criterio práctico: para que se lo considere persona y titular de derechos por consiguiente,
la condición es que haya nacido vivo. A primera vista, pareciera que al Derecho
no le interesa como tal el embrión, porque puede morir, por lo que no sería
práctico establecer ninguna reglamentación específica sobre él, ya que no es un
ciudadano, no lo censamos. Sin embargo, sí da lugar a una asignación pre-natal,
con lo que al reconocerle a la madre trabajadora o a su padre el derecho a
percibir una asignación familiar: ¿no será acaso porque el Derecho considera
que el embrión es un integrante de la familia que en un plazo no mayor a nueve
meses va a nacer?). Esa podría ser la razón que explicaría por qué para el Derecho
“la persona comienza con el nacimiento”). <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>Sin
embargo no es así de ningún modo</u></b>: el caso de Carolina Píparo muestra
que la muerte del feto fue una importante “circunstancia” agravante en el
castigo a los culpables. A ningún juez se le ocurrió decir que en aquella
circunstancia la muerte del feto –que según A.K. no es un ser humano-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>fue la muerte de un “casi órgano de la
madre” o de un mero conjunto de células. Pero, y esto es fundamental, en la
República Argentina, el Código Civil en su art. 63 (De las personas por nacer)
afirma que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Son personas por nacer las
que no habiendo nacido están concebidas en el seno materno</i>”· En el art. 70
(De la existencia de las personas antes del nacimiento)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se establece que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Desde la concepción en el seno materno comienza la existencia de las
personas y antes de su nacimiento pueden adquirir algunos derechos, como si ya
hubiesen nacido. Esos derechos quedan irrevocablemente adquiridos si los concebidos
en el seno materno nacieren con vida, aunque fuera por instantes después de
estar separados de su madre</i>.” Además, el art. 51 prescribe que “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">todos los entes que presentasen signos
característicos de humanidad, sin distinción de cualidades o accidentes, son
personas de existencia visible</i>”. Por si fuera poco, hay garantías
constitucionales que explícitamente dicen todo lo contrario a lo que pretende
A.K. sobre el estatus del embrión y su presunta carencia del estatus de persona.
Como conclusión, salvo error, solo cabe deducir que los textos jurídicos
consultados por el autor –si existen-<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>pertenecen a la legislación de otros países (su argumentación podría
valer en esos países, no en el nuestro). De hecho, las ciencias jurídicas
hablan de la progresividad de derechos en el embrión, lo cual no significa que
no sea persona ni sea humano, sino todo lo contrario: ¿cómo podría adquirir
derechos en progresión si no fuera una realidad en sí y sujeto de derechos? La progresividad
del derecho no es criterio para negarle entidad de persona al embrión: de hecho
la hay en el niño: no puede ejercer por sí ningún derecho, como por ejemplo
podría ser el derecho a la libertad de expresión, etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Análisis crítico: </span></b><span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Por un lado, A.K. incurre
en extrapolación de campos epistemológicos: su objetivo es realizar un aporte
al debate <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">desde la biología sustentando
su exposición en el rigor científico de dicha ciencia. </b>Sin embargo,
incursiona en el Derecho (dentro de esta área, presumimos que en el Derecho
comparado) para pretender que el embrión no es persona.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este hecho evidencia su falta de rigor y
seriedad. Por otro lado, el Derecho argentino de ningún modo le da la razón
sino que lo contradice directamente.</span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Con respecto a la
afirmación 2)</span></u></b><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> (“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">que
no hay vida humana en el embrión</i></b>”), dice lo siguiente: a) el concepto de
“vida humana” es un concepto<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “que no tiene definición taxativa</i></b> <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">y que
responde más a creencias que a hechos</i></b>.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Argumenta así: la biología define <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vida</b> pero no define <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vida
humana</b>. La vida es una forma de organización de la materia que tiene dos
propiedades: reproducción y metabolismo. En sentido estricto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vida</b> se aplica solo a las células, las
cuales poseen vida si se multiplican y si metabolizan. Así, las células del
embrión o del feto están vivas, pero también las de la placenta, un
espermatozoide, un óvulo, y también, durante cierto tiempo, las células de “un
humano” que murió. A.K. ve también una contradicción en aquellos que reconocen
que en el difunto hay células vivas (es decir que ya no existe “el humano”) y son
incapaces de darse cuenta que el embrión, formado por células vivas, no es
todavía un ser humano.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Sostiene en síntesis
que un embrión no es un ser humano y que el concepto de vida humana es una
convención arbitraria que responde a acuerdos sociales, jurídicos o religiosos
pero escapa al rigor científico. En efecto, el autor aduce que la biología no
conoce el concepto de “vida humana”: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">El
concepto de vida humana es una convención arbitraria que responde a acuerdos
sociales, jurídicos o religiosos pero que escapa al rigor del conocimiento
científico</b>.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Por lo tanto, dice A.K., deberíamos ponernos de acuerdo en
que no es un ser humano y por lo tanto no es un crimen interrumpir el embarazo
prematuramente (hasta ahí A.K.).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Análisis crítico: <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">1º) Preliminarmente,
causa cierto estupor que un biólogo investigador del Conicet afirma con tanta
seguridad que la ciencia a la que representa como un cultivador especializado,
no está en condiciones de identificar la vida humana. Si le tenemos que creer,
la conclusión obvia es que no existe una disciplina que pueda llevar el nombre
de “biología humana”. Un rotundo fracaso de la ciencia, que por su propio
dinamismo continuamente descubre nuevos territorios para explorar. Pero por las
mismas razones, tampoco podría existir una biología animal como distinta de la
humana: ¿si no tenemos medios rigurosos para establecer qué es la vida humana,
cómo podríamos hablar de “vida animal”? Para tranquilidad de los espíritus
inquietos existe la biología humana y, más aún, existe la embriología humana
que se enseña en las facultades de medicina, así como una embriología animal
que se imparte en las de veterinaria. <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">2º) <span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></b><span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">A.K. incurre en un error
que se conoce con el nombre de “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">reduccionismo</b>”.
El reduccionismo es un error que se comete cuando el científico se enfoca en
una dimensión, parte o aspecto de la realidad que le resulta de interés a la
ciencia que cultiva, y pretende que esa es la última palabra sobre el todo. Es
decir que se incurre en el error del reduccioniamo cuando se reduce el todo a
una de sus partes. Ejemplo: el químico analiza los elementos químicos que están
presentes en el cuerpo humano (hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, etc.). Todos sus
estudios son legítimos e inobjetables. Está en todo su derecho a limitarse a la
investigación de los elementos químicos que existen en el hombre (o en todo ser
viviente), pero cuando pretende que el hombre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>es sólo eso</u></b>, incurre en un reduccionismo: reduce el hombre a
una de sus partes. Lo cierto es que el hombre es mucho más que sus elementos
químicos o físico-químicos.</span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">3º<span style="background: aqua; mso-highlight: aqua;">) </span></span></b><span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Además,
si esto es así –por un momento le vamos a creer a nuestro biólogo-,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>hay que reconocer que la biología –al menos
la que cultiva el autor- <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>carece de
herramientas conceptuales</u></b> para distinguir entre los <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">elementos de la vida</b> (las células que
presentan las características de la división y la metabolización) y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">los organismos vivientes</b></span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">. Los ejemplos que da así lo
muestran: siempre están referido a células (espermatozoides, óvulos, células de
los órganos de las personas muertas, etc.). Ello es muy grave, porque significa
que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">desde la biología (tal como la
presenta y cultiva el autor)</b> no tenemos forma de definir “ser humano” ni de
distinguirlo de otros seres. Pero tampoco podríamos afirmar que un perro es un
perro, que un león es un león (podemos hablar de las células <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">vivas</b> que los componen y nada más, todo
lo que se diga también tendría ser reconocido como una convención). Si un
hombre es devorado por un león, deberíamos decir que, o bien lo devoraron las
células del león, o bien que lo devoró una convención (incluso, deberíamos
decir que quien sufrió el ataque del felino tampoco fue un hombre sino un
conjunto de células, o una convención). Esta incapacidad que presenta la
biología que cultiva nuestro científico es peligrosa: no sólo le sirve para
negarle todo estatus de entidad orgánica relativamente autónoma al embrión y su
carácter de ser humano, abriendo la puerta para su supresión sistemática, sino
que además, sin darse cuenta, esta postura lo inhabilita para defender a las
mujeres que se practican un aborto ilegal: no podríamos decir, desde la biología,
que ellas sean seres humanos. Y si lo afirmamos, ello responde a una mera
convención que, como toda convención, es de suyo revocable. Esperemos que nunca
suceda, pero ¡¡ no olvidemos que Hitler “revocó” el estatus de ser humano
personal a los judíos, cristianos y gitanos y que los romanos les negaban a los
esclavos el título de personas!!.<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"> Al
mismo resultado llegan hoy los defensores de la legalización del aborto: ser un
ser humano es una convención que unos a otros nos deparamos, pero al embrión o
al feto, se la negamos, sea por razones sanitarias, sea por “respeto” a la
libertad de la mujer que una vez que se convirtió en madre decide no
esclavizarse a un embrión (<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20BIOLOGO%20ALBERTO%20KORNBLITT%20Y%20DEFENSA%20DEL%20ABORTO%20EN%20DIPUTADOS.docx#_edn2" name="_ednref2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[2]</span></b></span><!--[endif]--></span></span></a></b>).
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;">
Para terminar de explicar en
dónde radica el error del reduccionismo, se podría hacer una analogía: su
postura es similar a la de aquélla persona que se “especializa” en ladrillos y
sólo y en tanto que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>son ladrillos, pero
se niega a distinguir una casa de ladrillos de un montón de ladrillos. Su
autolimitación intelectual es risible: “para mí –tendría que afirmar nuestro
imaginario “especialista” a la vista de la Casa Rosada- lo que tenemos aquí
enfrente no es una casa: sólo hay ladrillos.” Aunque la comparación tiene sus
limitaciones: en el caso de la biología los organismos vivientes tienen, de
algún modo, una prioridad ontológica sobre los elementos de que están
compuestos, sean ellos elementos químicos, sean células. En los vivientes,
cualquiera que sea la etapa de desarrollo, es válido decir de ellos que el todo
es, en cierto modo, más que las partes. En el caso del edificio, éste surge a
partir de la adición de un ladrillo al otro: el todo que conforma cualquier
edificio es un todo que aparece al final del proceso aditivo de ladrillos (y
cemento). Por decirlo así, aunque suene exagerado, antes de la colocación del
último elemento de la construcción, no se puede decir que exista el edificio:
es un proyecto en devenir. Un ser viviente como el embrión, es una unidad
biológica con una unidad intrínseca desde el mismo momento en que quedó
constituido como tal, en el instante subsiguiente a la unión de los dos gametos
haploides. No es un proyecto de algo que aún no existe. Existe (vive)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>por<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>sí
mismo y desde sí mismo, auto-dotado con los “mecanismos” naturales que le
permiten, dentro del útero de la madre y gracias a ella, regular su homeóstasis
vital y desarrollarse según sus propios tiempos y etapas. Lo que le falta de
despliegue o crecimiento, no autoriza a yugular su existencia, aduciendo que al
carecer de las cualidades que tienen los ejemplares adultos, no es un
integrante de la familia humana. La carencia de tales cualidades en esas fases
de desarrollo, cualesquiera que se desee enumerar, como por ejemplo, la
conciencia, la autoconciencia, la libertad, la comunicatividad lingüística, la
reactividad afectiva, no es una razón suficiente para negarle el estatuto de
ser humano al embrión. Razonar de ese modo, como lo hacen los defensores del
aborto, es tan irracional como aquél que, no advirtiendo la presencia de
limones en la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>diminuta planta que está
creciendo, lo tala impiadosamente: ¡esto no es un limonero, no da limones! El
limonero sólo da limones cuando llega al momento oportuno de su desarrollo.
Esto está dicho contra los que sostienen que el embrión no es una persona,
porque no es consciente de sí mismo, no razona, etc. etc. Lo hará si lo dejan
vivir y en el momento adecuado. Asimismo, A.K. omite decir que el embrión tiene
una código genético único e irrepetible (distinto del de la madre y del padre),
el cual lo acompañará desde la concepción hasta la muerte, y que el genoma que
posee es el propio de la especie humana (aún cuando comparte el 99% del genoma
de los simios: ese 1% nos identifica como humanos). </div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="background: aqua; font-size: 10.0pt; line-height: 115%; mso-highlight: aqua;">Estas observaciones críticas revelan que nuestro biólogo
padece de una grave auto-ceguera.</span><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">4º) </span></b><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Si la biología no puede definir el ser humano, tampoco está en
condiciones de negar que el embrión sea un ser humano (en desarrollo, gracias a
la madre). Debe hacer silencio.<span style="background: aqua; mso-highlight: aqua;">
Por lo tanto, la crítica en este punto es que A.K. incurre en contradicción.
Esa contradicción es la siguiente: por un lado se vale de creencias (la
“creencia” acerca de qué es un ser humano) para negar que el embrión pertenezca
a la especie humana y por otro lado, rechaza a los que opinan en forma
contraria a él y a su visión biológica con el argumento de que son puras
creencias y no son hechos: pero él mismo no se está basando en hechos. Por un
lado, se autolimita como biólogo a reconocer la vida humana, pero por el otro
no vacila en negar que exista en el embrión aquello mismo que según él <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no se puede definir (la vida humana)</span>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">5º) </b><span style="background: aqua; mso-highlight: aqua;">Otro error en
que incurre lleva el nombre de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cientificismo</b></span>.
Este “viejo conocido” se arroga el derecho a mirar por encima del hombro a todo
aquello que no esté afirmado como resultado de la aplicación del método
experimental y/o que no pueda ser reducido a peso y medida. Este error o vicio
de algunos científicos es fácil de rebatir: el principio cientificista (sólo
debemos admitir lo que se demuestre con arreglo a las condiciones propias del
método experimental, verificable empíricamente y expresable en fórmulas
matemáticas) se auto-destruye: no es un principio verificable conforme a sus
propias exigencias de demostrabilidad.</div>
<div class="MsoEndnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">6º) </span></b><span style="font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Lo cierto es que hay hechos que
oculta o niega y que nos lo proporciona la misma genética: a) <span style="background: aqua; mso-highlight: aqua;">Hay de su parte una manipulación de
la información por omisión de datos relevantes:</span> solo menciona lo que el
cuerpo de la madre le aporta, pero nada dice acerca de cómo el cigoto, el
embrión, el feto, realizan actividades vitales propias a nivel físico-químico y
celular: tiene una autonomía (no absoluta: no hay autonomía absoluta jamás, ni
en un ser humano adulto). b) Omite decir que el embrión tiene una código
genético único e irrepetible (distinto del de la madre y del padre), el cual lo
acompañará desde la concepción hasta la muerte, y que el genoma que posee es el
propio de la especie humana (aún cuando comparte el 99% del genoma de los
simios: ese 1% nos hace humanos).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoEndnoteText">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 10.0pt;">Conclusión</span></u></b><span style="font-size: 10.0pt;">:
en su alegato final, A.K. les pide a “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">aquellos que tienen convicciones filosóficas
o religiosas respecto de lo que llaman comienzo de la vida humana que respeten
la racionalidad de otros argumentos y que diferencien evidencia de dogma y
hechos de creencias. Porque no hay un absoluto y los legisladores deben
legislar para todos.”<o:p></o:p></i></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-size: 10.0pt;">Por nuestra parte,
le pedimos a A.K. y los legisladores que deben legislar para todos, que dejen
de lado sus dogmas filosóficos o ideológicos y respeten la racionalidad de las
mismas ciencias biológicas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoEndnoteText">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "garamond" , "serif";">Autor:<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>Gigena<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="mso-element: endnote-list;">
<!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoEndnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="edn2" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20BIOLOGO%20ALBERTO%20KORNBLITT%20Y%20DEFENSA%20DEL%20ABORTO%20EN%20DIPUTADOS.docx#_ednref2" name="_edn2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "calibri" , "sans-serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-size: 9.0pt;"> Cita textual: “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pero la mujer embarazada tiene que tener la
opción y el derecho de interrumpir el embarazo prematuramente. <u>De lo
contrario se convierte en una especie de<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>esclava de su embrión a causa de convenciones sociales o religiosas que
no se condicen con la gradualidad del desarrollo intrauterino”</u>.</i> La
plataforma ideológica –por lo tanto anti-científica- desde la que los
pro-abortos despliegan su lucha, se deja ver en esta frasecita: la pretensión
de autonomía, y en especial de las mujeres, alcanza en esta ideología
proporciones inconcebibles: la emancipación –en este caso, la de las mujeres-
termina siendo emancipación </b>contra la naturaleza. La misma naturaleza es
vista en esta ideología como opresora, cuando en realidad el feto no es un amo
despótico que anula a la mujer, sino que la misma naturaleza<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ha organizado que el desarrollo del hombre,
empiece en el seno de la madre. No son las “convenciones sociales o
religiosas”: es la naturaleza<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>misma. Es
inevitable no recordar otra frasecita, esta vez de Clinton: “the economy,
stupid” (“es la economía, estúpido!”): “es la naturaleza, estúpido”.</span></div>
<div class="MsoEndnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>
<br />Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-86792737349987986802018-09-23T10:33:00.000-03:002018-09-23T10:33:15.021-03:00<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: center;">
<u><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 18.0pt;">El aborto y la
claudicación del Estado y de la sociedad <o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 10.0pt;">Santiago
M.Gigena<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 10.0pt;">El día en
que los defensores del aborto, se den cuenta de que el embrión o feto es un ser
humano, entenderán que la solución nunca pasó por su legalización como medida
de disminución de las muertes maternas. Ese día, y sólo recién, se pondrán a
ayudar, realmente, a toda mujer embarazada. Mientras eso no sucede seguirán
perjudicando a la mujer y asesinando al niño por nacer, con la complicidad del
Estado y de la sociedad en general.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">En esta nueva división que se ha instalado
entre los argentinos gracias a la iniciativa del Presidente Macri al proponer
el tratamiento parlamentario de la cuestión del aborto (propuesta que, por lo
inusitada –el tema no figuraba en su agenda pre electoral- y, a la vez, por el
innegable efecto distractivo que produjo en la sociedad, pareciera estar sustentada
en un escandaloso y pragmático cinismo), hay que reconocer la presencia de una
premisa compartida entre quienes están a favor de su legalización y sus
oponentes: el valor de la vida humana. Solo que un grupo privilegia la vida de
la madre exclusivamente y el otro defiende una postura abarcadora e inclusiva, dado
que propone, con razones fundadas y concretas que van más allá del carácter
declamatorio de un eslogan, que las dos vidas valen.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Lo que está en cuestión, reducido a su núcleo
esencial, es si existe o no un derecho a matar a aquel ser que está siendo
gestado en el cuerpo de su madre. Si existe, en tal caso debería ser receptado
por la ley, reconocido y respetado por todos. Por el contrario, si no existe
tal derecho, el aborto no debería ser reconocido por la ley. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">En la decisión legislativa, está
inevitablemente implicada la ética: la primera y fundamental condición de
posibilidad para que pueda ser legalizado el aborto es que debe tratarse de una
acción éticamente irreprochable, caso contrario, la ley estaría justificando,
es decir, haciendo justa, una acción fuertemente reprochable. Sostener, como lo
ha hecho anteriormente en el diario La Nación el señor Alejandro Katz<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20ABORTO%20Y%20LA%20CLAUDICACION%20DEL%20ESTADO%20Y%20%20%20LA%20SOCIEDAD.docx#_edn1" name="_ednref1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>,
que aquí y ahora no están en cuestión qué principios (éticos) deben prevalecer,
y que por ello los legisladores no deben hacer valer su adhesión a los principios
axiológicos implicados en su decisión, es escamotear la cuestión de fondo: a
saber, si el aborto procurado está bien o está mal, si es justo o no lo es. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Los
seres humanos engendran seres humanos.<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">A lo largo de las discusiones que se
desarrollaron en la Cámara Nacional de Diputados, como así también en los
artículos de opinión publicados en los diarios y otros medios, ha quedado en
claro para todos un hecho, cuya facticidad no se vincula con posturas
religiosas o filosóficas: la unión de los gametos, cada uno con su carga
genética propia, genera una nueva realidad, distinta de los progenitores. Esa
realidad pertenece al mundo de los vivientes y, como tal, se puede reconocer en
ella su pertenencia a una especie determinada, en este caso, a la especie
humana. Quien lo afirma es la ciencia. En rigor, no se trata de un hecho
necesitado de una demostración científica, puesto que la pertenencia del
embrión a la especie humana está confirmada por la vinculación genealógica que
este ser tiene con sus padres. Por lo tanto, aquello que hemos descripto más
arriba como “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">aquel ser que está siendo
gestado en el cuerpo de su madre</i>” designa a un integrante de la especie
humana. Que esté en una etapa de su desarrollo –inicial o más avanzada- no
cambia un hecho esencial: es y sigue siendo en cada momento un miembro de la
familia humana. La progresividad del desarrollo es una ley biológica que no se
puede negar sin caer en la arbitrariedad. Con el aborto lo que se interrumpe no
es un mero proceso biológico como se aduce. Si ese fuere el caso, ¿qué o quién
es el sujeto de ese proceso biológico sino una unidad viviente que actúa de por
sí desarrollándose gracias a la nutrición que le aporta la madre a través del
cordón umbilical y a su propio programa de desarrollo? ¿Cómo se puede ignorar
que el despliegue del ser humano antes y después del nacimiento es un proceso
continuo de una y la misma realidad, idéntica genéticamente hasta el momento de
la muerte? ¿Sobre qué bases se decide arbitrariamente que en tal o cual etapa
de su desarrollo -cigoto, embrión, feto- no es un ser humano, aunque luego –si
se lo deja nacer- sí lo es? Acaso el motivo más recóndito radica en que carece
de voz y por ello no está en condiciones de hacer valer sus derechos? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Con respecto al embrión no se está frente a una
mera cosa, sino ante un “quien”, una persona que aún se desconoce a sí misma como
un “yo”, como le sucede también a un adulto que ha perdido la conciencia o,
incluso, que está dormido. Pero sin duda ese “alguien” –no un “algo”-,
transcurrido el tiempo y consumado el desarrollo que la misma biología pauta,
llegará a decir “yo” y a reclamar un lugar en el concierto de la sociedad, como
hoy lo podemos hacer todos gracias a que en su momento nadie ejecutó sobre nosotros
la amenaza del aborto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Ni siquiera es necesario recurrir a la ciencia
para enterarse que lo que una madre engendra es siempre un hijo y que lo que
ella porta en su cuerpo, en el hábitat natural del ser humano antes de nacer,
es un integrante de la especie humana que para ella debiera ser, siempre, lo
más entrañable. Basta con pensar en las experiencias más simples: ninguna madre
al enterarse de su preñez concurre a un médico para preguntarle de qué está
embarazada, si de una larva, o de un conjunto de células, o algo así. Piensa y
habla de él como de un hijo y lo ama como hijo, porque sabe que eso es, sin
necesidad de pruebas científicas. Incluso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">le
</i>habla, porque es un igual, aun cuando sabe que no la entenderá (¿no la
entiende?). De igual modo, espontáneamente cambia su conducta y extrema en
todos sus hábitos los máximos recaudos para que la salud del hijo no sea dañada
(por el tabaquismo, la mala alimentación, etc.). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Tampoco los laboratorios y clínicas que lucran
con el anhelo de los padres por un hijo abrigan la más mínima duda de que todo
su capital invertido tiene como objeto lograr el desarrollo de un embrión que
implantarán en el útero de la madre (no sin antes descartar como si fueran
meros desechos no humanos otros embriones: una práctica abominable). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">¿Por
qué se le niega al embrión el mismo estatuto de ser humano que poseemos los
demás?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Es muy difícil defender una ley que se pretenda
justa si a través de ella se validan acciones que dejan sin protección la
existencia misma de una determinada categoría de seres humanos: la de los que
aún no han nacido en el caso de la legalización del aborto. Se comprende que
sus defensores recurran a ese palabrerío hueco con el que quieren esconder lo
evidente. De ahí esas fórmulas y malabarismos verbales que hemos tenido
oportunidad de escuchar: “la post-verdad”, “política, no metafísica”,
“estructuras patriarcales”, “estereotipos machistas”, “las mujeres no somos
meros envases”, “el embrión es una larva”, “no es un ser humano porque no tiene
conciencia, o no habla, o no tiene sensibilidad al dolor”, etc. etc. Se trata
de maniobras negacionistas: requieren la negación de la realidad, porque nadie
en su sano juicio –y éste es un principio moral compartido- está dispuesto a
suscribir la afirmación de que es lícito el asesinato de un ser humano inocente.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">¿Por qué la persistencia en negar este hecho
por parte de quienes organizadamente defienden la licitud del aborto? Plausiblemente,
por razones ideológicas. En términos generales una ideología es un constructo intelectual
sustentado en intereses político-sociales, dotado de un blindaje que lo
inmuniza contra la evidencia de los hechos que pudieran contradecirla. Una
ideología es, en su más íntima esencia, el resultado de un puro voluntarismo que
se ciega a la realidad. Sería largo internarse en las raíces ideológicas que alientan
e impregnan las posturas pro-aborto, pero basta con algunas indicaciones
generales: el aborto se propone como un mecanismo de control demográfico, que
beneficia a los países más ricos y poderosos, los cuales ven en el incremento
de las poblaciones pobres una amenaza grave que puede bloquear el acceso de
aquellos a las reservas naturales; el aborto es también considerado en clave
ilustrada o iluminista como una herramienta de liberación, o más estrictamente,
como una herramienta emancipatoria (“emancipación de los condicionamientos de
la naturaleza”, “emancipación de la esclavitud de la maternidad”); el aborto está
en función de una libertad que no tolera ningún límite (“mi cuerpo es mío y
hago lo que quiero con él”). Peor incluso: el aborto consagra la subjetividad
del deseo en exclusiva ley del actuar (“la mujer debe tener el derecho de
librarse del hijo no deseado o no programado”) como, si los estados anímicos,
de por sí cambiantes, fueran la última razón contra la que se estrellan todas
las razones y derechos. Finalmente, sin duda también, todo ello es una
consecuencia lógica y psicológica de la sociedad del bienestar y su creciente
presión para maximizar el placer, un placer que no tolera frustraciones, un
placer que se vuelve brutal, como es el caso del aborto: en sí mismo un acto de
violencia contra un proceso natural, como lo es el desarrollo silencioso del
embrión al abrigo de la madre. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">¿Con
qué argumentos se le niega al embrión el mismo estatuto de ser humano que
poseemos los demás?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">En cualquier debate quien pretende cambiar
algo, por el motivo que fuere, tiene la carga de la prueba, esto es, debe
probar que la innovación es benéfica, o más justa o más útil, etc.etc. En este
caso, la carga de la prueba la tienen aquellos que buscan legalizar el aborto.
Deben demostrar que el aborto es bueno o justo, en fin, que es un derecho
humano y que en razón de ello, debe modificarse la legislación penal en el
sentido que ellos pretenden. En muchas de sus argumentaciones incurren en el
sofisma lógico conocido como “petición de principio”, que consiste en suponer
como demostrado aquello que no lo ha sido. Así por ejemplo, se argumenta que el
aborto debe ser legalizado porque en caso contrario se genera una desigualdad,
una situación de discriminación desfavorable para las mujeres pobres, por
cuanto las únicas que pueden recurrir a él en condiciones de clandestinidad y a
la vez sanitariamente seguras, son aquellas que tienen una posición económica
desahogada. Pero con ello se da por sentado que el aborto es en sí mismo bueno
o justo, es decir que el aborto es un derecho. Ahora bien, como hemos dicho,
este es el punto neurálgico de la discusión: ¿el aborto es justo o no? Si el
objeto sobre el que recae la acción de abortar es un ser viviente perteneciente
a la especie humana (un hijo), entonces ya no es cuestión de equidad entre las
que de hecho abortan porque pueden pagar y las que no abortan porque no pueden
hacerlo. Ni a unas ni a otras les es lícito abortar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">De la misma manera, incurren en dicho sofisma
quienes aducen las estadísticas –por lo demás seriamente controvertidas- sobre
las muertes maternas causadas por abortos clandestinos. Ahora bien, si el
aborto es una acción intrínsecamente injusta –puesto que priva de la existencia
a un ser humano en gestación-, no resulta admisible que la razón para
legalizarlo sea asegurar que el crimen se lleve a cabo en condiciones óptimas
de higiene y salubridad por profesionales habilitados legalmente, para hacer
bajar las cifras y las pérdidas de vidas maternas (en cualquier circunstancia,
lamentables). La verdadera razón del descenso de esas cifras debería estar en
la disminución de los abortos clandestinos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">También se aduce que la cantidad de
abortos clandestinos implica que su prohibición legal es ineficaz. En ese
sentido, ha escrito en el diario La Nación Julio María Sanguinetti<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20ABORTO%20Y%20LA%20CLAUDICACION%20DEL%20ESTADO%20Y%20%20%20LA%20SOCIEDAD.docx#_edn2" name="_ednref2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a>
que “</span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">cuando la
distancia entre la legalidad y la legitimidad de un acto no hace más que
ampliarse, la ley no puede ya ni cambiar la conducta ni sancionar a quien la
infringe. Es, entonces, el momento de cambiar la ley</span></i><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">.” El argumento es interesante, sólo que si lo seguimos un trayecto nos
llevaría a tener que legalizar, muchas otras conductas, como por ejemplo, la
coima que, al parecer, está incorporada desde hace décadas en la conducta de
políticos, agentes del estado, empresarios y el ciudadano común. O también
tendríamos que legalizar los robos de menor cuantía en los comercios, los
cuales casi nunca son perseguidos penalmente. Pero si no legalizamos tales acciones
se debe a que se da por sentado que son acciones reprensibles. Otra vez, el
argumento repite con ligeras variantes el esquema del sofisma de “petición de
principio”. Por otra parte, parece olvidarse que las leyes tienen un valor educativo:
donde faltan convicciones ético-religiosas, como sucede en las sociedades
secularizadas, al menos queda el recurso del castigo que impone la ley, el
cual, con su efecto disuasorio genera costumbres. Por desgracia, es de prever que,
debido a la intensa campaña de la mayor parte de los medios y de los
comunicadores sociales, de los profesionales y de la gente ilustrada en general
(el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">establishment </i>intelectual),
favorables a la legalización del aborto, se agrande todavía más la brecha entre
la ley y su incumplimiento. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: justify; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">La
aprobación legal del aborto significa el fracaso del Estado y la sociedad.<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Es un fracaso porque el Estado renuncia a
tutelar el bien jurídico de la vida cuando se trata del no nacido. Renuncia a
tutelar a los más débiles. Es la claudicación del Estado que, de hecho, sigue
el camino más fácil, en lugar de disponer enérgicas políticas de apoyo a la
familia, y en especial a la mujer gestante y al niño. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Desde el punto de vista del tipo de sociedad
que queremos constituir y dejar a nuestros hijos, la aprobación legal del
aborto, significará un punto de inflexión que nos afectará a todos de una
manera profunda. En efecto, ello conlleva una dinámica propia, que termina por
arrastrar, más temprano o más tarde, principios éticos hasta ahora intangibles
e incuestionados. El primero de ellos, la sacralidad de la vida humana en
cualquiera de sus etapas o estados. Pero también el derecho de los médicos y
personal sanitario a abstenerse de participar en la realización de un aborto
(derecho a la objeción de conciencia). Puesto que si es un derecho, ¿durante
cuánto tiempo la ley tolerará que haya quienes se oponen al ejercicio del
presunto derecho al aborto? ¡Qué contraste! Pasaríamos de perseguir a aquellos
profesionales de la salud que hoy cometen un homicidio infringiendo su deber de
procurar la salud, a perseguir mañana a sus otros colegas que se niegan a usar
su ciencia y su arte contra la vida humana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">Por otra parte, si se llegara a reconocer al
aborto como un derecho, ¿cómo no se advierte que una de las futuras víctimas es
la misma mujer que, embarazada de un niño con una afección incurable o con una
malformación o una discapacidad, será objeto de una fuerte presión psicológica,
de un acto de violencia no física ejercido por los familiares, el progenitor, los
médicos, etc., quienes la convertirán en la culpable de haber traído al mundo a
un ser humano deficiente? ¿Es posible negar que la legalización del aborto es,
simultáneamente, un camino abierto a las prácticas eugenésicas? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 12.0pt;">En definitiva, los proyectos impulsados a favor
de la despenalización y legalización del aborto, consagran el principio de la
ley del más fuerte: el derecho a la existencia deja de ser universal, y pasa a
convertirse en un derecho que nos asignamos entre nosotros los adultos, pero
que se lo negamos a los que no tienen voz. Estamos a las puertas de una
sociedad cada vez más insolidaria y violenta, que trivializa la vida. ¿Cuánto
tiempo se puede mantener una sociedad de este tipo? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; tab-stops: 318.95pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="mso-element: endnote-list;">
<!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<div id="edn1" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20ABORTO%20Y%20LA%20CLAUDICACION%20DEL%20ESTADO%20Y%20%20%20LA%20SOCIEDAD.docx#_ednref1" name="_edn1" style="mso-endnote-id: edn1;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt;"> Diario La Nación, 25 de
abril de 2018.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn2" style="mso-element: endnote;">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/EL%20ABORTO%20Y%20LA%20CLAUDICACION%20DEL%20ESTADO%20Y%20%20%20LA%20SOCIEDAD.docx#_ednref2" name="_edn2" style="mso-endnote-id: edn2;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt;"><span style="mso-special-character: footnote;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></span></a><span style="font-family: "Garamond","serif"; font-size: 9.0pt;"> Diario La Nación, 28 de
abril de 2018.<o:p></o:p></span></div>
</div>
</div>
<br />Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-44835122248661917842017-11-12T15:13:00.002-03:002017-11-19T18:39:39.323-03:00Seminario año 2017<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0cm; text-align: justify;">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">INTRODUCCION <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">1. Me gustaría comenzar estas reflexiones
recordando lo que escribió Soren Kierkegaard <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn1" name="_ednref1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></a> en
su Diario. Me refiero a aquel breve pasaje conocido con el nombre de “Un punto
blanco en el horizonte”, cuya lectura haremos enseguida. Resulta inquietante, o
incluso, estremecedor.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">«Imagínate un navío muy grande, todavía
mayor, si quieres, que nuestros grandes navíos de hoy en día; puede transportar
mil pasajeros y, naturalmente, todo está dispuesto en orden a la máxima
comodidad, al confort, al lujo, etc. Anochece. En el salón la gente se
divierte; todo luce bajo la suntuosa iluminación; se escuchan los sones de un
concierto; en resumen, todo es gozo, alegría, regocijo; el ruido y la algazara
de esta alegría desencadenada resuenan en el aire del atardecer.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El capitán está de pie en el puente; a su
lado el segundo de a bordo se saca los gemelos de los ojos y los alarga al
capitán, que le dice: “no es preciso, lo veo perfectamente aquel pequeño punto
blanco en el horizonte: la noche será terrible.”</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Después con la noble y segura calma del
marinero experimentado da sus órdenes: “Esta noche toda la tripulación estará
de guardia; yo personalmente asumiré el mando.”</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Entra en su camarote. No tiene a mano
muchos libros; no obstante, tiene una Biblia. La abre y, cosa extraña, se
encuentra con este pasaje: “Esta misma noche se te pedirá cuenta de tu alma.”
Ciertamente muy extraño.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Después de recogerse en la meditación y la
plegaria, se viste para la guardia de la noche; y ahora atento sólo a su tarea
vuelve a ser el marino lleno de experiencia.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Pero en el salón los pasajeros continúan
divirtiéndose; suena la música y los cantos, las conversaciones y el tumulto,
el ruido de platos y fuentes, los tapones de espumoso que restallan; la gente
bebe a la salud del capitán, etc., “la noche será terrible” y tal vez esta
misma noche se te pedirá cuenta de tu alma.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿No es terrible esto? Sin embargo, yo sé
una cosa que todavía lo es más. La situación es la misma: pero el capitán es
otro. En un salón la gente se divierte y el más alegre de todos es el capitán.
El punto blanco continúa estando en el horizonte y la noche será terrible, pero
nadie ve el punto blanco o no sospecha lo que presagia. Mas no, pese a todo
(todo no sería lo más terrible); no, hay alguien que lo ve y sabe lo que se
prepara. No tiene ninguna autoridad en el navío; no puede hacerse cargo de
nada. Pero para no omitir la única cosa que puede hacer, hace decir al capitán
que suba al puente, aunque sea sólo un momento. Este se hace esperar; por fin
llega, pero no quiere saber nada de nada y vuelve rápidamente al salón a
participar de la alegría ruidosa y desordenada de los pasajeros, que brindan a
su salud en medio de la algazara general, y él se los agradece calurosamente.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Aguijoneado por la angustia, el pobre
pasajero se decide a molestar de nuevo al capitán, el cual esta vez incluso se
muestra incorrecto. No obstante, el punto blanco sigue estando en la línea del
horizonte: “la noche será terrible.”</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿No es todavía más terrible? Es terrible
ver a estos mil pasajeros despreocupados y vocingleros; es terrible ver que el
capitán es el único que sabe lo que pasará; sin embargo, lo esencial es que él
lo sepa. Es más terrible, pues, que el único que vea y conozca el peligro
inminente sea un simple pasajero.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Que desde el punto de vista cristiano se
ve en el horizonte la mancha blanca, presagio de la terrible tempestad
inminente, yo lo he sabido; pero ¡ay! Yo no he sido y no soy sino un simple
pasajero”.»<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn2" name="_ednref2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[2]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El texto de Kierkegaard contiene una voz
de alarma. Kierkegaard es un pensador religioso y la vez, un filósofo.
Luego de haber estudiado la filosofía de Hegel, critica ese racionalismo
hegeliano que pretende subsumir en un sistema racional toda la realidad: Dios,
el hombre, la naturaleza, la historia, etc. Un sistema con pretensiones
desmedidas para el ser humano, que se olvida al hombre mismo, a la persona
individual. A la vez, Kierkegaard desarrolla una intensa polémica con los
representantes de su iglesia, la iglesia danesa, adscripta a la ortodoxia
luterana. Este texto que transcribimos, nos habla de la experiencia del
filósofo danés que avizora “la terrible tormenta”, es decir una crisis, un
cambio que se presenta como un evento inquietante, que afecta a la cultura
desde los cimientos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿<b>De
qué se trata, para nosotros? ¿De qué cambio o crisis se trata</b>?¿Qué cultura?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Se trata de Occidente: lo que ha concluido
es Occidente: O lo que venía llamándose “Occidente”. Ahora bien, ¿qué
entendemos por Occidente? ¿Se trata del “american way of life” y del Estado del
Bienestar? Sí y no, puesto que el Estado del Bienestar, depende de un marco de
referencia que surgió como <b>ruptura de una cosmovisión anterior</b>. De
esa <b>ruptura</b>, que es la <b>Modernidad</b>, hablaremos con más
detenimiento. En cuanto a esa “cosmovisión” que resulta desechada, en sus
rasgos más generales implicaba un marco religioso y filosófico que proporcionaba
a las personas las grandes referencias para la orientación de la vida, tanto en
lo individual como en lo socio-cultural. Preliminarmente, podemos
caracterizarla como la cosmovisión cristiana, la cual comprendía una fe
compartida, instituciones estables y códigos morales aceptados en su
mayor parte. Esta aceptación incluso se daba entre aquellos que hacían de la
repulsa a la cosmovisión cristiana de la existencia su bandera y leiv motiv,
quienes, a pesar de su actitud de rechazo, continuaban compartiendo ciertos
códigos morales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“Lo que llamamos “Occidente” (y las formas distintivas
de vida política y económica que ha generado) no ocurrió así como así. Esas
formas distintivas de política y economía (la democracia y el mercado) no son
únicamente el producto de la Ilustración
de la Europa continental. No: las raíces primarias más hondas de nuestra
civilización se hunden en un suelo cultural nutrido por la fructífera
interacción de Jerusalén, Atenas y Roma: la religión bíblica, de la que
aprendió Occidente la idea de la Historia como un camino resuelto hacia el
futuro, y no una cosa tras otra sin ton ni son; la racionalidad griega, que
enseñó a Occidente que existen verdades arraigadas en el mundo y en nosotros, y
que tenemos acceso a sus verdades a través de las artes de la razón; y la
jurisprudencia romana, que enseñó a Occidente la superioridad del gobierno de
la ley sobre el gobierno de la fuerza bruta y la coerción” (George Weigel, 11ª
conferencia William Simon, reimpresa en <i>National
Affairs </i>bajo el título “The Handwriting on the Wall”, nº 11, disponible en </span></b><a href="http://www.nationalaffairs.com/publications/detail/the-handwriting-on-the-wall"><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">www.nationalaffairs.com/publications/detail/the-handwriting-on-the-wall</span></b></a><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">), cita tomada del libro
“Cómo el mundo occidental perdió realmente a Dios” de Mary Eberstadt, Rialp,
2014, p.1.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Pero antes, tengo que formular una
interpelación: ¿somos realmente conscientes de que ha terminado o está por
terminar el mundo tal como lo conocimos, o tal como lo conocieron nuestros
padres y abuelos? ¿En qué se advierte? ¿Cuáles son los signos del fin de
“fiesta”?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Consiste esta crisis en una crisis de
carácter político o político económico? No dejo de lado este nivel de
análisis, cuyos componentes son, a título de ejemplo, el desempleo, la
desinversión, los monopolios, la globalización de la economía, el vaciamiento
de las cajas de seguridad social, el endeudamiento, el descreimiento en los
partidos políticos y en el sistema y en las prácticas democráticas, la
desertificación, el daño ecológico irreversible, la internacionalización del
terrorismo, etc. etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Pero la mayor parte de esos factores, sino
todos, son reconducibles a razones de más largo alcance: razones que en
definitiva son <b>filosóficas y religiosas</b>. Tomo dos ejemplos para
mostrar hasta qué punto en los problemas sociales y políticos subyacen temas y
motivos filosófico-religiosos. Ellos son el problema ecológico y el
quebrantamiento de las cajas de jubilación. Este último tiene dos causas
directas de mayor impacto, además de aquellas causas coyunturales como pueden
ser los índices de desempleo. Una es la malversación de fondos por parte de
aquellos gobiernos que la toma como botín de guerra para solventar costos no
previstos o de urgente solución. Pero la otra causa, a menudo oculta, pero más
grave, es la inversión de la pirámide demográfica gracias a la cual la base que
conforma la población activa que aporta parte de sus ingresos al sistema
jubilatorio no es lo suficientemente ancha como para garantizar un flujo suficiente
de dinero que se debe erogar para los actuales jubilados (a esto hay que añadir
como un factor importante, por cierto, la mayor expectativa de vida, si bien no
es la causa –ya que si hubiera una masa crítica de aportantes, por más que las
expectativas de vida se prolonguen, siempre habría suficiente para los
jubilados). Ahora bien, ¿por qué hay menos trabajadores activos aportantes?
Sencillamente, porque hay menos hijos, y hay menos hijos por la inestabilidad
de las familias (el divorcio) y por los hábitos de consumo, el individualismo
creciente, etc. Pero todos estos factores mencionados derivan en último
análisis de una determinada concepción de la existencia humana
filosóficamente y religiosamente fundada.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Algo similar, sucede en el caso de la ecología:
el problema ecológico tiene una base filosófica. Su origen está en un modo de
relacionarse el hombre con la naturaleza, sustentado a su vez en presupuestos
de carácter filosófico. Es decir, se ha llegado a este punto casi de no retorno
con respecto al futuro del hombre y de la naturaleza, guiados por una
determinada cosmovisión filosófica.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2.- Es posible que ustedes no sean
conscientes de que estamos en un cambio de época. Una transmutación de
proporciones inusitadas que por comparación vuelven a otras revoluciones como
simples cambios cosméticos, superficiales. Que no sean del todo conscientes es
muy comprensible, ya que por razones de edad no tienen elementos que les
permitan hacer comparaciones: se trata del mundo en el que han crecido o más bien,
del mundo en el que han comenzado y han alcanzado ese período de la maduración
personal en el que son plenamente conscientes de lo que son y de lo que
quieren. Incluso es posible que esa consciencia del cambio, no alcance en sus
propios padres la lucidez que podría tener en sus mismos abuelos. Pero en
cualquier caso, el cambio está sobre nosotros. El mundo que está frente a
nosotros no volverá a ser el mismo. Las épocas no se repiten, la historia
siempre es novedad. Se puede aprender del pasado, se puede valorar el aporte de
una sociedad o cultura perteneciente al pasado, pero no se la puede reeditar.
En ese sentido, la Edad Media nos ofrece, aún con sus luces y sus sombras, un
modelo ejemplar digno de ser imitado. Pero sería insensato pretender que ella vuelva
a nosotros. Sólo podemos reconstruirla con la imaginación histórica, pero nunca
volver a ella. Podemos, sin embargo, hacer algo más: extraer su espíritu,
su esencia, lo que tuvo de eterno, para que pueda ser simiente fecundante de
las nuevas épocas. De lograr este último objetivo, no se trataría de mera
actitud nostálgica, sino del aprendizaje fructuoso a partir de la historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3.- ¿Pero hay tal cambio? Sí. Voy a
señalar algunos hechos, que, creo, resultan ser bastante elocuentes y
testificarán con contundente claridad hasta qué punto está cambiando los marcos
generales de orientación y referencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">a) Hasta hace poco se veía la
orfandad como una gran desgracia. Que un hijo perdiera a su padre, por
ejemplo, significaba una grave herida para su desarrollo, no sólo por la
pérdida afectiva, sino también por la proyección de efectos de todo tipo,
incluso económicos, que ese triste hecho ocasionaba en su vida y en la de su
madre. La pérdida no se circunscribía a lo afectivo y lo económico:
también iba en detrimento de su maduración moral, de su inserción en el mundo
de los adultos, etc. etc. En cualquier caso, había un consenso en que
ese hecho, la muerte del padre, era una verdadera desgracia. Hoy, ahora,
sin embargo, la falta del padre no se experimenta como algo que cuando sucede
de por sí sea un hecho anómalo, inesperado y brutal. Para entender a qué nos
referimos, basta con pensar hasta qué punto ha llegado a adquirir carta de
ciudadanía “la familia monoparental” o, peor aún, la inseminación artificial de
una mujer soltera que desea cumplir el anhelo de la maternidad. Hay aquí algo
produce escalofríos: la voluntad de engendrar, por el medio que fuere, un hijo
que por el resto de su existencia, carecerá de un padre y consiguientemente de
la experiencia de la relación filial. Nunca sabrá, salvo en teoría, qué
significa ser-hijo. Ni siquiera se trata en este caso de que su padre haya
muerto, porque aun muerto, tiene su ausencia una cierta presencia, la que tiene
por ejemplo por el hecho de ser nombrado, recordado y puesto de ejemplo. Ni
siquiera se trata de un padre que hizo abandono del hijo ya nacido o antes de
que naciera. Esta última situación es distinta a la anterior –la de padre
muerto- pero tampoco es equiparable a la del hijo nacido por la inseminación
artificial de una madre. En el caso del padre que se desentiende del hijo
engendrado por una relación pasajera o del que abandona el hogar, al menos hay
una persona y una relación personal sobre la cual el hijo afectado puede tomar
una posición determinada (puede por ejemplo, buscar su progenitor, o puede
rechazarlo, etc.) Pero en el engendramiento artificial no hay nadie detrás, no
hay persona alguna, sino sólo células germinales vendidas o donadas, y el frío
procedimiento de la tecnología biomédica: hay una persona que se ha negado a
comparecer desde el inicio del proceso. Sólo se da la asunción de una decisión
programática que no repara en los medios, aunque su puesta en juego significa
condenar para siempre a un niño a ser hijo de nadie. ¿Qué temores e
inseguridades determinará en su desarrollo psicológico este hecho? Nadie lo
puede afirmar, pero es seguro que los habrá: en el camino hacia la seguridad y
las certezas afectivas que todos buscamos, encontrará un muro tapiada desde
siempre. Más aún: ¿cómo experimentará él mismo su propia paternidad cuando
llegue a adulto? ¿De qué término de comparación se valdrá en su vivencia de la
paternidad? Lo más llamativo aquí es que, precisamente, no llame la atención de
nadie. Todos los indicios hacen pensar en su pronta institucionalización y,
consiguientemente, en su naturalización.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Alguien podría objetar: se trata de <b>un</b> caso,
un solo ejemplo, pero que no constituye un elemento de juicio lo
suficientemente amplio como para sostener la tesis de un cambio epocal. Debo
responder con la máxima energía: de ninguna manera. Lo que está en juego en
esto que no es más que un ejemplo, son las instituciones políticas, la economía
y los sistemas de producción, el derecho, la ética, la religión. Y ello sucede
porque lo que queda comprometido es la realidad de la <b>familia </b>misma.
Se repite tantas veces como una frase hecha que de repetida ya no se percibe su
significado y alcance que “la familia es la célula de la sociedad”. Pero aunque
pasemos de largo por su verdadero significado, ella lo sigue siendo. Por
ejemplo, si no hay familia no hay propiedad, el derecho de propiedad pasa a ser
letra muerta, ya que no hay interesados, las familias, en defenderlo. Tampoco
habría ahorro, habría más consumismo, ya que esa mentalidad engendradora
artificial carece de una preocupación integral por el hijo (todo este proceso
supone que el hijo ha dejado de ser querido por sí mismo, ya que es buscado
como un medio para realizar un deseo, el deseo del hijo a toda costa). El
desarrollo exagerado del consumismo, lleva también a una mayor producción de
bienes, cada vez más innecesarios y a la degradación de la naturaleza (tanto
por el agotamiento de los recursos como por la degradación que el aumento del
volumen de los desechos producirá en la naturaleza). Si no hay familia, los
individuos quedarán solos, inermes, ante los poderes públicos y sus
instituciones. La familia siempre ha sido una ciudadela inexpugnable frente al
asedio del poder. Si falta ella, los individuos y sus atomizadas existencias quedan
a merced del poder político. Este, a su vez, ya sin frenos tratará de torcer en
su favor las instituciones y el derecho. Si todo esto no es una revolución, ¿a
qué llamamos revolución?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">b) Puedo dar otros ejemplos: la novedad
del tema de los llamados “derechos de los animales”. Hasta hace poco, hablar de
“derechos” aplicables a los animales nos podía sonar como una broma ingeniosa.
Ahora, se debate concienzudamente este tema. Hay movimientos de defensa de los
animales desde hace muchísimo tiempo. Pero ahora no se trata de las
tradicionales Asociaciones Protectoras de los Animales. Explícitamente se
afirma que los animales tienen derechos como las personas, e incluso se
comienza a hablar de los animales como “personas no humanas”, y a quienes no
están de acuerdo con esta postura se los acusa de incurrir en la deleznable
postura de “especismo” (que viene a ser ahora una nueva forma de discriminación
y racismo). Curiosamente, esa defensa asume posturas casi extremistas y
agresivas, al margen del derecho de las personas (de las verdaderamente
personas: las humanas). <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn3" name="_ednref3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">c) Otro ejemplo: la prostitución era una
actividad denigrante para una mujer y la sociedad compartía esta visión, más
allá de la hipocresía de muchos. Hoy hay voces que plantean con total seriedad
que se debe incluir en la legislación laboral esta actividad, incluso debe
estar amparada por la legislación vigente en materia de riesgos de trabajo (las
ART). Ya no se trata de una actividad tolerable, regulada por las normas de
profilaxis. Ahora pretende ser equiparada a cualquier trabajo honesto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">d) Otro ejemplo: hay una fuerte tendencia
a legitimar las prácticas sexuales de adultos con adolescentes, por parte de
adultos. Incluso, ha habido en Europa dos partidos políticos que en su
plataforma partidaria proponían la legitimación de lo que ellos llamaban “otra
forma de relacionarse afectivamente con los adolescentes”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">e) Otro ejemplo: se ha logrado un cierto
consenso internacional acerca de los inconvenientes sociales (económicos
o en términos de salud pública) que conlleva el hábito del tabaquismo. Hasta el
punto que aquellos que osan en una reunión fumar su cigarrillo, son objeto de
la mirada condenatoria de los demás circunstantes. Sin embargo, paralelamente a
ello, y de una modo casi esquizofrénico, se intenta la legitimación social en
primer término y legal en segundo término, del consumo de drogas, ante todo de
las blandas, como la marihuana (ello con la excusa de los pretendidos
beneficios terapéuticos de la marihuana, pero, sea ello cierto o no, una cosa
es la utilización de los componentes químicos de la marihuana para su
aplicación en la industria farmacéutica y otra muy distinta es la liberación
de la marihuana y su consiguiente libre
acceso en el mercado)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">f) Otro ejemplo: el sistema se ha vuelto
ingobernable, da la impresión al ciudadano común que es como una
maquinaria que ha sido puesta en marcha y se autogobierna. El sistema es
anónimo, despersonalizado y despersonalizante (del otro lado del teléfono siempre nos
atiende una máquina).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">g) También Peter Kreeft ilustra
contundentemente las proporciones del cambio, en su libro “Cómo tomar
decisiones” (Ed.Rialp), al comparar los resultados de dos encuestas realizadas
en escuelas de enseñanza media de Estados Unidos, efectuadas con una diferencia
de más de dos décadas. Los problemas que percibían en sus alumnos los docentes
de la década de los años 60 tenían que ver con conductas erradas que hoy nos
parecen de casi irrelevantes: mentir, no cuidar los muebles de la escuela, no
asistir al colegio (“ratearse”), etc. Más de 30 años después, ante las mismas
preguntas los docentes muestran su preocupación ante conductas de sus alumnos
que distan enormemente en gravedad de aquellas que preocupaban a sus
antecesores en la cátedra: abuso de drogas, violencia escolar, embarazo
adolescente, abortos, etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">4. ¿Cómo se ha llegado a esta situación?
La revolución no reside en estos hechos en sí, sino que estos hechos –y otros
por el estilo que podrían ser aducidos como ejemplo- constituyen
manifestaciones de algo que estaba en gestación desde hace algunos centenares
de años.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">5. Para tratar de hacer algo de luz en lo
que está pasando y va a suceder si no se toma conciencia de la situación, es
preciso formarse un criterio. Formarse un criterio implica tener a disposición
elementos de juicio que nos permitan introducirnos en la comprensión del
fenómeno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A diferencia de los animales, el hombre no
tiene programados genéticamente el objetivo de su vida. Debe descubrirlo. Para
ello necesita signos de orientación. <u>Le corresponde a la filosofía y a
la fe proporcionar a los hombres esos signos de orientación</u>. Esos signos de
orientación apuntan a Dios, como meta final del sentido de la existencia
humana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Ahora bien, frente a la sentencia de
Nietzsche “Dios ha muerto”, cuya verdad se encuentra corroborada por los hechos
(vivimos una cultura sin Dios), cabe preguntarse las razones por las que hemos
extraviado el camino del acceso a Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Como suma y compendio de la situación,
podemos encontrar en el concepto de “<b><u>secularización</u></b>” la
explicación de fondo de todos estos hechos. Por ahora, este término será eso
solo: un término que no dice mucho, pero avanzando en el tema, podremos ir
llenándolo de contenido.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Conviene aclarar de entrada que no se
pretende agotar el tema. Muy por el contrario, las causas, condiciones y
factores que pueden dar razón de la presente situación son muchos. En este
punto, para evitar malinterpretaciones, conviene hacer una comparación: la
situación actual es como una soga compuesta del entrelazamiento de muchas
hebras. Lo que se pretende ahora es, sencillamente, atrapar una de esas hebras,
remontando el cáñamo hasta su mismo nudo. Desmadejarlo y exponerlo a la luz. En
esta tarea, el concepto de “secularización” cumple un papel clarificador.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Una vez que hemos mostrado que vinculación
entre la situación actual de la cultura y del mundo social con la
secularización –la pérdida de Dios-, mostraremos que esa pérdida repercute en
el hombre mismo. La “muerte de Dios” es muerte del hombre, en el sentido de que
lo condena a una sub-existencia, a un modo de vida empobrecido y degradado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Finalmente, trataremos de examinar las
posibilidades de acción de que disponemos, para arribar finalmente a puerto
seguro, dentro la precariedad que conlleva la existencia humana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Sin embargo, antes presentaremos algunas
consideraciones de orden metodológico.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">METODOLOGIA<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">1.-Forma parte de la identidad del
espíritu humano, de la esencia de la inteligencia del hombre, el querer saber,
el tratar de encontrar el sentido de las cosas, desde lo más particular, hasta
lo más general. Buscamos explicarnos las cosas y hasta que no alcanzamos una
explicación satisfactoria y suficiente, nuestra inquietud no cesa. Pero
explicar algo es descubrir cómo se hilvanan los hechos que han dado lugar a
aquello cuya explicación buscamos: es descubrir <b>cuál es la ilación que
existe entre los fenómenos, los hechos, los procesos, etc.</b> de modo tal
que, descubierta su ilación, nuestra inteligencia experimente haber saciado,
hasta cierto punto, la inquietud que lo afligía.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Hay tres modos de entender y formular
esta <b>ilación </b>entre los hechos: la <b>ilación
narrativa, </b>la <b>ilación </b>lógica y la <b>ilación
lógico-narrativa</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La ilación narrativa</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">: en ella nuestro espíritu se ciñe al discurrir
temporal de los hechos, estableciendo la sucesión con que se han ido
concatenando. Se trata del modo narrativo, según el cual entendemos algo
cuando conocemos cómo ha sido el proceso que le dio origen a lo largo del
tiempo. El paradigma de este tipo de explicación es la <b>biografía</b>.
Para decir a otro quién soy, cuál es mi identidad, debo exponer mi biografía:
debo ensayar una narración sobre mí mismo, puesto que lo que yo soy depende de
lo que he sido antes, lo cual implica referirme a mis padres, amigos, las
circunstancias de la vida, el ambiente, las decisiones que adopté, las
postergaciones, etc.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La ilación lógica</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">: entender algo es descubrir los nexos lógicos que se
dan entre distintos fenómenos. Es el caso de la ciencia: conocer la verdad de
un cuerpo de conclusiones es posible en la medida en que se expone cómo ellas
proceden <b>lógicamente</b> a partir de ciertas hipótesis o
principios que las fundan (es decir que son su fundamento). Hay ciencias que
son el campo privilegiado de este tipo de explicaciones lógico-ilativas, como
la geometría, la matemática, las ciencias físico-químicas, etc. Hay
otras, como la botánica o la historia, en la que los nexos lógicos, la ilación
lógica, no juegan un papel preponderante.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La ilación lógica-narrativa</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">: esta recurre a una combinación de los dos anteriores
métodos y es propia de la historia de las ideas, de la historia de la
cultura. Conocer el clima cultural de una época, la constelación de valores que
la rigen, la sensibilidad estética predominante, etc. etc. sólo se pueden
entender si se exponen a la luz la matriz filosófica y religiosa que subyace a
los procesos y, a la vez, las circunstancias fácticas que han ejercido o bien
alguna cierta causalidad, o bien, han desempeñado el papel de <b>ocasión</b> (circunstancia
ocasional) o de <b>condición para que</b> algo pudiera hacer su
aparición y desplegarse. Este tipo de explicación es la más difícil, ya que es
difícil para una mente limitada dar con todos los factores y elementos que
componen a modo de piezas de un rompecabezas la figura total que identifica una
época, un período, una cultura. Pero el aspecto lógico se evidencia si
reparamos en el hecho de que no podemos entender ninguna época si no tenemos en
cuenta el sistema o entramado de ideas que han terminado por tomar cuerpo en
una sociedad dada y en una época determinada. Y eso que he descrito como
“entramado de ideas o sistema” no es más que la <b>filosofía</b>, que
provee a cada época una visión y un conjunto de valores. Detrás de cada época
–y no necesariamente con prioridad temporal, ya que puede darse como
justificación de lo ya dado o en curso de darse- hay una visión filosófica
determinada. Pero como la vida de los hombres y de las sociedades no se deja
encerrar en fórmulas, la filosofía no puede explicar <b>todo</b>. El arte,
los juicios de valor, las costumbres, las instituciones o la música
predominantes pueden no dejarse apresar por las cerradas mallas de una bien
hilvanada sistematización filosófica. Y esta situación es la que justifica que
inevitablemente la ilación lógica deba ser a la vez ilación narrativa. También,
entonces, debe apelarse a una narración de los hechos, muchas veces no
admiten ser reducidas a una fórmula, a un concepto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Preliminarmente, con el objeto de
tener clarificadas ciertas cuestiones que conciernen a la distinción entre la
fe y la razón, desarrollaremos algunos conceptos claves que tienen que ver con
la fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">
</span><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">
</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">EL
CONCEPTO DE SECULARIZACION<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Hemos escrito que tomaremos como concepto
clave que nos ayudará a orientarnos en la situación cultural de la que somos
testigos y partícipes, el término "<b><u>secularización"</u></b>.
Ello nos obliga a explicitar, como primera medida, su alcance y significado, ya
que creemos encontrar en esta categoría la cifra de esta crisis profunda y casi
inabarcable.</span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><br />
1.- Etimología: proviene de la voz latina <i>"saeculum"</i>, que
significa "siglo". En los primeros tiempos del cristianismo, usaban
este término, "saeculum" o siglo, para designar las etapas de la
Revelación y, en especial, usaban la frase "<b><u>este</u> siglo</b>"
para referirse a la etapa previa a la segunda venida de Jesucristo, es decir,
para referirse al presente histórico inmediatamente anterior al fin del mundo,
a la resurrección de los muertos y al juicio final. Por lo tanto, entendían con
la expresión "<b>este siglo</b>", la etapa previa a la <b>eternidad</b>.
De ahí que, gran parte de lo que acontecía y pertenecía a la etapa previa a la
eternidad (es decir, lo que transcurría en <b>esta etapa histórica </b>o <b>este
siglo)</b> estaba revestido de caducidad: se trataba de cosas y asuntos
meramente temporales. Pero dijimos "gran parte de lo que
acontecía", por la sencilla razón de que parte de la eternidad se
encuentra incoada en la historia (por ejemplo, la santidad de cada uno tiene su
inicio en "este siglo", aunque no esté concluida, puesto que su
consumación se da definitivamente <b>luego</b> de la historia). En
definitiva, "secular" significaba, primordialmente, lo relativo a las
realidades históricas, temporales, no vinculadas en sí mismas a lo religioso.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A partir de aquí, resultó natural el uso
jurídico que se le dio al término "secular" y sus derivaciones, en
especial la palabra "secularización". En efecto,
"secularización" comenzó a utilizarse para designar el "<i>proceso
jurídico-canónico por el que una persona o cosa, que había sido previamente
separada y constituida en sagrada o eclesiástica, es privada de la consideración
o régimen especial que le otorgaba la legislación canónica, e
incorporada de nuevo a las condiciones y usos propios de la vida común u
ordinaria</i>"<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn4" name="_ednref4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Por ejemplo, la
dispensa de los votos de un monje (es decir, la reducción al estado de vida
laical) es una secularización canónica o jurídicamente entendido. Por ello
mismo, la confiscación de los bienes de la Iglesia por parte de la autoridad
política, también se encuentran comprendidos bajo el alcance significativo del
término "secularización", sólo que en este último ejemplo, ello
sucede por una decisión unilateral del Estado (y en contra del derecho
canónico, por cierto).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Finalmente, el término cuyo análisis
estamos haciendo -"secularización"- adquirió un significado, diverso,
sí, pero vinculado a los usos que acabamos de reseñar: <u>proceso por el
que las instituciones políticas, cívicas, sociales, reafirman su independencia
o autonomía frente a la autoridad de la Iglesia.</u> Este proceso comenzó
hacia finales de la Edad Media y en sí mismo no tiene nada de objetable, puesto
que forma parte de la auto-conciencia que tiene el cristianismo (la Iglesia) de
sí mismo, en tanto que se percibe como dotado de una misión sobrenatural
y supra temporal (la salvación de los hombres, a través del seguimiento
personal de Cristo). Sin embargo, este proceso tuvo diversas alternativas y
episodios, ya que conllevó también la supresión de estructuras o formas de
entender el ejercicio de la autoridad política característico de la Edad Media,
cuya disolución, además de ser en cierto sentido traumática, exigió de sus
protagonistas un ejercicio de clarificación de sus respectivos papeles y
misiones. De hecho, y mencionado a título de ejemplo, basta con recordar la
denominada "querella de las investiduras". En definitiva, no siempre se
trató de un proceso por el que las realidades políticas y temporales en
general, fueron adquiriendo conciencia de su propio valor y autonomía:
simultáneamente se trató de una lucha entablada por la Iglesia en reclamo y
defensa de su propia independencia frente a los intentos del poder político
(emperador, príncipes y autoridades feudales) para avasallar a la misma
Iglesia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2.- A partir de este último uso que
adquirió finalmente el término "secularización", nos encontramos ya
en situación de comprender aproximadamente porqué recurrimos a esta categoría
de análisis para orientarnos en la crisis cultural cuyas señales de
descomposición quedaron aludidas anteriormente. Pero antes de seguir avanzando
en nuestro tema, resulta necesario establecer que dentro de este contexto, el
término "secularización" tiene dos <b>interpretaciones</b>, de
las cuales sólo nos interesa la segunda de ellas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> a)
"Secularización": ese proceso puede ser interpretado como un hecho
que en sí no es objetable porque implica el doble reconocimiento del propio
valor -valor relativo, no absoluto- que tienen las realidades humanas, en
especial, las realidades políticas, y, a la vez, el reconocimiento del valor
trascendente que tiene la Iglesia, la cual, fundada por Cristo, no está sujeta
a las expectativas e intereses de la vida política, sino a objetivos
religiosos que están revestidos de un carácter sobrenatural y eterno.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> b)
"secularización": ese proceso de autonomización de las realidades
políticas y sociales con respecto a la Iglesia, que tuvo su inicio hacia
finales de la Edad Media, es interpretado o juzgado como un hecho reivindicatorio
y emancipatorio que dejó atrás el "oscurantismo medieval" y el
estado de ignorancia en que la fe cristiana había sumido a la humanidad.
Esta actitud ve a la religión y a la revelación como una creación meramente
humana y como algo de lo cual hay que liberarse (emanciparse), de igual manera
a como el adulto abandona su etapa infantil. La religión (cristiana), debe
quedar arrinconada en el pasado y no debe tener ninguna injerencia en la vida
política ni en la cultura en general. A lo sumo, la religión es un mero hecho
privado, pero que de ningún modo se puede admitir que pretenda ella reivindicar
misión alguna en la sociedad, en la política y en la cultura. Es de fundamental
importancia, entender que este tipo de "secularización"
inevitablemente implica la pérdida del sentido de lo divino: el olvido, a nivel
social y cultural, de que el hombre es creatura de Dios y que su meta final
está en Dios mismo. Esta secularización da lugar a un tipo de hombre
desarraigado cuya vida transcurre en un horizonte cerrado a toda trascendencia.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">De las dos valoraciones o interpretaciones
de la "secularización" que vimos recién, tendremos en cuenta la b)
como clave que nos permitirá comprender y valorar la situación actual.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><br />
Pero antes de continuar desarrollando nuestro tema, conviene poner a punto
algunas nociones que es preciso delimitar cuidadosamente a fin de evitar
malentendidos. Se trata de las nociones de "<b>religión</b>", "<b>fe</b>"
y "<b>revelación</b>". <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">ALGUNAS ACLARACIONES CONCEPTUALES SOBRE
RELIGION, FE Y REVELACIÓN:</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">1<u>. Concepto de religión.</u></span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La religión es un fenómeno verdaderamente
universal. No se conoce ningún pueblo sin religión. Las esperanzas que tenían
algunos científicos, como antropólogos, historiadores, etc., de encontrar
pueblos primitivos sin religión ha quedado fallida: no se ha hallado ni uno
solo, e incluso en todos ellos se encuentra más o menos viva la creencia en un
Ser Supremo (Dios).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Conviene aclarar, con todo, que una cosa
es la existencia universal del fenómeno religioso, la religiosidad, y otra el
grado con que la viven los individuos. Con esto se quiere decir que en todos
los pueblos y sociedades es posible hallar desde aquellos individuos que viven
la religión de un modo sobresaliente –los santos-, hasta aquellos que son
ateos, pasando, entre medio, por un gran número de personas que viven su
religiosidad de un modo común, aunque con sinceridad y profundidad, por otro
gran número de personas que, sin negar a Dios, viven casi con indiferencia esa
religiosidad, inmersas en sus preocupaciones y apenas participando en grandes
fiestas y conmemoraciones.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La universalidad de la religión es tal que
abarca a todas las culturas y pueblos, pero no a todos los individuos en el
mismo grado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Para aproximarnos al conocimiento de la
naturaleza del fenómeno religioso, resulta conveniente establecer la
etimología de la palabra que sirve para designar dicho fenómeno.
“Religión” viene del término latino “religio”. En general hay cierta
coincidencia entre los especialistas en mantener que “religio” procede del
verbo “religare”, que significa religar, volver a ligar o atar. Es decir, que
la religión, según se desprende de su significado etimológico, viene a ser una
vinculación entre el hombre y Dios. La religión, según se etimología, implica
orden o relación a Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto al hecho religioso en sí (la
religión), el mismo presupone por parte de los hombres la afirmación de que el
mundo no se agota en la realidad que los sentidos les presentan, sino que, por
el contrario, existe una realidad trascendente de la que el mundo mismo
depende. Esa realidad trascendente es lo que llamamos Dios. De este modo, la
religión supone ante todo la convicción de que existe Dios. Pero no se reduce a
ser una mera convicción intelectual, puesto que ésta demanda una respuesta por
parte de quien reconoce que él y todo lo que percibe de la realidad, dependen
de ese Ser Trascendente. Precisamente, cuando el hombre reconoce que existe Dios
y obra en consecuencia queda constituido el hecho religioso. Conocer que Dios
existe, pero no obrar en consecuencia, no es ser una persona religiosa. La
religión, como vivencia personal, exige una determinada respuesta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La historia de las religiones muestra con
claridad que esa respuesta está integrada por determinadas actividades o
conductas, sentimientos y convicciones: el respeto ante la divinidad, la
necesidad de expresar mediante ciertas acciones un sentimiento de adoración por
Dios, la necesidad de manifestar en forma pública el reconocimiento de la
existencia de Dios por medio del culto, la creencia en que es posible
establecer con el Ser Trascendente una forma de comunicación (la oración), la
creencia en que el hombre posee una dimensión no material que perdura luego de
la muerte (el espíritu),etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Por todo ello, la definición de religión
(definición real) es esta: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">acto o conjunto de actos
por los que el hombre, habiendo reconocido de algún modo la realidad de Dios,
orienta su vida en relación a Él.<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En esta definición de religión se puede
apreciar que ella –la religión- posee esos dos aspectos a los que se ha estado
haciendo referencia más arriba: uno tiene que ver con el conocimiento y el otro
con la libre <b>respuesta</b> que el hombre le da a Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto al conocimiento de la realidad
de Dios, puede seguir diversos caminos: uno puede ser el conocimiento
pre-filosófico por el que tantos, merced a una espontánea deducción sugerida
por la visión del universo, llegan a la conclusión de que Dios existe, haciendo
uso de la razón; otras veces se trata de un conocimiento mucho más riguroso: se
trata de la filosofía, la cual establece la proposición “Dios existe”
merced a un desarrollo argumental[1]. Finalmente, la otra vía es la de la
fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto a esa libre <b>respuesta</b>,
ella consiste en orientar el conjunto de nuestra vida en dirección a Dios. Esto
significa, básicamente, en centrar la vida en el amor a Dios, haciendo su
voluntad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2. Concepto de fe.</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Tener fe, se suele decir, es creer. Pero
¿qué es creer? En términos generales, es dar por cierto algo cuya verdad no nos
consta en forma personal, apoyándonos en el testimonio de otra persona.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe es un acto de conocimiento
intelectual</span></u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">. En la vida común, con reiterada
frecuencia nos encontramos en la situación de tener que tomar por verdadera
mucha de la información que nos llega, a pesar de no poseer acerca de su verdad
ninguna constancia personal, sea porque carecemos de una adecuada preparación
intelectual o de la capacidad de entendimiento requeridas para certificar la
misma (como ejemplo de esto, piénsese en las complicadas experiencias de
laboratorio o en las difíciles y largas demostraciones de la ciencia cuyas
explicaciones no está a nuestro alcance seguir), sea porque poseyendo tal
capacidad nos resulta físicamente imposible “ver con nuestros propios ojos”
(tal como sucede cuando se trata del conocimiento del pasado), sea porque no
disponemos del tiempo para hacerlo o, sencillamente, porque no nos interesa
mayormente.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En tales situaciones nos comportamos del
siguiente modo: damos por ciertas esas informaciones o datos, no porque nos
sean evidentes, sino porque el testimonio de quien nos las transmite ofrece las
suficientes garantías de seguridad y veracidad que el prestarle nuestra
adhesión se convierte en un acto de sensatez.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A eso es, precisamente, a lo que
denominamos fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Como se puede observar, se trata, por lo
tanto, de una forma de conocimiento, ya que gracias a la fe <u>adquirimos
noticia de las cosas</u>: incrementamos nuestro saber. Pero esta modalidad de
conocimiento –a diferencia del saber experiencial o de la ciencia-
se basa en el testimonio de otro: <b><u>la fe es un conocimiento basado en
el testimonio de otro.</u></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cambio, la ciencia –y también la
experiencia- se basan en evidencias: allí donde la realidad que deseo
conocer - el objeto de conocimiento- se me aparece con evidencia, no
preciso tener fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe es un acto de conocimiento
intelectual que consiste en asentir. Ella consiste en un acto de
asentimiento producido por dicha facultad (la inteligencia).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Qué es el asentimiento? ¿Qué es asentir?
Asentir es formular un juicio acerca de la realidad: asentir es afirmar, es
pensar “sí, esto es así”, o “esto no es así”. En el acto de asentimiento la
inteligencia se expide, se pronuncia acerca de la realidad: “la realidad es
así, de tal modo”. Y, además, lo hace con convicción, con firmeza o seguridad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Ese convencimiento con que la inteligencia
se expide al asentir, o proviene de la evidencia del objeto (por ejemplo cuando
afirmamos que “la tierra se mueve alrededor del sol” porque hemos comprendido
plenamente los argumentos que así lo prueban) o proviene de nuestra adhesión al
testimonio de alguien que nos asegura –con las debidas y suficientes garantías-
que algo es o sucede de tal o cual modo. Si se trata de esta última
posibilidad, estamos frente al caso de la fe (siguiendo el mismo ejemplo:
cuando afirmamos que “la tierra gira alrededor del sol” porque, aunque no
estemos en condiciones de seguir la prueba científica de dicha aseveración,
confiamos en el testimonio de quien así nos lo enseña.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En síntesis, en el caso de la experiencia
o de la ciencia, el asentimiento de la inteligencia se funda en la evidencia
del objeto. En el caso de la fe, se funda en el testimonio de otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe requiere la intervención de la
voluntad</span></u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">. Ante todo, ¿qué es la voluntad? Nuestro
querer o no querer, nuestro amar u odiar, nuestro elegir o rechazar, son actos
que provienen de una facultad que se llama voluntad. Ciertamente, somos
nosotros (nuestro yo) los que queremos o no queremos, pero a través de la
voluntad, así como somos nosotros los que entendemos, pero a través de la
inteligencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El papel que la voluntad cumple en el acto
de fe es éste: mover a la inteligencia para que admita o tenga por verdadero
los testimoniado por otro.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La razón de que sucede así es sencilla: en
el caso de la fe a la inteligencia la falta la evidencia del objeto. Si el
objeto fuese evidente, ya no sería necesario creer en el testimonio de otro.
¿Por qué vamos a creer si ya lo estamos viendo? Desde el momento en que
comienzo a conocer por mí mismo –y no ya “por los ojos” de otro- la fe se
vuelve superflua. ¿Para qué voy a creer si lo puedo ver con mis propios ojos?
Pero mientras falte esa evidencia del objeto, el entendimiento permanece en la
duda sin tener fuerzas suficientes para asentir (“¿esto es así o no?”). Por eso
se precisa que la voluntad mueva a la inteligencia para que se expida
asintiendo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Y qué es la <b><i>evidencia</i></b>,
de la que hablamos en el párrafo anterior? La evidencia es una <u>propiedad</u> que
tiene el objeto que se presenta ante nosotros para ser conocido y consiste en
la patencia o clara manifestación con que algo se presenta a nuestro
conocimiento (intelectual), de modo tal que nuestra inteligencia no puede no
asentir o juzgar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Esa evidencia puede ser “inmediata” o
“mediata”. La “inmediata” a su vez, puede ser sensible o intelectual. La
evidencia inmediata sensible es aquella en la que la “clara manifestación del
objeto conocido” se nos presenta patentemente gracias al testimonio de los sentidos
(por ejemplo, el hecho de que “ahora, brilla el sol”: basta abrir los ojos para
vernos forzado, si se nos pregunta, a afirmar que “efectivamente, el sol está
brillando”).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La evidencia inmediata intelectual es
aquella de la que gozan, por ejemplo, los principios evidentes por sí
mismos: “no se puede ser y no ser a la vez y bajo el mismo punto de vista o
relación”, “el todo es mayor que las partes”, etc. En tales casos también, la
inteligencia se ve forzada a asentir, y lo hace de modo espontáneo e inmediato.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Finalmente, tenemos la evidencia mediata:
es aquella en la que la percepción (intelectual) de una verdad se da
“mediatizada” gracias a una demostración o prueba. Por ejemplo, que la tierra
gira alrededor no goza de ninguna evidencia inmediata (ni sensible ni, menos
aun, intelectual), ya que incluso coloquialmente decimos que “el sol sale por
el este y se pone por el oeste”, y frases parecidas. Pero sabemos que es la
tierra la que gira alrededor del sol sólo gracias a las pruebas que de este
hecho nos proporcionan las ciencias. Una vez comprendidas las pruebas
científicas, nuestra inteligencia no puede no juzgar que el sol no se mueve,
sino que lo hace la tierra.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En suma: si bien en todos estos casos la
inteligencia se ve como “<i>forzada</i>” a asentir con espontaneidad, en el
caso de la fe, precisamente lo que falta es esa evidencia. Pero, a la vez, hay
alguien (testigo) que sostiene que las cosas son de tal o cual manera. Y es
aquí en donde interviene la voluntad: <u>ella es la que mueve al
asentimiento a la inteligencia.</u><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Por eso dice San Agustín que “<b><u>nadie
cree, si no quiere</u></b>” (<i>nemo credit nisi volens</i>).También Josef
Pieper lo dice con meridiana claridad: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> "<b>Decidirse
a creer no es simplemente consecuencia de una argumentación. Jamás se ve uno
forzado a creer algo así como en razón de las leyes de la lógica. Dada su
naturaleza, la fe no es justamente compelente consecuencia de premisas. Si yo
hago una cuenta, no puedo hacer otras cosa, de buenas a primeras, que reconocer
el resultado; sencillamente, ni puedo, ni me sale oponer resistencia al
conocimiento verdadero que allí se me muestra. Pero al creyente no se le
muestra precisamente el hecho aceptado al creer; no está forzado en modo alguno
por la verdad. Allí se da más bien la credibilidad de otro: precisamente de
aquel que me asegura haberse producido lo que él dice. Es cierto que esa
credibilidad puede comprobarse hasta cierto punto. De todas formas, pueden
darse tantas razones a favor de la credibilidad de un testigo que sería
imprudente y, por lo demás, quizá incluso incorrecto no creerle. Y sin embargo,
no he de hacer eso, no he de creerle sólo por esto. Entra la clara y
consecuente intuición de la credibilidad de un hombre, de una parte, y la
confianza y fe que realmente le muestro, de otra, se da un acto voluntario,
totalmente libre, al que nada ni nadie me pueden forzar, como tampoco se me
puede imponer el que ame a una persona, por muy convincente y concluyentemente
que se me haya puesto ante los ojos la conveniencia de amarla. Se puede admitir
"de mala gana" que algo es así o ha ocurrido así, pero ni se puede
amar de mala gana ni tampoco creer. Esto se encuentra ya en San Agustín en su
comentario al Evangelio de San Juan: <i>nemo credit nisi volens</i>, nadie
cree sino voluntariamente. Dado, por tanto, que la fe, por naturaleza, reposa
en la libertad y surge de la libertad, es -como por lo demás lo es también el,
nada religioso, dar crédito a otro en la ordinaria convivencia- un fenómeno
indescifrable en un sentido específico, algo emparentado y vecino al menos del
misterio</b>."<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Como cierre de lo que llevamos dicho,
presentamos la definición de fe (concepto genérico de fe o fe meramente
humana):<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe es el acto de
asentimiento de la inteligencia ante una proposición, imperado por la voluntad</span></u></b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El único término que figura en esta
definición que puede requerir una explicación es “<b>proposición</b>”:
significa cualquier frase o juicio que contenga una información sobre la
realidad (por ejemplo, “hoy está lloviendo”, “el hombre es un ser muy
particular”, “soy una persona complicada”, “la tierra se mueve alrededor del
sol”, etc.etc.).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Obsérvese que en la definición se dice que
ese acto de asentimiento es imperado por la voluntad: el “<b>imperio” </b>de
la voluntad es el acto de ésta que consiste en <b><i>mover</i></b> a
la inteligencia para que ésta asienta.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe puede ser, o bien de orden
sobrenatural, o bien puede ser fe meramente humana. Lo explicado hasta
aquí cuadra tanto a la fe, en sentido amplio (la fe meramente humana), como a
la fe en sentido sobrenatural (la fe religiosa), ya que hemos explicitado <u>el
concepto genérico o amplio de fe (fe meramente humana) según el cual ella es
una forma de conocimiento basado en el testimonio.</u><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Pero la fe, en sentido sobrenatural, la fe
en el ámbito religioso –la que concierne a la teología- se distingue de la fe
meramente humana por las siguientes características:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">1. El asentimiento de la mente es a una
verdad que ha sido revelada por Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2. El asentimiento se basa en la autoridad
del mismo Dios, que no puede engañarse ni engañar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3. En la fe sobrenatural, la voluntad que
mueve a la inteligencia a asentir, es, a su vez, movida por la ayuda de la
Gracia divina. “Gracia” significa don, regalo; por “gracia divina”
entendemos un don gratuito de Dios que posee carácter sobrenatural, es decir,
que no pertenece al orden de la naturaleza humana, puesto lo supera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Por qué es necesaria la gracia de Dios
para que se dé el acto de fe? Porque la verdad revelada supera infinitamente el
alcance de la razón humana (el contenido de la fe está constituido por
los <b><i><u>misterios</u></i><u> <i>de fe</i></u></b>) y sin ese
auxilio divino no seríamos capaces de tener fe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">"Para profesar esta fe es necesaria
la gracia de Dios que previene y ayuda, y los auxilios del Espíritu Santo, el
cual mueve el corazón y lo convierte a Dios, abre los ojos de la mente y da
"a todos la suavidad en el aceptar y creer la verdad". Y para que la
inteligencia de la revelación sea más profunda, el mismo Espíritu Santo
perfecciona constantemente la fe por medio de sus dones." (Concilio
Vaticano II, <i>Gaudium et Spes</i>, n, 5)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La definición de fe sobrenatural que
transcribimos a continuación pertenece a Santo Tomás de Aquino y resume en lo
fundamental las características que hemos ido detallando:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La fe es un acto del
entendimiento por el que asiente a la verdad divina bajo el imperio de la
voluntad (es decir, por la orden de la voluntad), movida por la gracia.</span></u></b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></u></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3. Concepto de Revelación.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Ahora bien, si nos preguntamos de dónde
proceden los contenidos de la fe (es decir, la información que hacemos nuestra
mediante ese acto de fe), la respuesta es la siguiente: el cristianismo
sostiene que su procedencia es revelada. De ahí entonces que debamos explicitar
la noción (religiosa) de <b>Revelación</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En su sentido etimológico, “revelación” es
la acción de manifestar algo oculto, puesto que proviene de la palabra latina
“re-velare”, cuyo significado es quitar el velo que oculta algo, descubrir.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En la religión cristiana –y por lo tanto
en Teología- el concepto de <b><u>REVELACIÓN</u></b> tiene un
significado estricto y perfectamente delimitado, el cual guarda relación con su
etimología. En cambio, cuando es usado por pensadores no cristianos o se lo
aplica a otras religiones, el concepto pierde su carácter estricto, e incluso
se aleja del significado etimológico (El concepto no estricto de “revelación”
designa en el proceso de creación artística ese momento especial en el que el
artista tiene una ocurrencia genial. Otras veces se usa el término para
referirse al descubrimiento de una verdad como fruto de un esfuerzo humano de
reflexión.)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">a) Concepto de Revelación y clases de
Revelación: Revelación natural y sobrenatural</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Comenzaremos por dar el concepto
estricto de REVELACION y sus diversas clases:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En sentido estricto, <b>REVELACION es
la manifestación de alguna verdad o realidad hecha por Dios al hombre</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En razón de que puede hacerse de diversos
modos y por diversos medios, se distinguen dos clases de
REVELACIONES: la <b>Revelación natural</b> o <b>cósmica</b> y la <b>Revelación sobrenatural</b> o <b>divina</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación natural o cósmica es la
manifestación de Dios en la creación.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En efecto, la naturaleza, el cosmos, el
universo, como quiera llamárselo, ha sido creado por Dios: es la obra de Dios.
Pues bien, así como a partir de las obras de una persona –por ejemplo de sus
escritos o de una obra de arte- podemos conocer su existencia y algo de su
personalidad, del mismo modo la naturaleza <u>por haber sido creada por
Dios</u>, nos da pie para alcanzar un cierto conocimiento de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Sagrada Escritura (la Biblia)
menciona en diversos pasajes esa manifestación de los atributos divinos,
mediante la contemplación de la grandeza y belleza del mundo. Por ejemplo, San
Pablo –Epístola a los Romanos I, 20) dice: “porque lo invisible de Dios, desde
la creación del mundo, se deja ver a la inteligencia a través de sus obras...”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A esta Revelación se aludió en el punto
anterior, al hablar del concepto de religión: cuando se dijo allí que existe
una espontánea deducción sugerida por la majestad de la naturaleza por la que
se alcanza una cierta noción de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Cuál es el valor que posee esta
Revelación natural? Respondemos con palabras del teólogo D. Fernández García: “<b>La Revelación natural es básica e
importante, pero tiene sus límites: a) sólo nos descubre imperfectamente el ser
de Dios: los atributos que tienen relación con su poder, su sabiduría y su
bondad. El ser íntimo y personal de Dios permanece inaccesible. b) Este
conocimiento es precario y deficiente: las cosas creadas son signos (es decir,
señales) del ser de Dios, pero es mayor la desemejanza que la semejanza que
guardan con el ser propio de Dios. De hecho la historia nos enseña que muchos
no han conocido al Dios verdadero o que este conocimiento va mezclado con
muchos errores. c) La Revelación natural no significa un contacto
inmediato entre Dios y el hombre: la creación es el puente para ese encuentro,
pero no representa un contacto directo en el Dios vivo y personal que conocemos
por la fe. Los atributos de Dios están escritos en el libro de la creación,
pero su lectura resulta difícil para el hombre (por eso para su interpretación
acertada hace falta la Revelación Sobrenatural, como veremos enseguida, la
cual nos pone en contacto con el Dios vivo y personal). d) No obstante, la
Revelación natural tiene un valor insustituible: es el punto de inserción de la
Revelación Sobrenatural, en el sentido de que es su punto de apoyo: la
Revelación natural es un camino preparatorio a la Revelación Sobrenatural,
ya que aquella persona que sabe que Dios existe en base a una convicción
racional, está más preparada para aceptar la Revelación
Sobrenatural. En efecto, si yo sé que Dios existe y es todopoderoso, estoy
más predispuesto a aceptar el hecho de que Dios se haya manifestado a los
hombres en forma directa. e) La Revelación natural es permanente: es válida
para todos los tiempos y está abierta a todos los hombres; en mayor o menor
medida es asequible a todas las inteligencias.</b>”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn5" name="_ednref5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En síntesis, la
Revelación natural es la manifestación de Dios en su obra, la creación. Su
importancia radica en que es un modo válido de conocer a Dios (esa validez es
para todos los tiempos y para todos los hombres, ya que es asequible a todas
las inteligencias) y puede ser un punto de apoyo de la Revelación
Sobrenatural. Sus limitaciones radican en que es un conocimiento
imperfecto de Dios, es decir que es incompleto y no exhaustivo, aunque sí es
verdadero. Su precariedad y deficiencia se dan porque en las cosas creadas
mayor es la desemejanza con Dios que la semejanza y por ese motivo este
conocimiento ha estado mezclado con errores.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación sobrenatural o divina.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto a la <b>Revelación sobrenatural
o divina</b> se la define como <b>la manifestación extraordinaria de
Dios a los hombres de verdades sobrenaturales y naturales, acerca de su
naturaleza divina y de su designio de salvación.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">De esta definición surgen las siguientes
características: por de pronto, se trata de una comunicación o manifestación
especial (extraordinaria). Eso implica decir que no está <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">contenida en la creación (como es el caso
de la revelación natural), sino que, al contrario, siendo una acción especial
de Dios, resulta de una intervención de Dios en la historia de la humanidad. En
segundo lugar, el contenido de la Revelación Sobrenatural está
constituido por verdades que el hombre puede conocer por la razón natural y verdades
que sobrepasan las posibilidades de la razón y que sin ayuda de la
Revelación Sobrenatural no pueden ser conocidas. En tercer lugar, estas
verdades se refieren a la naturaleza íntima de Dios y a su plan de salvación de
toda la humanidad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación sobrenatural es una
acción libre y gratuita de Dios. Gratuito significa aquí que se trata de un don
(regalo), sin merecimiento alguno por parte del hombre, por lo tanto. La
gratuidad implica que se produjo no porque Dios hubiese estado obligado a producirla,
sino que procede de la libre y espontánea decisión de Dios. En definitiva,
procede del espontáneo amor de Dios. Implica también que la iniciativa es de
Dios. Dios se revela a los hombres cuando y en la medida que quiere.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación sobrenatural es una
elevación sobrenatural del sujeto que la recibe (es decir, el hombre). Ella
eleva al hombre a un plano u orden que está por encima de su naturaleza y de
las posibilidades de su naturaleza. Ese plano u orden se le denomina “orden
sobrenatural”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El orden sobrenatural y el orden natural
se distinguen entre sí, puesto que el primero está constituido no sólo por lo
que excede la naturaleza del hombre, sino principalmente por lo que pertenece a
la vida íntima de Dios. Equivale a la expresión “orden divino”. Es todo lo que
pertenece o tiene que ver con la divinidad misma de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El orden natural está constituido por la
naturaleza o esencia del hombre y las posibilidades de su misma naturaleza.
“Las posibilidades de su naturaleza”: esta expresión significa las cosas que el
hombre puede conocer y comprender, desear, hacer o lograr en virtud de lo que
él es (es decir, en virtud de ser hombre).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Despejadas estas cuestiones
terminológicas, expliquemos qué significa concretamente eso de que la
Revelación sobrenatural eleva o introduce al hombre al plano sobrenatural.
Significa concretamente dos cosas: 1) que gracias a la
Revelación sobrenatural el hombre accede a un plano u orden que lo
sobrepasa infinitamente: es elevado por encima de sí mismo al orden sobrenatural.
Ello es así porque la Revelación sobrenatural procede de una acción
especial de Dios y porque en ella comunica verdades sobrenaturales, (es decir,
verdades que manifiestan la vida íntima de Dios –como el misterio de la
Trinidad- y su secreta y divina voluntad. 2) Significa que para que el
hombre reconozca la Revelación sobrenatural y acepte las verdades
sobrenaturales que ella contiene, debe ser ayudado especialmente por la gracia
de Dios. Esa ayuda es necesaria, precisamente porque superan la capacidad de
comprensión del hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación divina se fue dando en
la historia en forma paulatina: Dios se fue revelando progresivamente. Debido a
ello se habla de las fases de la Revelación sobrenatural. La
culminación de esta Revelación es la Revelación de Cristo. Cristo,
que es Dios, es la plenitud y cumplimiento de toda la
Revelación sobrenatural o divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación es susceptible de una
doble consideración: se la puede considerar en sentido <i>activo</i> o
en sentido <i>objetivo</i>. "En sentido activo es la misma acción de
Dios que se revela o atestigua alguna verdad a los hombres. En sentido objetivo
es la verdad o con junto de verdades y hechos manifestados por Dios."
Hasta aquí hemos hablado de la Revelación sobrenatural en sentido
activo. Pero a continuación pasaremos al otro punto de vista: el objetivo. Así
considerada, esto es, desde el punto de vista de su contenido -las verdades que
esa acción de Dios ha comunicado a los hombres- resulta que en la
Revelación sobrenatural se distingue entre la<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Revelación sobrenatural <i>quoad
modum</i> y Revelación sobrenatural <i>quoad substantiam</i>.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Los teólogos hacen una distinción dentro
de la Revelación divina. Es una distinción que se hace por razón del
objeto de la Revelación (es decir, en razón de las verdades
reveladas). Debe tenerse en cuenta que cuando se habla de Revelación
sobrenatural quoad modum y Revelación sobrenatural quoad substantiam, no se
está haciendo referencia a dos Revelaciones diversas, sino a una <b><i>distinción</i></b> que
se hace, en el seno de la única y misma Revelación sobrenatural, atendiendo a
ciertas características que presentan las verdades reveladas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación sobrenatural quoad
modum: esta expresión latina literalmente significa “<u>en cuanto al modo o
modalidad</u>”. Con ella se quiere significar que en la Revelación sobrenatural
hay algunas verdades que sólo tiene de sobrenatural el modo extraordinario con
que han sido dadas a conocer a los hombres, pero tales verdades son, en sí
mismas, asequibles a la razón humana (son de orden natural). Por ejemplo, los
diez mandamientos, la existencia de Dios, la espiritualidad del alma humana,
etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La Revelación sobrenatural quoad
substantiam: esta expresión latina literalmente significa “<u>en cuanto al
contenido o sustancia”</u>. Se hace referencia con esta expresión a aquellas verdades
que en sí mismas –en su contenido- son de orden sobrenatural, por lo tanto
inalcanzables para la razón humana, la cual las conoce sólo porque Dios las ha
revelado. Se trata de las verdades reveladas que comúnmente reciben el nombre
de <i>misterios</i>. Por ejemplo, el misterio de Santísima Trinidad,
de la Encarnación de la segunda Persona de la Trinidad (el
Verbo), etc.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">b) Necesidad y conveniencia de la
Revelación de las verdades reveladas quoad modum.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Por qué motivo Dios ha revelado
sobrenaturalmente a los hombres verdades que en sí mismas la razón humana está
en condiciones de descubrir, tal como es el caso de la existencia de Dios o los
diez mandamientos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La razón es que se trata de verdades de
orden religioso –esto es, que conciernen a la relación del hombre con Dios-
cuyo conocimiento es indispensable para la salvación de los hombres. Por eso
Dios, para que pudieran ser conocidas por todos los hombres y sin mezcla de
error, las ha revelado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">TRES TEXTOS DE JOSEF PIEPER SOBRE EL TEMA DE LA FE<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn6" name="_ednref6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><u><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[6]</span></u></b></span><!--[endif]--></span></a>:<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin-bottom: 18.0pt; margin-left: 0cm; margin-right: 50.4pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt; line-height: 115%;">«Así es, y no
de otra manera»<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 14.4pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">“</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">Cuando alguno
me pregunta «¿crees eso?», ¿qué quiere saber de mí exactamente? Alguien me da a
leer o me lee una noticia que él mismo, según parece, tiene por extraña o
inverosímil; y luego, mirándome a los ojos, me interpela: «¿Crees eso?» Con
toda evidencia, quiere saber si en mi opinión la noticia es auténtica, si
estimo que lo en ella referido corresponde a un verdadero suceso, a una
realidad.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">Mirando la
situación en abstracto, se me ocurren varias respuestas posibles, además del
puro «sí» o «no». Podría, por ejemplo, encogerme de hombros y decir: «No lo sé,
tal vez sea cierto; pero también pienso que puede ser falso.» O bien: «Verás,
me da la impresión de que la cosa tiene fundamento, pero por supuesto no estoy
absolutamente seguro de que no sea de otra manera.» O ya con todo aplomo: «No,
no creo que la noticia corresponda a los hechos.» Lo cual, en una formulación
positiva, equivale a esto otro: «Tengo la noticia por falsa, la considero un
error y quizá una mentira.»<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">Mi «no» puede
todavía significar algo enteramente distinto: «Me preguntas si creo lo que ahí
se dice. Te vas a reír, no lo creo, ¡y sin embargo te aseguro que la noticia es
cierta! Da </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">la <span style="letter-spacing: -.2pt;">casualidad de
que he visto el suceso con mis propios ojos; por tanto </span><i>no creo </i><span style="letter-spacing: -.2pt;">que la noticia sea verídica, sino que lo <i>sé</i>.» Finalmente, </span>me queda la posibilidad de responder al
cabo de un momento: «Sí, creo que las cosas han sucedido como ahí se cuentan.»
Seguramente diré esto después de haber mirado quién ha escrito el reportaje o
qué periódico lo publica.</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En esas contestaciones se reflejan
<span style="letter-spacing: .1pt;">las </span>cuatro posturas o actitudes
clásicas que uno puede adoptar ante cualquier hecho: duda, opinión,
conocimiento, fe. Dejemos por ahora de lado la incredulidad («considero falsa
la noticia»), pues en sustancia es una toma de posición positiva, que a su vez
puede presentarse en forma de opinión, conocimiento o fe.</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El que sabe y el que cree tienen
algo en común. Ambos dicen: sí, así es, <span style="letter-spacing: .1pt;">y no </span>de
otra manera. Ambos dan por verdadero, sin reservas, lo relatado.</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero entre los dos hay también una
importantísima diferencia: el que sabe posee una experiencia personal del hecho
en cuestión, mientras el que cree <i><span style="letter-spacing: .1pt;">no </span>basa</i> su certeza en sí mismo. ¿Cómo,
entonces, puede este último decir: así es, y no de otra manera?</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahí radica toda la problemática
del concepto de «fe», tanto en el plano de la teoría como de la práctica. Se
nos plantea, por una parte, <span style="letter-spacing: .1pt;">la </span>dificultad
teórica de cómo concebir la estructura objetiva del acto de fe y, por otra, la
dificultad práctica de realizar, acreditar y justificar esa fe como acto <span style="letter-spacing: .1pt;">vital.</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">A la
pregunta «¿por qué el que cree puede decir: "así es, y no de otra
manera"?» respondo lo siguiente: lo puede decir porque se fía de otra
persona que le garantiza el hecho. A diferencia, pues, del que sabe, el que
cree no sólo tiene algo que ver con un hecho o estado de cosas, sino también y
sobre todo con «alguien», un testigo en quien el creyente confía.</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 14.4pt 0.0001pt 7.2pt; text-indent: 21.6pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 115.2pt 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 64.8pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">Participación en el saber</span></u></b><b><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;"><o:p></o:p></span></u></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 64.8pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">“</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">Creer
equivale a tomar parte en el conocimiento de alguien que sabe. Por tanto, si no
hay nadie que vea o sepa, tampoco habrá nadie que crea. Un hecho que se
manifieste a todos con claridad no puede ser objeto de fe, </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">lo <span style="letter-spacing: -.1pt;">mismo que un hecho ignorado por todos y del que nadie, en consecuencia,
fuera capaz de dar testimonio. La fe no se legitima por sí misma, sino sólo por
la existencia de alguien que conoce personalmente </span>lo <span style="letter-spacing: -.1pt;">que debe creerse y por una determinada vinculación
con ese alguien.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 14.4pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">Se implican
aquí varias cosas, y principalmente ésta: la fe es por naturaleza algo </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.2pt;">segundo. </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">Siempre que
uno cree, atribuyendo a esta palabra su pleno sentido, hay alguien distinto de
él en quien el creyente se apoya; y ese alguien, digámoslo otra vez, no es un
creyente. Ver y saber son, según esto, lo primero y más alto en la escala de
valores.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">Ello resulta
tanto de la simple averiguación del uso común del pensamiento y lenguaje
humanos como de la interpretación que del concepto </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">de </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">fe da la
teología </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">oc</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">cidental. En ninguno de ambos
casos queda sitio para la absolutización romántica que hace de la fe algo </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">sumo </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">y primordial
que ya no puede superarse. </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">Con </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">cierta
agresividad, escribe Newman: «La fe </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.2pt;">debe </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.1pt;">en definitiva poderse remitir a
la visión y a la razón:.. si no queremos ir a parar al bando de los ilusos.»</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.3pt;">Nuestra doctrina tradicional de la fe no se refiere sólo de paso al
orden de valores cuyo primer puesto es ocupado por el «ver y saber», no el
creer, sino que lo confirma expresamente. </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: 0.7pt;">Visio </span></i></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: 0.1pt;">est certior auditu, </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.3pt;">dice Tomás</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.3pt;"> (s</span></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri;">e
refiere el Autor a Santo Tomás de Aquino. La traducción literal de la frase es:
“La visión es más cierta que la audición” (o “ver es más cierto que oír”).</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.3pt;"> Ver es más que oír: Esto
significa que, cuando uno ve por sí mismo, establece un mayor contacto con la
realidad, llega a poseer más realidad, que cuando su saber se funda en lo que
ha oído.</span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Aún hemos de
añadir aquí algo importante o, si se prefiere, introducir una enmienda. En
efecto, nuestra cita de la </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt;">Suma Teológica
</span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">es incompleta. Toda ella reza así: </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt;">Ceteris paribus visio est certior auditu, </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt;">lo </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">que traducido
equivale a </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt;">«siempre
iguales las restantes circunstancias, </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">ver es más seguro que oír.» En
otras palabras, cuando ambas posibilidades se me presentan en igualdad de
condiciones y puedo escoger entre ellas, me decidiré preferentemente por el
saber basado no en lo oído, sino en lo visto.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Pero ¿acaso
ha llegado el hombre al extremo </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">en </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">que no le es
ya posible, o no siempre, escoger? Imaginemos esta alternativa: <i>o </i>privarse de </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">todo<i> </i></span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">acceso a una determinada
realidad, <i>o </i>aceptar un saber de
oídas; <i>o</i> ningún conocimiento, <i>o</i> un conocimiento imperfecto. Queda bien
sentado, como decíamos, el principio de que </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.7pt;">«ceteris paribus </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">es más seguro ver que oír».
¿Qué hacer entonces?; ¿qué partido tomar?; ¿será mejor renunciar a todo
conocimiento de esa realidad o, </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">al <span style="letter-spacing: -.3pt;">contrario,
entrar en ella por una puerta algo más estrecha? He </span><span style="letter-spacing: .3pt;">aquí </span><span style="letter-spacing: -.3pt;">exactamente
la cuestión con que ha de enfrentarse cualquier hombre que deba optar entre
creer y no creer.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 14.4pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Supongamos el
caso de un naturalista que, allá por el año 1700, se hubiera entregado a </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">la <span style="letter-spacing: -.3pt;">tarea de describir los granos de polen
de las plantas por él conocidas. No cabe duda que, a simple vista o con
la ayuda de lupas sencillas, podía ya averiguar no pocas cosas y adquirir al
respecto un conocimiento «de primera mano». figurémonos ahora que recibe la
visita de un colega de Delft. En casa de Antony van Leeuwenhoek, ese colega
observó el mismo polen a través de uno de los primeros microscopios y
aprovecha la presente visita para hablar de sus descubrimientos. Los granitos
negros que le quedan a uno en la mano al tocar una amapola, dice, son en
realidad corpúsculos de estructura rigurosamente geométrica y formas que se
repiten sin cesar, del todo distintos á los granos de polen de otras fanerógamas,
etc., etc. Damos por supuesto que el primer botánico no ha tenido nunca la
oportunidad de utilizar por su cuenta un microscopio y que su visitante no le
ha referido otra cosa que lo que ha visto con sus propios ojos. Ahora bien,
¿no entraría nuestro naturalista en posesión de una mayor verdad, o sea, de más
realidad, decidiéndose a «creer» a su colega en vez de aferrarse a la postura
de considerar cierto y verdadero sólo lo visto personalmente?; ¿no habrá que
modificar entonces la escala de valores alterando el orden entre el
conocimiento basado en la experiencia propia </span>y el <span style="letter-spacing: -.3pt;">conocimiento de oídas?; ¿no son aquí oír y creer
antes que ver?<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Ha llegado el
momento de citar la frase de Tomás en su totalidad: «Siendo iguales las
restantes circunstancias, ver </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">es <span style="letter-spacing: -.3pt;">más seguro que
oír; pero, cuando aquel de quien aprendemos algo oyéndole está en grado de
abarcar mucho más de lo que aparece simplemente a nuestra propia vista,
entonces oír es más seguro que ver.» Desde luego, esto alude en primer lugar a
la fe entendida en sentido teológico, mas también es aplicable a cualquier
otro tipo de fe en virtud de la cual el que cree participa en un saber al que
no tiene acceso por sí mismo.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Un pasaje de <i>Los trabajos y los días</i> de Hesíodo
apunta </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.6pt;">en </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">idéntica dirección. El ser
sabio con la cabeza de otro, viene a decir, es sin duda menos valioso que </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.6pt;">el </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">saber propio,
pero cuenta muchísimo más que la estéril presunción de quien, sin llegar a
poseer la independencia del que sabe, desprecia la dependencia del que cree.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Si al hombre
no le fuera dado alcanzar por naturaleza algún tipo de conocimiento de la
existencia de Dios, de que Dios es la Verdad misma, de que realmente nos </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.6pt;">ha </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">hablado y de
lo que este discurso divino dice y significa, la fe </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">en <span style="letter-spacing: -.3pt;">la Revelación tampoco sería posible como acto genuinamente humano. (La
teología, no obstante, también entiende por acto </span><i><span style="letter-spacing: .1pt;">humano </span></i>el <span style="letter-spacing: -.3pt;">de la fe «sobrenatural», «infusa»; ¡nosotros
mismos somos quienes creemos!) Aguzando la fórmula: «Si </span><i>todo </i><span style="letter-spacing: -.3pt;">ha
de ser fe, no hay fe posible.»<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Tal es el significado preciso
del antiguo concepto de </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">praeambula fidei. </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.6pt;">Los </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">preámbulos de
la fe no constituyen una parte de lo que el creyente cree, antes bien
pertenecen a lo que sabe o, cuando menos, a lo que debe poder llegar a saber.
Que, dadas las circunstancias, sólo unos pocos conozcan todavía de hecho lo de
por sí accesible al conocimiento, es otra cuestión sin peso suficiente para
restar validez a la sentencia <i>cognitio
fidei </i></span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">praesupponit cognitionem
naturatem: </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">la fe presupone no un
conocimiento a su vez basado en creer, en fiarse de otra persona, sino un
conocimiento natural, es decir, fundado en el saber propio.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Por lo demás, en ningún escrito
</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">se <span style="letter-spacing: -.3pt;">afirma que esa <i>cognitio
naturalis</i> sea siempre o primariamente de </span><span style="letter-spacing: .2pt;">ín</span><span style="letter-spacing: -.3pt;">dole racional, la conclusión
de un pensamiento lógico. La «credibilidad», por ejemplo, es una cualidad personal
que sólo así puede conocerse, prescindiendo del modo como se haya captado la
comprensión de una persona; y, como resulta fácil de ver, las posibilidades
abiertas al pensamiento silogístico y argumentativo en este campo son bastante
escasas. Cuando dirigimos nuestra mirada a un hombre, puede ocurrir que
lleguemos a conocerlo de un modo repentino, profundo e inmediato que nada
tiene en común con los cálculos y razonamientos, por exactos que sean, a los
que de ordinario recurrimos para conocer las cosas naturales; por otro lado,
quizá ese conocimiento «intuitivo» resista </span><span style="letter-spacing: .2pt;">a </span><span style="letter-spacing: -.3pt;">toda verificación o prueba.
Hablando de sí mismo, decía Sócrates que se creía capaz de reconocer al punto
un amante. </span><i><span style="letter-spacing: .5pt;">¿En qué </span></i><span style="letter-spacing: -.3pt;">puede eso conocerse? Nadie, ni siquiera Sócrates, ha logrado jamás dar
con una respuesta estrictamente demostrable..., si bien sería justo insistir
en que no se trata en tal caso de una mera impresión, sino de un conocimiento
verdadero y objetivo, es decir, nacido en un encuentro con la realidad.<o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt 0cm;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Ello no es
motivo, claro está, para abrigar la más mínima duda, principalmente en el
terreno de la verdad religiosa, sobre la imprescindibilidad e importancia de
una argumentación racional (por ejemplo en orden a probar la existencia de
Dios, la autenticidad histórica de la Biblia, etc.). Pero me parece igualmente
obvio, que, al ir a defender la fe contra los argumentos del racionalismo, uno
tenga algo que decir antes de entrar <sup>,</sup>en esos argumentos, o deba tal
vez plantear la siguiente </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">cuestión previa: «¿Cómo podemos
conocer plenamente a una persona?»</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">”</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 7.2pt 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 43.2pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.4pt;">Comunicación de la realidad</span></u></b><b><u><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.4pt;"><o:p></o:p></span></u></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 0cm; margin-right: 43.2pt; margin-top: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.2pt;">“</span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.2pt;">Según los datos de la teología,
la substancia dogmática de la fe cristiana puede compendiarse en dos palabras:
«Trinidad» y «Encarnación». Es </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-font-family: Calibri;">el <span style="letter-spacing: -.2pt;">«Doctor Común»</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.2pt;"> (s</span></b><b>e refiere a Santo Tomás de Aquino.) </b></span><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; letter-spacing: -0.2pt;"><span style="font-size: xx-small;"> de la cristiandad quien dice que todo el contenido
del dogma cristiano se reduce a la doctrina del Dios Uno en tres Personas y a
la de la participación del hombre en la vida divina, participación ejemplarmente
realizada en Cristo.</span><o:p></o:p></span></b><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">Ahora bien, se da el caso de
que la realidad enunciada en ese contenido de la revelación -en el fondo
indiviso- se identifica con el acto mismo de enunciarla y con la persona del enunciante: Tal cosa
apenas es posible en el mundo; y decimos «apenas» pensando en la excepción
probablemente única de un ser humano </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: 0.1pt;">que, </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">dirigiéndose
a otro, le declara: «Te amo.» Tampoco el sentido principal de esta declaración
es poner en conocimiento de otra persona un hecho objetivo, separable del
declarante; trátase más bien de un autotestimonio, y lo así testimoniado se
realiza precisa y </span></b><b><i><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">singularmente </span></i></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.2pt;">en el acto
expreso de testimoniarlo. De ahí que el interlocutor, por su parte, sea incapaz
de descubrir la inclinación amorosa de su congénere de otro modo que asumiendo
lo que oye de sus labios. </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">Cierto que ese amor puede
también «acontecerle» sin más, como </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">a <span style="letter-spacing: -.3pt;">un niño
pequeño, pero </span>sólo <span style="letter-spacing: -.3pt;">«se entera» de él,
lo experimenta, por cuanto lo aprehende y lo «cree» al serle atestiguado en
forma verbal; sólo así lo recibe y se le hace presente de veras.</span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">En un plano
superior, ocurre lo mismo con la revelación divina. Al hablar Dios a los
hombres, no les da a conocer meros hechos objetivos, sino que les abre su
propia esencia, los hace participes de su ser. Mas </span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">lo <span style="letter-spacing: -.3pt;">que constituye el contenido básico de esa revelación, a saber, que al
hombre se le invita a tomar parte en la vida divina y que incluso está ya
teniendo lugar tal participación, posee su propia realidad no en otra cosa que
en la palabra misma de Dios: porque Dios lo revela, es real. La Encarnación,
por ejemplo, no es primero y «de todos modos» un hecho que posteriormente
conocemos por la revelación; al contrario, el encarnarse de Dios y el
manifestarse de Cristo constituye una sola e idéntica realidad. También aquí le
toca lo suyo al creyente: </span><i><span style="letter-spacing: .2pt;">en el acto mismo </span></i><span style="letter-spacing: -.3pt;">de aceptar como verdadero el mensaje del Dios autorrevelado, </span>le <span style="letter-spacing: -.3pt;">viene y sucede realmente la anunciada
participación en la vida divina. No existe, aparte de la fe, ningún otro medio
por el que el hombre pueda conseguir esto. La palabra «comunicación» recobra
aquí su sentido etimológico. La revelación divina no es mero anuncio de una
realidad, sino «participación» en la realidad misma, lo cual sólo puede
acaecerle al creyente.</span></span></b><b><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; letter-spacing: -0.3pt;">”</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">-------------------------------------------------------------------------------------------------<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">CONCLUSIONES.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Esta revisión de conceptos que acabamos de
hacer nos lleva a estas conclusiones: 1º el tema de Dios no es exclusivo de la
fe: también la razón tiene algo que decir sobre Dios. 2º Pero, a la vez, es
cierto que el tema de Dios, tal como la fe nos lo presenta, tiene un contenido
que, en profundidad y extensión, es infinito y de una riqueza inconmensurable.
3º Pero esta distinción entre la fe y la razón, o entre el Dios de la fe y el
Dios de la razón, no implica oposición, ni tampoco hace de estas dos vías de
acceso a Dios, carriles que nunca se encuentran. Por el contrario, la visión
correcta es la que ve en la fe y la razón dos colaboradoras mutuas:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> <b><u>“La fe y la razón son como las
dos alas con las cuales el espíritu humano se eleva hacia la contemplación de
la verdad” ( Encíclica “<i>Fides et ratio”</i>)<o:p></o:p></u></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 1.0pt 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 0cm 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A
partir de este planteo, a saber, el de la mutua colaboración entre fe y razón,
debemos examinar un tema que no es más que la aplicación específica de dicho
planteo en el ámbito de la filosofía. Concretamente, se trata, en primer lugar, de dilucidar la posibilidad
intrínseca que tiene la filosofía de ser calificada –en ciertos casos- como “<b>filosofía cristiana</b>” y, si ello es
posible, examinar de qué manera y, en segundo lugar, bajo que supuestos tal <b>filosofía cristiana</b> se configura como una específica forma o
talante de hacer filosofía viable y legítima, determinando qué contenido
conceptual habría que adscribirle.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">EL CONCEPTO DE FILOSOFIA CRISTIANA<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Planteo del problema de la “filosofía cristiana”. </span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La filosofía procede según la razón natural, pero la
fe, por ser de orden sobrenatural, está por encima de la razón. Ahora bien, si
esto es así, ¿tiene sentido hablar, como se suele hacerlo, de una <b><u>filosofía cristiana</u></b>? Pareciera
que carece de sentido: la filosofía está del lado de la razón natural y la fe
no. Así como carece de sentido hablar de una matemática cristiana o de una
física cristiana –la matemática es matemática sin más, la física es física a secas,
sin ningún calificativo -, parece un sin sentido referirse a una filosofía
religiosa: o es religión o es filosofía, pero ambas cosas a la vez no. Abarca
el presente tema las siguientes cuestiones:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> - ¿es posible una filosofía <b>cristiana</b>? <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> - ¿qué se entiende por <b>filosofía cristiana</b>?<o:p></o:p></span></div>
<div style="border-bottom: solid windowtext 1.0pt; border: none; mso-border-bottom-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 0cm 0cm 0cm 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<br /></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Para clarificar
estas cuestiones nos hemos servido de un texto del filósofo francés Etienne
Gilson, extraído de su libro “<i>El espíritu
de la filosofía medieval</i>”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn7" name="_ednref7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></a>
(capítulos I y II). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Solución del Problema: <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1. La expresión
“filosofía cristiana” es bastante común. Pero
ofrece una particularidad y es la siguiente: no se sabe a ciencia cierta
a qué se refiere esa cualificación de “<b>cristiana</b>”
con que se suele presentar. En efecto, lo cristiano, se dice, pertenece al
ámbito de lo religioso y la filosofía al ámbito de la ciencia, en el cual sólo cuenta la razón y su actividad.
Así como la matemática no es ni cristiana ni anticristiana, sino matemática a
secas, de igual manera debería suceder con la filosofía, que no es cristiana ni
anticristiana. He aquí un problema (o dos, más bien): 1° ¿qué se quiere decir
con la expresión “filosofía cristiana”?
y, 2° ¿existe tal filosofía?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2.
Partiremos de un hecho: El primer hecho
o dato de nuestro problema es que la fe cristiana ha ejercido influencia en la
filosofía occidental. Si bien el cristianismo no es una filosofía, las Sagradas
Escrituras contienen una multitud de
nociones sobre Dios y el gobierno divino, que, sin tener carácter propiamente
filosófico, tienen en consecuencias filosóficas que están a la espera de ser
explicitadas. Podrá discutirse si esa influencia ha sido benéfica o no. Para
algunos, que se oponen a la fe cristiana, no lo ha sido; para nosotros sí, pero
esto no es lo que está en discusión. Como ya se señaló en Antropología
Filosófica, la noción filosófica de “persona” fue descubierta gracias a una
motivación teológica. Pero hay otras nociones que la filosofía ha adquirido
gracias a la fe y a la teología. Ejemplos: la noción de “creación”. Crear es
poner algo en la existencia a partir de la nada: creación <b>“ex nihilo”</b>. Hasta antes del cristianismo “crear” significaba dar
lugar a la aparición de algo nuevo valiéndose de una materia previa (lo
creación de un escultor, que dispone de una materia prima –la arcilla- que le
ha sido dada). Los filósofos antiguos estuvieron rondando esta noción, que,
además de pertenecer a la fe es de orden filosófico, pero no llegaron a
formularla con la claridad con que lo hicieron luego los pensadores cristianos.
Otra noción cuya formulación pone a la filosofía en deuda con la fe es aquella
que sostiene que la historia no es cíclica, sino que tiene un fin, un sentido.
En efecto, la fe nos enseña que la historia tiene un principio y un fin al que
todo se encamina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">No
sólo eso: los filósofos de la modernidad, y Descartes el primero de ellos,
desarrollaron su filosofía dentro del marco o visión proporcionada a los
hombres por la religión cristiana. No se entiende la filosofía de Descartes, de
Malebranche, de Pascal, de Kant, sino es dentro del contexto cristiano. Los
problemas que se plantean y las soluciones que ofrecen a esos problemas sólo se
entienden si se tiene en cuenta la fe cristiana. Realmente, la filosofía de
Descartes y de los otros filósofos modernos no se explica si antes no hubo una
filosofía cristiana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero incluso en
aquellos filósofos que se oponen al cristianismo sus tesis se entienden en
tanto y en cuanto se oponen a la fe: si no hubiera habido fe (cristiana), esos
filósofos se habrían quedado sin argumento. Por ejemplo, la filosofía atea de
Nietzsche, que en gran parte se desarrolla teniendo como contrapunto dialéctico
al cristianismo. Por eso, Etienne Gilson observa que “<i>Hay razones históricas para poner en duda la separación radical de la
filosofía y de la religión en los siglos posteriores a la Edad Media</i><b>”: “</b><i>si
no es posible concebir que los sistemas de Descartes, de Malebranche o de
Liebnitz hubieran podido constituirse tales cuales son si la influencia de la
religión cristiana no hubiese obrado en ellos, es infinitamente probable que la
noción de filosofía cristiana tiene un sentido, porque la influencia del
Cristianismo sobre la filosofía es una realidad”.</i> En definitiva: nos
preguntábamos sobre la posibilidad de una filosofía cristiana y la respuesta
nos la da la historia (de la filosofía): la fe cristiana ha ejercido un influjo
real sobre la filosofía. Se trata de un hecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">3.- Ahora debemos
preguntarnos por el concepto de “filosofía cristiana”. La solución a este
problema, debe arrancar distinguiendo –como lo hace Gilson- entre la filosofía
y el filósofo. La filosofía es el conjunto de principios y conclusiones
argumentalmente obtenidas, que conforman un sistema. El filósofo es la persona
que tiene fe y hace filosofía. Para este investigador la fe contiene una
información verdadera.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora bien, como
este filósofo tiene fe, se pregunta si su fe no puede cumplir el papel de <b>un auxiliar externo</b> de su razón y se
pregunta si entre algunas de las verdades que cree ser verdaderas no hay
algunas que puedan ser demostradas por la razón. Luego, se aboca a hacerlo y
así “<b>transforma las verdades creídas en
verdades sabidas”. </b> Ello ha sucedido
porque ha aceptado <b>voluntariamente </b>esta
ayuda de la fe. El resultado de esa labor especulativa de transformar las
verdades que él tiene por ciertas por la fe (las verdades creídas) en verdades
sabidas (verdades demostradas mediante argumentos puramente racionales),
constituyen una filosofía, la cual, legítimamente recibe el nombre de <b>filosofía <u>cristiana</u></b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">4. El contenido de
esa filosofía cristiana es “<b><i><u>el cuerpo de las verdades racionales que
han sido descubiertas; profundizadas o simplemente salvaguardadas; gracias a la
ayuda que la Revelación le ha prestado a la razón</u></i></b><i>”. <o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">5. Esa labor de
“transformación” no la puede hacer con la totalidad de las verdades creídas,
sino solo con aquellas que están en la Revelación sobrenatural quoad modum:
verdades que en sí mismas son accesibles a la razón humana, valiéndose ésta de
su sola capacidad natural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">6. “Esto significa
que para el cristiano la razón sola no basta a la razón”. Es decir que la
razón, para ser ella misma, necesita de la ayuda de la fe. ¿Esta “<i>necesidad”</i> consiste en que la razón no
puede por sí sola hacer el trabajo que le es propio? No, ciertamente. Pero la
fe ayuda a no equivocarse con respecto a aquellas verdades filosóficas
esenciales: ayuda a la razón (a la filosofía) a conocer en su integridad dichas
verdades. Por ejemplo: si bien Aristóteles logró un conocimiento de la ley
natural por la sola razón, sin embargo, no logró ver la injusticia de la
esclavitud.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">7. No se puede
decir que la filosofía cristiana parte de la fe: porque entonces sería teología.
En efecto, la teología asume como premisas ciertas las verdades de la fe y, a
partir de ella profundiza en su conocimiento, deduce consecuencias, relaciona
las verdades de fe entre sí estableciendo un orden, etc. ¿De que parte la filosofía?
Parte de la realidad tal cual ella se muestra al conocimiento de la razón
natural.Por ejemplo, puede partir de la información que le proporcionan las
ciencias particulares (la física, la astronomía, por ejemplo, etc.). O puede
partir de las situaciones históricas que se convierten en ocasión y contenido
de la reflexión filosófica. O puede partir de fenómenos como la muerte, la cual constituye un lugar permanente de
reflexión filosófica. Pero, en el
desarrollo de una filosofía cristiana (es decir, en su hacerse) la fe está
presente en la mente del filósofo guiándolo y evitando que caiga en el error (la
fe es un auxiliar de la razón).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">8. La diferencia
con otras filosofías como la de Descartes y otros, que no se pueden llamar
“cristianas”, está en que en las <b>filosofías
cristianas</b>, hay una <b>aceptación
voluntaria</b> de la verdad de la fe en la mente del filósofo. Es más, se la
usa a la fe como una guía para evitar el error. En cambio, <i>“una filosofía abierta a lo sobrenatural sería una filosofía compatible
con el Cristianismo, y no sería necesariamente una <b>filosofía cristiana</b></i>”, señala Gilson: puesto que “<i>llamo filosofía cristiana a toda filosofía
que, aun cuando haga la distinción formal de los dos órdenes</i> (el de la fe y
el de la razón), <i>considere la Revelación
cristiana como un <b><u>auxiliar
indispensable de la razón</u></b>.” (p. 41)<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">9. Esto no afecta a
la pureza racional de la filosofía. En una filosofía cristiana, en el entramado
de sus afirmaciones, no hay ninguna que esté allí <b>porque </b>la fe diga que es verdadera: su verdad debe estar fundada
racionalmente. La fe no dispensa al filósofo de tener que usar la razón. La fe
cumple la tarea del <b>pedagogo. </b>El
pedagogo, como la etimología deja traslucir, es aquel que “conduce al niño”, es
decir, que lo acompaña hasta el saber. Así entonces, la fe desempeña una labor
similar a la del pedagogo con respecto a la razón. Y así como el pedagogo no
puede suplir la actividad personal del aprendizaje en su alumno, la fe no
suplanta el ejercicio de la razón filosófica. Por otra parte, también un
científico puede partir no de las experiencias, sino de una actitud “creyente”
para luego confirmar en el laboratorio sus hipótesis. Esta confirmación exige
aplicar la metodología de la ciencia de que se trate con el máximo rigor y
racionalidad. De igual modo procede el filósofo cristiano para desarrollar la
filosofía cristiana. Podríamos hacer una comparación: los mineros tienen sobre
sus cascos una luz que les permite alumbrar su trabajo. Gracias a esa luz, el
minero descubre en la roca las vetas del mineral que busca extraer desde las
profundidades. La luz es sólo un auxiliar externo, pero que no lo exime o
dispensa de hacer su trabajo de minero: usar su pico para golpear la roca, etc.
De igual modo, sucede en el caso de la filosofía cristiana: la fe, que cumple
un papel de auxiliar externo, ilumina algunas áreas de la realidad en su
conjunto que el filósofo, como tal, investiga con su razón. Pero esa ayuda de
la fe, no lo releva de su tarea de demostrar con buenas razones la verdad de lo
cree. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">10.Finalmente, transcribimos esta frase de Gilson, a modo de
cierre: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”<b><i><u>Que, tomada en sí y absolutamente, una
filosofía verdadera sólo deba su verdad a su racionalidad, es indiscutible;
(...), pero que la constitución (es decir, su hacerse) de esa filosofía
verdadera no haya podido llegar a su fin y remate sino con la ayuda de la
Revelación, obrando como auxilio moral indispensable a la razón, es igualmente
cierto</u></i></b>.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">(Comentario a
algunas cuestiones y preguntas surgidas en el transcurso de la clase)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<table border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; border: none; margin-left: -1.05pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid windowtext; mso-border-insidev: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt;">
<tbody>
<tr style="height: 54.9pt; mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-lastrow: yes;">
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; height: 54.9pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt; width: 513.75pt;" valign="top" width="856"><div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Primera cuestión
planteada: <b>“¿condiciona la fe a la
filosofía?”</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Segunda cuestión
planteada:<b> “Dios no puede ser conocido
por la razón humana</b>.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Tercera cuestión
planteada:<b> “ante diversas postura filosóficas, ¿quién “decide” cuál de ellas es la
verdadera?”<o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; margin-left: 4.55pt; margin-right: 0cm; margin-top: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1ª Cuestión
planteada: “¿condiciona la fe a la filosofía?”<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1º.-
Si por “condicionar” se entiende que la fe limita, coarta y le impide a la
filosofía desenvolverse en la búsqueda y el conocimiento de la verdad que le es
propia, la respuesta es un “<b>no</b>”
rotundo, no hay tal condicionamiento. Lo que sí sucede es que el filósofo
creyente, de antemano dispone de cierta “información privilegiada” con respecto
a determinados temas (la existencia de Dios, la existencia de la libertad
humana, etc.etc.), lo cual hará que las líneas de investigación que desarrolle
no serán nunca aquellas que están en contradicción con dicha información
provista por la fe <b><i>en esos determinados temas</i></b> (“en esos determinados temas”:
porque la fe no es una enciclopedia filosófica ni menos aún científica: no se
nos ha revelado todo lo que puede ser conocido sobre el hombre y el mundo, Dios
le ha revelado a la humanidad <u>verdades de orden religioso</u>). Es decir que
la fe, como auxiliar externo del filósofo, le ahorrará emprender callejones sin
salida, “sendas perdidas”. Pero en tales casos, hablar de un “condicionamiento”
–con la carga negativa de restricción o falta de libertad que lleva asociado este
término- que la fe supuestamente le estaría imponiendo a la filosofía, es
equívoco. En todo caso, si se prefiere seguir utilizando el término, habría que
aclarar que se trata de “condicionamiento” liberador, puesto que libra de
obstáculos inútiles el camino de búsqueda de la verdad filosófica. Incurriría
el filósofo en una actitud ficticia –y peligrosamente arrogante- si, invocando
la “libertad de investigación”, rechazase la ayuda que le dispensa la fe, con
la excusa de que no ha sido descubierta por él mismo. Sería insensato
prescindir ex profeso de la fe, con la coartada de que no ha descubierto por sí
mismo las verdades de orden natural reveladas y que la presencia de la fe
adultera la “pureza” del filosofar. Si procediese de esa manera, estaría demostrando
que hay algo por encima de su pretendido amor a la verdad: su propio ego.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La prueba de que la fe no adultera la filosofía dictándole sus
contenidos, nos la proporciona la historia de la filosofía y la postura que
asumió Santo Tomás de Aquino con respecto al tema del origen temporal del
mundo. Como señala Etienne Gilson en<span class="apple-converted-space"> </span><u>La
filosofía en la Edad Media,</u><span class="apple-converted-space"> </span>la
misma fe ha generado filosofías cristianas distintas entre sí, como la de San
Agustín, Duns Scoto, San Buenaventura y Santo Tomás de Aquino. Si hubiera una
imposición de la fe a la filosofía, todas tendrían que ser casi idénticas, pero
no lo son de hecho (y, sin embargo todas estas filosofías son concordantes en
la fe con respecto a aquellas verdades de orden religioso reveladas).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En
cuanto a la segunda prueba, el mejor ejemplo lo encontramos en Santo Tomás de
Aquino cuando trató el tema del origen temporal del mundo. Según Aristóteles el
mundo es eterno. Santo Tomás, por la fe conoce que el mundo ha sido creado por
Dios, y que además ha sido creado en el tiempo (conceptos de <b><i>creatio
ex nihilo</i></b> e <b><i>inicio temporal de la creación</i></b>). Pero, filosóficamente,
sostiene que de esas dos afirmaciones de fe, sólo puede sostenerse <b><i>filosóficamente
</i></b>la de <b><i>creación a partir de la nada. </i></b>En cambio, la verdad de fe según
la cual el mundo tuvo un inicio temporal –aunque no es absurda o ilógica-, no es filosóficamente
demostrable: estamos en conocimiento de que es así, que hubo un inicio
temporal, pero ello gracias a la Revelación.
Este es un buen ejemplo de que la fe no condiciona la filosofía: ésta
conserva su <b><u>autonomía</u></b>. Santo
Tomás no pretende que haya una demostración del inicio temporal del mundo “forzado” por la fe. Reconoce que
todo ha sido creado en el tiempo, pero no porque haya de ello una prueba
filosófica coincidente con la fe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2º.-
La filosofía tiene por objeto contemplar la realidad en su conjunto, pero, la
fe forma parte de la realidad a título de dato o información dada de antemano
al hombre. Por lo cual, prescindir metodológicamente de la información proporcionada
por la fe, es prescindir o dejar de lado una parte de la realidad. Ello
significa que el filósofo –si prescindiera de la fe- ya no sería fiel al mismo
espíritu filosófico que inquiere por la totalidad de lo que es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">3º
Esta relación fe-filosofía de la que venimos hablando, no es exclusiva de la
filosofía cristiana. Como ha sostenido muchas veces en sus obras Josef Pieper,
también se dio en los griegos una actitud receptiva con respecto a información
religiosa proveniente de una tradición.
Tal es el caso de Platón, quien no dudaba en acudir a una “fe”
transmitida de antiguo para tomarla como “orientación” en algunos de sus temas
filosóficos (con la siguiente salvedad: esa información no procede de una
Revelación sobrenatural de Dios mismo, como es el caso del cristianismo). Otro
ejemplo: el concepto de “alma” tiene un origen religioso, pero luego es
elaborado filosóficamente por Sócrates, Platón y Aristóteles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">4º
Finalmente, podemos constatar en filósofos como Santo Tomás (y otros del siglo
de oro de la filosofía escolástica, como San Alberto Magno) tuvieron una gran
audacia de pensamiento y un arraigado sentido de la libertad, en aquello que no
era materia de fe. En efecto, Santo Tomás no tuvo ningún problema en estudiar y
beber en fuentes que eran antagónicas a la fe cristiana –como la filosofía
árabe- o incluso, en hacer lo mismo con fuentes paganas, como era el caso del
mismo Aristóteles. Cosechó la verdad, allí donde encontró que ella estaba.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2ª Cuestión
planteada: “¿se puede demostrar que Dios existe?”<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Hay quienes
sostienen que Dios sólo es asequible por la fe, pero no por la razón. Otros
afirman que Dios no existe (por lo tanto la fe es falsa y la razón no puede
demostrar nada sobre El, sencillamente porque no existe).<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1º
Observación: ante todo debe recordarse por qué motivo ha surgido en el
transcurso de la clase, la cuestión de la existencia de Dios: fue a propósito
del concepto de “filosofía cristiana”, puesto que dijimos que el filósofo
cristiano convierte algunas verdades creídas en verdades sabidas y que las
verdades sujetas a este “proceso” son, fundamentalmente, las siguientes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El tema de Dios (naturaleza y existencia)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El tema del hombre (el hombre como ser
espiritual y corpóreo, dotado de libre arbitrio)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El tema de la ética (cuál es la conducta
que debemos seguir desde el punto de vista ético)<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Recordado
esto, ahora supongamos que, efectivamente, fuera cierto que Dios sólo es
asequible a la fe, pero no a la razón. Supongamos entonces que Aristóteles,
Santo Tomás de Aquino, etc. etc. se han equivocado y que llevan razón quienes,
contra ellos, sostienen que Dios no existe o que si existe sólo lo pueden
conocer aquellos que tienen la experiencia (privada o intransferible) de la fe.
Pues bien, esa hipótesis no invalida el hecho de que los otros dos grupos de
verdades conocidas por la fe (sobre el hombre y sobre la ética) puedan ser
conocidas por la razón<u>. Por lo tanto, no queda invalidada la explicación de
lo que, según hemos dicho antes, viene a ser la <b>filosofía cristiana</b></u>. Esta
aclaración es importante, ya que el cuestionamiento se dirige al tema de la
existencia de Dios, por lo que su presunta inaccesibilidad a la razón humana no
conlleva la imposibilidad de conocer filosóficamente los otros dos grupos de
verdades filosóficas (también reveladas)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es
decir que la afirmación de la posibilidad y existencia de una filosofía
cristiana, tal como la presentan, entre otros, Etienne Gilson, Joser Pieper o
Jacques Maritain, se mantiene incólume.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2º
Aclarado esto, centrémonos en la objeción que reza así: “Dios no puede ser
conocido por la razón”. Ante todo, reparemos en este hecho: el tema de la
existencia de Dios es esencial a la filosofía. Es el <b>gran tema</b>, puesto que la filosofía apunta a descubrir y exponer el
fundamento último de todo lo real en su conjunto y Dios es ese mismo fundamento.
Desde que la filosofía ingresó en los anales de la historia, hasta llegar a las
grandes cumbres que representan Sócrates, Platón y Aristóteles, el tema
continúa asediando las mentes de los grandes pensadores. Ayer, hoy y mañana, el
genuino ímpetu filosófico continuará indisolublemente unido a esta pregunta:
¿existe Dios?. (cuando digo “el genuino ímpetu filosófico”, lo hago para
distinguirlo de la mera erudición, que esteriliza el asombro filosófico
ahogándolo en cuestiones mínimas, de las que los famosos “papers” pueden a
veces ser tomados como ejemplo de esa esterilizante erudición, salvo que
apunten a esclarecer las grandes preguntas).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Lo
cierto es que algunos sostienen la inaccesibilidad de Dios a la razón humana. Los
motivos pueden ser diversa índole. Muchos de tales motivos, nacen de una
concepción del conocimiento humano errónea. Por ejemplo, aquellos que no
admiten la diversidad del conocimiento intelectual porque reducen toda forma de
saber a la que proviene de los sentidos (empirismo) se ven llevados a negar el
conocimiento de una realidad que trasciende la experiencia sensible humana,
como es el caso de Dios; otros, en cambio, encierran al hombre y sus poderes
cognoscitivos en la inmanencia de sus propias ideas (como es el caso del
idealismo). Por lo tanto, la discusión tiene que darse en otra instancia
anterior al planteo metafísico de la existencia de Dios: debe antes resolver en
la antropología filosófica y en la teoría del concomiendo (gnoseología o
epistemología).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Para
evitar un malentendido, de entrada conviene aclarar que el Dios que descubre la
filosofía no es enteramente el Dios que conocemos los cristianos por
Revelación. El Dios cristiano es el Dios de la filosofía, sí, pero es
infinitamente más: es un Dios que es Padre, es un Dios que ama, es un Dios uno
y trino (una sola naturaleza que subsisten en tres personas distintas: Padre,
Hijo y Espíritu Santo), es un Dios que perdona a los pecadores porque es
misericordioso. Pero el Dios de la filosofía no llega a atisbar toda esa
riqueza de notas que caracterizan al Dios de la fe. Entre ambos –el Dios de la fe y el Dios de la filosofía-
no hay oposición, pero uno es muchísimo más de lo que el otro es.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><br />
Hechas estas aclaraciones, vayamos al tema en cuestión: la accesibilidad de
Dios a la razón humana.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Robert
Spaemann en su libro “</span><i style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 10pt;">El rumor inmortal</i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">”
</span><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn8" name="_ednref8" style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 10pt;" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[8]</span></span></span></a><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">,
a propósito de la cuestión de la existencia de Dios,</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">llama la atención sobre una cuestión
procedimental que en el arte de la lógica (la dialéctica) se denomina “la
determinación de quién debe asumir en una discusión</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">la carga de la prueba”. Esta cuestión está
plasmada en el derecho procesal: por ejemplo, quien acusa a otro debe probar la
culpabilidad del acusado, por lo tanto el acusador tiene la carga de la prueba.
En el caso que nos ocupa, dice Spaemann que existe un </span><b style="font-family: "Book Antiqua", serif; font-size: 10pt;">rumor inmortal</b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> que afirma que Dios existe. Por lo tanto, si existe
este rumor inmortal sobre Dios, quien tiene la carga de la prueba no es el que
afirma “Dios existe”, sino que el que tiene que responder y hacerse cargo de la
prueba es el que niega:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“<b>La existencia del ser al que llamamos
“Dios” constituye un antiguo rumor que se resiste a ser acallado. Ese ser no es
un fragmento del mundo. Más bien sería causa y origen del universo. Con todo,
forma parte del rumor el hecho de que en ese mundo, descubrimos rastros de ese
origen, lo cual viene a respaldar la fuerza del rumor.Tal es la única razón por
la que se oyen tantas cosas acerca de Dios.”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn9" name="_ednref9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[9]</span></b></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> </span></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“Ante el persistente rumor sobre Dios, y ante la arrolladora
mayoría de gente que lo escucha, parece lógico que soporte la carga de la
prueba quien diga que tal rumor es infundado. Sobre todo, si buscamos huellas,
siempre es más interesante el testimonio de quien encuentra algo que el de
quien no ha hallado nada. El hecho de que haya alguien que nunca ha visto un
cuervo blanco, no prueba nada en contra de quien ha encontrado uno. Aquél no
puede decir: “no hay cuervos blancos, por el hecho de que todavía no haya visto
ninguno. Bien puede decir quien ha visto alguno que existen.”</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn10" name="_ednref10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[10]</span></span></span></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Veamos
qué queremos afirmar con respecto a este “<b>rumor
inmortal</b>” al que se refiere Spaemann: concretamente se trata de reconocer
que existen diversas manifestaciones del convencimiento humano, tan extendido e
inmemorial, de que Dios existe. Señalemos dos de esa manifestación de la
existencia de un “rumor inmortal”: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">a)
<b>“Desde la antigüedad griega existe una
teología llamada natural. Esto quiere decir que la idea de Dios no llegó al
mundo desde el principio a través de los escritos bíblicos. Tales escritos, por
el contrario, enlazan con una conciencia natural de Dios. Basta recordar cómo
en los Hechos de los Apóstoles, San
Pablo expone en el areópago de Atenas un discurso sobre Cristo a los gentiles.
Comienza enlazando con lo que los griegos ya sabían: “yo os hablo de aquel de
quien vuestros poetas dijeron: en él vivimos, nos movemos y existimos”. San
Pablo presupone que la gente tenía una idea clara de aquello que les hablaba.
Después anuncia: “Y ese Dios se ha revelado…”. Entonces, por primera vez
empieza la auténtica historia de la Revelación. (…) Por tanto, si la idea de
Dios no existiera desde antes en el hombre, los escritos de la Revelación caerían en el vacío, puesto
que estarían hablando de la revelación de un ser del que nadie sabría lo que
realmente significa.” <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn11" name="_ednref11" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[11]</span></b></span><!--[endif]--></span></a></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Subrayemos
estas ideas: 1º hay una conciencia natural de Dios, más allá de las
diversidades culturales; 2º eso implica que tienen una idea clara (concepto) de
Dios; 3º el supuesto de la predicación apostólica del cristianismo es que los
hombres ya están en posesión de esa idea clara de Dios y sólo desde ese
supuesto es posible anunciarle a los hombres que ese Dios –ya previamente
conocido por ellos- no es otro que Cristo, el Salvador, que se ha revelado
(Revelación). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Los
teólogos hablan de los “preambula fidei”o preámbulos de la fe: son los
conocimientos que son previos a la fe y que introducen en ella. En efecto, para
creer que Dios se ha revelado y aceptar por la fe sus enseñanzas, el requisito
lógico previo es saber que Dios existe. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">b)
Segunda manifestación: la historia, especialmente la historia de la cultura, la
arqueología, la antropología cultural,
etc., reconocen una constante presente en las más variadas culturales y
civilizaciones: la arraigada convicción de que hay un Ser Superior, todo
poderoso y autor de las cosas. Los rastros de ello son, por ejemplo, la
presencia de piezas arqueológicas (monumentos funerarios, altares, celebración
de festividades religiosas, etc.), el arte, la literatura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Ahora bien, supuesta la
existencia de este “rumor inmortal”, examinemos la siguiente cuestión: ¿qué
fundamentos tiene ese rumor inmortal que asegura que Dios existe? De lo que se
trata aquí es de considerar las llamadas pruebas de la existencia de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Pruebas
de la existencia de Dios<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">a) El primer tipo de
pruebas a las que vamos a referirnos, pero sin entrar en sus detalles, es de
carácter “técnico”, es decir, filosófico. Son pruebas que desarrollan una
argumentación, que cumple con todas las leyes de la lógica. Es decir que tienen
carácter demostrativo y por lo tanto la conclusión a la que llegan (“Dios
existe”) posee evidencia racional. Por supuesto, no convencen a quien no está
dispuesto a aceptar la evidencia, lo cual es explicable: no somos una máquina
de razonar, también poseemos libertad y verdades de esta naturaleza no nos
dejan indiferentes. Saber que Dios existe o que no existe, incide en nuestra
vida personal. También a ese fenómeno alude la conocidísima frase de
Dostoiewski, perteneciente a su novela “<i>Los
hermanos Karamazov</i>”: “<b>Si Dios no
existe todo está permitido</b>”. Por su parte, en ese mismo sentido, afirma
Spaemann que:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">“Que
las pruebas de la existencia de Dios, todas sin excepción, sean discutibles, no
significa mucho. Si una decisión radical acerca de la orientación de nuestra
vida dependiese de comprobaciones matemáticas, igualmente tales pruebas
resultarán discutibles</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">”.<span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;"><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn12" title="">[12]</a></span></span><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn12" title=""><!--[endif]--></a></span><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><span class="MsoEndnoteReference"><span class="MsoEndnoteReference"><br /></span></span></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Un buen ejemplo de las
pruebas de que existe Dios lo constituyen las famosas “cinco vías” de Santo
Tomás de Aquino, expuestas en la Suma Teológica (I, q. 2, art. 3) y en la Suma
contra Gentiles.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">b)
Las siguientes pruebas, no poseen el carácter demostrativo que poseen las
pruebas filosóficas aludidas precedentemente, pero tiene su propio valor: son
persuasivas, de la misma manera en que es persuasivo un testimonio de vida. El
testimonio de la vida personal no genera en otros una evidencia racional como
lo puede hacer una prueba filosófica, pero sin embargo tiene un gran valor: es
persuasivo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">b)
1. La belleza como camino de ascenso a Dios:
esto escribe el filósofo de origen rumano, agnóstico, Emil Cioran: “<b>cuando
escuchas a Bach, ves nacer a Dios(…) Después de un oratorio, una cantata o una
Pasión, <i>es necesario</i> que El exista(…)
Y pensar que tantos teólogos y filósofos han perdido días y noches buscando las
pruebas de la existencia de Dios, olvidando la única</b>”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn13" name="_ednref13" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></a> .
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">No
deja de ser llamativo que un intelectual agnóstico, no sólo sienta que sus más
profundas convicciones se tambalean ante la experiencia de la belleza, sino que
además tenga la franqueza de expresar hasta qué punto la belleza es un camino
sencillo hacia la convicción de la existencia de Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">(b)
2. La experiencia de la conciencia moral: ella atestigua que hay mandatos
morales que resultan insoslayables ante la introspección (están allí, en la
conciencia, y no pueden ser olvidados ni dejados de lado), pero además, esos
mandatos no derivan de los propios deseos -a los que muchas veces se les oponen-,
ni tampoco de la presión social -con la que pueden estar en desacuerdo muchas
veces. Son mandatos que tienen un carácter absoluto e incondicionado: exigen
ser respetados siempre, incluso cuando su observancia nos perjudica. La
intuición que subyace a la experiencia de la conciencia moral es que la
incondicionalidad de los mandatos morales no proviene del sujeto individual,
sino de algo no humano superior al hombre, absoluto e incondicional como esos
mandatos morales: Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">b)
3. La experiencia del anhelo de felicidad. Todos deseamos ser felices, pero a
la vez tenemos la experiencia de que aquello que deseábamos con fervor y casi
desesperadamente, una vez logrado nos decepciona. Nos vemos entonces obligados
a reconocer interiormente que “no, que
no era eso lo que buscábamos, que tiene que haber algo que nos haga felices”.
La experiencia de que una vida lograda, una vida en plenitud, una vida feliz,
sólo puede encontrar su confirmación y cumplimiento en un Bien absoluto, es la
experiencia de la existencia de Dios. No se trata, al igual que en los
anteriores casos de una prueba demostrativa, pero es una señal de que Dios
existe. Es cierto que podemos decirnos a nosotros mismos “¿y qué, por qué no
todo es absurdo? Pero tanto esta postura como la postura de afirmar “debe
existir aquello que nos proporcione una felicidad no engañosa y frágil, es
decir existe Dios”, son eso: decisiones. Por eso decimos que no es en sentido
estricto una prueba, pero es una señal, un indicio que es persuasivo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">b)
4. La experiencia personal: hay innumerables testimonios personales de gente
que por algún motivo excepcional, han llegado a tener la certeza personal de
que Dios existe. La experiencia del amor, un drama familiar, el haber
encontrado una salida ante una situación excepcionalmente dramática, han sido
en estas personas y lo pueden ser para cualquiera, una ocasión del encuentro
con Dios. Notable, por ejemplo es el caso del académico francés André Frossard,
narrado en su libro “<i>Dios existe, yo me
lo encontré</i>”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn14" name="_ednref14" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Se trata de un
intelectual ateo desde su primera infancia, afiliado al PC francés, que
súbitamente tuvo la experiencia de que Dios existe. También podemos hacer
referencia al caso del filósofo español
Manuel García Morente, quien narró su conversión desde el ateísmo hacia
la religión en un escrito titulado “<i>El
hecho extraordinario</i>”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn15" name="_ednref15" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></a>. El
libro de Juan Ramón Ayllón, “<i>10 ateos
cambian de autobus</i>”, desarrolla diez experiencias notables de este tipo. Su
lectura es muy recomendable.<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn16" name="_ednref16" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Todas
estas pruebas –tanto las demostrativas, como lo son la cinco vías de Santo
Tomás de Aquino, como las que hemos descripto como persuasivas- no son
excluyentes entre sí. Al contrario, tomadas en conjunto, como un todo, son
convergentes y en tanto que convergentes generan la convicción “Dios existe”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Finalmente,
a continuación copio lo que escribió Peter Kreeft en su página web <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<a href="http://www.peterkreeft.com/topics/12-ways.htm"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">http://www.peterkreeft.com/topics/12-ways.htm</span></a><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;"><o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-outline-level: 1; text-align: center;">
<b><u><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">Twelve
Ways to Know God<o:p></o:p></span></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Jesus defines eternal life as
knowing God (Jn 17:3). What are the ways? In how many different ways can we
know God, and thus know eternal life? </span></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif;">When I take an inventory, I find twelve. <o:p></o:p></span></b></span></div>
<br />
<ol start="1" style="margin-top: 0cm;" type="1">
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">The final, complete, definitive way, of course, is Christ, God himself in human
flesh.</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">His church is his body,
so we know God also through the church.</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">The Scriptures are the
church's book. This book, like Christ himself, is called "The Word of
God."</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">Scripture also says we can know God in nature see Romans 1. This is an innate, spontaneous, natural
knowledge. I think no one who lives by the sea, or by a little river, can
be an atheist.</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Art</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"> also reveals God. I know three ex-atheists who say, "There is
the music of Bach, therefore there must be a God." </span></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif;">This too
is immediate.<o:p></o:p></span></b></span></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Conscience</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"> is the voice of God. It speaks absolutely, with no ifs, ands, or
buts. This too is immediate. [The last three ways of knowing God (4-6) are
natural, while the first three are supernatural. The last three reveal
three attributes of God, the three things the human spirit wants most:
truth, beauty, and goodness. God has filled his creation with these three
things. Here are six more ways in which we can and do know God.]</span></b></span></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Reason</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">, reflecting on nature, art, or conscience, can know God by good
philosophical arguments.</span></b></span></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Experience</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">, life, your story, can also reveal God. You can see the hand of
Providence there.</span></b></span></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">The collective experience
of the race, embodied in history and tradition, expressed in literature,
also reveals God. You can know God through others' stories, through
great literature.</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">The saints reveal God.
They are advertisements, mirrors, little Christs. They are perhaps the
most effective of all means of convincing and converting people.</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">Our ordinary daily experience of doing God's will will reveal God. God becomes clearer to see
when the eye of the heart is purified: "Blessed are the pure of
heart, for they shall see God."</span></span></b></li>
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; mso-list: l9 level1 lfo24; tab-stops: list 36.0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Prayer</span></b><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"> meets God—ordinary prayer. You learn more of God from a few minutes
of prayerful repentance than through a lifetime in a library.<o:p></o:p></span></b></span></li>
</ol>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">Unfortunately, Christians
sometimes have family fights about these ways, and treat them as either/or
instead of both/and. They all support each other, and nothing could be more
foolish than treating them as rivals—for example, finding God in the church
versus finding God in nature, or reason versus experience, or Christ versus
art. <o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;"><span style="font-size: xx-small;">If you have neglected any of these
ways, it would be an excellent idea to explore them. For instance, pray using
great music. Or take an hour to review your life some time to see God's role in
your past. Read a great book to better meet and know and glorify God. Pray
about it first. <o:p></o:p></span></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-size: xx-small;"><b><span lang="EN-US" style="font-family: "book antiqua" , serif;">Add to this list, if you can.
There are more ways of finding and knowing God than any one essay can contain. </span></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif;">Or any one world</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif;">.<o:p></o:p></span></b></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">3ª Cuestión
planteada: “ante diversas postura filosóficas,<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> ¿quién “decide” cuál de ellas es la
verdadera?”<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">¿Quién
decide cuál es la verdad? Esta pregunta parece presuponer que si hay visiones
contrapuestas sobre la realidad, tiene
que haber una instancia superior que dirima las discusiones, una especie de
Corte Suprema que dé fin a las discrepancias.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">A
esto, hay que responde que, en sí, el término “decisión” quizá no sea el más
apropiado. Al hablar de decisiones estamos hablando de actos voluntarios, es
decir, del ejercicio de la libertad de arbitrio. Pero qué sea verdadero y qué
sea falso no es una mera cuestión del ejercicio de la libertad de arbitrio.
Pero si se insiste en seguir hablando de “decisiones”, en todo caso quien
“decide” –impropiamente hablando- es la misma realidad: el ser. ¿Cómo sabemos
que en esta sala hay 42 o 53 personas? ¿Por una simple decisión? ¿Hay en esta cuestión
materia para ser decidida? Lo sabemos mirando la realidad, lo cual en nuestro
ejemplo significa, mirando a las personas y contándolas. Es cierto, se dirá,
que el ejemplo es demasiado fácil, ya que es un ejemplo matemático.
Efectivamente, lo es. Pero este ejemplo sirve para ilustrarnos que, en primer
lugar la verdad no es cuestión de decisiones, sino de realidad, y, en segundo
lugar, que la verdad es posible. Lo que es verdadero, no lo es por nuestra
decisión sino porque la realidad se impone a nuestros juicios. Nuestra visión
debe siempre tratar de descubrir cómo es la realidad en sí, más allá de
nuestros intereses o nuestros prejuicios o nuestra ignorancia. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es
cierto que en materia filosófica la situación es más difícil. Pero el principio
mantiene su vigencia. Lo que las cosas son, “decide” qué debemos pensar sobre
ellas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora
bien, es preciso además explicar porqué hay visiones diversas en la filosofía.
Pienso que las razones son las siguientes:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1ª
La filosofía es la más difícil de las ciencias y, dentro de ella, la
metafísica, que es la parte de la filosofía que se ocupa de los últimos
principios o causas. Eso vuelve explicable la variedad de las opiniones
filosóficas a lo largo de historia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2º.
La búsqueda de la verdad no es meramente una cuestión de inteligencia: también
la voluntad toma parte de esta búsqueda. Dice Gilson en su libro “La unidad de la experiencia filosófica”, que
lo difícil no es encontrar la verdad, sino no huir de ella una vez que se la ha
encontrado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 42.55pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“Tomás de Aquino
dijo cosas tan llanamente verdaderas que, desde su época hasta hoy, muy pocos
han sido capaces de olvidarse de sí mismo lo suficiente para aceptarlas. Hay un
problema ético en la raíz de nuestras dificultades filosóficas: los hombres
somos muy aficionados a buscar la verdad, pero muy reacios a aceptarla. No nos
gusta que la evidencia racional nos acorrale, e incluso cuando la verdad está
ahí, en su impersonal e imperiosa objetividad, sigue en pie nuestra mayor
dificultad: para mí, el someterme a ella
a pesar de no ser exclusivamente mía; para usted, el acatarla aunque no sea
exclusivamente suya. En resumen, hallar la verdad no es difícil; lo difícil es
no huir de la verdad una vez que se la ha hallado. Aunque no sea un “sí,
pero…”, con frecuencia nuestro sí es un “sí, y…” (…) Los más grandes filósofos son aquellos que no titubean en
presencia de la verdad, sino que le dan la bienvenida con estas simples
palabras: Sí, amén.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Efectivamente,
las verdades filosóficas precisamente porque nos ilustran sobre el sentido de
la existencia personal (para qué vivimos y porqué existe el universo, o porqué
existe el mal, etc.), no nos pueden dejar indiferentes. El teorema de Tales
difícilmente nos comprometa, pero saber que Dios existe o saber porqué hay que
respetar la justicia o vivir la templanza en nuestros actos, no nos deja
indiferentes. Muchas veces, las verdades filosóficas son molestas, nos
interpelan para cambiar de vida. Ello implica, dicho sea de paso, que si hay
una virtud necesaria para filosofar, esa es la humildad. Sin humildad no hay
reconocimiento de la verdad, sino una imposición de nuestro ego. Por eso Santa
Teresa de Jesús, la de Avila, vinculaba la verdad y la humildad, al decir que
“la humildad es andar en verdad” (Las moradas).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3º. Frente a posturas antitéticas, es decir aquellas entre las
cuales se da una relación de contradicción lógica, al menos hay una certeza:
una de ellas es verdadera y otra falsa, pero las dos no pueden ser
simultáneamente verdaderas y falsas a la vez y desde el mismo punto de vista.
Dios existe o no existe: una de las posibilidades es la verdadera y la otra
falsa. Con ello ya tenemos algo de camino hecho.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">4º.
La filosofía es una tarea personal: cada uno de repensar la realidad, cada uno
debe pensar por sí mismo. De ahí que sea importante para no extraviarse no
empezar a filosofar como si cada uno fuera Adán al inicio del mundo, por
decirlo así (aquí, como en todo lo filosófico, se requiere la humildad). Ello
significa aprender de los que más saben: los grandes filósofos. Y tratar de no
repetir sus mismos errores. En otras palabras es imprescindible saber historia
de la filosofía. Pero no para tener un sólido dominio de las opiniones de los
filósofos, sino para que ellos iluminen con sus reflexiones la realidad que
buscamos conocer filosóficamente. Por eso, Santo Tomás de Aquino decía que “no
se trataba de saber lo que opinaron los demás filósofos, sino de saber cómo son
las cosas” (la cita no es textual).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">5º.
Una manera de comprobar qué posturas filosóficas son erradas, es descubrir en
ellas cuáles son sendas sin salida. Una clara señal del error está en las
conclusiones que se pueden desplegar a partir de tesis cuyo acierto o error no
percibimos inmediatamente. Esas conclusiones pueden llevar a posturas absurdas
o a descubrir son irreconciliables con la realidad. En tales casos hay que
reconocer que si las conclusiones son falsas –por no corresponderse con la
realidad-, falsas también han de ser las premisas o principios de los que han
sido extraídas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">6º.- También favorece esa extendida
decepción o escepticismo ante la posibilidad de la verdad filosófica, la
cultura común en la que todos estamos inmersos. Ella nos ha acostumbrado a
tratar todo saber como una mera opinión, discutible en sí misma y nunca
merecedora de una firme adhesión de nuestra inteligencia. Esta reflexión nos
introduce en una cuestión importante: ¿todo es opinable?, ¿sólo hay opiniones?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La respuesta nos obliga a distinguir entre
aquello que es opinable de suyo y aquello que no lo es en sí mismo, aun cuando,
de hecho se den muchas opiniones. De suyo son opinables muchas cosas, muchas
materias: por ejemplo, los gustos. O las opiniones políticas. O las decisiones
en materia económica, etc. etc... Por el contrario hay otras cuestiones que no
admiten de suyo que haya opiniones: una postura es verdadera y la otra falsa.
No importa que los opinólogos hagan sus variados y confusos aportes. Y no pocas
veces, esas opiniones disímiles las expresan quienes por su falta de
competencia carecen de autoridad científica para darlas. Lo cierto es que hay
temas sobre los cuales no son admisibles las opiniones. Por ejemplo, no es
opinable la maldad de la tortura. Puede haber alguno –y lo hay- que opine que
la tortura es admisible o que es un valor sociológicamente en alza. Pero
quienes asuman esta postura favorable a la tortura, decimos que están en el
error. Y por ello trataremos de convencerlos con buenos argumentos. Lejos
estamos de decir “usted tenga su opinión sobre la tortura, que yo tengo la
mía”. O, “usted si quiere torture, ya que es su opinión y ella es propia de su
cultura, tan diversa de la mía; yo tengo por costumbre respetar todas las
opiniones que no comparto, pero por mi parte, como tengo otra opinión, me
abstendré de torturar”. Sencillamente, nadie piensa así (ni lo dice).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Adviértase entonces que esa “<b>no-opinabilidad</b>”
la poseen ciertos temas, como por ejemplo, las cuestiones éticas, y es
totalmente compatible con que, de hecho, existan opiniones diversas, debido a
las razones que hemos dado y sin que ello signifique que todas son igualmente
válidas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">LA SECULARIZACION
IDEOLOGICA: </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es
el momento de hablar de la secularización (“ideológica”) y su génesis. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1º La crisis de la
filosofía cristiana. </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Hemos
visto que la filosofía cristiana, especialmente la que se desarrolló en la Edad
Media, y especialmente durante los siglos XI, XII y XIII, conocida como
filosofía escolástica, se caracterizó por buscar una armonización o
concordancia entre la fe y la razón, o, más concretamente, entre la teología y
la filosofía. El ejemplo de filosofía más lograda es la de Santo Tomás de
Aquino, cuyo pensamiento alcanza un punto de equilibrio y una profundidad
metafísica no superada. Todo este esfuerzo –el de la filosofía escolástica-
basculaba sobre la suposición de que la fe tenía un contenido noético o
veritativo y, desde este supuesto, se buscó concordar lo creído con lo sabido.
Primero, interpretando la información revelada: eso fue la <b>teología</b>. Segundo buscando la correspondencia del conocimiento
natural con esa interpretación de la fe hecha por la teología, y eso fue
la <b>filosofía</b>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero
paulatinamente, desde el siglo XIV la situación va a cambiar hasta lograr que
esa armónica convivencia entre fe y razón, entre teología y filosofía, alcance
un grado tal de ruptura que las consecuencias siguen proyectándose hasta
nuestros días.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Entre
las señales de que las cosas comienzan a cambiar, podemos mencionar las
siguientes: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">a)
<b>La profesionalización de la filosofía</b>. Hasta ahora el cultivo de la filosofía estaba
en manos de personas que dedicaban su vida a la vida conventual de oración
contemplativa, estudio y docencia, tanto escrita como la que se realiza de
forma vívida en las aulas universitarias. Ello con algunas excepciones: la de
Boecio es una de ellas. Este filósofo, a quien según muchos debe tomarse como
el representante del inicio de la filosofía medieval, era un funcionario del
imperio de Teodorico. Pero es la excepción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Tendemos
a pensar que las vidas de estos representantes de la filosofía medieval eran
vidas apacibles, porque espontáneamente imaginamos los claustros silenciosos de
un convento. Sin embargo esta supuesta tranquilidad no es una imagen del todo
fiel, más bien es un estereotipo. Sobre todo si tenemos en mente los siglos XII y XIII, cuando la filosofía y la
teología eran cultivadas también en los efervescentes claustros de las
universidades, como las de París y Bolonia, entre otras. Quien desee asomarse a
ese mundo tan poco convencional, puede leer por ejemplo, el libro de Etienne
Gilson “Abelardo y Eloísa”, o las páginas que le dedica Josef Pieper a dichos
personajes, en su libro “Filosofía medieval y mundo moderno”.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">A
partir del siglo XIV y sobre todo XV la identidad conventual de los
cultivadores de la filosofía comienza a cambiar. Lentamente comienzan los
laicos a tomar el timón de la filosofía. Podemos nombrar a Marsilio de Padua,
que vivió un tiempo en la corte, al amparo del emperador Luis IV de Baviera, y
que fue contemporáneo y amigo de un monje, de cuyo pensamiento vamos a
ocuparnos, también refugiado en la misma corte: Guillermo de Ockham. Este
fenómeno tiene su importancia, ya que significa que la filosofía comienza a ser
cultivada en forma profesional. De hecho, como observa Thomas Molnar en su
libro “La decadencia del intelectual” (Edic.Eudeba), comienza a generarse una clase
social, la de los intelectuales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Esta
“profesionalización” de la filosofía, va a ser la ocasión de que comience a
resquebrajarse la alianza entre la fe y la razón. Al ser cultivada la filosofía
por aquellos que tienen poco o ningún interés en los temas teológicos,
resultaba inevitable que se perdiera la
motivación por buscar o mantener esa armonía que había caracterizado la
filosofía de los siglos precedentes. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Esto
no había sucedido hasta ese momento por otra razón: durante la época
escolástica, las exigencias curriculares de la universidad determinaron que el
cultivo de la filosofía en forma pura estuviera de algún modo acotado: podían
cultivarla los <b><i>maestros en artes</i></b>. Pero no estaban habilitados para
especializarse con esa titulación en los temas teológicos: debían estar
habilitados en teología.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">b)
<b>El averroísmo latino. </b>Las razones
presentadas precedentemente, son más bien externas. La crisis en profundidad
provino de la filosofía misma. Ante todo de la corriente filosófica que se
asentó en la universidad de París, conocida como el <b>averroísmo latino</b>. Esta corriente de hecho se desentiende de la
verdad teológica ya que mantiene tesis que, según sus representantes parisinos
constituyen la interpretación fiel del pensamiento de Aristóteles, pero que, sin
embargo, contradicen la fe. Al menos implícitamente –si es que no lo hicieron
también explícitamente- mantuvieron lo que se conoce como la “teoría de la
doble verdad”, que consiste en afirmar que una tesis filosófica puede ser
mantenida como verdadera para la razón, a pesar de que para la fe sea falsa.
Pero el averroísmo latino encontró sobre todo en Santo Tomás de Aquino un
oponente formidable, quien se erigió en auténtico intérprete de Aristóteles.
Claramente, el averroísmo latino significaba una ruptura entre la fe y la
razón. Los temas en disenso eran: la eternidad del mundo (según los averroístas
el mundo aunque creado, es eterno) y la unidad del intelecto agente para todos
los hombres (según los averroístas hay un único y el mismo intelecto agente para
todos los hombres, el cual sí es espiritual e inmortal).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">c)
<b>Guillermo de Occam</b>. En cambio, no
sucedió lo mismo en el caso del filósofo inglés, Guillermo de Occam, quien no
tuvo frente a sí, un oponente de la envergadura intelectual de Santo Tomás. Occam
(Ockham según otra grafía) fue un fraile franciscano, nacido en 1280 y muerto
en 1349. Su filosofía consumó la ruptura con la teología de la manera y por las
razones que vamos a explicar seguidamente. Occam fue célebre porque de fraile
estudioso de la teología y la filosofía, pasó a ser polemista y autor de
numerosos escritos de carácter político, redactados al amparo del emperador
Luis IV de Baviera, en los cuales atacaba al Papa (Juan XXII). En esos escritos
realizó una crítica sobre las relaciones entre el poder político-civil y el
poder religioso (el Papado), poniendo en discusión la autoridad del Papa. No
obstante, esos escritos no representan una visión orgánica del problema ya que
no son el fruto de un estudio sostenido y profundo, sino el resultado ocasional
de las polémicas en que se vio envuelto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Nos
interesa Occam en este punto, no por sus teorías políticas, sino por las
siguientes posturas filosóficas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">a)</span><b style="text-indent: -18pt;"><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Fideísmo</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">. Dios solo puede
ser conocido por medio de la fe. Es decir que Occam no admite las pruebas
metafísicas de la existencia de Dios (y de paso desconoce una verdad de fe:
aquella que enseña que Dios puede ser conocido por la razón humana “por sus
obras”, como enseña San Pablo).</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“(…) </span><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">al tratar los
problemas teológicos da (Occam) gran importancia al primer artículo del Credo
cristiano: Creo en Dios Padrea todopoderoso. Puesto que tal tesis es artículo
de fe, no se necesita decir que no es susceptible de prueba. Sin embargo, Occam
no sólo lo usa como principio en teología –lo cual es muy legítimo-, sino que
también recurre a él al discutir diversos problemas filosóficos, como si un
dogma teológico, captado únicamente por la fe, pudiese ser fuente de
conclusiones filosóficas y puramente racionales.</span></i></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">” (Etienne Gilson:
“<i>La unidad e la experiencia filosófica</i>”,
p. 79)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">b)<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><b style="text-indent: -18pt;"><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La afirmación de la libertad divina</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">. Para entender la
postura adoptada por Occam sobre su afirmación exagerada de la libertad divina
(se la conoce con el nombre de <b><u>voluntarismo</u></b>)
es preciso remontarse a algunos antecedentes de la filosofía medieval,
concretamente a Juan Duns Scoto </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">(1266-1308)
</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">y su
reacción contra lo que se conoce con el nombre de las <b>razones necesarias. </b>Este filósofo inglés que pertenece al siglo
XIII, reacciona contra un talante o estilo filosófico que se puede encontrar tanto
en Boecio, Abelardo como sobre todo en San Anselmo de Canterbury. Según San
Anselmo, teólogo y filósofo originario de Italia y luego obispo de Canterbury,
“la razón humana discursiva es capaz de hacer evidentes con </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">“<b>razones necesarias</b>”
los sucesos de la Salvación, de los cuales ya tenemos conocimiento por la fe”
(Josef Pieper). Eso no implicaba para San Anselmo que nuestro acto de fe fuera
el resultado de que nuestra razón reconozca tales razones necesarias, ya que
para él conocimiento de tales razones necesarias nos permite llegar a
comprender lo que antes ya creemos por la fe (de ahí su fórmula: credo ut
intelligam, es decir, creo para entender). Así, para San Anselmo, la fe siempre
debe ser previa, y sólo al partir del acto de fe, podremos comprender lo
creído. Esta postura es correcta, pero San Anselmo fue un poco más allá con
este concepto de las <b>razones necesarias</b>.
En efecto, llegó a sostener tesis arriesgadas, como por ejemplo:</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“<i>Es necesario que los
ángeles caídos fuesen sustituidos por la naturaleza humana porque no existe
otra naturaleza de la cual se pudiera reemplazar su número</i>” (esta
afirmación supone que hay un número razonable y perfecto de espíritus llamados
a la felicidad eterna y que los hombres, por ser las únicas creaturas
espirituales además de los ángeles, han sido invitados luego de la defección de
los ángeles caídos a completar ese número. En otras palabras: San Anselmo
entiende con este argumento estar explicando las razones o motivos fundados de
la historia de la Salvación)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Para San Anselmo, una vez que se cree, la inteligencia puede
descubrir las razones por las que Dios hizo lo que hizo (creación, Encarnación
de Cristo, etc.etc.). El supuesto de esta tesis anselmiana estaba en que todo lo que Dios hace tiene que
ser razonable y el hombre creyente es capaz de conocer y comprobar esa
racionalidad. Pero de ahí a sospechar que entonces Dios está obligado a obrar
necesariamente según los motivos más racionales, había un paso muy fácil de
dar. Ahora, si ese paso se daba se entraba de lleno a otro distinto y peligroso
terreno, ya que <b>implicaba afirmar que
todo ocurre necesariamente, incluso en el obrar divino</b>. Por lo tanto
implicaba afirmar que <b>Dios obra
forzosamente</b>: actúa forzado a hacer lo más razonable. Y por supuesto, el
hombre puede conocer esa razonabilidad. En otras palabras, el peligro que se
cernía era fundamentalmente el retorno del <b>fatalismo</b>
griego. San Anselmo nunca dio ese paso: era un hombre de fe. Pero el peligro
era real.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Precisamente la filosofía de Duns Scoto sale al cruce de esa
conclusión, reaccionando contra ese fatalismo o necesitarismo del obrar divino.
Juan Duns Scoto aplica un correctivo a esa tesis: la <b>libertad divina</b>. “<i>Todo lo que
hace Dios tiene el radical carácter de
lo no-necesario, de lo <b>contingente</b></i>.”
(J. Pieper). Por lo tanto, no es posible encontrar para el hombre supuestas
“razones necesarias”. La consecuencia es la siguiente: si “…<i>la razón humana no puede alcanzar a hacer
“en sí mismo” atinado o incluso necesariamente razonable algo que ha salido de
la acción libre divina mediante deducciones y argumentos</i>” (J.Pieper),
entonces, <b>no hay posibilidades de
investigar filosóficamente nada de aquello que procede de la libre actuación de
Dios</b>. Ello, pensamos, está bien si se trata de la historia de la Salvación,
e incluso del acto creador de Dios, pero ¿también alcanza al conocimiento de lo
creado por Dios? Pareciera que si todo
es contingente (las cosas son, pero podrían no haber sido), la investigación
filosófica no tiene mucho por hacer. Pero el otro peligro de la postura de Duns
Scoto es terminar por atribuirle a Dios
una total <b>arbitrariedad</b>: una falta
completa de motivos (<b>voluntarismo</b>).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora bien, Occam,
partiendo de una defensa de la fe despliega una exagerada acentuación de la
libertad divina, en la línea de Duns Scoto, pero llegando a tesis exageradas:
termina por hacer del obrar divino una pura arbitrariedad. Dios tiene libertad
absoluta. Creemos que Dios ha creado todo porque lo ha querido, pero, además,
(y esta es la novedad) podría haber creado a los seres finitos de otra manera,
o podría haberse encarnado en una piedra o en un árbol o en un asno. O incluso,
si lo hubiera querido, podría haber hecho que fuese bueno el odiar a Dios. Con
esto Occam pretende rechazar a todo intento de “racionalizar” la fe (en eso
consiste la teología). Esta postura, en definitiva, induce a creer que la
teología, como intento de interpretar la fe, es un trabajo vano. Pero a la vez,
desalienta la búsqueda de relaciones necesarias en la naturaleza y propicia
sólo el estudio de lo fáctico, de los hechos particulares que se dan aquí y
ahora, sin poder averiguar las causas de las que esos hechos han derivado.
Comentemos, de paso, que el voluntarismo implica poner por encima de la
inteligencia a la voluntad y, en el caso de Occam adopta esta postura en salvaguarda de la
libertad divina. En la Modernidad, sucederá algo parecido: la voluntad y su
libertad está por encima de la verdad, a tal punto que la libertad no debe
estar sometida a la verdad, ya que ésta última es un freno que la podría
coartar. Por ello, se llegar a sostener, en la Modernidad, que la verdad es una
amenaza a la libertad e incluso a la convivencia (principio de tolerancia
moderno).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">c)<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> <b><u>N</u></b></span></span><b style="text-indent: -18pt;"><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">ominalismo</span></u></b><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">. </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Con respecto al fundamental problema de los
universales, Occam adopta la postura conocida con el nombre <b>nominalismo </b>(si bien, en sentido
estricto, la denominación correcta de su postura es la de <b>conceptualismo, </b>es habitual
clasificar el pensamiento de Occam como nominalista. <u>En sentido estricto</u>, el nominalismo es la tesis que sostiene que
únicamente nuestras palabras –las <i>nomina </i> o <b><i>nomen</i>-</b> (los sonidos) son
universales: puesto que significan universalmente muchas cosas. Aquí seguiremos
el uso convencional del término nominalismo para caracterizar el pensamiento de
Occam). Aclarado esta breve cuestión terminológica, debemos explicar qué es el
nominalismo y, antes, en qué consiste el
problema de los universales, ya que el nominalismo es una de las respuestas que
se dieron a este problema.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El problema de los universales:</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> hemos visto en
antropología filosófica que los conceptos o ideas con los que nuestra mente
piensa la realidad, son universales Por ejemplo, el concepto de “hombre”, el concepto de “animal”
o de “árbol”, etc. son universales en tanto que tienen una referencia
significativa (una relación de signo a cosa significada) con una infinita
pluralidad de individuos (éste o aquél hombre, etc. etc.). Los conceptos tienen
un carácter o propiedad de permanencia y universalidad: al contrario de los
sentidos, que nos dan a conocer realidades siempre cambiantes (Recordemos:
“idea” es el otro nombre que le damos al <b>concepto
formal, </b>también llamado <b>concepto
subjetivo, </b>los cuales son <b>signos
formales</b> de las esencias que están en nuestra mente en estado de
abstracción). Pero no sólo ellas, las ideas, son universales: también el
contenido de nuestras ideas, que, como hemos visto, son las esencias, son
universales. Finalmente, también las palabras tienen algún tipo de
universalidad, desde el momento que son los signos que usamos para hablar de
las cosas y de lo que ellas son. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El problema se
plantea cuando se advierte que todo lo que existe fuera de la mente existe de
un modo individual y está sujeto al
cambio (existe Juan, Pedro, este perro, etc.). Si ponemos en relación estos dos
hechos, a saber, que sólo existen individuos y que pensamos con conceptos <b>universales, </b>surge inevitablemente esta
cuestión: ¿realmente, les corresponde
algo en las cosas a nuestros conceptos universales? Y si les corresponde, ¿de
qué manera? ¿O hay que concluir, -dada la diversidad entre cosa individual y
concepto universal- que no los corresponde en las cosas nada que sea universal?
Pero no sólo ese cuestionamiento se nos presenta: también nos sale al paso esta
cuestión: qué existencia o realidad tienen los contenidos de nuestros
conceptos?¿sólo existen individuos concretos y particulares pero que no tienen
ningún elemento de identidad entre sí y luego por comodidad los agrupamos en
esos moldes que son esquemáticos –una construcción de nuestra mente- y a los que llamamos ideas o conceptos?<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Importancia del problema:</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> si la respuesta
es: “nada les corresponde a nuestras ideas o conceptos (formales o subjetivos)
en la realidad” estamos haciendo <b><u>del
contenido</u></b> de nuestras ideas (las esencias que están en la mente en
estado de universalidad) una pura creación mental. Por lo tanto, no hay posibilidad alguna de que nuestros
discursos sobre la realidad (ya sea la comunicación habitual, ya sea la
ciencia, etc.) constituyan un acceso fiable a ella, puesto que todo termina por
ser una creación subjetiva de la mente. Cuando, por ejemplo, hablamos del
hombre y de sus propiedades, tanto aquél como éstas, son una creación
subjetiva, por lo que nada podemos conocer de cierto sobre el ser humano y sus
propiedades. Esta postura no es otra que el escepticismo, el subjetivismo y el
relativismo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora bien, si les
reconocemos a nuestras conceptos una cierta fidelidad con las cosas que están
fuera de la mente, y afirmamos que las ideas y sus contenidos (las esencias)
tienen una correspondencia en las cosas,
es decir, que en las cosas individuales existen de algún modo esas esencias,
nuestra postura es realista e implica admitir la posibilidad de la verdad. La
ciencia y nuestro hablar cotidiano sobre las cosas tienen un fundamento real.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En síntesis, el
problema de los universales se plantea simultáneamente con respecto a las <u>palabras</u>
(universal in significando), con respecto a los <u>conceptos</u> o ideas
(universal in raepresentando) y con respecto al contenido de los conceptos o <u>esencias</u>
que están en la mente en estado de universalidad (universal in praedicando y al
vez universal in essendo).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 34.8pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Las <b>palabras</b>
son universales o tienen universalidad porque cada una de ellas, además de la
realidad física en que ellas consisten (el sonido que pronunciamos al
aire), tienen una capacidad para
significar (=ser signo de) una multiplicidad de cosas significadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 34.8pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Los <b>conceptos
o ideas</b> son universales (tienen universalidad) porque <b>representan </b>(=nos hacen presentes en la mente) una multiplicidad de
esencias significadas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; text-indent: 34.8pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Las <b>esencias</b>
que están en la mente son también universales y son signo de las esencias que
están en las cosas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Las diversas respuestas al problema de los universales.
</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La respuesta más
escéptica es la del <b>terminismo </b>(o
“nominalismo” en sentido estricto). Según esta postura, la única universalidad
que hay que admitir es la que tienen las palabras o términos (de ahí su
nombre). Pero no admiten que los conceptos o ideas sean universales ni menos
aún que tengamos en la mente las esencias de las cosas en estado de
universalidad. Los universales son meros “flatus vocis” o sonidos.
Representantes: los sofistas y los antiguos escépticos, Roscelino en la Edad
Media, Hume, Berkeley, Condillac en la Edad Moderna, Sturt Mill y Bergson en la
Edad Contemporánea. Esta postura deriva en el escepticismo, ya que vuelve
imposible el conocimiento de lo que las cosas son.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La otra respuesta
es el <b><u>conceptualismo </u></b>(o
“nominalismo” en sentido amplio). Es la que da Occam (y junto con él, Locke y
Kant en la Edad Moderna): admiten la universalidad de las palabras y también la
de los conceptos o ideas, pero nada más. Es decir, que los conceptos son
universales porque representan (universal in raepresentando) muchos individuos,
pero son una creación de la mente que no tiene una correspondencia en las
cosas. Son una “imagen” confusa de los individuos, pero que no se basa en una
supuesta existencia de esencias objetivas y reales en las mismas cosas
individuales. No existe el universal in
essendo. Deriva en el escepticismo y en el agnosticismo. Los conceptos
universales son en definitiva una <b>esquema</b>,
una convención más o menos arbitraria, una simplificación útil, pero nada más. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La tercer respuesta
es la del <b>realismo exagerado </b>o <b>ultrarrealismo. </b>Es la que dio Platón:
los universales existen fuera de la mente <b>en
estado de universalidad</b>: son las famosas Ideas platónicas. Deriva en la
negación del conocimiento de las realidades físicas (para Platón, las cosas
materiales son una copia imperfecta y cambiante de los modelos ideales, por lo
cual no podemos tener un conocimiento científico-filosófico de ellas).El
peligro de esta postura es, precisamente, su ultrarrealismo, el cual se muta en
<b>idealismo: sólo tiene valor la idea. </b>Los
seres del mundo físico, y los sentidos que nos los hacen conocer, no tienen
valor.Esta postura, tiene una inclinación muy fuerte a proyectar sistemas,
todos cerrados en los que se pretende haber apresado toda la realidad. Este
ultrarrealismo o idealismo, aplasta todo lo individual y, lo más grave, la
realidad personal (la persona es la sustancia individual de naturaleza
racional). El idealismo, decapita a la persona. Tiene la pretensión de someter
todo al sistema y lo que no encaja, la excepción, la riqueza de la realidad con
toda su variedad, es negado, o dejado de lado. El idealismo tiende a ser
totalitario. Es racionalista y planificador. Pero también fantasioso:
planifica, organiza la realidad sin tenerla en cuenta en <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">lo más mínimo. Es
fértil en utopías. Por ejemplo, Saint Simon, Fourier, etc. etc. También es
revolucionario: todo está por crearse. Lo dado siempre es insatisfactorio. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Así como el nominalismo deja de lado la
inteligencia para apostar todo a los sentidos, el ultrarrealismo o idealismo,
apuesta todo a la razón y deja de lado los sentidos.<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La cuarta respuesta
es el <b>realismo moderado. </b>Es la
respuesta de Aristóteles y de Santo Tomás de Aquino, entre otros: además de la
universalidad de las palabras y de los conceptos o ideas, existen los universales (las esencias) en las
cosas mismas, solo que en ellas esas esencias universales existen
individualizadas, identificadas con cada individuo. En las cosas las esencias
universales existen no en estado <b>actual </b>de
universalidad, sino en un estado <b>potencial.
</b>Recién, a través del proceso de abstracción que realiza la mente en la
simple aprehensión, esas esencias pasan del estado de universalidad en
potencia, al estado de universalidad en acto, pero ello sucede en la mente y
sólo en ella. Las esencias sólo existen en estado universal en la mente humana.
La conclusión entonces es que las esencias de las cosas que nos hacen presentes
nuestros conceptos o ideas cuando pensamos –y que en la mente y gracias al
proceso de abstracción adquieren un status universal- <b><u>tienen un fundamento real</u></b>. No son una creación de la mente.
Lo que nuestra mente agrega, es ese estado de universalidad que en las cosas
estaba en potencia. Luego, la conclusión es que la ciencia y el lenguaje en
general son un instrumento fiable para conocer y hablar de las cosas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Occam, con su postura
nominalista, abre la puerta al escepticismo. Por de pronto, si las esencias no
son reales, la metafísica pierde validez. En esto hay coherencia con respecto a
su fideísmo, el cual ya le había asestado un golpe de muerte a la metafísica al
negarle la capacidad de demostrar racionalmente la existencia de Dios. Pero
también la ética resulta afectada, como veremos a continuación.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">d)<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">No hay ley moral natural. El origen de la sociedad no
es natural sino resultado de un pacto. </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Si no hay esencias, la ética no puede estar
fundada en la naturaleza humana, puesto que ésta no existe. Lógicamente, y
siguiendo la misma línea ética de Occam, de ningún modo podría hablarse de la
sociabilidad como de una propiedad natural del ser humano. En efecto, si no hay
una esencia humana o naturaleza humana, tampoco tiene sentido afirmar que el
hombre es sociable por naturaleza. La sociedad surge por un pacto, una
convención. En estos temas éticos, Occam guarda coherencia también con sus
otras posturas: su voluntarismo divino (las leyes morales son de tal modo por
un designio arbitrario de Dios: “Dios podría haber hecho que fuera bueno el
odiarlo, si lo hubiese querido así”). En
concreto, como última conclusión, no hay posibilidades para una fundamentación
racional de las leyes morales.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">e)<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><b style="text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Conocimiento intuitivo y abstractivo. Empirismo. </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Occam, para tratar
de cerrar su respuesta al problema de los universales, establece una
clasificación nueva de los tipos de conocimiento: el conocimiento es o
intuitivo o abstractivo. El conocimiento intuitivo –la intuición- es la
percepción inmediata de la existencia de algo material (por ejemplo, ver a
Sócrates) o de un hecho psicológico (sentir un dolor, un acto de conocimiento,
una decisión). Este conocimiento intuitivo es inmediato y está dotado de
certeza. El conocimiento abstractivo es
todo lo contrario: no es inmediato, carece de certeza o autoevidencia y,
además, no nos da a conocer que algo existe. De este modo, entran dentro de
esta clasificación bajo el rubro de “conocimiento abstracto” no sólo las ideas
o conceptos y los contenidos de los
conceptos, sino también la imaginación y la memoria, ya que ellas no incluyen
la existencia (en efecto, puedo imaginar algo que no existe o tener un recuerdo
falso, de algo que nunca ha sucedido). que para nosotros, pertenecen al
conocimiento sensible). Resulta interesante que Occam propone a la intuición como el camino de la
ciencia. Contra lo que decían Aristóteles –a quien Occam pretendía seguir- y
Santo Tomás, para quienes la ciencia versa sobre lo universal –no sobre lo
individual y particular en cuanto tales, Occam propone fundar la ciencia sobre
la intuición sensible de lo individual. En otras palabras, la propuesta de
Occam es lo que se conoce como <b>empirismo:
</b>el conocimiento válido nos lo proporciona el conocimiento sensible, la
percepción (el conocimiento intuitivo).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El <b>nominalismo
</b> de Occam reaparece y pervive en
muchos de los filósofos de la era moderna. Y quizá, dado que asume formas
propias en cada filósofo, sería más
adecuado, hablar del <b>nominalismo </b>sin
más. Si hasta ahora veníamos hablando del “nominalismo de Occam era solo por
hablar de un modo simplificado y, sobre todo, porque en Occam adquiere el rango
de una posición pura. “Pura” por dos razones: porque es una posición extrema y porque Occam no vacila en asumir todas las
consecuencias de su tesis nominalista. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En lo que sigue
trataremos de mostrar <b><u>dos cosas</u></b>: la <b>primera</b> de ellas <b>(I)</b>
es que, históricamente, de hecho, con la aparición del cristianismo, entre la
fe cristiana y la filosofía hay vasos comunicantes por los cuales fluye una
corriente de savia vital que enriquece a ambas y que, de ser cegados, ello
repercute negativamente en la fe y en la filosofía. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><br /></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El segundo punto</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> a mostrar <b>(II)</b> es
una consecuencia del primero: la secularización, ha traído consecuencias en el
modo de entender al hombre, la sociedad y la cultura, hasta el punto de que es
legítimo y fundado sostener que esa pérdida de Dios en la filosofía y en la
cultura, es decir, el secularismo, conlleva la pérdida del hombre. ¿Qué se
quiere decir con pérdida del hombre? No es fácil decirlo en pocas palabras,
pero si fuera necesario recurrir a una sola frase, habría que afirmar que “la
pérdida de Dios, es la destrucción del hombre”. Parecen palabras tremendas y
hasta cierto punto pesimistas. Pero es así: la secularización es una ruta
directa al nihilismo más crudo y desesperanzador que se pueda imaginar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">(I)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto al primer
punto (el mutuo enriquecimiento entre fe y razón, entre teología y filosofía)</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">, sostendremos que luego de
desaparecido el paganismo greco-latino, la relación entre fe y razón tuvo dos
etapas históricas: la primera fase o <b>etapa es</b> la que, como ya vimos, se
dio en la Edad Media cristiana. En esta etapa la relación fue de armonía. A
partir de esa etapa, aparece una segunda fase, la cual consiste en la <b>emancipación</b> de la filosofía con
respecto a la fe (secularización). En esta segunda etapa de emancipación, la
filosofía se presenta como una visión global que quiere reemplazar a la fe y
tuvo tres formulaciones a su vez: la primera es el <b>agnosticismo</b> y el <b>ateísmo</b>,
tal como lo encontramos en David Hume, la Ilustración francesa, los
materialistas, los naturalismos de corte cientificistas, el ateísmo pragmático
de Marx, el ateísmo de Sartre, etc. La segunda fase es la del <b>deísmo</b> que
pretende asumir las tesis cristianas pero despojadas de toda dimensión
sobrenatural. Es la naturalización del dogma. Lo encontramos en Kant (quien por otra parte es agnóstico desde otro
punto de vista), en Rousseau (el
cristianismo en realidad enseña, según Rousseau, las verdades que el corazón
humano –el sentimiento- nos da a conocer) y en la mayor parte de los
representantes de la Ilustración francesa. La tercera etapa es el intento
hegeliano por “domesticar” nada menos que los mismos misterios de fe,
pretendiendo ver en dichos misterios una “versión” religiosa (e ingenua) de la
verdadera filosofía (la de Hegel, por cierto). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Primera etapa</span></u></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">: </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">es la que corresponde a la<b>
</b>filosofía medieval. En ésta la relación entre la fe y la razón es de armonía
y, la vez, de mutua colaboración, pero a la vez, la fe es superior a la razón humana). El
cristianismo desde su primer inicio se relacionó con la filosofía. En efecto,
buscó tender puentes no con la religión pagana, sino con los filósofos. Y la
razón es muy sencilla: el cristianismo siempre ha sido consciente del contenido
de verdad de la Revelación bíblica. Es decir que siempre fue consciente de que
la Revelación no era una narración fantasiosa propia del mito, sino que
contenía afirmaciones inteligibles. Este auto-consciencia del cristianismo, fue
claramente expuesto desde el inicio de la predicación apostólica: los
Evangelios no se estructuran como si fueran un mito, o una narración poética.
Incluso, los géneros poéticos que aparecen en el Antiguo Testamento, no son
leídos como una manifestación estética sino como un documento de fe que
transmiten una enseñanza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<b>El
cristianismo no es una cosmovisión poética, ni un mito, ni un sentimiento
vital, sino la fe en una Revelación real de Dios acerca de su propio Ser, el
origen y el fin del hombre, su caída y redención. Cuando Cristo es preguntado
por Pilatos si es rey, responde afirmativamente, al tiempo que declara la razón
del señorío que pretende ejercer: “Para esto he nacido y para eso he venido al
mundo, para dar testimonio de la verdad”(…)”</b> (Spaemann, Robert):
“Cristianismo y filosofía en la Modernidad”, en “El rumor inmortal”, ediciones
Rialp, Madrid, 2010, p.65)<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn17" name="_ednref17" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Segunda etapa: la emancipación de la filosofía con
respecto a la teología: <o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">a).- Primera fase de la segunda etapa: El agnosticismo
y el ateísmo</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> “Agnosticismo”: a (partícula privativa) y
“gnosis”, conocimiento. Literalmente sería la postura que sostiene el
“no-conocimiento”. Quien al parecer fue el primero en usar este término fue
Thomas Huxley (1825-1895), biólogo inglés, también conocido como el bulldog de
Darwin, por haberse erigido en el constante defensor de la teoría
evolucionista. Sin embargo, la postura filosófica a que se hace referencia con
el término “agnóstico”, ya existía con anterioridad: como dice Cornelio Fabro
(“<i>Drama del hombre y misterio de Dios”,
edic.Rialp, p154, 1977)</i> “”Agnósticos, en tiempo de San Pablo, fueron los
atenienses, quienes, insatisfechos de los dioses de la religión oficial,
erigían altares en determinados circunstancias y elevaban súplicas al <i>dios desconocido</i>.” <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El agnóstico no
niega que exista Dios, pero tampoco afirma su existencia: se limita a afirmar
que no se pueda demostrar que existe. Esta postura es distinta del ateísmo, ya
que éste directamente niega <b> a priori </b>la
existencia de Dios. El agnóstico suspende el juicio sobre la existencia y la
naturaleza de Dios y la razón que Alega es que no se puede demostrar. Se trata
de una actitud de cautela, de sobriedad intelectual. Pero también es distinto
del escepticismo, para el que no podemos conocer nada con certeza y alcanzar la
verdad. En cambio el agnosticismo es compatible con el reconocimiento de la
posibilidad de la verdad en otros ámbitos (por ejemplo, en las ciencias
particulares).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">El antecedente
de esto es Occam: su fideísmo –Dios sólo puede ser conocido por la fe- y su
tesis de que no podemos conocer la causalidad. Pero ya en plena historia de la
filosofía moderna, Hume representa un
hito fundamental en el camino del agnosticismo. Este filósofo inglés nació en
el año 1711 y murió en 1776. Pertenece su filosofía a la tradición empirista
cuyas raíces están en la filosofía de Occam (recordemos que Occam reconoce
validez al conocimiento empírico). Nos interesa por esta tesis: según él no hay un verdadero
conocimiento de la causalidad. Lo que entendemos habitualmente por “causalidad”
es el resultado de una asociación mental que termina siendo una costumbre: al
percibir que siempre luego de A sigue B, asociamos A y B y pensamos que A es
causa de B, pero lo cierto es que la acción causal no la vemos: no vemos con
nuestros sentidos, la transmisión de fuerzas de un objeto a otro. Ciertamente,
el error de Hume radica tanto en el hecho de que no distingue el conocimiento
intelectual del conocimiento sensible (error que está presente en otro filósofo
inglés de tradición empirista: John Locke
-1632-1704), como en hacer de las ideas el objeto directo del
conocimiento (error que ya estaba en Descartes)
y, finalmente, en desconocer lo que hemos llamado el <b>objeto sensible
per accidens: </b>ya a nivel del conocimiento del mundo físico, los sentidos
concomitantemente con la inteligencia <b>conocen </b>concreta e individualmente
la acción causal: vemos una camión que choca un auto y lo desplaza y a la vez
percibimos que el camión es la <b>causa </b>del movimiento del auto, por
ejemplo. Las consecuencias de su empirismo y de su negación de la realidad de
las causas es la siguiente: <b><u>al haber quedado comprometido el principio de
causalidad, es lógicamente imposible un discurso racional que pruebe la
existencia de Dios y, a la vez, Dios no es alcanzable para la razón (dado que
no es empíricamente asequible).</u></b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Deberíamos
también incluir a Kant dentro de los filósofos agnósticos. Pero al hacerlo no
hay que olvidar que, a pesar de su agnosticismo, admite la existencia de Dios,
dado que Dios está por encima de las categorías del entendimiento y sólo cabe
tener de Dios una especie de “fe filosófica” de tipo moral, ya que se debe
postular existencia de Dios sino se viene abajo el edificio de la moral. Kant,
según confiesa, fue despertado de su sueño dogmático (la ingenua convicción en
el poder de la inteligencia) leyendo a
Hume. Este le hizo ver que entre otras suposiciones gratuitas a las que el
espíritu humano está acostumbrado a reconocer, no podemos conocer la
causalidad. Pero Kant estaba convencido de que la física de Newton era una
ciencia incontrovertible y rigurosa, por lo que de alguna manera, había que
explicar el hecho de que la física sea una ciencia <b>a pesar del escepticismo
humeano. </b>Entonces Kant, le imprime a la filosofía lo que él mismo llamó el
“giro copernicano”: así como Copérnico demuestra que no es el sol el que gira
alrededor de la tierra, sino al revés, de igual modo no es el sujeto
(cognoscente) el que “gira” y debe adecuarse al objeto, sino que es al revés:
el objeto es creado por el sujeto y ordenado: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 42.55pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“</span></i><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Hasta ahora se ha asumido que todo nuestro
conocimiento debe ajustarse a los objetos… puede avanzarse mucho más si
asumimos la hipótesis contraria de que los objetos del conocimiento deben
ajustarse a nuestro pensamiento</span></b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La explicación
de Kant es que </span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">el
orden de las cosas no está en ellas, sino que lo forma la actividad de nuestro
entendimiento. La experiencia sensible proporciona el CONTENIDO (<b>la materia) </b>del conocimiento y el
sujeto pensante las FORMAS: el orden, las relaciones, las conexiones entre los
datos de la experiencia. Los datos sensibles por sí mismos no son experiencia,
sino un caos; se transforman en experiencia por la actividad intelectual del
sujeto. No es la Naturaleza la que impone las leyes al espíritu humano, sino
que es éste el que prescribe las leyes a la Naturaleza.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Eso
es lo que K. llamaba su revolución copernicana: así como Copérnico al poner al
sol en el centro pudo resolver muchos problemas astronómicos referidos a los
movimientos de los astros, Kant pone al sujeto en el centro de la realidad: no
es el sujeto el que se debe adecuar al objeto, sino que el objeto es creado,
ordenado y construido por la actividad del sujeto. El problema planteado por
Descartes acerca de la correspondencia entre las ideas y las cosas ya no tiene
razón de ser: el conocimiento, nos va a decía Kant, es síntesis de contenido y forma: la forma sin contenido es
vacía, el contenido sin la forma es ciego. El contenido del conocimiento es la <b>materia </b>y los elementos estructurantes
que pone el sujeto para organizar la <b>materia
</b>que nos proporcionan los sentidos en forma caótica, los llama <b>formas, categorías </b> e <b>ideas.
Las formas, categoría e ideas </b>son a priori –o trascendentales, es decir,
que no provienen de la experiencia- y por no provenir de la experiencia (que es
siempre cambiante), está garantizada su universalidad. Según esto, la ciencia
física es posible porque el sujeto está dotado de las formas y categorías que
en unión con la <b>materia </b> (los datos de los sentidos), constituyen el <b>objeto de conocimiento. </b>Sin embargo,
aunque tengamos la “idea de Dios”, no es posible darle ningún contenido o
materia, ya que no proviene de la experiencia sensible. Por lo tanto, “Dios” es
una mera <b>idea</b> de la razón (por
supuesto, toda la metafísica, aunque responde una aspiración insuprimible del
hombre, como reconoce Kant, no es viable como ciencia). Estas consideraciones
de Kant están desarrolladas en la “Crítica de la razón pura”, pero en la “Crítica
de la razón práctica”, dedicada a fundamentar la moral, Kant sostiene que,
aunque indemostrable, debemos suponer la existencia de Dios, sino el edificio
de la moral se queda sin fundamento.<b> </b>En
otras palabras, es preciso afirmar que existe Dios, no por Él mismo, sino
porque resulta útil (para la moral) y por medio de una “fe filosófica”. Pero no
cabe una demostración racional de la existencia divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">b).- Segunda fase de la segunda etapa: El deísmo.</span></u></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> <o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El
Deísmo de algunos integrantes de la Ilustración, como Voltaire, la filosofía
racionalista y Rousseau (identifica a Dios no con la razón, sino con el
sentimiento). El deísmo tiene su suelo natal en Inglaterra. En especial Herbert
de Cherbury, en 1624 publica su obra “Acerca de la verdad”, en la que condensa
las verdades comunes a todas las religiones: creencia en la existencia de Dios,
deber de adorarle, llevar una vida piadosa y virtuosa, arrepentimiento de los
pecados, premio y castigo en la vida futura. Pero estas tesis no están fundadas
en la Revelación, sino que se apoyan en
la razón humana únicamente. Se trata de una religión natural que se opone a la
religión revelada y se funda en la sola razón. Para el deísmo, las religiones
“positivas” no tienen ninguna legitimidad: 1º porque todas son distintas y
particulares, frente a la razón que es universal; 2º porque esas diferencias no
se justifican desde la razón.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Las
motivaciones: una está en los disensos entre las religiones y las guerras de
religión, lo cual lleva a desear y proponer un acuerdo que satisfaga la
exigencia de la unidad de la razón. Eso estaba acompañado de un rechazo de la
intolerancia, cuya fuente, sostienen los deístas, no brota de los postulados de
la razón, sino de los intereses egoístas (fruto de la conspiración del clero
dominante y los poderes políticos). Se polemiza también contra las
instituciones, no solo contra las convicciones personales de las personas
religiosas: la polémica se centra en que las instituciones impiden el
“librepensamiento” (los librepensadores). 2º El desarrollo de la ciencia
–sostienen- afecta a la religión porque
la ciencia muestra que hay una razón universal en la que todos coinciden,
frente al particularismo de las religiones positivas. Además, la razón
científica es <b>necesaria</b> y eso vuelve
imposible o prescindible el intervencionismo divino (contra la providencia:
intervención de Dios en la historia, y contra los milagros). En esta religión
natural propia del deísmo, del cristianismo solo se acepta su código ético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">1.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Dios existe y se
puede demostrar su existencia con pruebas racionales. Pero, se lo entiende a
Dios en un contexto mecanicista: es autor del mundo (la naturaleza y el
hombre), pero al modo de un relojero que pone en marcha el reloj pero luego no
interviene en ella para conservarlo en el ser. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">2.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Dios es conocido
solo por la razón, porque no se ha revelado (la revelación es innecesaria: si
Dios ha creado al hombre dotado de razón, la Revelación, de existir, sería
contradictoria: ¿para qué nos revela verdades que no podemos comprender, qué
utilidad tiene ello?) </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">3.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Dios no interviene
en la naturaleza para modificar sus leyes (no hay milagros: si Dios hizo las
leyes naturales, es absurdo que él mismo las suspenda) </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">4.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 13.3333px; text-indent: -24px;">D</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">ios no interviene
en la historia. No existe la Providencia divina. Sería una imposición a nuestra
libertad, con la que el mismo Dios nos creó. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">5.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Dios no nos salva:
la felicidad la alcanza el hombre por sus propios medios, sin que Dios deba
ayudarnos, ya que la logramos por nosotros mismos. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">6.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">El Pecado Original
es un mito. El hombre es bueno por naturaleza. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">7.<span style="font-family: "times new roman"; font-size: 7pt; font-stretch: normal; line-height: normal;"> </span></span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; text-indent: -18pt;">Cristo, es admitido
como un ejemplo moral.</span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Observación:
también debemos incluir a Kant como deísta, ya que, junto con su agnosticismo,
somete a la religión a los moldes de la razón humana y acepta de la Revelación
solo la moral. Según su concepto de qué es la Ilustración, la definió como
“atrévete a saber” –<i>sapere aude-</i> es
decir, ten el valor de usar tu propio entendimiento, emanciparse, salir del
estado de minoridad en que encierra al hombre la fe cristiana. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Conclusión: </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">el deísmo relega a la
religión revelada al arcón de los mitos. La revelación sobrenatural es admitida
en la medida en que pueda pasar la criba de la razón humana, y para ello hay
que “desmitologizarla”<b>. </b>Precisamente este fue, tiempo después, el
intento de un teólogo protestante alemán, Rudolf Bultmann, en el siglo XX:
desmitologizar la religión cristiana, negando de la figura de Cristo todo lo
que este teólogo consideraba “mitológico”. Este teólogo, aunque protestante
ejerció gran influencia en la teología progresista del siglo XX y del siglo
XXI.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">c).- Tercera fase de la segunda etapa: filosofía
hegeliana.<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<b><i>A Hegel debemos el intento más radical de
formular realmente el contenido interno de la ortodoxia cristiana en términos
filosóficos</i></b>” (Spaemann, p. 80)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> “Hegel dará amplia cabida en su filosofía a los grandes temas
cristianos: Trinidad, Encarnación, Redención, pero después de haberlos
secularizado y transformado en expresiones simbólicas de verdades racionales.
Pero aún así su pensamiento seguirá siendo en buena medida teología, no sólo porque
su tema central va a ser <i>teológico</i>:
Dios o lo infinito y su relación con lo finito, sino sobre todo porque el
modelo que usará para explicar esa relación será el <i>cristológico</i>: el misterio cristiano de la Encarnación de Dios.”<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“Hegel se
atrevió a hacer lo que jamás se le
ocurrió a ningún filósofo: utilizar el dogma cristológico como molde u horma con la que dará forma a su
pensamiento. (… ). La auténtica clave interpretativa del pensamiento hegeliano
se encuentra en dos célebres textos cristológicos que cuentan entre los más
importantes del Nuevo Testamento: el prólogo del Evangelio de San Juan sobre la
Encarnación del Logos y el pasaje de la carta de San Pablo a los Filipenses
sobre la humillación y exaltación de Cristo. Lo que San Juan dice del Logos,
que “se hizo carne y plantó su tienda entre nosotros (Jn.1, 14) y lo que Pablo
afirma de Cristo, que “a pesar de su condición divina, no hizo alarde de su
igualdad con Dios, antes se anonadó a sí mismo y tomó la condición de esclavo,
hecho hombre entre los hombres” (Flp. 2, 6-7), se entiende de la asunción de lo
finito por lo infinito. Lo absoluto sale de su intimidad, del juego eterno de
amor hacia sí mismo y, anonadándose a sí mismo, se hace carne, es decir, pasa a
lo finito y se pierde en la naturaleza para reencontrarse en la historia
humana. De este modo, el círculo se cierra y el final coincide con el
principio. El cielo ha bajado a la tierra y la tierra ha subido al cielo.”
(Colomer, Josep: “<i>El pensamiento alemán
de Kant a Heidegger</i>”, tomo II, edit.Herder, p.126s)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">(II)<o:p></o:p></span></u></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Segundo punto: las
consecuencias de la secularización<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La
secularización ha traído consecuencias en el modo de entender al hombre, la
sociedad y la cultura, hasta el punto de que es legítimo y fundado sostener que
esa pérdida de Dios en la filosofía y en la cultura, (es decir, el
secularismo), conlleva la pérdida del hombre. ¿Qué se quiere decir con pérdida
del hombre? No es fácil decirlo en pocas palabras, pero si fuera necesario
recurrir a una sola frase, habría que afirmar que “la pérdida de Dios, es la
destrucción del hombre”. Parecen palabras tremendas y hasta cierto punto
pesimistas. Pero es así: la secularización es una ruta directa al nihilismo más
crudo y desesperanzador que se pueda imaginar. <o:p></o:p></span></div>
<h1 style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; font-weight: normal;">Como
introducción y muestra de los extremos a los que se está llegando una vez
desaparecido Dios del horizonte humano, transcribo esta noticia (accesible aquí</span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span><a href="http://www.actuall.com/familia/la-realidad-de-china-secuestros-granjas-humanas-y-una-extensa-red-de-trafico-de-organos/"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">http://www.actuall.com/familia/la-realidad-de-china-secuestros-granjas-humanas-y-una-extensa-red-de-trafico-de-organos/</span></a><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt; font-weight: normal;">) sobre el tráfico
de órganos:</span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">
<o:p></o:p></span></h1>
<h1 style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm;">
<u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“<i>La
China del siglo XXI sigue siendo comunista: granjas humanas que extirpan los
órganos a presos vivos”<o:p></o:p></i></span></u></h1>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Se cree que hay más de 10.000
órganos en circulación en China, la mitad extirpados a la fuerza. Para el
Partido Comunista, el cuerpo de una persona es propiedad del gobierno, sus
órganos son un “bien común” al igual que los bebés. Es la cara negra de una
China que sigue siendo maoísta.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<a href="http://www.actuall.com/author/bdelarosa/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Beatriz De la Rosa</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> - <o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">11/10/2017<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Si en la vieja URSS había gulags,
como los que denunció Alexander Solzhenitsin, en la China de 2017 existen
granjas humanas donde se extirpan órganos a presos vivos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El gigante asiático tiene dos caras.
Ante los inversores occidentales, es un nuevo El Dorado de los negocios, con su
look cosmopolita o <b>el skyline de urbes como Shanghai que rivaliza con las
grandes capitales de Europa o Estados Unidos. </b></span></i><i><span style="display: none; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Principio del
formulario<o:p></o:p></span></i></div>
<div style="border-top: solid windowtext 1.0pt; border: none; margin-left: 35.45pt; margin-right: 0cm; mso-border-top-alt: solid windowtext .75pt; mso-element: para-border-div; padding: 1.0pt 0cm 0cm 0cm;">
<div class="MsoNormal" style="border: none; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt; padding: 0cm;">
<i><span style="display: none; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Final del formulario<o:p></o:p></span></i></div>
</div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero tras la lujosa fachada de
prosperidad y apertura al mundo se esconden las viejas desigualdades propias de
un régimen sanguinario como el maoísmo.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Poco tiene que envidiar la China del
presidente Xi Jinping y los grandes magnates que cierran tratos con los países
capitalistas a la China de Mao y sus terribles matanzas. <b>Lo ocurre es que
Occidente apenas se entera. </b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Por ejemplo, el caso de las granjas
humanas.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“China secuestra a personas, les
encierran en granjas y les extirpan los órganos mientras siguen
vivos”. </span></i></b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Este es el relato de<b> Jinato Liu</b> de 36 años, un preso que fue
encarcelado por el gobierno chino después de convertirse al ‘Falum Gong’, una
religión derivada del budismo y del taoísmo. Durante su cautiverio, Liu <b>fue
enviado a un campo de trabajo forzado donde sufrió todo tipo de abusos y
torturas. </b>Dos años después de su cautiverio logró escapar y a pesar de que
padece estrés postraumático, Liu ha decidido contar el horror que vivió. “De
camino al trabajo que me obligaban a hacer siempre pasaba por una zona que
parecía un hospital, había gente en bata que conectaba a los prisioneros
a máquinas, les sacaban sangre constantemente y una vez oí como uno
decía que tenían que tener cuidado para no dañar los órganos”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“Me resultó impactante que
cuando se dirigían a los prisioneros <b>les llamaban por su
órgano: ‘el del corazón’ o ‘el del pulmón’ y nunca
les hablaban de ‘él’ o ‘ella'”</b>, relata el ex prisionero. A
estos prisioneros les sacaban sangre y muestras de orina a la fuerza. Se
trataba de una ‘granja humana’ propiedad del Partido Comunista chino.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Para el régimen, <b>el
cuerpo de una persona es propiedad del gobierno, sus órganos son un “bien
común”</b>, al igual que el bebé que porta una embarazada.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La realidad de los campos de trabajo
chinos es aterradora. Las minorías religiosas y los disidentes políticos son
encarcelados sin razón a veces durante años. En ese tiempo son torturados <b>y
a algunos les llevan a instalaciones quirúrgicas donde les extirpan sus órganos
mientras aún están vivos.</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“En un año puede haber más de 10.000
órganos en circulación”<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Según recoge </span></i><a href="http://www.lifenews.com/2016/09/22/china-is-kidnapping-people-and-harvesting-their-organs-while-they-are-still-alive/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">LifeNews</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, un informe presentado por el ex político canadiense David Kilgour apunta
que los trasplantes de órganos en China se producen 10 veces más que el resto
de países.<b> “Creemos que en un año puede haber más de 10.000 órganos en
circulación, los cuales más de la mitad han sido extraídos a la fuerza”.</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<a href="http://nypost.com/2016/09/20/the-grim-reality-of-human-organ-harvesting-in-china/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El New York Post</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> ha informado recientemente que en los dos últimos años el grupo
perteneciente a la religión ‘Falum Gong’ está siendo el principal objetivo para
alimentar al negocio de la venta de órganos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<a href="http://www.dafoh.org/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La Organización de Médicos contra el Tráfico de Órganos</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> (Dafoh) ha condenado las
prácticas que se están llevando a cabo en China y asegura que todos <b>‘los
presos de conciencia’ están en peligro de caer en el mercado del tráfico de
órganos.</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La presidenta de la organización, la
doctora australiana Sophia Bryskine, asegura que su organización está
trabajando especialmente en China porque, a diferencia de cualquier otro lugar
del mundo, “este país asiático es el único que todavía trafica con los órganos
de sus presos”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El régimen de Pekín tiene una ley
que permite utilizar a los presos ejecutados como donantes de órganos.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“China es un país corrupto, donde no
hay leyes que protejan a los ciudadanos</span></i></b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, el Partido Comunista Chino te puede encarcelar sin
motivo y tienen una ley que les permite utilizar a los presos ejecutados como
donantes de órganos”, afirma Bryskine.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La presidenta de la organización
contra el tráfico de órganos ha pedido a la comunidad internacional que actúe
ante esta barbarie. “Debemos tener una posición más fuerte con respecto a
China,<b> no se puede permitir que en pleno siglo XXI todavía existan granjas
humanas”</b>, sentenció.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Sin embargo, la extracción de
órganos en personas vivas también se está empezando a dar en países
occidentales. </span></i><a href="http://www.actuall.com/vida/la-donacion-de-organos-un-estimulo-en-holanda-para-pedir-la-eutanasia/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Actuall informaba como en Holanda
han propuesto que los médicos puedan extraer los órganos de pacientes
vivos que hayan solicitado la eutanasia</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, legal en países como Bélgica y Holanda, a fin de
asegurar los trasplantes.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Y esta también es otra realidad de
China, las mujeres y los bebés son otro de los principales objetivos. Según la
ONG </span></i><a href="http://www.womensrightswithoutfrontiers.org/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“Derechos de la mujer sin
fronteras”,</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> dedicada a acabar con el aborto forzado, <b>las mujeres embarazadas corren
peligro de ser obligadas a abortar.</b><o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Si una mujer se niega a abortar,
será encarcelada y obligada a abortar incluso hasta el noveno mes de embarazo <b>“Para
el gobierno, los bebés son suyos incluso antes de que nazcan y depende del
Partido Comunista si una mujer tiene un bebé o lo aborta</b>, sin que ellas
puedan decir nada”, asegura su presidenta Reggie Littlejohn.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Si una mujer se niega a abortar
puede ser encarcelada y obligada a abortar incluso durante el noveno mes
de embarazo. Su familia, reputación y en general su vida estará amenazada.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“En los países democráticos tenemos
los derechos inalienables dados por Dios que el gobierno no puede quitar”, dijo
Littlejohn. Sin embargo, en China, -añade- <b>el Partido Comunista considera
que tiene la habilidad de otorgar o prohibir derechos según les plazca.</b> Las
personas no tienen derecho a menos que el gobierno se los dé”.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Del tráfico de órganos de bebés bien
sabe el gigante abortista </span></i><a href="http://www.actuall.com/?s=planned+parenthood"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Planned Parenthood.</span></i></a><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> A través de los vídeos de cámara oculta del Centro de
Progreso Médico, los propios médicos confesaban que traficaban con
órganos de bebés abortados.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<a href="http://www.actuall.com/vida/los-precios-de-planned-parenthood-350-dolares-por-medio-higado-750-por-un-cerebro/"><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Actuall</span></i><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> publicaba la conversación de </span></i></a><b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Jennifer Russo, directora médica de
Planned Parenthood en Orange County (California),</span></i></b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> cuando ofrecía cerebros
intactos de bebés abortados.<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La diferencia es que Estados Unidos
es un régimen democrático basado en el Estado de Derecho. Al menos en teoría…<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Esta noticia nos
recuerda la novela del escritor inglés Kazuo Isghiguro, “Nunca me abandones”.
Escrita en el 2005, transcurre en un
internado modelo, ubicado en la campiña inglesa, cuyos habitantes, niños y
jóvenes, son clones de otras personas y han sido engendrados –artificialmente-
con el único objetivo de servir como “dadores” de órganos para trasplantes en
el futuro. A juzgar por la noticia de
más arriba, la realidad termina por superar la ficción.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Pero lo que
sucede hoy en China sucede también en Occidente: en Holanda se está promoviendo
un proyecto de ley que permita extender la eutanasia no ya a los enfermos
terminales, sino a los que están meramente cansados de la vida. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En cuanto a la
referencia a la </span><b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Planned Parenthood</span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">se trata de la IPPF (International Planned
Parenthood Federation): una institución “benéfica” que cuenta con el apoyo del
estado norteamericano y de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es,
fundamentalmente, difundir los beneficios del aborto por todo el mundo, en
especial en los países pobres del llamado tercer mundo. Para ello recurre,
cuando es preciso, a entregar ciertas “compensaciones” a legisladores y
políticos, comunicadores sociales, grupos de presión social, etc. para comprar
su apoyo a favor del reconocimiento legal del aborto y la difusión de los
medios contraceptivos. Cuenta con numerosas clínicas de “ayuda” a la mujer en
las que practican abortos. La referencia a esta institución aquí, es mucho más
concreta (e inquietante): hace poco un grupo realizó una investigación y demostró
que la IPPF está comprometida no con la salud de la mujer y la defensa de lo
que ellos llaman los derechos reproductivos, sino con el negocio de órganos y
tejidos frescos de los fetos abortados, por los cuales el mercado paga jugosos
dividendos (éste es el vínculo: </span><a href="http://www.actuall.com/vida/los-precios-de-planned-parenthood-350-dolares-por-medio-higado-750-por-un-cerebro/"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">http://www.actuall.com/vida/los-precios-de-planned-parenthood-350-dolares-por-medio-higado-750-por-un-cerebro/</span></a><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">) . Por cierto, la IPPF ha hecho sustanciales
aportes a la campaña de Hillary Clinton, en quien siempre han encontrado una
ardiente defensora.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Dejando de lado
los ejemplos, veamos la vertiente filosófica de la actual situación. Para ello
veremos los siguientes textos
filosóficos:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center" class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm; text-align: center;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Textos:<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<i>Me
temo que no podremos librarnos de Dios, pues aún creemos en la gramática”</i>
F. Nietzsche, <i>“El crepúsculo de los
ídolos”<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“No debemos imaginar que el mundo nos muestra una faz
legible que tan sólo hemos de descifrar. El mundo no es cómplice de nuestro
conocimiento; no hay una providencia pre discursiva que lo disponga a nuestro
favor. Es preciso concebir el discurso como una violencia que hacemos las
cosas, en todo caso como una práctica donde los fenómenos del discurso hallan su
principio de regularidad”. </span></i></b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Michel Foucault, “<i>El orden del discurso”.<o:p></o:p></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> “La cuestión de
la pura verdad del cristianismo –ya sea en relación a la existencia su Dios, o
bien a la historicidad de su mito originario (…)- es una asunto simplemente
secundario mientras no se acometa el valor de la moral cristiana (…) Para el
problema de la verdad los creyentes están inmunizados, y al fin y al cabo
pueden servirse de la lógica de los incrédulos para crearse un derecho a
afirmar ciertas cosas como irrefutables, o sea, más allá de toda posibilidad de
discusión. (Este ardid se llama hoy “criticismo kantiano”)”.</span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> F. Nietzsche.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“Como ilustrados y librepensadores del siglo XIX, nos
alumbramos con la llama de la fe cristina, que también era la fe de Platón,
según la cual Dios es la verdad, y la verdad es divina.” </span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">F. Nietzsche<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<i>Una
búsqueda de la verdad sólo podría darse si hubiese algo así como una
justificación última, es decir, no una justificación frente a un auditorio
finito de oyentes humanos, sino una justificación ante Dios”. </i>Richard
Rorty.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> “Realmente,
nunca damos una paso más allá de nosotros mismos”. </span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">David Hume.<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“El intento de unir lo público y lo privado subyace
tanto al intento platónico de responder a la pregunta “¿porqué va en interés de
uno ser justo?”, como a la tesis cristina según la cual se logra la perfecta
realización de sí mismo a través del servicio de los demás. Estos intentos
metafísicos o teológicos de ligar con un sentido de comunidad un esfuerzo
dirigido a la perfección exigen el reconocimiento a la perfección exigen el
reconocimiento de una naturaleza humana común. Nos piden que creamos que lo más
importante para cada uno de nosotros es lo que tenemos en común con los demás;
que las fuentes de la realización privada y las de la solidaridad humana son
las mismas…No obstante, desde Hegel los pensadores historicistas han intentado
ir más allá de esa conocida restricción .Han negado que exista una cosa tal
como “la naturaleza humana”, o “el nivel más profundo del yo”…Este giro
historicista nos ha ayudado a librarnos, gradual pero firmemente, de la
teología y de la metafísica…Nos ha ayudado a reemplazar la Verdad por la
Libertad como meta del pensamiento y del progreso social”. </span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Richard Rorty, “<i>Contingencia,
ironía y solidaridad.”<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Qué relación
puede existir entre la gramática y la existencia de Dios? La existencia de la
gramática es el testimonio de que nuestro pensamiento y su expresión siguen un
orden lógico. Es el testimonio de que las cosas tienen sentido y un “logos” o
razón asequible a la inteligencia del hombre. Para terminar de entender esta
cuestión hay que recordar que, por el contrario, el nominalismo y el voluntarismo asociado a
aquél, tienen las siguientes implicancias: por el lado del voluntarismo
(divino) la realidad deja de tener un logos intrínseco que la vuelva
cognoscible (e incluso previsible). La realidad carece de una lógica
intrínseca, por ser fruto de un Dios para el que hasta el mismo absurdo es
posible. Luego de Occam, en la
Modernidad esta conclusión también la propone Descartes: “(Dios) fue tan libre
para hacer que no fuese verdadero que todas las líneas que parten del centro de
la circunferencia fuesen iguales, como para crear el mundo”. Fue tan libre como
para “hacer que dos por cuatro no fuesen ocho”, “para hacer una montaña sin
valle”, para que “proposiciones contradictorias puedan darse a la vez”. Todo lo
que es, en tanto que ha sido creado por Dios, es el fruto de una voluntad
inescrutable. Pero si esto es así, el mundo pierde su rostro legible. Ahora
bien, por el lado del nominalismo, se llega a la misma conclusión: si las cosas
no tienen una esencia, un modo de ser común a muchos individuos (puesto que en
la hipótesis nominalista, recordemos, las esencias universales son una creación
de la mente), entonces no cabe descubrir en ellas un logos o sentido. Vemos, de
esta manera, como nominalismo y voluntarismo se retroalimentan el uno al otro
para llegar al mismo resultado. Las cosas no tienen un rostro legible y
podríamos estar viviendo en el absurdo. Pero si esto es así, si las cosas no
tienen un “rostro legible”, dejan de ser la vía de acceso al conocimiento de
Dios a través de la razón. El siguiente paso de ese recorrido es negar la
existencia de Dios (ateísmo). Por el contrario, afirmar o creer en la
grámatica, implica que Dios existe.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Ahora bien,
desde una perspectiva atea como la de Nietzsche, Foucault y Rorty, en el caso del hombre ya no se trata de un
voluntarismo divino, sino de otro tipo de voluntarismo: un voluntarismo humano.
Es la misma voluntad del hombre la que no está sujeta a la verdad, es decir, al
reconocimiento de lo que las cosas son y que, por ser de un determinado
modo, (o sea, por tener una naturaleza o
esencia) piden ser tratadas de un modo determinado. Desde esta
perspectiva, la voluntad del hombre ya
no tiene que plegarse a la verdad (al conocimiento de lo que las cosas son en
sí y no para mí). Como dice Rorty, ahora podemos reemplazar la Verdad por la
Libertad.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Más aún, ¿por
qué deberíamos plegarnos a la verdad, sino ya no hay verdad? ¿Qué sentido tiene
hablar de la verdad si resulta que <i><u>no
podemos dar un paso más allá de nosotros mismos</u></i>, como afirma Hume?.
¿Por qué decía esto Hume? Porque, al filosofar en la senda abierta por
Descartes, para quien lo que conocemos no son las cosas, sino nuestras ideas,
la conclusión lógica es negar toda posibilidad de tener acceso cognoscitivo a
la realidad. Estamos encerrados en el círculo de nuestras propias ideas
(recordemos que para Descartes las ideas son <b><u>signos instrumentales</u></b>
y no <b>signos formales). </b>Estamos frente a un rasgo común a toda la
filosofía de la Modernidad: el <b>inmanentismo</b>.</span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Recordemos que
este vocablo procede de las palabras latinas <i>in manere</i>, que significan “<i>permanecer
dentro de”</i>. Ya lo hemos encontrado a propósito del análisis filosófico del
viviente (la inmanencia de la vida). Pero el <b>inmanentismo </b> es un “ismo”
más, un error. Con este término designamos aquella postura que considera que el
hombre no es capaz de trascender este mundo para alcanzar a Dios. El
inmanentismo clausura al hombre y a la sociedad en <i>este mundo</i>, en la historia. Según él, el hombre se salva a sí
mismo, construyendo por las solas fuerzas de su razón, sin ayuda de Dios, una
sociedad perfecta integrada por hombres buenos. Esta postura dio origen a las
grandes utopías del siglo XX como el comunismo marxista y el capitalismo
liberal, para quienes la felicidad se alcanza aplicando a la sociedad sus recetas, en algunos casos mediante el
empleo del terror, y en otros mediante la coerción de los poderes económicos.
Esto tiene plena vigencia. El origen de este inmanentismo está en el error de
Descartes cuando afirma que “conocemos nuestras <b>ideas” </b>(en lugar de afirmar que en las ideas y a través de ellas
conocemos las esencias). También Locke incurre en el mismo error y Hume lo
formula con la máxima radicalidad: no podemos dar un paso más allá de nosotros
mismos.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La
consecuencia de esta “emancipación” de la libertad con respecto a la verdad
(voluntarismo) es la siguiente: la libertad se fija sus propias metas y
objetivos, no requiere del conocimiento de la verdad; más aún: la verdad
significa una limitación a la libertad humana. Hablar de verdades (racionales o
de fe) es asumir una postura intolerante. La libertad no reconoce límites. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Qué relación hay entre
Dios y la verdad? <o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La cuestión de la pura verdad del cristianismo –ya sea
en relación a la existencia su Dios, o bien a la historicidad de su mito
originario (…)- es una asunto simplemente secundario mientras no se acometa el
valor de la moral cristiana (…)</span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Esta frase de
Nietzsche plantea que la cuestión de la verdad del cristianismo (o sea: ¿existe
Dios? ¿Dios se hizo hombre en Jesucristo?) Es una cuestión secundaria, sin
importancia. ¿Qué es lo importante, según Nietzsche? Abordar la cuestión de
fondo, que es ésta: <u>¿cuál es el valor de la moral cristiana</u>? Nietzsche
sostenía que la moral del cristianismo es una moral del resentimiento, es la
moral de los esclavos que enervan la fuerza de los poderosos convenciéndolos de
que la humildad y la caridad constituyen valores fundamentales (de ahí que
Nietzsche, junto con Marx y Freud, sea
calificado por Paul Ricoeur como uno de los “maestros de la sospecha”). Como no
tienen fuerza para vencer a los poderosos, los desarman. Pero el planteo de
fondo de Nietzsche lleva a sostener que la cuestión de la verdad ya no
interesa, sino que lo importante es si una afirmación resulta útil o no. En
otras palabras: no interesa la verdad, sino el éxito o fracaso. El conocimiento
es una ilusión, el discurso en sí no tiene validez (esto es, no es verdadero ni
falso): “<i>en un pensar que no está
comprometido con la verdad, sino con el éxito ya no cabe decir con nitidez en
qué habría de consistir el éxito. La claridad ya no puede ser lo importante.
Los pensamientos confusos pueden ser más útiles que los claros</i>.” (Spaemann)
Esta postura la volvemos a encontrar en el naturalismo de la epistemología
evolucionista: en efecto, para el evolucionismo todo –por lo tanto el
pensamiento mismo, la filosofía, la religión, etc.etc.- es efecto de
estrategias adaptativas. Ya no se puede decir que una afirmación sea verdadera
o falsa: eso no tiene importancia ya que lo que se afirma, se lo afirma como
resultado de una estrategia adaptativa de la naturaleza que evoluciona en y a
través del hombre (por supuesto, cabe volver la tesis contra quien la sostiene:
el evolucionismo no es verdadero, sino otra estrategia más que la vida ha
desarrollado para sobrevivir).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“Como ilustrados y librepensadores del siglo XIX, nos
alumbramos con la llama de la fe cristina, que también era la fe de Platón,
según la cual Dios es la verdad, y la verdad es divina.” </span></i></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">F. Nietzsche<o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<i>Una
búsqueda de la verdad sólo podría darse si hubiese algo así como una
justificación última, es decir, no una justificación frente a un auditorio
finito de oyentes humanos, sino una justificación ante Dios.<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">¿Por qué dice esto Nietzsche? Porque Kant,
recordemos, sostenía que solo conocemos los fenómenos, pero no “la cosa en sí”
o noumeno (la sustancia). En todo caso, la sustancia o cosa en sí solo es
accesible, según Kant, al <i>inellectus
archetypus</i> (</span></b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">un intelecto
arquetípico</span></i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">),<b><i> </i></b>es
decir, a la Mente de Dios que ha creado todo según las Ideas Divinas que son
los arquetipos o modelos de las cosas. Por eso Nietzsche, y con él, el
neopragmatismo de Rorty, afirman que “<i>sólo
bajo el supuesto de un intelecto arquetípico tiene sentido hablar de la cosa en
sí o de un mundo verdadero</i>” (Spaemann). Señalemos que esta tesis de Kant de
un “intelecto arquetípico” no es una ocurrencia del filósofo alemán, sino que
es una tesis que se remonta a Platón cuando afirmaba que existen los modelos
eternos de las cosas de este mundo. Para la tradición del pensamiento
cristiano, en la inteligencia de Dios están los modelos o arquetipos de todas
las cosas: son las esencias de todas las creaturas. Esas esencias son los
infinitos modos en que Dios puede ser participado. El intelecto arquetípico es
en definitiva el intelecto de Dios. Dios sí puede conocer lo que las cosas son
en sí, sus esencias, pero el hombre no puede (no puede según Kant, según
Nietzsche). Ahora bien, ese supuesto –de que existe un “intelecto arquetípico”-
es falso según Nietzsche y Rorty: en efecto, según ellos Dios no existe. Ahora
bien, sigue diciendo Nietzsche, los herederos de la Ilustración (entre los
cuales se encuentra Kant) ingenuamente continúan hablando de la verdad, pero en
ese discurso hay una incoherencia, ya que Dios no existe. Veremos en seguida
como Sartre participa de esta visión (sólo que como es ateo, se ve obligado a
negar que el hombre tenga una esencia o naturaleza). Ayuda a entender la frase
de Nietzsche que estamos comentando, si recordemos la enseñanza de Platón que
está expresada en su famosa alegoría de la caverna: los hombres encadenados que
contemplan las figuras que se proyectan sobre el fondo de la caverna, al
liberarse descubren la verdadera fuente de la luz: la idea de Bien. La idea de
Bien está simbolizada por el sol, el cual hace visibles las cosas, nos permite
conocerlas. Consiguientemente, para Platón, la razón de que podamos conocer
verdaderamente las cosas, es decir, la razón por la que podemos alcanzar la
verdad sobre las cosas, está en la idea de Bien que las ilumina. Más aún: si
bien cuando hablamos de la verdad en lo primero en que pensamos es en la verdad
como una propiedad del conocimiento (nuestros juicios son verdaderos o falsos
según se adecuen o no a la realidad: la verdad en el ámbito del conocimiento se
la define como la ”adecuación del intelecto a la cosa”), lo cierto es que para
la tradición del pensamiento clásico y medieval, la verdad también –o más bien,
antes- es una propiedad que poseen las cosas: la verdad de las cosas (<i>veritas rerum</i>). Así, para Santo Tomás las cosas son verdaderas. ¿En qué
sentido? En el mismo sentido que le atribuimos a la frase “esto es verdadero
oro”. Con esa frase u otras parecidas,
queremos decir que esa pieza que vemos, es un genuino fragmento de oro,
y no una apariencia de oro. Por el contrario, si se demostrase que no es oro
sino metal dorado, decimos que “no es <b>verdadero</b>
oro”. Pero igualmente será otro metal, cualquiera que fuere, y como tal,
también verdadero (verdadero oropel, por ejemplo).Pero estas reflexiones, nos
llevan inevitablemente a tener que reconocer dos cosas: 1º que la verdad de las
cosas, el que sean verdaderas, es lo que fundamenta que nuestros juicios sean
verdaderos (cuando lo son). Nuestros juicios en cuanto a su verdad o falsedad
se deben ajustar a la verdad de las cosas; 2º que todas las cosas son
verdaderas, son consistentes, no son engañosas. Y el fundamento último de esta
“verdad de las cosas” es precisamente que han sido pensadas antes de su
creación por la mente divina y luego creadas. Pero las cosas creadas son fieles
al diseño que hizo de ellas Dios (el “intelecto arquetípico”) para crearlas.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El relativismo como
consecuencia del secularismo</span></u></b><b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">.</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es evidente que
toda esta secuencia desemboca en una postura relativista: cualquier afirmación
que se haga no es más que una mera opinión puesto que no existe la verdad.
Cualquier postura filosófica o visión religiosa responden a un interés no
explícito por afirmar la propia voluntad, o bien la voluntad de una clase
social. Todo responde a un interés por afirmar la propia voluntad y sus fines. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El
relativismo es una postura ética muy común. En ética está bastante clara esta
situación. El nominalismo y su asociación con el voluntarismo divino (la teoría
del mandato divino y su fundamento) propuestos por Occam, y que también fue
asumido por Lutero, Calvino y Descartes, entre otros) lleva directamente al
relativismo: 1º si no hay nada universal, tampoco hay “universales morales” del
tipo: “el adulterio siempre es malo siempre”, o “robar siempre es malo”. No se
pueden definir <b>absolutos morales</b> a
partir de naturaleza del hombre (que, por esencia inmutable). Para Occam, los
preceptos morales dependen de una
voluntad divina <b>exclusivamente</b>. El
mandato de Dios es lo único que hace que un acto sea moralmente bueno. Nosotros
decimos que es la ley natural, que está fundada en la naturaleza del hombre
mismo, y que ha sido creada por Dios. Un acto es bueno o malo según su relación
con la ley natural: la ley natural es la causa inmediata, el fundamento
inmediato. Pero Dios –<b>la ley divina </b>- es la causa última, el último fundamento, ya
que es Dios el creador de esa naturaleza humana. En la modernidad, los
nominalistas religiosos como Lutero, para salvaguardar la religión de toda
contaminación racionalista, eliminan la ley natural y los nominalistas no
religiosos o puramente filosóficos minimizan la religión, eliminando la ley
divina.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Este
planteo entre la relación de la bondad de los actos morales, o mandatos
morales, estaba ya planteado por Sócrates o Platón en el Eutifrón. Solo que en
ese diálogo Platón se preguntaba a través de Sócrates por el fundamento de los
actos piadosos: ¿<i>algo es piadoso porque
lo quieren los dioses o los dioses lo quieren porque es piadoso</i>? Si algo es
piadoso porque lo quieren los dioses, los mandatos se vuelven contradictorios
porque los dioses griegos se contradicen. Pero esta misma cuestión queda
planteada para nosotros en forma distinta, ya que hay un solo Dios: ¿qué
relación hay entre que Dios quiera un acto y la bondad intrínseca de ese acto?
Si la ley de Dios, es decir, la voluntad legisladora de Dios, es la causa de
que un acto sea bueno o malo, Dios termina apareciendo como un ser irracional y
arbitrario y además, la moral humana (la ley natural) termina siendo el
resultado de un mandato divino cuyo sentido se nos escapa: no hay una
racionalidad accesible al hombre. Pero, a la vez, por otro lado si pensamos que la naturaleza del acto es lo
que determina su bondad o maldad, el
resultado es que entonces Dios se vería limitado, porque estaríamos poniendo
algo por encima de Dios, ya que la naturaleza del acto hace que Dios lo quiera.
La respuesta a este dilema, la respuesta correcta, es la siguiente: la voluntad
de Dios es racional, no arbitraria, porque El es bueno y El quiere siempre lo
bueno para nosotros. Es decir que la bondad o maldad depende a) de la
naturaleza de Dios (que siempre es
bueno) y de la voluntad de Dios (que siendo bueno, quiere lo bueno para
nosotros) y b) de la naturaleza del acto. El fundamento inmediato de la bondad
o maldad de los actos morales está en la naturaleza humana (ley natural) y el
fundamento último y radical, está en Dios.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El
relativismo surge a partir del empirismo (el cual, a su vez, constituyó una
reacción al error opuesto que era el racionalismo). Este empirismo lleva a la <b><u>teoría emotivista</u></b> de los
valores, según la cual decir que “matar es malo” no es hacer una afirmación
sobre la realidad, sino sobre nuestros sentimientos (“me repugna matar”), los
cuales son subjetivos. Es por ello que no hay nada bueno o malo. En esta
postura hay que reconocer también a Hume como su antecedente. Pero lo siguieron
el positivismo lógico (Ayer, Quine) y sobre todo la filosofía analítica que
distingue entre <b>hechos</b> y <b>valores</b> (de ahí esas frasecitas tan
comunes: “no me impongas tus valores” o “no hay que hacer juicios de valor”).
Los valores son subjetivos y personales, nadie puede juzgar calidad moral de
los actos por sus valores, los valores
son privados. Y si a los valores se les llega a reconocer alguna dimensión
pública, ello se debe al consenso, o sea por la fuerza de la mayoría que se
impone a los demás y transforma “sus valores” en leyes e instituciones. Ya no
se habla de bienes y de virtudes: se habla de valores. Para quienes se oponen
al relativismo moral –como el realismo., la realidad incluye también los bienes
morales, los valores son objetivos. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Por
ello, si la moral es objetiva en lugar de subjetiva, si la moral (los absolutos
morales y sus mandatos) proviene de la naturaleza humana universal (“universal”
porque es la misma para todo hombre), en lugar de provenir de las voluntades de
algunos individuos, entonces, no se juzga a los demás y no se les impone nada
que sea extrínseco a ellos y por lo tanto represor. No solo no es represor un
mandato que proviene de la naturaleza humana, sino que, por el contrario, el
que es represor y dictatorial es, precisamente, el relativismo, por carecer de un fundamento real, arraigado
en la naturaleza humana. “No me impongas tus valores porque son relativos” dice
el relativista, pero crea una sociedad para la cual todo proviene del hombre
sin ningún fundamento en la ley natural y en Dios; inevitablemente, con el
relativismo todo mandato moral termina siendo impuesto por la sociedad. Pero
los relativistas se llaman a sí mismos “liberales”, tan liberales que autorizan
a matar a los no nacidos, en nombre de la libertad, porque se trata de una
libertad que no quiere sujetarse a nada que no provenga de sus propios deseos,
a nada objetivo. Se trata la libertad que proclama el relativismo de una
libertad que no reconoce la verdad, sino que busca satisfacer sus deseos, ya
que su voluntad emancipada es la ley.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es
sintomático que en la modernidad el concepto de “tolerancia” haya sufrido un
giro semántico característico. Para los grandes maestros del pensamiento
occidental, la tolerancia suponía la convicción de que hay conductas que en sí
mismas son malas, pero que, por razones de prudencia (me refiero a la prudencia
política) deben ser <b>toleradas, pero esa
“tolerancia” no implicaba rebajarlas en su maldad, sino todo lo contrario</b>.
La razón por las que se las podía o debía tolerar, era sencillamente una razón
de oportunidad: para que, en virtud de determinadas circunstancias, su represión no produjera males mayores. Caso
contrario, de reprimirse una conducta, esa represión se transformaba en un
camino seguro para que otros males mayores se produjeran (como dice el dicho,
“peor es el remedio que la enfermedad”). La tolerancia en sentido moderno,
supone que no hay verdad y que todo valor moral es relativo. Por ello, quien se
presenta en sociedad armado de determinadas convicciones religiosas o morales,
es un <b>intolerante </b>y se encuentra
bajo sospecha de los bien-pensantes. Es, en definitiva, un<b> fanático.</b><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“<i>Me
temo que no podremos librarnos de Dios, pues aún creemos en la gramática”</i>
F. Nietzsche, <i>“El crepúsculo de los
ídolos”<o:p></o:p></i></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Esta
frase se vuelve mucho más clara cuando es retomada contemporáneamente por una
corriente filosófica conocida como el “<b>deconstruccionismo”
(J. Derrida). </b>Los deconstruccionistas niegan la esencia del lenguaje, que
es, precisamente, su intencionalidad, su capacidad de remitirnos a la realidad.
Pero para los deconstruccionistas, las palabras no remiten a la realidad, ya
que no hay cosas en sí mismas fuera del lenguaje: nada hay más allá de los
textos. Se trata de un error: puesto que el lenguaje debe remitirse siempre a
la realidad (sino no sería un instrumento eficaz para comunicarnos); el lenguaje
se debe plegarse a la realidad. La
gramática se articula según la realidad, según las cosas. Ahora bien, las cosas
han sido creadas por Dios, y por ello podemos decir que son como las huellas de
Dios (los efectos de Dios). Pero lo que nos dice Nietzsche es que mientras
persista la “creencia” en la gramática, seguiremos reconociendo que el lenguaje
se articula según la realidad y, finalmente, que la realidad tiene un sentido
que le viene de su autor, Dios. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">CONSECUENCIAS DEL
SECULARISMO CON RESPECTO AL CONCEPTO DE “NATURALEZA HUMANA”<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Veremos
también hasta qué punto este secularismo destruye la misma noción de una
“naturaleza humana”, ya sea porque la niega (Sartre por ejemplo), ya sea porque
la malinterpreta (el <b>espiritualismo
exagerado</b>, <b>el naturalismo</b>, <b>Rousseau</b>, el <b>historicismo y el culturalismo</b>)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">En primer
término veremos a partir del siguiente texto de Sartre, la postura que niega
que el hombre tenga una naturaleza o esencia.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">"</span></i><b><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Consideremos un objeto fabricado,
por ejemplo un libro o un cortapapel. Este objeto ha sido fabricado por un
artesano que se ha inspirado en un concepto; se ha referido al concepto de
cortapapel, e igualmente a una técnica de producción previa que forma parte del
concepto, y que en el fondo es una receta. Así, el cortapapel es a la vez un
objeto que se produce de cierta manera y que, por otra parte, tiene una
utilidad definida, y que no se puede suponer un hombre que produjera un
cortapapel sin saber para qué va a servir ese objeto. Diríamos entonces que en
el caso del cortapapel, la esencia -es decir, el conjunto de recetas y de
cualidades que permite producirlo y definirlo- precede a la existencia; y así
está determinada la presencia frente a mí, de tal o cual cortapapel, de tal o
cual libro. Tenemos aquí, pues, una visión técnica del mundo, en la cual se
puede decir que la producción precede a la existencia. <o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Al concebir un Dios
creador, este Dios se asimila la mayoría de las veces a un artesano superior; y cualquiera que sea la
doctrina que consideremos, trátase de una doctrina como la de Descartes o como
la de Leibnitz, admitimos siempre que la voluntad sigue más o menos al
entendimiento, por lo menos lo acompaña, y que Dios, cuando crea, sabe con
precisión lo que crea. Así el concepto de hombre en el espíritu de Dios, es
asimilable al concepto de cortapapel en el espíritu del industrial; y Dios
produce al hombre siguiendo técnicas y una concepción, exactamente como el
artesano fabrica un cortapapel siguiendo una definición y una técnica. Así el
hombre individual realiza cierto concepto que está en el entendimiento divino.
En el siglo XVIII, en el ateísmo de los filósofos, la noción de Dios es
suprimida, pero no pasa lo mismo con la idea de que la esencia precede a la
existencia. Esta idea la encontramos un poco en todas partes: la encontramos en
Diderot, en Voltaire y aun en Kant. El hombre es poseedor de una naturaleza
humana, que es el concepto humano, se encuentra en todos los hombres, lo que
significa que cada hombre es un ejemplo particular de un concepto universal, el
hombre; en Kant resulta de esta universalidad que tanto el hombre de los
bosques, el hombre de la naturaleza, como el burgués, están sujetos a la misma
definición y poseen las mismas cualidades básicas. Así, pues, aquí también la
esencia del hombre precede a esa existencia histórica que encontramos en la
naturaleza.<o:p></o:p></span></i></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El existencialismo ateo que yo
represento es más coherente. Declara que si Dios no existe, hay por lo menos un
ser en el que la existencia precede a la esencia, un ser que existe antes de
poder ser definido por ningún concepto, y que este ser es el hombre o, como
dice Heidegger, la realidad humana. ¿Qué significa aquí que la existencia
precede a la esencia? Significa que el hombre empieza por existir, se
encuentra, surge en el mundo, y que después se define. El hombre, tal como lo
concibe el existencialista, si no es definible, es porque empieza por no ser
nada. Sólo será después, y será tal como se haya hecho. Así, pues, no hay
naturaleza humana, porque no hay Dios para concebirla. El hombre es el único
que no sólo es tal como él se concibe, sino tal como él se quiere, y como se
concibe después de la existencia, como se quiere después de este impulso hacia
la existencia; el hombre no es otra cosa que lo que él se hace. Este es el
primer principio del existencialismo.</span></i></b><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">" </span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Jean
Paul </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">S</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">artre</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">: "<i>El
existencialismo es un humanismo</i></span><span class="MsoFootnoteReference"><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> </span></i></span><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn18" name="_ednref18" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[18]</span></b></span><!--[endif]--></span></i></span></a><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> .<o:p></o:p></span></i></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Esta
postura de Sartre toca temas que, en sentido estricto, exceden nuestro marco:
conciernen a la metafísica, por lo tanto a ella deberíamos remitirnos. Como
ello no es posible, nos limitaremos a formular una breve crítica a ella.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">-Por de
pronto, hay que decir que el supuesto de Sartre es acertado: si hay esencias,
ello supone una inteligencia creadora (Dios). Pero, seguidamente, se debe
agregar que el primer error en que incurre este filósofo radica en dar por
sentado que Dios no existe, y de ello
deduce que el hombre carece de esencia o naturaleza. Pero ese supuesto,
no es más que un supuesto, o mejor dicho, un prejuicio, puesto que en ningún
momento Sartre discute las pruebas de la existencia de Dios, ni menos aún,
propone alguna prueba a favor de su (supuesta) inexistencia. Su filosofía
arranca de un ateísmo postulatorio, dogmáticamente afirmado. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">-Por
otra parte, la existencia no puede preceder a la esencia, porque la existencia
es existencia de <b>algo</b>, de una
realidad que es o tiene una forma de ser, de una realidad que es algo
determinado en el nivel de la esencia.
Es absurdo pensar que se pueda dar una existencia sin un algo que la
posee. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">-Por
otra parte, confunde “<u>el ser
sustancialmente determinado</u>” con “<u>el ser individualmente</u> <u>determinado</u>”.
Todo hombre, por ser hombre, está determinado en el orden sustancial o
esencial: es un hombre (no un roble o un perro). Eso significa ser o estar
“sustancialmente determinado”. Pero que alguien posea la esencia o naturaleza
de hombre, no implica afirmar que el individuo que la posee (Juan, Pedro, Ana), esté acabado, realizado
definitivamente, sin posibilidades de cambiar y perfeccionarse operativamente,
es decir, no implica estar “individualmente determinado”. Cada uno de nosotros,
que por ser hombres, estamos “sustancialmente determinados”, pero en la medida
en que nacemos y crecemos en un medio
determinado y, sobre todo, en la medida en que hacemos nuestras elecciones
vitales –elegimos una profesión, nos casamos, etc. etc.- nos vamos “determinando individualmente” <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn19" name="_ednref19" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Sartre, hace de ambas realidades una sola
cosa, y cree que estar o ser sustancialmente
determinado (tener la naturaleza o esencia de hombre) significa estar
individualmente determinado. Lo cual le parece muy grave porque sería negar la
libertad del hombre.
<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">- Por
otra parte, incurre en contradicción: sostiene que el hombre no puede ser
definido, sin embargo concluye diciendo que el hombre <b>es existencia que precede a su esencia</b>. Por lo tanto, quiéralo o
no, está dando una definición de lo que, a sus ojos, es el hombre.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoBodyText" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">-
Finalmente, Sartre propone una visión del hombre en la que no reconoce límites.
La libertad humana a sus ojos es un absoluto, a la que nada precede. Llevado al
plano ético, esto significa que el hombre puede <b>hacerse a sí mismo lo que él desee: no hay valores éticos a los cuales
debería ajustarse su proceder. </b>El hombre es creador absoluto de los valores
morales.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El naturalismo y el
espiritualismo exagerado.</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Otros conceptualizan la noción de <b>naturaleza</b> de modo tal que la
consideran inaplicable al hombre. Aquí se presentan, en primer término, <b><u>dos posibles posturas</u>: </b>el <b>naturalismo </b>(a veces también llamado
bioligicismo, o fisicismo) y el<b>
espiritualismo exagerado.</b> Estas dos posturas una base común: le dan un
significado restringido y empobrecido al concepto de <b>naturaleza</b>, de modo tal que lo tornan inaplicable al hombre. En
efecto, la <b>naturaleza</b>, para ambas
perspectivas, está <u>limitada a lo meramente biológico o físico</u>. La
naturaleza es lo biológico o lo físico (indistintamente). Ahora bien, por un
lado, resulta que el nivel físico-biológico está regido por leyes necesarias,
es el reino de las leyes y procesos que se cumplen inexorablemente (estas leyes
son objeto de estudio de las ciencias experimentales), pero, por otro lado, el
hombre es un ser libre, por lo tanto, si admitimos que tiene una <b>naturaleza </b>(aquí debemos sobrentender
que se trata de una <b>naturaleza puramente
físico-biológica</b>), nos vemos obligados a negar la libertad del hombre y, a
la inversa, si admitimos que es libre, debemos negar que tenga una naturaleza.
La fórmula sería: “si es libre, no tiene naturaleza, si tiene naturaleza no es
libre”. De esta manera unos razonan que el hombre no tiene una naturaleza
–entendida como lo meramente físico-orgánico- porque en caso contrario se
estaría negando su libertad. Para ellos (me refiero al <b><u>espiritualismo exagerado)</u></b> "decir que el hombre tiene
naturaleza equivaldría a decir que no es libre”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn20" name="_ednref20" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Pero también están aquellos que eligen la otra opción: al darle primacía al
modo de saber científico –a las ciencias experimentales- terminan negando el
espíritu o, en todo caso, si se avienen a hablar de espíritu, es para hacer de
éste un epifenómeno, un fenómeno residual y subordinado a la materia<b> </b>(me refiero al <b><u>naturalismo</u></b>).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Estas dos posturas, el <b>espiritualismo exagerado</b> y el <b>naturalismo</b>,
son muy interesantes desde el punto de vista de la <b>antropología filosófica, </b>porque nos enfrentan con un grave error de
base que nos desvía de un adecuado conocimiento del hombre y, a la vez, nos
muestra la estrecha conexión entre la ética y la antropología filosófica: un
error conceptual acerca de qué es el hombre, repercute en el modo de entender y
desarrollar la ética. En efecto, las posturas recién reseñadas contienen una <b>concepción dualista del hombre, </b>en el
caso del <b><u>espiritualismo exagerado</u></b>,
o <b>una concepción monista, </b>en el caso
del <b><u>naturalismo</u></b>: por un lado
está el cuerpo, que como entidad física y biológica es una realidad distinta
del “espíritu” y está al alcance exclusivo de las ciencias experimentales, y,
por otro lado, lo específico del hombre, que es estudiado por la filosofía
exclusivamente, a saber, su razón y su libertad (el “espíritu”). Y así resulta
que la información de las ciencias experimentales y de la filosofía que
convergen sobre el hombre, es mutuamente incompatible: nada de lo que diga ésta
(la filosofía) puede encontrar confirmación ni coincidencia con lo que digan
aquellas (las ciencias particulares). No sólo eso, cada una pretende excluir a
la otra. Se trata, como observa Spaemann <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn21" name="_ednref21" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></a>
, de una nueva versión de la teoría de la doble verdad; no hay un puente entre
lo que las ciencias dicen del hombre y lo que la filosofía dice del hombre.
Este error está tanto en el dualismo antropológico (el hombre es su razón, el
cuerpo le es ajeno) de Descartes (res cogitans-res extensa), de Kant y de otros
filósofos, como en las filosofías materialistas. Pero lo más interesante es el
resultado final en el que terminan por desembocar estas dos visiones
irreconciliables, ya que cada una pretende avasallar y anular a la otra,
reduciéndola a su propia visión. Esto es lo que sucede con el <b><u>naturalismo</u> </b>y con el <b><u>espiritualismo exagerado</u></b>: ellos
surgen ante la dificultad de mantener simultáneamente los dos extremos del dualismo antropológico:
o se reduce el espíritu a naturaleza (se “naturaliza” el espíritu) o la
naturaleza es absorbida por el espíritu (se espiritualiza la naturaleza).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El <b><u>naturalismo</u>
</b>consiste en un materialismo reduccionista del hombre que niega su
especificidad al espíritu humano y hace del espíritu humano un subproducto o
derivado de la materia, entendiendo así al hombre </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">“</span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">como un producto de la naturaleza programado
para la supervivencia (...) e integran</span></i><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> </span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">(</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">sus defensores</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">) </span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">funcionalmente todo “el
reino del espíritu” en esa interpretación</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn22" name="_ednref22" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></a>. </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Este es el caso de
aquellos cientificistas, para quienes la verdad es monopolio exclusivo de las
ciencias particulares. Se puede observar que es una postura muy extremista, ya
que ni siquiera deja lugar a la posibilidad del mundo espiritual del hombre,
del mundo de la libertad, que pudiera coexistir con el mundo de la
naturaleza, por lo tanto, también
excluye el dualismo antropológico. Concretamente, esta postura sostiene que <b>todo es naturaleza</b>, y por eso se la
conoce con el nombre de <b>naturalismo</b>.
Pero si <b>todo</b> es naturaleza, no hay
lugar a nada <b>anti-natural</b>. Como
conclusión final, no tiene sentido –según los que se mantienen en esta
postura- hablar de conductas
antinaturales, de perversión, de acciones inmorales.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> <i>“</i></span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La tormenta que raja el
árbol es tan natural como el crecimiento del árbol. Los desvíos de la
normalidad estadística son tan naturales como ella misma</span></i><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">.</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn23" name="_ednref23" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></a>. </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Así describe
Spaemann esta postura. Esta postura viene a decir: todo lo que el hombre haga
es un proceso meramente natural, como la fotosíntesis, la actividad molecular,
el curso de los astros. Un desvío de lo que sucede en la mayor parte de los
casos (“</span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">el desvío de la normalidad estadística</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”), como puede ser
un comportamiento perverso, no es antinatural: <i><u>es, siempre, natural</u></i>, como lo es el rayo que raja el árbol,
ya que todo es naturaleza. ¿Qué significa esta frase de Spaemann recién citada</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">: “</span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">integrar </span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> <b><i><u>funcionalmente</u></i></b><i> todo “el reino del espíritu” en esa
interpretación</i></span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”? </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es considerar que las actividades
espirituales (la ciencia, la religión, la filosofía, el arte, la moral) no son
más que el resultado de la evolución de la naturaleza y que su existencia por
lo tanto sólo tiene como finalidad servir <b>funcionalmente</b>
al desarrollo (biológico) de la especie humana, a su adaptación, etc. Desde
este punto de vista, la verdad del conocimiento, la libertad y el mundo moral
son una derivación, un epifenómeno, de la naturaleza. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El <b><u>espiritualismo
exagerado</u> </b> se encierra en una concepción espiritualista extrema del
hombre, para la cual el cuerpo no forma parte de la naturaleza humana. Para
estos últimos, el hombre no tiene naturaleza o esencia, pero no la tiene, como
hemos visto, porque la naturaleza es lo meramente orgánico, y de ningún modo
están dispuestos a sacrificar la libertad del hombre, su espíritu. Este
espiritualismo soslaya el cuerpo y conduce a que en el plano moral, se lo vea
como un enemigo. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">ROUSSEAU. </span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">La tercera postura
que malinterpreta el concepto de naturaleza es el caso de Rousseau. Para este
autor <b><u>lo natural</u></b> es el estado
del hombre <b>antes</b> de vivir en
sociedad y recibir el consiguiente influjo de la civilización. Ese hombre
primitivo es el “<b>buen salvaje</b>”, un
hombre bueno al que la sociedad va luego a corromper. De esta manera, el “<b>estado
de</b> <b>naturaleza</b>”, lo natural, el hombre
natural, entendido como lo pre-social y pre-cultural, tiene en el pensamiento
de Rousseau un <b>valor normativo </b>(nos
provee de un criterio para valorar algo): se trata de un ideal. Como crítica
diremos que este autor crea una oposición (falsa) entre <b>cultura</b> y <b>naturaleza</b>.
Por supuesto que es un error: no ha existido históricamente ese individuo
alejado de la sociedad, ese buen salvaje. Al contrario, el hombre nace siempre
en una sociedad –el hombre, como individuo aislado, es absolutamente inviable-
y la cultura, lejos de ser un desarrollo artificial, está exigida por la misma
naturaleza del hombre (aquí “<b>naturaleza</b>”,
está entendida del modo correcto y no en el sentido ruossoniano del término).
El alcance de la postura roussoniana queda mejor expuesto si nos planteamos la
siguiente pregunta: ¿es el lenguaje (humano) algo <b>natural</b>? Si contestamos que <u>no lo es</u> y basamos nuestra
respuesta en el hecho de que no nacemos hablando, o en que no hay una lengua
única para toda la humanidad (y por lo tanto, el lenguaje sería una creación
artificial), o en que originariamente, en ese hipotético estado pre-social del
hombre no existía la necesidad de comunicarnos con los demás, en nuestra
respuesta estamos asumiendo las premisas de Rousseau: damos por sentado que <b>lo natural</b> es lo que está dado desde el
principio, lo originario. Pero lo cierto, es que el lenguaje –aunque no nacemos
hablando y tenemos que aprender a hacerlo- verdaderamente es <b>natural</b>: sin lenguaje, no hay sociedad,
y sin sociedad la vida del hombre se vuelve inviable. Más aún, si en el período
de la niñez no se aprende un lenguaje, la inteligencia no se desarrollará nunca
más. Por lo tanto, aunque el lenguaje no esté dado en el hombre como una
dotación genética, originaria, lo cierto es que sin lenguaje la naturaleza
humana es inviable. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El historicismo</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> y el<b> culturalismo.</b> Otras formas de
malinterpretar el concepto de naturaleza son el <b>historicismo</b> y el<b>
culturalismo,</b> propio éste último de gran parte de la <b>antropología cultural</b>. Se la concibe –a la naturaleza- como</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> “</span><i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">un núcleo abstracto,
impersonal y perfectamente definido que existiría dentro del hombre y que no se
alteraría para nada ni con el tiempo, ni con las culturas ni con las personas</span></i><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn24" name="_ednref24" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></a>.</span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Esta concepción
termina por hacer de la naturaleza algo tan rígido que vuelve a los poseedores de la naturaleza
humana –es decir, a los hombres concretos- incapaces de cambiar, inmunes a toda
influencia, seres a quienes la historia
y sus vicisitudes no los afectaría en nada. Pero los representantes del
historicismo y del culturalismo, observan con una lente de aumento los cambios
históricos (el <b>historicismo</b>) y las
diferencias culturales (el <b>culturalismo</b>).
Y por ello, como resultado final, les
sucede algo similar a Rousseau: se
termina por considerar como términos antitéticos la <b>naturaleza</b> y la <b>cultura, </b>aunque
por razones diversas. En el caso de Rousseau, la cultura es algo sobreañadido
al hombre, es accidental y, sobre todo, es artificial, por lo que todo lo que
provenga de la cultura tiene el valor –negativo- de lo <b>artificioso</b>. Por eso, esta postura va acompañada de una prédica a
favor de la “vuelta a la naturaleza”, a los modos simples y primitivos de “lo
natural”. Se trata de un error, por más que es bueno “estar en contacto con la
Naturaleza” (lo ponemos con mayúscula para significar que con el término “<i>naturaleza</i>” nos estamos refiriendo aquí
al conjunto de las cosas materiales no creadas por el hombre: río, montaña,
planta, animal), dar un buen paseo por la montaña, salir a navegar, etc., eso
no significa que la cultura sea una superestructura artificiosa inventada por
los hombres que los apartaría de su propia existencia. Al contrario, por
paradójico que suene, no hay nada más natural para el hombre que la cultura. </span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero en otros casos, (el <b>historicismo</b>
y el <b>culturalismo</b>) la balanza se
inclina en contra de la naturaleza y a favor de la cultura, más concretamente,
en el caso del <b>historicismo</b>, a favor
de la historia <a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn25" name="_ednref25" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[25]</span></span><!--[endif]--></span></a>. Por ello se conoce a
esta corriente con el nombre de <b>historicismo</b>.
El <b>historicismo</b> vuelca todo su interés
en la libertad. Veamos cómo y porqué.
Entiende –mal- a la naturaleza (humana) como “un núcleo fijo e inmutable, no
permeable a los cambios temporales y culturales”. Asumiendo esta premisa como
verdadera, concluyen que hablar de una naturaleza humana sería incompatible con
la libertad del hombre, puesto que</span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> “</span><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">libertad significa indeterminación, soltura,
agilidad, mientras que la naturaleza es monótona, fija, rígida. Por tanto, la
afirmación de que el hombre posee una naturaleza es la negación del libre albedrío
humano. Todo lo que más cabe, según esto, es sostener que el hombre, en cuanto
animal, tiene efectivamente una cierta naturaleza, siempre y cuando se añada,
de inmediato que no tiene ninguna en cuanto hombre. El comportamiento natural
es un modo de conducirse que repite continuamente su propia monotonía, tal como
ocurre en los animales infrahumanos, y en todos los entes naturales. Actuar de
un modo natural significaría, pues, en el hombre, una continua reedición de su
conducta</span></i><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">.</span></i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn26" name="_ednref26" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></a><i>. </i></span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora
bien, así nos lo señala el historicismo, los hombres y las sociedades, cada día se inventan a sí mismos, cada
cultura, cada civilización, cada grupo humano, cada individuo, y todo ello <b>gracias a su libertad.</b> Por obra de la
libertad, el hombre se modifica continuamente y modifica su entorno
socio-cultural, hasta el punto que
no podemos decir qué es el
hombre, cuál es su naturaleza, sino que, con palabras de un filósofo
historicista, Dilthey, “<b><i><u>lo
que el hombre es, sólo la historia se lo dice</u></i></b>”. Como conclusión: el
hombre no tiene naturaleza, sino que <b>es</b>
historia, es lo que cada momento histórico hace de él, o mejor decir –para no
dar lugar a que se interprete que la libertad no juega nada en esta
autodeterminación del ser del hombre -, el hombre se va haciendo a sí mismo, de
diversas maneras y según el sucederse de la historia. Obviamente, dicho sea de
paso, la clave para entender al hombre estaría, según esta visión, no en la
filosofía, que mira a lo eterno, ni en la religión, que procede de la
Revelación de un Dios eterno, puesto que ambas son <b>productos históricos</b>, sino en las ciencias históricas</span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> (las “</span><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">ciencias del espíritu”</span></i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, las llaman). <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Crítica al historicismo</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">.
Seguiremos a MILLAN PUELLES en una crítica que nos parece muy acertada. Este
autor critica al historicismo por no distinguir entre ser “un principio fijo de
comportamiento” y ser “un principio de comportamiento fijo”. La naturaleza, tal
como la definiremos de manera correcta, es un
principio fijo de comportamiento. En efecto, toda naturaleza –la del
hombre también por lo tanto- es <u>un principio fijo de comportamiento</u>: es
la fuente permanente de la que dimanan acciones, conductas, comportamientos,
todas las cuales, aunque sean diversas para
cada naturaleza, se despliegan de conformidad con la esencia o naturaleza
de cada ente. Un árbol “hace” muchas cosas, por decirlo así, florece, asimila
minerales, realiza la actividad de fotosíntesis, etc., pero todas esas
actividades entran dentro de lo esperable de una planta, porque son actividades
congruentes con su naturaleza de árbol. Un roble nunca nos va a sorprender
recitando un poema, a no ser que pertenezcan al mundo de la literatura, como
los árboles que aparecen en el “<i>Señor de
los Anillos”</i>, de Tolkien. Lo mismo cabe decir de un animal, aun cuando sus
actividades son más variadas y, hasta cierto punto, imprevisibles. Decimos
hasta cierto punto: porque el instinto en los animales pauta necesariamente las
actividades que desarrolla. En el hombre sucede algo análogo, si bien carece de
instintos: por mucho que haga e innove alguien sigue siendo lo que es: hombre
y, como tal, poseedor de la misma esencia o naturaleza. Si ella variara, ya no
sería hombre. Pero en el caso del hombre, hay una diferencia: la naturaleza es <b>un principio fijo de comportamiento</b> <b><u>libre</u></b>: todos los cambios, la
variabilidad, la novedad que presenta la vida de los hombres están
posibilitados por su libertad. Sus respuestas personales a lo que su naturaleza
lo prepara y lo inclina, deben estar moduladas por su libertad. Las respuestas
del hombre frente a los instintos, sólo se dan en la medida en que su libertad
las vuelve reales. Aclarado esto, si comparamos al hombre con el resto de los
seres naturales, vemos con claridad que en los entes distintos del hombre la
naturaleza es <b>un principio (fijo) de comportamiento
<u>fijo</u>. </b>Pero una vez que hemos dado el debido relieve a la presencia
de la libertad en la vida del hombre, no olvidemos de destacar que </span><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> “</span><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Por muy diversos que entre sí puedan ser los actos de libertad propios
del hombre, y por mucho que éste vaya cambiando al ejercerlos, esos actos de
libertad son siempre, todos, actos de un ente cuya naturaleza sigue siendo la
peculiar de un hombre, de tal suerte, por tanto, que esa libertad es sólo
humana, no la absoluta y pura libertad, que pertenece, en exclusiva, a Dios</span></i><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn27" name="_ednref27" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[27]</span></b></span><!--[endif]--></span></a>.
</span></i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En cambio, ser “un principio (fijo) de
comportamiento fijo” significaría que siempre y constantemente se hace
idénticamente lo mismo, como una planta o un animal. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="background: white; line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En
cuanto al <b>culturalismo</b>, hay que
señalar que reviste gran actualidad. Su “presencia” la podemos advertir, por
ejemplo, en lo que se conoce hoy como “<b><i><u>ideología
de género</u></i></b>”, que argumenta en favor de la imposición de dicha
ideología en la sociedad, desde una postura culturalista. Para dicha ideología,
el sexo de las personas es, esencialmente, una cuestión meramente social: es la
sociedad la que discierne y asigna determinados roles a cada sexo. El sexo es
una “construcción social”. Incluso, para referirse al sexo en tanto que
resultado de la imposición que lleva a cabo la sociedad en cada individuo, reemplazan la palabra “sexo” por
“género”, palabra que ha pasado a estar
de moda y muchos la usan porque creen que queda mejor (es más elegante, está de
moda), ignorando que ese escamoteo de términos no es para nada inocente. En efecto, la <b>ideología de género</b>, no le reconoce a la sexualidad humana ninguna
relevancia para la persona: el sexo, exceptuada su conformación morfológica, no
desempeña de suyo ningún papel determinante. Es neutro, no contiene ninguna
orientación definida en orden a buscar en “el otro” de sexo opuesto la
complementariedad biológica, psíquica y espiritual que desde que el ser humano
habita en la tierra, todas las culturas sin excepción le han reconocido. El
“sexo” no es más que el conjunto de esas diferencias genitales que se ofrecen a
la mirada. Lo determinante, lo fundamental, es el papel que la sociedad le otorgará a medida que se
desarrolle el individuo. Y si no es la sociedad, lo determinante es la mirada
que el individuo tiene de sí mismo, al auto-experimentarse como ejerciendo un
“género” u otro. De ahí esas frases “me siento una mujer encerrada en un cuerpo
de hombre” o a la inversa. Ciertamente, la realidad no juega ningún papel: sólo
es un obstáculo para la subjetividad y la libertad del individuo (recordemos:
la libertad está por encima de la verdad)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">¿Qué entendemos por naturaleza y por naturaleza humana?<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">¿Qué entendemos, verdaderamente, por
naturaleza cuando hablamos de la naturaleza humana? Este término tiene varios
significados. Hagamos un breve examen de los dos principales:<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1</span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">. El primer significado que vamos a ver es
el de la Naturaleza con mayúscula: es el </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">conjunto de las cosas materiales no
creadas por el hombre, anteriores a su intervención: río, montaña, planta,
animal. Constituye “el ámbito primordial de nuestra vida”, dice MILLAN PUELLES<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn28" name="_ednref28" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></a>.
Incluso el hombre mismo pertenece a la Naturaleza. Y por ese motivo, hemos visto anteriormente que la Antropología
Filosófica forma parte de la Filosofía de la Naturaleza. Mediante el desarrollo
de la técnica el hombre va humanizando la Naturaleza. Desde el punto de vista
de la religión cristiana, al proceder de este modo, el hombre da cumplimiento
al mandato divino conferido a Adán y Eva de “cuidar” o cultivar la tierra.
Mediante el mundo de la cultura (y la técnica es un aspecto de la cultura),
completamos la Creación y así damos mayor gloria a Dios. Por lo cual, a la vez,
hay que reconocer que la Naturaleza está intrínsecamente ordenada por
disposición divina a servir al hombre y, desde esa misma perspectiva, a ser
modificada por la técnica. Así, la técnica, <b>normalmente</b>, no debería violentar la Naturaleza, aunque de hecho
así ha sucedido en estos últimos siglos<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn29" name="_ednref29" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span lang="ES-MX" style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></a>.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">.<u>
Desarrollaremos ahora el significado que nos concierne, el que consideramos
verdadero</u>. Es una verdad común a todos los filósofos de inspiración
aristotélica y aristotélica-tomista, también llamado “realismo tomista” o
simplemente “realismo”. Daremos tres definiciones, que en realidad sólo varían
en la expresión (en las palabras usadas), pero que coinciden en el concepto.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2.1.:</span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Aristóteles, en
Metafísica, libro V, cap.4, da dos definiciones de <b>naturaleza </b>o<b> fisis </b>(en
griego), las cuales son complementarias. Así, dice: “<b>naturaleza es el principio inmanente del movimiento de los entes
naturales”</b> y, apenas más adelante, vuelve a decir que “<b>naturaleza es la sustancia o esencia de los entes naturales</b>”. La
segunda definición nos está señalando que la naturaleza da la identidad
específica de algo, por ella algo –un ente natural- queda determinado a ser de
un modo preciso, hace que sea lo que es. La primera hace referencia a la
dinamicidad de la esencia: en ella está implicado a) que la naturaleza no es
una realidad estática, sino que de ella
brotan actividades, dinamismos y b), que los dinamismos surgen desde la
naturaleza misma, no de una fuente externa. Esto explica que el concepto de
naturaleza y su correspondiente adjetivo –natural- se contrapongan y definen
habitualmente con respecto a estos dos pares de conceptos: <b>lo violento</b> y <b>lo artificial</b>.
Violento es todo aquello que fuerza y coarta el desarrollo y la actividad de
una naturaleza (“violento es para el árbol que el leñador lo tale”). Desde este
punto de vista, todo lo natural es a la vez espontáneo (por eso, podemos decir
de una persona que “sus gestos no son naturales, porque les falta
espontaneidad”). Artificial es todo aquello que procede del artificio humano,
es decir, que su principio no está en la naturaleza o fisis, sino en el ingenio
del hombre (por eso podemos decir que “un brazo ortopédico no es natural”:
brazos así no crecen en la naturaleza, sino que los fabrica el hombre). De ahí
también que, con toda facilidad, se haya producido el deslizamiento desde lo
artificial a lo artificioso. Artificiosos son aquellos hombres cuya
personalidad da la impresión de ser el resultado de una cuidada y reflexiva
elaboración, que se dirige a producir una determinada impresión en los demás
(“Fulanito nunca es <u>él mismo</u>”). Y por lo tanto, ¡terminamos diciendo de
ellos que “no son espontáneos”!. En estos ejemplos queda de relieve la
observación de Spaemann: la naturaleza es un concepto que tiene una doble
valencia. Según una de ellas, la naturaleza tiene un <u>valor de origen</u>
(hace referencia al origen de algo); según la otra, la naturaleza tiene un <u>valor
normativo</u> (permite juzgar algo como adecuado o inadecuado). Cuando decimos
que “estar desnudo es natural al hombre porque nacemos desnudos”, el valor del
concepto de naturaleza que está supuesto es el primero: el valor de origen.
Cuando calificamos a una conducta de perversa, el valor del concepto de
naturaleza en este caso es el valor normativo.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">2.2. </span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Millán Puelles
(Léxico filosófico) define así a naturaleza: “<b>es el principio intrínseco, radical del modo de ser activo y del modo
de ser pasivo de cada ente</b>”. Cuando se la analiza se advierte que la
diferencia con la de Aristóteles radica en los matices. También para Millán
Puelles, la naturaleza es principio o causa de actividad; es un principio
inmanente o intrínseco –no proviene de afuera-, pero pone de relieve que es <b>radical</b>, es decir, profundo (del latín
“radix”, raíz) y no adquirido accidentalmente. Lo que nos parece que gana en
claridad es la aproximación que hace entre esencia (modo de ser) y la
actividad, ya que salva cualquier distancia que tendemos a poner entre la
esencia y la actividad. Millán Puelles está enfatizando que la actividad es <b>ya </b>la misma esencia, porque por un
lado, la actividad de que se trata es específica (propia para cada tipo de
ente) y por lo otro, la actividad es la misma esencia en su manifestación ante
los demás entes. Con ello lo que evita es que establezcamos sin darnos cuenta
un hiato entre la esencia y los dinamismos, como si pudiera existir una esencia
“que no haga nada”, por decirlo así. La esencia, por sí misma (“eo ipso”) es activa
(ver <b>2.3.</b>). Finalmente, Millán
Puelles destaca que el comportamiento <b>pasivo
</b>de todos los entes naturales es un efecto de su naturaleza (así es: la
madera, en tanto sometida al fuego, se comporta sufriendo su acción de muy otra
manera a como lo hacen el hierro o la carne). Esas reacciones no son casuales:
son la respuesta pasiva de sus respectivas naturalezas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Cada ente es activo de acuerdo con la manera en que su
naturaleza se lo permite y, a la vez, se comporta pasiva o receptivamente con
respecto a los cambios que pueda sufrir, de la manera en que su naturaleza se
lo permite (por ejemplo, un metal no recibe y conserva el calor como lo puede
hacer una planta). En el caso del hombre sucede lo mismo. Su naturaleza es un
principio intrínseco, radical y esencial que lo capacita para actuar como actúa
(y a sufrir la acción de los demás entes como lo hace).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">2.3. </span></b><span lang="ES-MX" style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; line-height: 115%;">Esta última
definición, que coincide totalmente con las anteriores, dice que la naturaleza
de un ser es su misma esencia, solo que enfocada como la fuente de la que
dimana su actividad: “<b>la naturaleza de
un ente es su esencia en tanto que fuente de operaciones</b>”. Todos los entes
o seres naturales (creados por Dios) tienen un modo de ser y un modo de actuar
que les es propio, característico de cada uno. Modo de obrar y modo de ser
están intrínsecamente conectados: a un modo de ser le corresponde un modo de
obrar. Y eso es lo que significa el filosofema “el modo de obrar sigue al modo
de ser”. A ese modo de ser, precisamente, lo llamamos <b>esencia</b>, pero, en cuanto que ella es la fuente originaria del modo
de actuar, preferimos llamarlo “<b>naturaleza”.</b></span><span style="line-height: 115%; mso-bidi-font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Consecuencias del
secularismo <o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">a) con respecto a
la naturaleza misma (la Creación)</span></u></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> Cualquier
creyente de cultura media cree y sabe que Dios ha entregado el mundo al cuidado del hombre (Génesis, cap.
2, 15); pero no se lo ha dado para que lo deprede. Cuidarlo es cultivarlo (esa
es la obra de la cultura). La cultura como tarea tiene como fin más inmediato
perfeccionar la naturaleza, es decir, completarla. Así como el jardinero con su
trabajo sobre el terreno baldío lo recrea en jardín florido y le hace dar
de sí los mejores frutos, igualmente debe hacer el hombre con la
creación. Cuando procede de esa manera, lo quiera o no, "hace" que el
mundo glorifique a Dios (gloria material): con su trabajo hace que resplandezca
con mayor vigor y nitidez la bondad de Dios, la belleza de Dios, la sabiduría
de Dios, etc. La cultura como tarea devuelve al mundo su valor y sentido
prístinos, tal como fue pensado en el plan originario de Dios (antes del
pecado original).Por eso también para un cristiano, todavía más que para los
paganos, la contemplación (poética, estética, filosófica) siempre tiene la
primacía: la naturaleza debe ser <b>(re)</b> convertida en espacio de adoración
(no de adoración a ella, sino a Dios: esa es la gloria formal). Se puede decir
que el Génesis es el primer manifiesto ecológico Pero la Modernidad dejó de ver
al mundo como Creación: como obra de Dios. El itinerario <b>lógico</b> (aunque
no necesariamente histórico) es reconstruible de esta manera: primero se niega
que Dios intervenga en la historia (deísmo), luego que se lo pueda conocer
(agnosticismo) y al fin se termina por negarlo (ateísmo). Entonces, la creación
deja ya de ser <b>signo y símbolo</b> del Creador (a la idea de
"símbolo" le está asociada a través de su etimología, la idea de
"arrojar" -por el verbo griego <i>ballein</i>-: la dimensión
simbólica de la creación nos remite ("arroja") a Dios).Por eso el
arte moderno se empecina en retratar lo feo, lo ordinario, lo asqueroso, lo
inmundo, lo que degrada: quiere evitar a toda costa que el hombre contemporáneo
tenga atisbos de la divinidad que fulgura en toda belleza finita. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Y este es el segundo acto del drama. Despojada
la Creación de toda capacidad de vincularnos a Dios (religión: religio,
re-ligare: “volver a ligar”) ¿qué termina siendo? Habiendo perdido a Dios, el
hombre moderno pierde conciencia del límite, incurre en el pecado de desmesura
(hybris): él es el verdadero creador, forjador de sí mismo, al que nada le precede
(el hombre prometeico) y al que ningún término final (destino) lo puede
coartar. Esa es la fórmula del progresismo (el ideal del progreso, acuñado por
la Ilustración): libertad ilimitada al servicio de un futuro que no tolera
límites materiales. Ahí finca la razón por la que la naturaleza es vista
en la Modernidad como puro material pasivo: sólo es materia prima que no tiene
una esencia (si la tuviera, ello supone que Alguien -que no existe- la pensó
"antes" de crearla) ni tiene un dinamismo propio (no hay causas
finales en la naturaleza, porque no hay Inteligencia ordenadora). <b>Se puede
hacer de ella lo que se quiera</b> (recordar la frase de Hobbes: "conocer
algo es saber qué puedo <b>hacer </b>con eso"; o también recordar la
ideología de género, la manipulación genética, los ataques a la familia y
tantas y tantas cosas más)<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Es simple: “sin Dios todo está permitido”: el problema
ecológico está en el abandono de Dios. Ese es marco general
teológico-filosófico del verdadero problema: en la cultura moderna la relación
del hombre con la naturaleza está viciada, por el eclipse de Dios en la
cultura.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Pero, si hay un grave problema ecológico hay que
delimitar más cuál ese problema. Ante todo los progresistas lo ponen en otro
lado muy distinto a donde lo podría poner un católico. Más aún: ellos lo
profundizan y lo exacerban. Porque para ellos uno de los problemas es el
crecimiento de la población. El problema ecológico pasa por tres ejes: <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> el crecimiento desmesurado de las
economías (que perdieron la escala humana y el sentido de su fin natural),<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> el desarrollo de una tecnología invasiva
(que se ha vuelto un fin en sí mismo y es instrumento de manipulación de la
persona) y <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">
la desvirtuación de los vínculos naturales del hombre (su adecuada
relación con la naturaleza física y, sobre todo, las amenazas al hábit natural
del hombre: la familia).<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK2"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK1"><b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">b) Con respecto a los
fundamentos de la ética<o:p></o:p></span></u></b></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Tanto
para quienes como Sartre piensan que no hay una naturaleza humana, como para
aquellos que sostienen que la naturaleza es lo biológico, no encuentran en ella
un criterio para determinar lo bueno y lo malo. Pero también sucede lo mismo
desde el espiritualismo exagerado, por cuanto éste ve a la libertad humana como
<b>auto-fundada</b>, es decir, como una
libertad que se da a sí misma sus fines y es creadora de los valores (en esto
coincide con Sartre). La libertad, según esta postura, no admite más
limitaciones que las que a sí misma se pueda dar. Por ello, la libertad pasa a
estar por encima de la verdad, la cual es vista como una limitación. Se trata
de una postura <b>voluntarista</b>: la
voluntad humana está por encima de la razón humana. Este voluntarismo rechaza
que Dios, o la misma naturaleza humana, le puedan fijar límites. Es una
libertad <b>auto-fundada, </b>porque nada
le debe a Dios, ni a una norma externa al individuo ni a la sociedad: es una conquista que la
libertad logra por sí misma. Es una libertad que no tiene límites.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora
bien, estas posturas que privan al hombre de un norte y de un sentido último de
la existencia, constituyen un grave error antropológico y ético.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">En
efecto, como señala Robert Spaemann </span><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn30" name="_ednref30" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">, el <b>naturalismo</b> viene a sostener que todo
lo que el hombre hace es natural, por lo que ninguna conducta es en sí buena o
mala. A lo sumo, se tratará de una mera desviación estadística. En este caso,
entonces, la naturaleza (humana) no es fundamento de ninguna norma moral. Por
su parte, el <b>historicismo</b>, el <b>relativismo cultural</b> y el <b>espiritualismo exagerado</b>, tampoco
encuentran razones para entender la naturaleza humana como fuente de
orientación moral. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">¿Qué decir sobre
este problema?¿Sobre qué criterio o criterios debe estar fundada la ética? <o:p></o:p></span></b></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">1º Esta misma cuestión fue planteada hace 2.500 años por los
griegos. Ellos se asombraron de las costumbres de otros pueblos, por ejemplo de
los escitas. Asombro es decir poco: sencillamente les resultaban chocantes
algunas de esas costumbres. Por eso se plantearon si no habría un criterio que
permitiera discernir las malas costumbres de las buenas y así enseñar a seguir
las buenas. Ese fue el origen de la ética, entendida como una reflexión sobre
los criterios a los que se deben ajustar las buenas costumbres. Esta
experiencia histórica significa que el relativismo ético-cultural, lejos de ser
la sepultura de toda ética universal, fue la explicación del desarrollo de una
ética con pretensiones de universalidad, una ética que no se asusta del desafío
de las relatividades histórico-culturales.<o:p></o:p></span></div>
<table align="left" border="1" cellpadding="0" cellspacing="0" class="MsoNormalTable" style="border-collapse: collapse; border: none; margin-left: 5.25pt; margin-right: 5.25pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; mso-border-insideh: .5pt solid windowtext; mso-border-insidev: .5pt solid windowtext; mso-padding-alt: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt; mso-table-anchor-horizontal: column; mso-table-anchor-vertical: paragraph; mso-table-left: 13.3pt; mso-table-lspace: 7.05pt; mso-table-rspace: 7.05pt; mso-table-top: 12.1pt; width: 809px;">
<tbody>
<tr style="height: 43.2pt; mso-yfti-firstrow: yes; mso-yfti-irow: 0; mso-yfti-lastrow: yes;">
<td style="border: solid windowtext 1.0pt; height: 43.2pt; mso-border-alt: solid windowtext .5pt; padding: 0cm 3.5pt 0cm 3.5pt; width: 485.45pt;" valign="top" width="809"><div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 7.05pt; mso-element-left: 13.35pt; mso-element-top: 12.1pt; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly; text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 7.05pt; mso-element-left: 13.35pt; mso-element-top: 12.1pt; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly; text-align: justify;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La respuesta a la pregunta de si existe un criterio universal
para evaluar las buenas y malas acciones, la hallaron los grandes filósofos
griegos (Sócrates, Platón, Aristóteles, los estoicos) en una palabra cuyo
sentido se nos ha vuelto casi extraño: la naturaleza, o sea la fisis. <o:p></o:p></span></u></b></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; mso-element-anchor-horizontal: column; mso-element-anchor-vertical: paragraph; mso-element-frame-hspace: 7.05pt; mso-element-left: 13.35pt; mso-element-top: 12.1pt; mso-element-wrap: around; mso-element: frame; mso-height-rule: exactly; text-align: justify;">
<br /></div>
</td>
</tr>
</tbody></table>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2º Pero,
ya lo hemos visto, “naturaleza” o <i>fisis</i> no entendida como lo biológico
(puesto que el hombre no es mera biología, aunque pertenece al mundo de las
realidades materiales y, dentro de la Naturaleza, al reino de los seres vivos),
ni tampoco como todo aquello que se opone a la cultura (puesto que la naturaleza
que es el hombre sólo es viable en y por la cultura). <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3º
Naturaleza entendida, simultáneamente, como aquello que nos da una identidad
específica –el pertenecer a la especie humana- y a la vez nos orienta o inclina
hacia la búsqueda de aquellos bienes o realidades sin los cuales esa misma
naturaleza se malograría. Es decir que en cada naturaleza hay una teleología y
en el hombre, por tanto, también la hay: es ese conjunto de inclinaciones
connaturales. Es lo que se llama la <b><u>ley natural</u></b>. Así, por ejemplo,
la dimensión social de los hombres se nos manifiesta como una inclinación o
propensión a desarrollar conductas gregarias, a vivir en sociedad, puesto que
el hombre no sobrevive sino es en sociedad<a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftnref2"></a></span><a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn2" title=""></a><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">4º Esa
naturaleza está orientada teleológicamente: tiene unos fines naturales a cuyo
logro está dirigida. Esas orientaciones son básicas y su desconocimiento es
causa de que el hombre se malogre. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">5º Pero
lo importante en el caso del hombre es que esas tendencias u orientaciones
deben ser <b>interpretadas</b> por él mismo: alcanzan su sentido y
función en la medida en que el hombre las guía, las refuerza, las orienta. O
bien, no se alcanza ese sentido y esa función, y así se malogra lo humano en el
hombre. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">“Alguien bebe libremente de una vaso. La
limonada estaba envenenada. Se puede preguntar: ¿hizo lo que quería?
Manifiestamente no, pues no quería envenenarse. Podemos pensar todavía en otro
caso: alguien sabe que una bebida está envenenada. Sin embargo, tiene una sed
terrible y bebe finalmente el líquido sin consideración al veneno. ¿Hizo lo que
quería? Sin duda satisfizo inmediatamente su tendencia, sació su sed. Pero la
función objetiva de la sed es la conservación de la vida. Donde la bebida sirve
a la destrucción de la vida, no podemos decir sin más que el hombre hizo lo que
quería. Y tampoco podemos decir que su acción era natural. En último término descansaba
en cierto modo en un engañó. La tendencia no se interpreta a sí misma. Sólo el
hombre, sólo el ser racional interpreta la tendencia, comprende su sentido, por
ejemplo la auto-conservación. Pero en el caso del que bebe sin dominarse la
interpretación no se abre paso. El hombre cierra los ojos ante la
interpretación. Propiamente hablando no actúa, sino que se abandona a la
tendencia ciega. No hace lo que quiere, sino que renuncia a querer.”</span></b><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn31" name="_ednref31" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><b><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[31]</span></b></span><!--[endif]--></span></b></span></a><b><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Añadamos
a lo dicho que eso que llamamos <b>interpretación</b> y <b>guía</b> u <b>orientación</b>, es,
precisamente, la <b><u>cultura:</u></b> las enseñanzas que se transmiten (tradición), los ejemplos, las
virtudes, las convicciones, la religión, usos y costumbres, etc. Podría
decirse, así, que el hombre es una síntesis de naturaleza y cultura.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">6º El
concepto de <b>naturaleza</b> nos ofrece un criterio axiológico<b><u>: las conductas buenas o malas, lo son
según se adecuen o no la naturaleza y sus inclinaciones connaturales</u></b>. <u>No
es un criterio relativo</u>, porque la naturaleza humana es la misma siempre. <u>No
es un criterio privado</u>, localista o ligado a situaciones históricas y
culturales diversas y concretas: <u>es un criterio universal</u>. En su libro
“La abolición del hombre”, C.E. Lewis muestra la sorprendente coincidencia que
en distintas culturas –el antiguo Egipto, China, Babilonia, China, la India, y
los Diez Mandamientos o Tablas de la Ley revelados por Dios a Moisés- tienen
los preceptos de la <b>ley natural </b>(el
Tao o Camino, lo llama Lewis).</span><a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn32" name="_ednref32" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 10pt; line-height: 115%;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;"> Esa
coincidencia revela el carácter universal de la <b>ley natural.<o:p></o:p></b></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">7º Que
esas tendencias deban ser interpretadas implica dos cosas: la primera, que el
hombre es un ser racional y libre, por lo tanto, su conducta no se desarrolla
según el esquema “estímulo-respuesta”, como sí lo hace el animal. En este
último, entre el estímulo y la respuesta
hay un hiato, como señalaba Max Scheler en su libro “El puesto del
hombre en el cosmos”. Ese hiato se da porque el hombre está dotado de reflexión
y debe decidir cómo desplegar su conducta. Segundo, que el hombre puede –por su
libertad- desvirtuar el sentido verdadero (el fin natural) de sus inclinaciones
connaturales (las que emanan de su naturaleza). Y ello hasta tal punto que
prescinde de ese fin y ejecuta sus tendencias apartándolas de la finalidad
objetiva e intrínseca que tienen o, incluso, anulándolas. El ejemplo más nítido
de estas conductas, a las que debemos llamar desviadas, lo encontramos en lo
que según narra la historia hacían los romanos decadentes: vomitaban la comida
para volver a comer, buscando únicamente el placer que acompaña la satisfacción
del hambre. El comer responde a una necesidad orgánica, de supervivencia. La
misma naturaleza refuerza y asegura que esa inclinación se cumpla siempre,
acompañando su ejercicio de una importante dosis de placer. Pero allí cuando el
fin connatural al comer se pierde, en aras del placer mismo, la tendencia se desvía
de su fin natural. En ese caso, decimos
que estamos frente a una conducta que ha sido pervertida. No se está
diciendo acá que no se debe sentir
placer, al contrario, el placer es inherente al ejercicio de esa tendencia. Lo
desviado está en separar lo que está unido: el sentido o fin del comer, del
placer que lo acompaña. Lo mismo debe decirse del ejercicio de la sexualidad
cuando se cumple prescindiendo de sus fines naturales: expresión de la
auto-donación amorosa y de su apertura a la fecundidad. De ahí que el ejercicio
del sexo lúdico –adulterio, fornicación-
y las conductas contraceptivas en materia sexual (cerradas de toda posible
fecundación), constituyan una desviación o desvirtuación de la inclinación sexual
del ser humano. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">8º El
valor normativo o axiológico que tiene la naturaleza no es estadístico. Como
observa Spaemann: aunque una gran mayoría tenga dolor de cabeza, eso no es
natural, puesto que va contra la tendencia natural a la autoconservación y al
bienestar. No se determina lo que es acorde con la naturaleza en función de
conductas repetitivas. Por más que la mayoría de las personas mientan
–suponiendo que así suceda-, eso no convierte en normal o natural la mentira.
Lo cierto es que la mentira contradice la inclinación del hombre por la verdad
(a la vez, daña la vida en sociedad, a la cual el hombre tiende naturalmente).<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">9º La
naturaleza humana, así lo hemos afirmado, se concreta y realiza <b>en</b> y <b>por</b> la
cultura, y esa realización está mediada por la <b>interpretación</b> que
el hombre debe hacer acerca del significado y el orden en que las tendencias
connaturales deben ser cumplidas. Pero el hombre no es un ser aislado, vive en
una determinada sociedad y en un determinado tiempo histórico. Todo ello
implica que la configuración <b>en </b>y <b>por </b>la
cultura de la naturaleza humana se dará en un contexto histórico y social, el
cual dependerá de infinidad de factores y condiciones: el hábitat, el clima,
las posibilidades que ofrece el entorno (vías de comunicación fluviales,
presencia o ausencia de pasos naturales, disponibilidad de fuentes de agua
potable, presencia de vegetación y animales comestibles), la influencia de
otros pueblos (intercambios, actividades comerciales), las enfermedades o
pestes, las vicisitudes económicas, sociales (migraciones, invasiones,
exterminios), etc. etc. De todo ello, resulta un entramado de relaciones, un
entrecruzamiento de líneas de influencias, avances, retrocesos,
intensificaciones de características culturales (a las que a su vez, bien puede
sucederles que se desdibujen), cambios de cursos sorpresivos, etc. etc. Incluso
también sucede que un individuo, o grupos de individuos generen una mentalidad
de cambio cultural dentro y desde una misma cultura. A veces buscando una mayor
fidelidad a la propia cultura, a veces para el abandono de la propia tradición
cultural. Eso explica que puedan darse apartamientos de la ley natural que
proceden de la misma cultura. Por supuesto, también a nivel individual puede
suceder eso. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">10º La <b>ley natural</b> no puede ser abolida por
los ordenamientos legales (la <b>ley
positiva: </b>constituciones políticas, leyes, reglamentaciones) porque la <b>naturaleza humana</b> y sus fines son
anteriores a la sociedad y a las leyes que regulan el funcionamiento de ésta
última. Más aún, la sociedad es una exigencia de la naturaleza humana y está
para servir a la persona. Esta concepción está plasmada desde hace siglos en
las bases del pensamiento occidental: el contenido del drama de Sófocles, <b><i>Antígona</i></b>,
trata de esto mismo: no puede estar por encima de la ley natural, la ley que
procede del gobernante, en este caso, Tiresias. Eso significa que “lo legal” no
es sinónimo de “lo justo”: lo que manda la ley es legal, pero no siempre es
justo. No es justo si se opone a la ley natural.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">c) Con respecto al
derecho y a la política<o:p></o:p></span></u></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">El
secularismo ha derivado en las siguientes consecuencias: por un lado el
nominalismo y el voluntarismo, asociados entre sí determinan que los
mandamientos sean vistos como la manifestación arbitraria y caprichosa de Dios
y no como exigencias de la naturaleza humana en orden a su perfección. Las
exigencias morales que se derivan de las convicciones religiosas, de la fe
cristiana, son puramente subjetivas y personales, según el secularismo. Los
mandamientos pasan a ser la manifestación de las opciones personales y
subjetivas de los creyentes. Por lo tanto, en el Estado de Derecho ningún
creyente tiene derecho a imponer su “visión” religiosa en la sociedad. Si los
creyentes, por ejemplo, pretenden que el Estado desapruebe el aborto y lo
incluya entre los delitos, están pretendiendo someter el <b>derecho a la religión.</b> Si los cristianos protestan contra las
legislaciones que institucionalizan el divorcio, o están en desacuerdo con el
matrimonio homosexual, en el fondo están pretendiendo inclinar la balanza de la
neutralidad del Estado en su favor. Están pretendiendo, se dice, aprovecharse
del brazo armado del Estado para imponer sus creencias al resto de la sociedad.
De ese modo, se los llamará integristas, fundamentalistas o, incluso,
fascistas. <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Los
supuestos de esta postura son también –además del voluntarismo y del
nominalismo- la falsa idea de que la fe es irracional y, consiguientemente, el
desconocimiento de que lo que se conoce
con el nombre de “Revelación sobrenatural <b><i>quoad modum</i></b>” y de la cual ya hemos hablado.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; vertical-align: baseline;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Ahora bien, esto es
un grave error: el creyente cristiano debe hacer valer en la sociedad civil y
política su visión de los diez mandamientos ya que se trata de la <b>ley natural</b>. Y ella no es patrimonio
exclusivo del hombre de fe. Más aún, el Estado de derecho tiene que presuponer
que hay un mínimo ético, que no puede ser alterado por los vaivenes de la
política y de la historia. Un mínimo ético que salvaguarda la integridad y el
respecto debidos a la persona humana. Los creyentes no solo no deben renunciar
a reconocer la validez de la ley natural, sino que además deben defenderla,
darla a conocer y hacer valer su voz. Como dice Andrés Ollero (en “El
matrimonio natural”):</span><span style="border: none 1.0pt; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; padding: 0cm;"> <o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; vertical-align: baseline;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0.0001pt; vertical-align: baseline;">
<b><span style="border: none 1.0pt; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; padding: 0cm;">“<i>La fe
religiosa, por su parte, no es ni más ni menos que una privilegiada claraboya
que Dios nos abre, para que podamos percibir con particular claridad tanto las
exigencias jurídicas como las morales. Esto, lejos de habilitarles para dar
paso a imposiciones confesionales, atribuye civiles responsabilidades
argumentativas a los así privilegiados. Profesar una fe que hace suyas
exigencias éticas</i></span></b><b><i><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"> naturales <span style="border: none windowtext 1.0pt; mso-border-alt: none windowtext 0cm; padding: 0cm;">conlleva una doble consecuencia: disfrutar de la posibilidad de
conocer con más facilidad las cosas como son y sentirse responsable de ello
respecto a los demás.</span></span></i></b><b><span style="border: none 1.0pt; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt; padding: 0cm;">”</span></b><b><span style="color: #444444; font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;"><o:p></o:p></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK13"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK12"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK11"><b><u><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">d) Con respecto al concepto de familia<o:p></o:p></span></u></b></a></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Aunque los vínculos
entre la secularización ideológica y la familia exigen un análisis muy
pormenorizado, en términos generales la pérdida del sentido religioso ha
impactado gravemente en el concepto de familia y en el concepto del amor
conyugal. Entre los hitos que marcan este desarrollo y pérdida del verdadero
sentido del amor humano, hay que hacer referencia, entre otras causas, a la
difusión de teorías naturalistas sobre la persona humana, como puede ser el
psicoanálisis cuyos presupuestos antropológicos constituyen un severo
reduccionismo del amor humano. Así también, resulta insoslayable hacer
referencia a Herbert Marcuse, quien unifica las teorías de Freud sobre la
represión sexual y las ideas de Marx y especialmente Engels sobre la familia
(“El origen de la familia, la propiedad privada el Estado”). Estas teorías
lograron integrarse activamente en la Revolución de Mayo del 68, en París, una
de cuyas banderas fue la protesta contra toda autoridad, entre las que
explícitamente estaba la del padre (“el enemigo de mi padre es mi amigo”,
rezaba uno de los slogans enarbolados por los revolucionarios, que eran
exclusivamente estudiantes universitarios burgueses.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Sin embargo, antes
que la reseña prolija de la evolución de la cultura en torno a estos temas,
preferimos centrarnos en algunos temas concretos que atañen al ejercicio de la
sexualidad y su relación con el amor y la familia: las relaciones
pre-matrimoniales y la anticoncepción.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<br /></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">Sobre las relaciones prematrimoniales: </span></b><span style="font-family: "book antiqua" , "serif"; font-size: 10.0pt;">en un artículo
publicado por Tomás Melendo “Diez falsas razones para casarse”<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_edn33" name="_ednref33" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="color: black; font-size: 10pt; line-height: 115%;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></a>,
cuya lectura se recomienda, se traza un breve repertorio de motivos equivocados
que pueden llevar a las personas a casarse. Motivos equivocados que son el
camino seguro para un fracaso matrimonial, como por ejemplo, casarse por
compasión, idealizar al otro, etc. etc. Si las tenemos en cuenta y dimensionamos su
alcance, debería quedarnos muy en claro hasta qué punto es fundamental que el
noviazgo sea en lo más esencial un verdadero camino de preparación, no un
tiempo de diversión y mutuo
acompañamiento. Es un tiempo de prueba:
un tiempo de ponerse a prueba y poner a prueba la profundidad y seriedad del
amor. El objetivo es alcanzar ese grado de madurez en el amor que solo se
alcanza cuando es asumido como el fruto de una libre decisión: no como el
resultado de un capricho, un entusiasmo pasajero, una encandilamiento o
deslumbramiento que se queda en la superficie. En su más profundo sentido, la
madurez se alcanza cuando esa decisión está precedida de la luz de la
inteligencia que lúcidamente sabe ver más allá de las apariencias y de los
autoengaños, de los compromisos con la afectividad y con la sensualidad. No se
trata de que la afectividad y la atracción sexual deban ser negadas o reprimidas,
como si se tratara de un algo oscuro o pecaminoso. Se trata de que la dimensión
sexual de la persona, la afectividad y la voluntad, bajo la guía de la
inteligencia, queden integradas en una unidad (aquí conviene aclarar, para
evitar equívocos, que hay una diferencia entre la sexualidad de la persona y el
<b><u>ejercicio de la </u></b><b><u>sexualidad</u>:
</b>la sexualidad de la persona es una dimensión que abarca desde lo genético,
lo morfológico, la capacidad procreativa y la afectividad que se despierta ante
los valores de la dimensión sexual presentes en la persona del sexo contrario)<b>. </b>El noviazgo es un período en el que se debe aprovechar
el tiempo compartido no como pasatiempo, sino como etapa de maduración de los
afectos. Todas estas dimensiones deben estar presentes y si no lo están todas
ellas, juntas e integradas, no se trata de una amor sexuado. Sin la sexualidad,
o sin la afectividad o sin la libre decisión, no habrá verdadero amor (insisto:
“sin la sexualidad” no quiere decir con el ejercicio de sexualidad, la acción de
unirse sexualmente, sino que quiere decirse que la dimensión sexual debe estar
presente, aunque no debe ejercerse en el noviazgo). <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">Hay una razón muy profunda en esta propuesta que no
es la que la cultura del sexo lúdico propone. Al contrario, esa falsa cultura
de la sexualización se le opone
crudamente. El verdadero amor entre el hombre y la mujer es un amor de
donación: busca el bien en el otro donándose en la mutua entrega y haciendo
consistir la felicidad en la posibilidad de entregarse íntegro al otro. Pero, y
aquí está la clave secreta, nadie puede darse íntegramente si no tiene pleno
dominio de sí. Nadie puede actualizar la virtualidad donativa del amor, si no
es capaz de integrar bajo su voluntad las distintas dimensiones de la persona
que están implicadas en el amor sexuado entre el hombre y la mujer.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A partir de aquí se entiende por qué están
objetivamente mal las relaciones pre-matrimoniales entre los novios. La
dimensión sexual y su capacidad de atracción es tan fuerte en el hombre y la
mujer que si no es dominada mediante la virtud de la castidad (que es parte de
la virtud de la templanza), termina por anegar el foco de la conciencia
convirtiéndose en el motivo y motor psíquico de la esa relación. En otras
palabras: por un lado la sexualidad ejercida en plenitud, como si los
novios estuvieran casados, impide
alcanzar esa cima del amor que es la donación de sí mismo en pleno ejercicio de
la libertad: impide la espiritualización del amor. Pero que quede claro que lo
que hemos llamado “espiritualización” nada tiene que ver con un cierto
“platonismo” del amor, ya que el verdadero amor, por ser sexuado, debe incluir
la sexualidad. Sólo que por consistir en la donación de sí mismo, debe alcanzar
esa cumbre que es la del espíritu que se ejerce en un acto plenamente libre de compromiso para siempre y
exclusivo. Pero por otro lado, el ejercicio de la sexualidad en el noviazgo, es
el fondo una utilización o instrumentación del otro, acordada entre los dos, en
la que cada uno es para el otro un instrumento de placer. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">La rectitud del amor –la renuncia a saber esperar
para poder donarse íntegramente al otro en el matrimonio- queda confirmada,
certificada, cuando es el principio de castidad el que preside las relaciones
entre los novios. Ese gobierno de la castidad en las relaciones de los novios,
empieza ante todo en las mismas muestras de afecto, que deben ser mesuradas
(por eso no tiene sentido preguntares “¿qué puedo y no puedo hacer como
novio/a?”). <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">A todo lo dicho se le pueden añadir más razones,
todas las cuales solo tienen sentido si la que hemos dado anteriormente está
presente como fundamento:<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">1º. De la realización del acto sexual fuera del
matrimonio se puede seguir la procreación. Pero cuando ello sucede, se comete
con el hijo una tremenda injusticia ya que se lo priva de una familia, con su
familia natural, con la cual tiene lazos de sangre. El hijo necesita para
crecer el único ambiente “ecológico”: la familia, <b>su </b>familia. Es cierto
que se lo puede dar en adopción, pero no es lo ideal: es un sustituto de algo
que debería haberse dado si las relaciones fueran ordenadas. Es el remedio a
una situación desde todo punto de vista en sí misma inconveniente (por
supuesto, no hace falta aclararlo: en términos absolutos siempre es
infinitamente mejor darlo en adopción que matarlo abortándolo).<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">2º. Psicológicamente la mujer y el hombre necesitan un
ámbito de estabilidad y seguridad que la provisionalidad, ocasionalidad y
precariedad del ejercicio de las relaciones sexuales en el noviazgo de ningún
modo proporcionan. Esta carencia de estabilidad y seguridad afecta en especial
a la mujer, la cual por naturaleza precisa una ámbito de acogimiento y
protección que le da el marido para poder criar y educar los hijos. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">3º. La entrega de la mujer al hombre –que muchas veces
exige lo que se plantea como una “prueba del amor”- es mucho mayor en el caso
de ella que en el caso de él. En otras palabras: la mujer, por la naturaleza de
la mujer misma, pone más en juego, arriesga
más, y la razón de ello es muy sencilla: si la mujer queda embarazada –y
puede quedar por más recursos anticonceptivos que se pongan en práctica- sabe que el hijo tiene un lazo de dependencia
absorbente que no lo tiene el hijo con el padre (en los primeros tiempos en
especial). Ahora bien, ¿los novios pueden asegurar que se van a casar indefectiblemente?
¿Acaso el noviazgo es un compromiso de por vida como es el matrimonio? (por
supuesto, no tiene sentido contra argumentar que también el matrimonio se puede
romper, y no lo tiene porque el matrimonio presupone un compromiso de no romper
el vínculo, mientras que el noviazgo es muchísimas veces una golondrina de
verano, algo momentáneo, una situación pasajera que puede o no cristalizar en
matrimonio)<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">4º. La entrega en la realización del acto sexual
antes del matrimonio-, y en especial cuando se vuelve habitual, genera un falso sentido de posesión. El novio
se siente dueño de la novia (y
viceversa) y no lo es. Toma cada uno al otro como posesión. Pero eso
sentimiento es falso: porque no ha habido una entrega profunda que es la que se
da en el matrimonio cuando es asumido según su verdadera naturaleza (exclusivo,
fiel, permanente, abierto a la fecundidad, etc.) Por eso es tan común que
surjan los celos y que estos lleven muchas veces a la violencia por parte del
hombre. Esa violencia se explica porque el varón no tolera la ruptura del
vínculo del noviazgo. En el fondo de la conciencia late la incertidumbre de la
precariedad del vínculo y eso lleva como contrapartida a desarrollar una
conducta posesiva.<o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">5º Otra razón que explica también la violencia. El
ejercicio de la sexualidad en el noviazgo está marcado por la precariedad y la
inestabilidad, pero también por la reducción del otro a un objeto de placer. Ahora
bien, el hombre termina por despreciar siempre a la mujer fácil, a la que se
entrega “así nomás”. A sus ojos se ha degradado. Amar y despreciar se
contraponen el uno al otro. Ese desprecio está latente y cuando se hace
presente se vuelve violencia. Gran parte de lo violencia que hoy se llama
“violencia de género” tiene su origen en que la relación entre el hombre y la
mujer se ha desnaturalizado. <o:p></o:p></span></div>
<div style="margin: 0cm 0cm 0.0001pt;">
<span style="font-family: "book antiqua" , serif; font-size: 10pt;">6º Finalmente, hay que salir al paso de un falso
argumento que se aduce para justificar las relaciones pre matrimoniales: se
dice que es importante que se “conozcan” sexualmente antes de casarse para
saber si congenian o no. Esta razón es la más irrelevante de todas. Si hay algo
que no requiere aprendizaje ni acomodamiento es el ejercicio de la sexualidad.
Más hoy día, en el que el “misterio” del sexo está expuesto con lujo de
detalles en todo momento y en todo lugar.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<br /></div>
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<br /></div>
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<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0.0001pt 35.45pt;">
<br /></div>
<br />
<div>
<!--[if !supportEndnotes]--><br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<!--[endif]-->
<br />
<div id="edn1">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref1" name="_edn1" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[1]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;">Filósofo danés, nacido
en Copenhague en el año 1813, muerto en el año 1855. Transcurridas varias
décadas de su muerte, su obra comenzó a ejercer una enorme influencia. En
especial, su pensamiento dio origen en el siglo XX a las corrientes filosóficas
agrupadas bajo el nombre común de “existencialistas” (M.Heidegger, J.P. Sartre,
Gabriel Marcel, K.Jaspers, etc.). Lectura recomendable: “De Kierkegaard a Santo
Tomás de Aquino”, de Leonardo Castellani.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn2">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref2" name="_edn2" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[2]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;">Colomer, Eusebi: <i>El
pensamiento alemán de Kant a Heidegger</i>. Editorial Herder, Barcelona, 1990,
p.42/43.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn3">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: .0001pt; margin-bottom: 0cm;">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref3" name="_edn3" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[3]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><a href="https://www.blogger.com/null" name="_ftn3"><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;"> </span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;">Podemos citar como representante de esta
postura al filósofo, especialista en bioética internacionalmente conocido,
Peter Singer.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn4">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref4" name="_edn4" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[4]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;"> Illanes Mestre, J.L.:
"<i>Secularización</i>", en GER,
p. 92, Edic. Rialp, 1981</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn5">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref5" name="_edn5" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[5]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;">Fernández García, D.:
"<i>Revelación</i>", en Gran
Enciclopedia Rialp (GER), t. 20, p.190 ss, Madrid, 1981.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn6">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref6" name="_edn6" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[6]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Pieper, Josef: “<i>Antología”</i>. Herder, Madrid.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn7">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref7" name="_edn7" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[7]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><span lang="ES-MX" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;">Gilson, Etienne: <i>El
espíritu de la filosofía medieval</i>, Edic.Rialp, Madrid.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn8">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref8" name="_edn8" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[8]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann Robert:
<i>El rumor inmortal.La cuestión sobre Dios
y la ilusión de la Modernidad</i>. Edic.Rialp, Madrid,2010.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn9">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref9" name="_edn9" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[9]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Op.cit, p. 15.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn10">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref10" name="_edn10" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[10]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann, R.: <i>Etica, política y cristianismo</i>.
Ediciones Palabra, Madrid, 2007, p.127.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn11">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref11" name="_edn11" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[11]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann, R.:
op.cit., p.114)<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn12">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref12" name="_edn12" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[12]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann, R.: op. cit., p.128.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn13">
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin-bottom: 0.0001pt;">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref13" name="_edn13" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[13]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> La cita está
tomada del libro de Massimo Borghese, <i>Secularización y Nihilismo</i>, Ediciones
Encuentro, Madrid, p. 140. Cioran es nihilista: para él, la Creación es obra de
un demiurgo malvado, pero “la música es el límite del nihilismo de Cioran” (M.
Borghese)<o:p></o:p></span></div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref14" name="_edn14" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[14]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Frossard, André:
<i>Dios existe, yo me lo encontré. </i>Ediciones
Rialp, Madrid.1979, <o:p></o:p></span></div>
</div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref15" name="_edn15" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[15]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> García Morente,
Manuel:“<i>El hecho extraordinario</i>”,
Ediciones Rialp, Madrid, 6ª edición, 2015.<o:p></o:p></span></div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref16" name="_edn16" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[16]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Ayllón, Juan
Ramón: <i>10 ateos cambian de autobus. </i>Ediciones
Palabra, Madrid, 6ª edición, 2010.<o:p></o:p></span></div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref17" name="_edn17" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[17]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;">Spaemann, Robert: “<i>Cristianismo y
filosofía en la Modernidad</i>”, en “<i>El
rumor inmortal</i>”, ediciones Rialp, Madrid, 2010, p.65.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref18" name="_edn18" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[18]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Sartre, Jean Paul: "<i>El
existencialismo es un humanismo</i>", Sur, Buenos Aires. </span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref19" name="_edn19" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[19]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> La crítica es de Blanco, Guillermo: “<i>Curso de Antropología Filosófica</i>”, Educa, Buenos Aires.</span><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><o:p></o:p></span></div>
</div>
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref20" name="_edn20" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[20]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Burgos, Juan
Manuel: "<i>Antropología: una guía para
la existencia</i>". Palabra. Madrid. 2003.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn21">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref21" name="_edn21" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[21]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann,
Robert: “<i>Lo natural y lo racional</i>”.
Ediciones Rialp, Madrid, 1989.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn22">
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref22" name="_edn22" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[22]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span lang="EN-US" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann, Robert: op. cit., p. 26.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn23">
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref23" name="_edn23" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[23]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann,
Robert: “<i>La visión universalista de la
ley natural</i>”, conferencia pronunciada en las XLIV Reuniones Filosóficas de
la Universidad de Navarra, año 2006 (extraída de
www.unav.es/actividades/leynatural)<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn24">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref24" name="_edn24" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[24]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Burgos, J.M.:
op. cit., p. 56.<o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref25" name="_edn25" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[25]</span></span></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , serif; font-size: 9pt;"> Entendemos aquí
por historia no la ciencia que estudia el pasado, sino los hechos mismos
pertenecientes al pasado, que son objeto de tal ciencia.</span></div>
</div>
<div id="edn26">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref26" name="_edn26" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[26]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> <a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK7"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK6"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK5">Millán
Puelles</a>, Antonio: “<i>Léxico
filosófico</i>”: p. 442, Rialp, Madrid, 1987. <o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn27">
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<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref27" name="_edn27" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[27]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> </span><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK10"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK9"></a><a href="https://www.blogger.com/null" name="OLE_LINK8"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;">Millán Puelles</span></a><span lang="FR" style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;">, A.: op. cit., p.
443.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn28">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref28" name="_edn28" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[28]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Millán Puelles,
Antonio: “<i>Léxico filosófico</i>”,
Ediciones Rialp, Madrid, 1984.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn29">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref29" name="_edn29" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[29]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> La causa de que
ello sucediera así ya la hemos visto: reside en el haber dejado de considerar a
la Naturaleza como obra de Dios, como Creación.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn30">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref30" name="_edn30" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[30]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann,
Robert: “<i>La visión universalista de la
ley natural</i>”, conferencia pronunciada en las XLIV Reuniones Filosóficas de
la Universidad de Navarra, año 2006 (extraída de
www.unav.es/actividades/leynatural).<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn31">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref31" name="_edn31" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[31]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Spaemann,
Robert: “<i>La visión universalista de la
ley natural</i>”,<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn32">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref32" name="_edn32" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[32]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Lewis, C.S.: <i>La abolición del hombre</i>. Ediciones
Encuentro.Madrid.1994.<o:p></o:p></span></div>
</div>
<div id="edn33">
<div class="MsoEndnoteText">
<a href="file:///C:/Users/nexo/Desktop/SANTIAGO%20PADRE/UCA%20SEMINARIO%202013-2014-2015-2016-2017/SEMINARIO%20UCA%202017/VERSION%20DE%20JULIO%202017-INTRODUCCION%20AL%20SEMINARIO%20UCA%20Y%20DESARROLLO.docx#_ednref33" name="_edn33" title=""><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"><!--[if !supportFootnotes]--><span class="MsoEndnoteReference"><span style="font-size: 9pt; line-height: 115%;">[33]</span></span><!--[endif]--></span></span></a><span style="font-family: "times new roman" , "serif"; font-size: 9.0pt;"> Melendo, Tomás: <i>Diez falsas razones para casarse</i>.
Publicado en arvo.net: <a href="http://arvo.net/relaciones-pre-matrimoniales/diez-falsas-razones-para-casar/gmx-niv381-con10597.htm">http://arvo.net/relaciones-pre-matrimoniales/diez-falsas-razones-para-casar/gmx-niv381-con10597.htm</a><o:p></o:p></span></div>
<div class="MsoEndnoteText">
<br /></div>
</div>
</div>
</div>
<div>
<div id="edn29">
<div class="MsoEndnoteText">
</div>
</div>
</div>
Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-47855948329543610732016-08-15T16:17:00.002-03:002016-08-21T16:02:35.250-03:00<span style="font-size: x-small;">La Presentación del seminario <span style="font-family: "bookman old style", serif; line-height: 18.4px; text-align: justify;">“La muerte de Dios y la muerte del hombre”</span>: introducción (martes 9 de agosto, 2016) y las clases sucesivas, se encuentran en la solapa "Seminario.Año 2016"</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="font-family: "bookman old style" , "serif"; font-size: 12.0pt; line-height: 115%;"><br /></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-57690052311231460232015-10-11T12:50:00.001-03:002018-11-11T12:52:21.490-03:00Contra los tópicos actuales: la verdad<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<u><b><span lang="ES-AR">Contra los tópicos (1)</span></b></u></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<span style="background-color: #93c47d;"><b><span lang="ES-AR">“Cada uno tiene su verdad, esta es mi
verdad, aquella la tuya”</span></b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: center;">
<br /></div>
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;">
</span><br />
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;"></span></span><span lang="ES-AR">Quien hace esa afirmación
cierra toda posibilidad de diálogo: porque si cada uno tiene su verdad, no hay
acuerdo posible.</span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpFirst" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;"> </span></span><span lang="ES-AR">Quien hace esa afirmación,
además, está imponiendo “su verdad”: la de que cada uno tiene su verdad. Y, por
añadidura, lo hace en forma inapelable (por eso clausura todo diálogo y
posibilidad de encuentro en la verdad)</span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpMiddle" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;"></span></span><span lang="ES-AR">Quien hace esta afirmación, en
realidad está diciendo algo que es obvio y que es el supuesto de todo diálogo:
al inicio de todo diálogo cada uno tiene su forma de ver las cosas, sus juicios
previos (pre-juicios), pero si dos inician un diálogo es porque a partir de lo
que ya veían desean en común ver más, ver mejor, o encontrar las verdaderas
razones de lo que creían ver como verdadero (pero no lo era): el objetivo es compartir la verdad.</span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR"> </span><span lang="ES-AR"><!--[if gte mso 9]><xml>
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<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"><span style="mso-list: Ignore;"></span></span><span lang="ES-AR">Quien hace esta afirmación,
incurre en contradicción: </span></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR"> 1º porque sostiene que cada uno tiene su verdad, pero
eso no es posible por contradictorio: dos afirmaciones que se contradicen no
pueden ser <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>a la vez</u></b>
verdaderas (ni tampoco falsas las dos): si una es falsa la otra es verdadera.
(O existe Dios o no existe, o el mundo ha sido creado o no ha sido creado; o
debemos ser justos, o da lo mismo no serlo; o el aborto es un crimen abominable
o no lo es) .”<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></span></div>
<div class="MsoListParagraph" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>2º porque quien hace esta
afirmación está sosteniendo como última verdad <u>el relativismo</u> (“toda
verdad es relativa”): pero si toda verdad es relativa, ¿no es cierto que “toda
verdad es relativa” debe ser considerado consecuentemente como algo relativo? </span></span></div>
<br />
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<span style="font-family: "georgia" , "times new roman" , serif;"><span lang="ES-AR"><br /></span></span></div>
<div class="MsoListParagraphCxSpLast" style="mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18.0pt;">
<br /></div>
<br />Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-4781318569511133032012-11-29T20:30:00.003-03:002012-11-29T20:44:46.105-03:00Homosexualidad y discriminación: la voz de un homosexual<div style="text-align: justify;">
Puede que para algunos lectores no haya quedado en claro que el rechazo al pseudo matrimonio homosexual <u><b>no</b></u> implica discriminar a las personas homosexuales y que, por otra parte, es necesario distinguir entre la <u><b>inclinación homosexual</b></u> y la <u><b>conducta o actividad homosexual</b></u>. </div>
<div style="text-align: left;">
Por ello, viene a cuento leer el artículo que salió ayer, 28 de noviembre, en: <a href="http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=26189"> http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=26189 </a></div>
<div style="text-align: justify;">
El artículo en cuestión se refiere a un escritor homosexual, quien, a propósito del proyecto promovido por el presidente de Francia, se ha manifiestado en contra del "matrimonio" homosexual, y que considera que oponerse a ese proyecto de ley no constituye un acto de discriminación contra los homosexuales.</div>
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="text-align: left;">
<a href="http://www.religionenlibertad.com/"></a></div>
<div style="text-align: justify;">
<br />
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</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-family: Arial;"><a href="http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=26189">"Philippe
Ariño, un homosexual que apoya a la Iglesia contra el matrimonio gay</a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ha escrito varios libros proponiendo la vida de continencia y castidad
e intensifica su campaña tras el proyecto de François Hollande</i></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
En Francia, relevantes miembros
de la comunidad homosexual se están rebelando contra la dictadura que ejerce en
los medios el lobby LGTB, imponiendo un pensamiento único que no representa a
todos en lo que concierne al "matrimonio" gay. En la reciente <a href="http://www.religionenlibertad.com/articulo.asp?idarticulo=26015" target="_blank">manifestación celebrada en París contra el proyecto del
presidente François Hollande estuvo el líder gay <b>Xavier Bongibault</b></a>,
y recientemente se ha publicado una nueva obra de Philippe Ariño: <i>La
homosexualité en verité [La homosexualidad de verdad], </i>donde, afirma,
"rompe por fin el tabú".</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #001387;">Experto
en códigos homosexuales</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
De 32 años y profesor de español,
<b>Philippe Ariño </b>es un escritor homosexual bien conocido en
Francia por un libro en particular, un <i><b>Diccionario de códigos
homosexuales</b></i> en dos volúmenes, y también por otros dos libros en torno
a "la pareja homosexual, más allá del bien y del mal", tanto en
perspectiva íntima como social. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
El objetivo de estos cuatro
trabajos, que datan de 2008, es siempre definir la naturaleza y
las causas del deseo homosexual, y sus consecuencias personales y sociales. Ha
escrito una obra de teatro, colabora con sus artículos en diversos medios y
dirige además un <b>programa de radio destinado a la comunidad gay</b>.
Se ha tomado el curso 2002-03 como año sabático para promocionar sus obras
y difundir su pensamiento.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #001387;">El
error de confundir las cosas</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ariño se ha posicionado con
claridad <b>contra la consideración de las parejas de gays o lesbianas
como matrimonio</b>. En su última entrevista, concedida al semanario <i>Famille
Chrétienne [Familia Cristiana], </i>le dice con rotundidad al socialista <b>François Hollande</b>:
"¡Por favor, ahórrenos esta ley!".</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
¿Cuáles son sus razones? Según
explica en <i>L´homosexualité en verité</i>, su principio antropológico es
que la única división fundadora entre los seres humanos es la <b>diferencia
de sexos</b>. Por tanto, no existen en sentido estricto ni la
homosexualidad ni la heterosexualidad, que son sólo construcciones semánticas
que se transforman en construcciones ideológicas con consecuencias sociales de
las cuales la última es la pretensión de equiparación con la familia
natural. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ariño recuerda que la<b>
palabra homosexualidad sólo existe desde 1869</b> para designar una
bisexualidad de corte libertino, y <b>la palabra heterosexualidad nace en
1890</b> para designar un "hermafroditismo psíquico" liberador
de una sexualidad normativa en aras del amor libre. Rechaza que la
homosexualidad sea una "enfermedad": en su opinión, lo que llamamos
con esa palabra es una sensibilidad especial y un "deseo herido".</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b><span style="color: #001387;">A
favor de la posición de la Iglesia</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Ariño es católico y explica
que él canaliza ese deseo y lo sublima ofreciéndolo a Dios viviendo en
castidad. <b>La sexualidad no es la genitalidad</b>, y en ese sentido
aplaude que la Iglesia haya distinguido siempre entre las tendencias y los
actos. </div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.araigneedudesert.fr/page/eglise-catho-et-personnes-homos-absurde-opposition-absurde-confusion.html" target="_blank">En un artículo publicado en su página web</a>, Ariño considera
"absurda" la "oposición" y la "confusión" que
algunos intentan promover para presentar a la Iglesia como contraria a los
homosexuales, y lamenta que esa incomprensión lleve a muchos artistas gays a
producir obras que caen directamente en la <b>blasfemia</b>, y a
buena parte de esa comunidad a incurrir continuamente en la <b>provocación
agresiva</b>.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
"La Iglesia católica nunca
ha dicho que las personas homosexuales sean pecadoras por ser homosexuales. Al
contrario, está deseosa de acoger a las personas que se dicen homosexuales, y
distingue tanto entre los actos y las personas, <b>como entre los
individuos y sus deseos superficiales</b>", dice.</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Diferenciar entre el ser y el
hacer es <b>reconocer la existencia de nuestra libertad</b>, nos
salva de negarnos y diabolizarnos a nosotros mismos", continúa: "Sin
duda somos siempre reflejo de nuestros actos y responsables de ellos. Pero a
los ojos del amor y de la fe, un hombre siempre es más grande que los pecados
que comete, por graves y vergonzosos que sean. Para la Iglesia católica, lo que
cuentan sobre todo son las personas. Creo que tiene toda la razón del mundo al
diferenciar entre la práctica sexual y la identidad sexual: es su empeño en
señalar esa frontera el que define el vínculo entre fe y homosexualidad,
el que le dice a las personas homosexuales que tienen un lugar en la Iglesia en
cuanto hombres donde late un deseo homosexual real y reconocido como tal. La
Iglesia no pretende cambiarlas, sólo les pide que pongan <b>su identidad
más profunda como hijos de Dios </b>por delante de su identidad secundaria
como personas homosexuales".</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
Las ideas de Philippe Ariño están
suscitando un <b>amplio debate</b> tanto en ámbitos cristianos como,
en la medida en que no son silenciadas por el lobby LGTB, en la comunidad
homosexual, convirtiéndole en un autor de referencia en un momento álgido de
polémica en Francia."</div>
<br />
<div style="text-align: justify;">
<br /></div>
Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-70451568772246966382012-11-20T23:31:00.002-03:002022-11-11T12:12:59.143-03:00Sobre el pseudo matrimonio homosexual<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoNormal" style="tab-stops: 148.85pt; text-align: justify;">
<h2>
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="font-size: large;"><u>Sobre el pseudo matrimonio homosexual:</u></span></span></h2>
</div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-family: Aparajita; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-ascii-font-family: Aparajita;">La ley <span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Nº 26.618 que reformó el Código Civil para propiciar
la inclusión de las relaciones homosexuales bajo la figura del matrimonio civil
dio y dará lugar a graves cambios en la sociedad, los cuales difícilmente podrán
ser revertidos. La oposición a esta ley no nace de una postura discriminatoria,
sino de la preocupación por defender una institución fundamental de la sociedad
que no puede ser desdibujada ni usurpados sus derechos. La ley en cuestión
debilita la institución familiar y consiguientemente a la sociedad, por lo que
asumir la defensa del matrimonio (el único, el heterosexual) nace de la
responsabilidad de todo ciudadano ante el bien común.</span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Ante todo, conviene dejar
aclarado que (me) preocupa la situación de las personas homosexuales. Se trata
de personas que, por lo general en la adolescencia, advierten en su intimidad,
en algún momento de su desarrollo, la presencia inquietante de una inclinación
sexual hacia personas de su mismo sexo. Hay en esa situación un drama. El
homosexual es una persona doliente: sufre porque reconoce que sus intereses no
son los intereses y gustos de quienes hasta ese momento eran sus amigos,
compañeros de juegos y estudios, sufre porque comienza a tomar conciencia de
que su vida comienza a adoptar un diverso rumbo, que resulta incomportable con
el que le imprimieron sus padres a sus propias vidas, sufre porque tampoco en
sus hermanos puede encontrar motivos para identificarse. A partir de allí,
siente que el mundo de las confidencias, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>del compartir bromas, juegos, momentos, con
amigos, padres y hermanos, ha experimentado<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>una fractura, y comienza a percibir un abismo que se agranda. Quizá
reivindique con rebeldía esa tendencia, y trate de encontrar en el mundo sus
iguales. Por eso, el homosexual tiende a formar algo así como guetos, a
encerrarse en un microcosmos. Quizá busque ayuda en un psicoterapeuta. El
homosexual es una persona que sufre. Que necesita acompañamiento, que está
hambrienta de comprensión. Esta es la parte de verdad de los reclamos
homosexuales. Detrás de todos estos reclamos de derechos, detrás de estas
acusaciones de discriminación, hay muchas veces una búsqueda de acogimiento, de
comprensión. Esa comprensión no se la podemos negar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Pero en este planteo hay algo
trágico, que nace de un profundo error: darles comprensión no puede ni debe
significar que la sociedad deba comenzar a afirmar que los que poseen o sufren la
tendencia homosexual tengan un derecho -que la ley les debe reconocer- a
equiparar su unión con el matrimonio. La búsqueda de respetabilidad así
entendida, es decir, como aceptación social de la conducta homosexual, tiene un
altísimo costo social. Eso es lo que trataré de mostrar. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">I INTRODUCCION</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Pero antes, me interesa
aclarar dos cuestiones: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">1º.- Quienes nos oponemos a esta
ley, no buscamos de ninguna manera agredir ni discriminar a la persona de
condición homosexual. Nuestra postura no es contra ellos, sino en defensa de
bienes que son esenciales a la sociedad como un todo: el matrimonio y la
familia. Incluso, como esta defensa es una defensa del bien común, estamos
también defendiendo a la persona<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>homosexual, ya que el bien común es de naturaleza tal que beneficia a
todos (si fuera excluyente o exclusivo, no podría tratarse de un bien común
social)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">2º.- No creemos que sea una
lucha entre los malos y los buenos ni es una cruzada contra el mal: los
heterosexuales son los buenos de la película y los homosexuales los malos.
Buenas personas y malas personas se definen con arreglo a otras
características. Esta afirmación que acabo de hacer presupone ciertas
distinciones que son importantes para poder generar un clima de comprensión: la
primer observación es que con respecto a la ley no hay una identificación entre
su apoyo y el homosexual: no todos los homosexuales están de acuerdo y entre
los que están de acuerdo muchos lo apoyan porque creen que obtendrán un
reconocimiento moral de la sociedad. Otros, los menos, son los activistas del
“lobby gay”. Paralelamente, hay personas heterosexuales que lo apoyan,
convencidos de estar reconociendo un derecho supuestamente avasallado. La
segunda observación es que hay que hacer una distinción entre “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tendencia homosexual” </b>y “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">conducta homosexual”: </b>de la primera
quien la sufre no es responsable, es una inclinación que, de antemano ya
dejamos anticipado, es objetivamente desordenada, pero que con respecto a ella,
el sujeto puede tomar distancia, sublimarla, moderarla y reencauzarla, ya que
todas las tendencias que tiene el ser humano sólo se pueden actualizar,
concretar, dar curso, si son asumidas por la libre elección. A diferencia del
animal, en el que la tendencia busca ser satisfecha instantáneamente. La
conducta homosexual, en cambio es la habitualidad de quien teniendo dicha
tendencia, libremente despliega una conducta sostenida en el tiempo que implica
el ejercicio de la sexualidad con personas de su mismo sexo. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">II LA NATURALEZA DEL
MATRIMONIO</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Aclaradas estas dos cuestiones
(no se busca discriminar ni agredir sino una mejor defensa del bien común
social y no es una cruzada contra los homosexuales), pasaré a desarrollar los
siguientes puntos:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">1º El manejo ideológico del
término “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">discriminación”.</b>Los
defensores de la ley arguyen que quienes se oponen al mismo están discriminando
a los homosexuales. Creo haber dejado aclarado que no es así (que no se los
está haciendo objeto de una persecución).No obstante ello,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la acusación debe ser considerada con más
detenimiento. El argumento de la discriminación supone que negarles la
posibilidad del matrimonio a los homosexuales es un acto injusto. Pues bien, la
ley no les niega esa posibilidad, tiene restricciones o limitaciones, pero son
otras (por ejemplo, no tener uno de los contrayentes la edad núbil exigida por
la ley, no ser consanguíneos, etc.), pero en la ley nada se dice sobre si son
de inclinación homosexual o si son de condición homosexual como criterio para
discernir su aptitud matrimonial. Pueden hacer uso de esta institución, por
supuesto, no lo harán, pero nada en la ley lo impide. Lo que la ley les exige
es que ante todo sean hombre y mujer, ya que el matrimonio es para el hombre y
la mujer. Este argumento puede irritar, pero es propedéutico porque sirve para
introducir el siguiente argumento: la justicia no se vulnera cuando los que son
distintos ante la ley son tratados en forma distinta, en cambio, se vulnera si
los que son iguales ante la ley son tratados como si fueran distintos. Por
ejemplo, con respecto a la licencia para amamantar, que es pedida por dos
madres pero a una se le niega, en ese caso hay un tratamiento injusto, se está
discriminando, ya que ante la ley son iguales. Pero si yo, que soy hombre, pido
la licencia para amamantar, y se me niega, lógicamente, no puedo quejarme de
discriminación ya que soy con respecto a la ley, en ese punto, distinto. Ciertamente,
también sería injusto que se me concediera ese derecho, a mí que soy distinto,
ya que también es injusto tratar a los diversos como si fueran iguales. A esto,
los defensores de la ley en cuestión, contra- argumentan diciendo que esa es la
injusticia: ellos son iguales a cualquier heterosexual. La respuesta a esto es
obvia: sí, efectivamente, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>son iguales,
puesto que, como cualquier persona, pagan impuestos, deben ser remunerados como
cualquier otro heterosexual, deben tener el mismo acceso a la salud, a la
educación, etc. etc. Y todo ello por ser ciudadanos con plenitud de derechos,
puesto que el ser homosexuales no les quita ni les agrega derechos. Pero<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el punto preciso en el que se centra la
discusión está en que son <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">distintos</b>
(y ellos mismos lo dicen) sólo en tanto y en cuanto pretenden que esa condición
homosexual<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>los hace también plenamente acreedores
a usufructuar los beneficios de la institución del matrimonio. El homosexual
que afirma que se lo discrimina al no dejarlo casar con otro de su mismo sexo,
está en la misma situación que la del varón que quiere usar la licencia para amamantar.
- Por esa razón, los que se oponen a la ley no consideran de ninguna manera que
están haciendo objeto de discriminación a los homosexuales al oponerse al
mismo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">2º Ahora bien, puede
preguntarse, ¿Por qué ese exclusivismo del matrimonio para los heterosexuales?
¿Por qué no ampliar sus beneficios a los homosexuales? ¿Por qué no cambiar esta
institución, haciéndola más amplia, más flexible? Esta es la cuestión central,
además del tema de la adopción, que está asociado por naturaleza con la
aprobación del matrimonio para los homosexuales.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">a) La primer razón está en que
el matrimonio hombre-mujer responde a una realidad biológica y antropológica
insoslayable, como lo es <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la diversidad
de los sexos. Esta diversidad no es un dato cultural, sino un hecho macizo. Las
personas humanas asumimos una identidad sexuada. Incluso hasta sería pertinente
hablar, no de personas humanas a secas, sino de persona varón y persona mujer,
como lo hacen algunos filósofos. Y ello porque como decía Julián Marías, los
adjetivos “sexual” y “sexuado” dicen aspectos distintos (aunque relacionados):
“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">la actividad sexual es una limitada
provincia de nuestra vida, muy importante pero limitada, que no comienza con
nuestro nacimiento y suele terminar antes de nuestra muerte, fundada en la
condición sexuada de la vida humana en general, que afecta a la integridad de
ella, en todo tiempo y en todas sus dimensiones</i>.”</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt;"> </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">Esto
significa que la condición sexuada incluye pero abarca más que la sexualidad
misma, hasta un punto que <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cualifica o modaliza
a la persona</b> en su tono de voz, en su manera de andar, en sus aficiones,
por más que ello suceda dentro de un contexto cultural determinado que puede
acentuar unos rasgos u otros. Todo ello lo sabemos porque provenimos -hasta
ahora- de hogares constituidos por padre y madre: mamá no es papá (así, para
ciertas cosas, es mejor entendérselas con mamá, para otras con papá, por
ejemplo). La sexualidad configura una identidad, la cual está constituida por
distintos factores, o estratos: los cromosomas (sexo cromosómico) que están en
la base, luego la conformación morfológica de los órganos sexuales (gónadas
masculinas y femeninas: testículos y ovarios),<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>el sexo genital (órganos genitales externos), factores neurohormonales
(sistema hormonal y sistema nervioso, que a través del hipotálamo van
orientando el organismo y sus funciones específicas de conformidad con la
constitución sexual del individuo), factores psicológicos (sexo psicológico) y factores
socio-culturales. Los factores psicológicos o sexo psicológico, irrumpen en el
desarrollo desde las primeras etapas de crecimiento del niño (“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">el sexo psicológico supone la convicción
íntima, robusta y firme, de pertenencia a un sexo determinado. Esta convicción
implica al yo, a quien en cierto modo configura como un yo sexuado en este sexo;
pero, a la vez, es reconfigurada, fundamentada y planificada desde el propio yo</i>”<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a>.El
sexo psicológico es un aspecto o dimensión de la persona, y “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">no algo sobreañadido a ella</i>” (op.cit.),
es la misma persona que se ha desplegado en el tiempo configurándose como
hombre o mujer a nivel de su personalidad psicológica (carácter, intereses,
comportamientos o conductas, gestos, preferencias y gustos, pulsiones o deseos,
etc.). En cuanto a los factores socio-culturales tienen que ver con el modo en
que lo identifican al individuo los integrantes de su entorno (los padres
principalmente), en primer término haciendo de referencia o modelo para la
configuración del sexo psicológico, pero también en el trato que se le dispensa
acorde con su sexo. El drama –porque es un verdadero drama, no solo personal,
sino también familiar-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>surge cuando se
produce una discontinuidad, una fractura entre las pulsiones y deseos y ese
hecho, insobornable y tozudo que constituye el sexo del individuo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que se fue conformando desde las primeras
etapas de su desarrollo fetal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">b) En segundo término, el sexo implica una dimensión
generativa. Conlleva una inclinación a usar de la sexualidad, de cuyo uso se
sigue, normalmente,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el hijo. Esta
dimensión generativa del hombre y de la mujer no es el resultado de una
convención, un gusto, una costumbre, una fantasía sexual o una construcción
social: es un dato objetivo e inconmovible de la naturaleza: nacemos personas
sexuadas como hombres o como mujeres, eso es lo que nos diversifica y nos
diferencia unos respecto a otras, y esa sexualidad comporta la posibilidad de
que de la unión del material genético del padre con el de la madre se engendre
una persona. La finalidad del sexo, no es el placer, no porque no conlleve
placer su ejercicio, sino porque esa gratificación asegura también la
procreación. Este es el modo en que los seres humanos nos perpetuamos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">c) En tercer lugar, el sexo no tiene esa sola
dimensión: también posee una dimensión comunicativa y completiva. El hombre
encuentra en la mujer y ésta en el varón su igual y su distinto: es decir el que
complementa por ser distinto, aunque<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en
igualdad de naturaleza, ya que son pares. Esta complementación es sexual,
psicológica, afectiva y espiritual. El hombre es una ayuda para la mujer y la
mujer para el hombre.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">d) La característica de que el amor sexuado entre el
hombre y la mujer dé lugar a los hijos, a una familia, es, desde el punto de
vista del ordenamiento jurídico de este fenómeno que es el amor humano, lo que
resulta ser definitorio para extender la figura del matrimonio a los
homosexuales o no extenderla. Porque si de la unión sexual se sigue por
definición el hijo, eso no sucede nunca en la unión homosexual, que por
definición, vocación y “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">naturaleza</i>”
es estéril. Insisto en que la direccionalidad del amor humano hacia los hijos,
hacia la familia, es un dato de la realidad, no es algo meramente convencional,
cultural, histórico (aunque a lo largo de la historia se haya revestido de
formas culturales diversas). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">e) Hay una precedencia ontológica entre el matrimonio
y el Estado. El Estado regula el matrimonio porque tiene relevancia social. En
efecto, sin matrimonio no hay sociedad que pueda perdurar en el tiempo. Sin
padres que eduquen, que transmitan los valores, el respeto por las
instituciones, el deber de luchar por el bien común, sin padres que incorporen
a los hijos en una tradición cultural, la sociedad desaparecería. Desde este
punto de vista es el Estado el principal interesado en que los hijos nazcan en
el seno de una familia y que ella los vaya preparando para su incorporación a
la sociedad. Incluso, son los padres y madres de familia el verdadero motor de
la sociedad y de la economía: sin la motivación que despiertan los hijos y el
sentido de responsabilidad ante ellos, los hombres y mujeres haríamos muy pocas
cosas de las que hacemos. Los hijos nos vuelven creativos, luchadores sin
descanso, nos desvelan en todo momento y a la vez son una fuente de alegría
permanente. Pero además, eso también obliga al Estado a no desnaturalizar
aquello que siendo una sociedad natural, le precede ontológicamente. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Pero ¿qué sucede en el caso de los
homosexuales? Esos beneficios y aportes a la sociedad que caracterizan al
matrimonio y a la familia no se dan, por razones que son obvias. </b></span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"></span></b></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Ahora bien, también se
argumenta que ese escollo insalvable para la naturaleza, no lo es para el
hombre que hoy dispone de los recursos de la tecnología científica. Sin
embargo, decir que con los recursos de la tecnología se puede suplantar esa
falencia para que los homosexuales tengan hijos es una afirmación que no se
puede aceptar porque es reconocer que para satisfacer el deseo del hijo se está
dispuesto a la manipulación de las personas: un hijo no es un objeto, no es una
cosa, es una persona. Sostener que mediante el instrumental de laboratorio los
homosexuales pueden tener hijos es narcisismo: el homosexual por definición no
ejerce la función generativa, por los motivos que fueren, y así desarrolla una
actividad sexual esterilizadora. Pero a la vez, tiene la pretensión de recurrir
a los procedimientos de la tecnología para fabricar una persona. Procedimientos
éstos que determinan que la persona pase a ser un producto manufacturado,
degradado de su realidad de persona, a ser una <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cosa. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">III CONSECUENCIAS</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">3º Aprobada la ley en el Congreso,
¿cuál será el precio para la sociedad? Va a ser muy alto: dará lugar a una
transformación muy profunda, pero, lamentablemente, sus efectos, aunque
presentes desde el primer momento,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se
irán advirtiendo en el tiempo, como sucede con todos los cambios culturales. Y
eso es una contrariedad porque las posibilidades de dar marcha atrás y
retrotraer las cosas a esta situación anterior, serán cada vez más difíciles. Trataré
de anticipar los escenarios futuros que son la consecuencia de esta ley.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Efecto
social y político:</span></u></b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">
un primer efecto será la degradación del concepto y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de la realidad del matrimonio. En efecto, van
a aparecer otras “formas de amor” que tratarán de legitimarse, y el argumento
será precisamente el que se haya legitimado el mal llamado “matrimonio
homosexual”. La razón es que si el argumento para su legalización ha sido
“todos tienen derecho a la felicidad”, o “todos tienen derecho al amor y a ser
protegidos”, cualquier puede esgrimirlo: desde incestuosos (dos hermanos, por
ejemplo), hasta los paidófilos, y hasta polígamos. Estas dos últimas
posibilidades ya se han dado. Por ejemplo<b>, <span style="color: black;"> </span></b><span style="color: black;">María del Carmen Garcimartín, profesora titular de Derecho
Eclesiástico del Estado en la Universidad de La Coruña, señala que “<i>e</i></span><i>n
Estados Unidos la presión para reconocer la poligamia como una forma de familia
alternativa crece ininterrumpidamente, si bien, con el fin de evitar el estigma
social que conlleva el término </i><i><span style="font-style: normal;">poligamia</span></i><i>,
se prefiere hablar de </i><i><span style="font-style: normal;">poliamory</span></i><i>
o de </i><i><span style="font-style: normal;">multi-partner unions</span></i><i>
(matrimonios de grupo). Pero también en Europa la poligamia está en el debate
público, en este caso con una postura en principio más clara por parte de los
poderes públicos que la que han mantenido en relación con los matrimonios de
personas del mismo sexo</i>.” <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a>
En cuanto a la pederastia, tanto en Holanda como en Alemania (el partido verde,
en este último caso) promovieron acciones políticas para que se reconozca lo
que ellos llaman el derecho a “manifestar otra forma de amor con los niños”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">Pero eso significará que el matrimonio dejará de ser
un factor social preponderante en la <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>configuración de la sociedad y ésta quedará
desarticulada. La familia quedará indefensa. Los ingleses dicen que cada uno es
un rey en su hogar. Y es cierto: cada uno goza de entera libertad en su
familia, las relaciones son espontáneas y libres de toda atadura social, pero
además significa que la familia es un bastión contra otros poderes. En esta
sociedad tecnificada, en la que cada vez más se pierde la posibilidad de una
vida íntima –estamos fiscalizados y acotados en nuestros espacios de libertad-
la desvalorización del matrimonio y consiguientemente de la familia, nos dejará
poco a poco inermes frente a una sociedad cada vez más poderosa. O familia o
violencia será la opción de hierro.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Efectos
educativos y religiosos</span></u></b><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">: esta ley va acompañada de una modificación del
código penal cuyo estudio está realizando </span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">la Comisión</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> Legislativa</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> de </span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">la Cámara</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> de Diputados<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a>.
Se busca ampliar la figura de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">discriminación</b>
por razón del género, sexo u orientación sexual. Los efectos prácticos serán
que en las escuelas se deberá enseñar que la sexualidad es una mera cuestión de
elección, sin un fundamento orgánico, endocrinológico, etc. Pero el que se
aparte del libreto será penalizado, incluso con prisión. Ningún maestro podrá
enseñar otra cosa. Pero tampoco los padres: ni en la intimidad del hogar,
porque de hacerlo abiertamente, y si su hijo lo comenta, correrán el riesgo de
ser<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>denunciados por un tercero.
Claramente se estaría vulnerando el derecho de los padres a brindar la
educación a sus hijos que les parezca mejor. Tampoco lo podrá hacer<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un sacerdote desde el púlpito (por ejemplo,
no podrá mencionar ni glosar la epístola a los Romanos del San Pablo en la que
condena la homosexualidad). En este caso, el derecho que resulta violentado es
el derecho a profesar libremente, como la conciencia lo dicta, una religión.
Esto ya ha pasado, por ejemplo un obispo argentino fue denunciado en junio de
2010 ante el INADI por discriminación. ¿Qué había hecho? Enviarles a los señores
senadores una carta exponiendo las razones por las que </span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">la Iglesia</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> objeta lo que en ese entonces era el proyecto
de lo que luego fue la ley Nº 26.618.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">Efectos antropológicos</span></u></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">:
</span></b><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">la ley conlleva la legitimación
de la adopción de chicos huérfanos o abandonados por parte de parejas
homosexuales. La pareja homosexual está lejos de poder cumplir este requisito,
a tal punto que, abrir legalmente esta posibilidad que hasta hoy les es negada,
significa hacer caso omiso del <b>bien</b> del niño.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">En efecto, los homosexuales podrán dar alimento,
vestido y educación o instrucción y afecto, pero no lo más importante: esa
especial formación que, para el <b>bien </b>del niño, debe ser <b>integral</b>,
para la cual se requiere del padre y de la madre: es decir, de la <b>familia</b>.
El niño precisa experimentar, tanto en la vida diaria, es decir, tanto en
las acciones cotidianas de sus padres, que son el <b>modelo</b> de su conducta,
como en la transmisión verbalizada de los valores (el diálogo), la correcta
integración y orientación de la vida sexual hacia el amor entre el hombre y la
mujer. Los padres son el espejo de él mismo, en ellos ve dibujado el bosquejo
de su personalidad. Y no sólo eso, ya que no se reduce todo a reconocer la
propia identidad en el progenitor de su mismo sexo. También en el progenitor
del otro sexo el hijo o la hija encuentra una guía para el trato con las
personas de distinto sexo; más aún, en la dinámica de la relación entre el padre
y la madre descubre el modelo de la relación entre los esposos. Es importante
subrayar que no necesariamente esta transmisión de los auténticos valores de la
sexualidad de la persona se realiza en forma explícita, consciente y objetiva,
tal como se transmiten los contenidos de una ciencia, sino, por el contrario,
la forma más habitual –que no excluye la anterior- se va desplegando a lo
largo de las diversas etapas de desarrollo del niño en forma difusa: en los
gestos, en las reacciones, en los gustos y preferencias, en la manifestación de
los sentimientos, etc. etc. Se trata de un canal de transmisión formativo rico,
multiforme pero único y privilegiado. Ahora bien, una persona homosexual
adoptante no puede brindar esto a un niño, porque nadie puede dar lo que no
tiene. No puede transmitir la experiencia del “ser varón-frente- a la mujer” o
del “ser mujer-frente-al varón”. En cualquiera de los dos casos posibles
de homosexualidad (varón-varón o mujer-mujer), falta uno de los dos
términos de la relación. Y esas carencias se volverán operativas en el mañana,
cuando haya crecido y deba adoptar sus propias decisiones y orientar su vida de
manera definitiva. Al no haber recibido<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en forma nítida la impronta de lo masculino o de lo femenino en los
momentos de su desarrollo en que su psiquismo lo necesitaba (primera infancia,
niñez, adolescencia), su psiquismo no tendrá los resortes necesarios para
orientarse en el mundo de los afectos y de la sexualidad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">En conclusión: si se pretende que con la autorización a
que los homosexuales adopten, se va a lograr darles cariño a muchos chicos
abandonados, la respuesta es ésta: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>siempre</u></b>
se debe buscar a una familia sana. Una familia que le dé el cariño que le falta
al niño abandonado, como así también lo que realmente necesita para su
desarrollo integral y equilibrado, como ya se explicó antes. Familias que
quieren adoptar las hay en cantidad, sin hijos o con hijos. Hay serias dudas de
que falten. La queja que más se repite entre los matrimonios que desean adoptar
es que los trámites burocráticos y judiciales son muy lentos e ineficaces por
su misma lentitud. Y si faltan, es responsabilidad del Estado y de los grupos
intermedios, fomentar una mentalidad más favorable a la adopción entre las
familias. En esta cuestión debe primar la racionalidad o sensatez y evitar que
las decisiones se tomen sobre la base de sentimientos de arrebatada piedad. En
definitiva: es el bien del niño lo que está en primer lugar. Por eso, el
argumento que se suele repetir para defender la adopción legal de un chico
abandonado por parte de una pareja <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>homosexual, según el cual “es preferible que
lo adopte una persona gay a que quede en la calle”, es un argumento con trampa:
es absolutamente<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>irreal que sólo pueda
existir <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">únicamente </b>tal opción. Esta
situación la he denominado “efectos antropológicos” por este motivo: los chicos
criados en estas condiciones, crecerán sin haber conocido la experiencia del
ser padre y del ser madre y por lo tanto, es muy probable que tengan
dificultades de adaptación y de generar conductas acordes con la realidad y la
riqueza antropológica del matrimonio. Con toda razón se está diciendo que
estamos frente a un experimento social, el cual, dado el interés privilegiado
que tiene el niño por ser la parte <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>más
débil, lo expondrá a un futuro incierto. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">Llama la atención de que hoy en día, que tanto se
invoca la ecología y los valores naturales, cuando se trata del ser humano, del
amor humano y del niño, se considere que la naturaleza es informe, plástica,
que lo admite todo, o que no cuenta para nada. Si los argumentos ecológicos
tienen valor, se debe respetar en el caso de los chicos en adopción su hábitat
natural, su nicho ecológico, que es el haber nacido del amor de un hombre y una
mujer.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Efectos médicos y en la salud pública</span></u></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">:</span></b><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> Por otra parte,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>las primeras víctimas de esta futura situación serán los mismos homosexuales.
Hay un rechazo a reconocer como enfermedad la homosexualidad. Es evidente que con
esta ley, la conciencia social de que se trata de una enfermedad desaparece.
Por lo tanto, unido al hecho de que toda afirmación que contradiga el dogma de
este paradigma sobre la sexualidad humana será penalizada, el resultado será
que:</span></div>
<div style="margin-bottom: .0001pt; margin: 0cm; text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">a) ningún psicoterapeuta o
psiquiatra podrá curar la homosexualidad. Se ha difundido la idea de que el
homosexual nace y no se hace. El problema es que así el homosexual no </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">encontrará acceso fácil a grupos de
apoyo, terapeutas y directores espirituales que apoyen de manera inequívoca su
deseo de curarse.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES;"></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">b) No sólo eso, hoy los
homosexuales no pueden donar sangre por el peligro de transmitir sobre todo el
SIDA, así lo establece la OMS, ya que entre ellos el porcentaje de este
enfermedad es mucho más elevado. Ahora bien, la aprobación de la ley significa <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>significará que el Estado está promoviendo
conductas de riesgo, lo que a la larga se traducirá en mayores enfermedades y
mayores costos sociales. Costos que tendrá que afrontar la sociedad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Efectos
éticos</span></u></b><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">: </span></b><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">se volverá difícil para la sociedad
discernir con claridad, en lo que hace a este tema, entre “malas y buenas
costumbres”. Por supuesto, hay aquí <u>dos concepciones filosóficas</u> sobre
la determinación del bien moral que están en pugna acerca de cuál es el
criterio para distinguir las acciones buenas de las malas. Esas dos
concepciones divergen, consecuentemente, acerca de qué aspectos y dimensiones
de la vida humana y social puede o no legislarse. Una sostiene que la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i>,</b>
es decir el modo de ser </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">esencial
</span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">que
tiene cada realidad</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"> (en este
caso del ser humano en su integralidad),<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>es la fuente de dinamismos y orientaciones que están en función del
desarrollo del poseedor de esa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b> y que esa <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza
</u></i></b>no sólo tiene esa orientación finalística, que lo inclina y ordena
hacia aquello que lo perfecciona y completa, sino que además nos provee de un
criterio normativo fundamental. Tiene valor normativo, en el sentido de que nos
proporciona un criterio para valorar como buenos o malos aquellos bienes o
realidades, conductas y elecciones que guardan una conformidad con la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
del hombre y su perfeccionamiento y determinar así el contenido de las normas
morales. Frente a lo que erróneamente afirma la acusación -originada en Hume- de
que incurren en una falacia (la “falacia naturalista”) quienes toman a la
naturaleza humana como criterio normativo, esta concepción sostiene que es
legítimo y lógicamente válido derivar del <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>ser</u></b>
(la naturaleza) el <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>deber ser</u></b>
(las normas éticas). No de otro modo procede por ejemplo la medicina: el médico
estudia por ejemplo el estómago para saber cómo es y qué función cumple. Eso
significa que estudia el ser o la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b><u> </u>del
estómago. Y a partir de ese conocimiento sobre la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b> del
estómago y de su régimen de comportamiento <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">normal,</b>
prescribe cómo se lo debe cuidar, qué se debe evitar, etc.: se trata del “deber
ser”, podríamos decir, del estómago. Análogamente, sucede con el ser humano. Su
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
dicta “qué se puede” y “qué no se puede” en el hombre. Para esta concepción el
fundamento ético de toda norma moral, individual y social, se encuentra en la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
misma del hombre. Esto no anula la libertad del hombre: toda tendencia deber
ser interpretada por la persona y asumida libremente. Por ejemplo, con la sed o
el hambre, debe haber un discernimiento por parte de la persona, que integre la
satisfacción placentera de esa necesidad con el sentido que tiene para la
subsistencia de sí mismo en tanto que organismo físico. De no ser así, se daría
el efecto contrario:<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>el dipsómano o el
glotón desmedido, en vez de lograr lo que su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
requiere para el bienestar físico, terminan enfermando y autodestruyéndose. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">La otra concepción, que malinterpreta el concepto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
que ya describimos, por cuanto lo reduce a una realidad inerte, carente de
dinamismos propios y de una orientación finalística perfectiva, ve en ella, en
la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>,
una amenaza a la libertad (o a la diversidad cultural, o las variaciones
históricas de las sociedades). Ello así, porque supone que hablar de
“naturaleza” implica hablar siempre de la naturaleza física (el mundo de los seres
corpóreos)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y que en el reino de lo
natural las leyes son inexorables, de modo que no dejarían espacio para el
ejercicio de la libertad. Para esta postura, si el hombre tiene <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">naturaleza</i></b>
no es libre, y si es libre, no tiene <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i>. </b>Desde esa perspectiva,
al negar que la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b> pueda ser un fundamento normativo, hace
descansar la razón última de toda ley y de toda<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>justicia en la pura decisión humana (el consenso social, la voluntad
omnímoda del legislador, la decisión de la mayoría, el empuje de las conductas
que han pasado a ser socialmente aceptadas, el Estado, etc.). La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
humana es sólo un dato ciego, carente de significado. Un hecho bruto que no nos
puede dar indicaciones sobre lo bueno y lo malo para el hombre. Si esto es así
y se impone, como se está imponiendo culturalmente, nadie quedará a salvo de la
injusticia y de la violencia impuesta por una dictadura cultural o política. Ya
no habrá diques que oponer al avasallamiento del Estado: los derechos humanos,
cuyo fundamento sólo puede estar en la naturaleza humana<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a>,
quedan a merced del que posea más fuerza para imponer su voluntad (grupo, poder
económico, político, etc.)</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">La primer postura se la conoce como “realismo”,
“realismo axiológico”, “iusnaturalismo”, “teoría de la ley natural”, etc. La
segunda, como “positivismo”, “positivismo jurídico” o, según se decante en<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>favor de las diferencias culturales (cada
cultura tiene sus normas morales) o en favor de la historicidad del ser humano
(el hombre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">es</b> lo que cada etapa
histórica hace de él, pero no tiene una naturaleza y no hay normas válidas para
toda época) se la conocerá entonces como “culturalismo”, “historicismo” o “sociologismo”.
En cualquier caso el hombre, individual o genéricamente considerado, es la
fuente total y exclusiva de las normas morales y de lo justo. En esta discusión
quienes están a favor del llamado matrimonio homosexual, explícitamente o
implícitamente asumen esta segunda postura: la sexualidad humana no nos da
indicaciones sobre su <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">deber ser</b>. Podemos
hacer del sexo uso y abuso, todo es legítimo, cada uno pude orientar su
sexualidad en cualquier dirección. Consiguientemente, la fuente exclusiva del
derecho es la legislación positiva y no hay más derechos que la sociedad
reconozca como tales en sus ordenamientos legales. A partir de esto se ha
impuesto en el lenguaje políticamente correcto la noción de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">género</b>: éste es lo que uno hace de su
sexualidad, imprimiéndole una libre orientación, para la cual <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>no hay datos hormonales, gonádicos,
morfológicos, afectivos psicológicos previos que haya que tener en cuenta. O
bien, el género es lo que la sociedad le asigna a cada uno en función de roles
estereotipados (padre y madre, son sólo estereotipos para este modo de ver, una
mera función que puede ser asumida por cualquier sin importar el sexo), <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de los que hay que emanciparse. Por ello, para
esta postura que fundamenta la ley<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en discusión, el matrimonio bien puede no ser
heterosexual y es indiferente que sus integrantes tengan el mismo sexo, al niño
no lo afecta ser adoptado por dos hombres o dos mujeres, etc. etc. Esta
postura, curiosamente, desvaloriza el cuerpo humano, no lo tiene en cuenta como
elemento integrante el ser humano: prescinde del cuerpo humano, no es un dato
relevante para la identidad sexual y el ejercicio del amor. <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;">Quienes nos oponemos a esta ley, sostenemos lo
contrario (explícita o implícitamente): hay una naturaleza humana, el
matrimonio y la familia tienen una especificidad propia, no reemplazable por
ninguna “construcción socio-cultural”, y un sentido y finalidades que deben ser
respetadas por el Estado, las cuales hemos delineado en la parte II de esta
exposición. Por eso dijimos más arriba (en la parte I) que “la tendencia
homosexual es <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">objetivamente desordenada</b>”:
no responde a la naturaleza humana <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en su
dimensión sexual y amorosa,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
contraría, la desvirtúa y, finalmente, termina por malograr al hombre. Consiguientemente,
la fuente del derecho es la ley natural, (la naturaleza humana como indicadora
de lo bueno y lo malo) y las leyes positivas no pueden desconocerla, bajo pena
de ser injustas. Cabe destacar que este concepto realista de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><u>naturaleza</u></i></b>
no es un concepto estadístico: su validez no surge de la frecuencia de un
comportamiento.</span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> </span><span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Hoy
día se confunde <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>normalidad</u></b><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>y<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>frecuencia</u></b>. Una situación o un
comportamiento puede reiterarse en una sociedad determinada, puede ser elevado
su índice estadístico, tener una cierta frecuencia, y sin embargo, eso no
vuelve normal a ese comportamiento (“<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">normal”
</b>en su verdadero sentido, que es el sentido ético-moral). Así por ejemplo,
si el 90 % de la población sufre de dolor de cabeza (frecuencia), eso no
significa que el restante 10 % deba ser tratado para que también lo tenga, ya
que lo normal para el ser humano<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es no
tener cefaleas <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a>. </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 11pt;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">La dificultad en el discernimiento
de lo que está mal y bien con respecto al matrimonio, la familia y la
sexualidad humana será una de las consecuencias de la vigencia de esta ley.
Esta afirmación se comprende fácilmente, si se comprende que toda ley incluye
entre sus virtualidades el volver positivamente valioso para la sociedad
aquello que se legitima legalmente <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-AR" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a>.
Si la homosexualidad no es normal, como lo hemos visto, esta ley asumiría la
función de consagrar jurídicamente lo que no es normal. Ahora bien, la
homosexualidad no es normal, porque no se corresponde con el sentido de la
sexualidad humana (eso quiere decirse cuando se dice que no es natural). Luego,
la ley consagrará como normal lo que no lo es. De este modo, la sociedad
lentamente terminará por considerar como “buena costumbre” lo que de ninguna
manera lo es, perdiéndose el norte en este punto tan fundamental de la moral y
las costumbres.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="ES-AR" style="font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-AR;">Como conclusión, la aprobación
de esta ley es un acto gravemente discriminatorio, que lesiona el tejido
social, dificulta <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>un desarrollo pleno y
armónico de los individuos y de las familias y terminar por afectar a las
generaciones futuras. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> cfr. Aquilino Polaino Lorente: “Sexo y cultura. Análisis del
comportamiento sexual”.Edic. Rialp, 1992.</span><span style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> ver: <a href="http://www.aceprensa.com/">www.aceprensa.com</a></span><span style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-font-size: 10.0pt; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-AR" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-AR;">La Comisión</span><span lang="ES-AR" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-AR;"> de Legislación
Penal de la cámara baja amplió el temario que incluye filicidio y agregó la
modificación de la antidiscriminatoria </span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt;">que pretende incorporar la no
discriminación por <span style="mso-bidi-font-style: italic;">“</span></span><span lang="ES-AR" style="color: black; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-AR; mso-bidi-font-style: italic;">género, identidad de género o su expresión y
orientación sexual</span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt; mso-bidi-font-style: italic;">"</span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt;"> en </span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt;">la </span><span lang="ES-TRAD" style="font-size: 10pt;"><a href="http://www.notivida.org/legnacional/Ley%20antidiscriminatoria.html" target="_blank">Ley</a></span><a href="http://www.notivida.org/legnacional/Ley%20antidiscriminatoria.html" target="_blank"> <span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">23592</span></a><span style="color: black;">. La ley que cuenta con el
despacho favorable de </span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt;">la Comisión</span><span lang="ES-TRAD" style="color: black; font-size: 10pt;"> de Derechos Humanos quedaría
-con el visto bueno de Penal- listo para llegar al recinto<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(www.notivida.org)</span></div>
<div class="MsoFootnoteText">
<br /></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> Por supuesto que en última instancia el fundamento es el Creador
de esa naturaleza, Dios, reconocido por nuestra Constitución Nacional como
fuente y razón de toda justicia.</span></div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> En antropología filosófica se lo conoce como “dualismo antropológico”:
el hombre no es su cuerpo, éste no forma parte de su esencia.</span></div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> El ejemplo es de Spaemann, Robert: “Límites. Acerca de la
dimensión ética del actuar”. Eunsa, Madrid, 2003.</span><span style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-TRAD; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span></a><span lang="ES-TRAD"> </span><span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Esta
verdad sobre la ley en sí, era conocida y afirmada ya por Platón, así en Las
Leyes: la ley moldea a cada sociedad.</span><span style="mso-ansi-language: ES;"></span></div>
</div>
</div>
Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-84678872986593059122012-10-21T22:36:00.002-03:002012-11-25T21:17:42.840-03:00NATURALEZA Y CULTURA<!--[if gte mso 9]><xml>
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<br />
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<u><b><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt;">NATURALEZA Y CULTURAS:</span></span></b></u></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt;">Retomando la pluma, después de tanto tiempo, me gustaría tratar el tema de la relación entre la naturaleza (humana) y la cultura. Desde las teorías multiculturalistas, suele objetarse que no hay una naturaleza humana común a todos los hombres, ya que el hombre es enteramente, el resultado de la cultura. Puro producto cultural, en el que la naturaleza sólo representa lo biológico.<b> </b></span></span><span style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt;">La misma diversidad de culturas hace pensar que nada común subyace a todas ellas<b>. </b>¿Es así?</span></span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 12.0pt;"><br /></span></b></div>
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<br />
<div class="MsoNormal">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u><span style="font-size: 11.0pt;">NATURALEZA Y CULTURAS:</span></u></b></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoNormal">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">1. ¿Qué entendemos por cultura (aquí)? Nada nueva podemos decir aquí
sobre el concepto de cultura, los mismos antropólogos culturales no se suelen
poner de acuerdo. </span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Según algunos “cultura es todo lo que el hombre hace”. Esto, si pretende
ser una definición, no nos puede servir de ayuda: no nos dice qué hace el
hombre. Esta caracterización más bien parece que se alinea en la corriente de
opinión que separa y opone cultura y naturaleza. Naturaleza es todo lo que el
hombre no hace, y no lo hace porque ya le está<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>dado de antemano. Quitado “todo lo que el hombre no hace” (la
Naturaleza), queda a modo de remanente la cultura (todo lo que procede de la
mano del hombre). Si quisiéramos ponernos sutiles, podríamos decir que el
desastre ecológico –es decir, la naturaleza alterada por la mano del hombre- es
también cultura. Pero la alteración de los procesos naturales, la extinción de
determinadas especies, etc., aunque tengan su causa en la actividad del hombre,
no son obra cultural (no parece que a los antropólogos culturales, que son los
científicos que de preferencia se ocupan de esto que estamos tratando de
definir, les interese fundamentalmente el estudio de los desastres naturales
efectos de la actividad humana)</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Aunque el tema es muy vasto, resultará útil recurrir a la etimología
preliminarmente.</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Cultura, al igual que agricultura, viene del verbo latino, colere
(colo), que significa cultivo. Pero no cultivo del campo, sino del espíritu
humano. La cultura es la actividad que voluntariamente se ordena a
perfeccionar, desarrollar, desplegar, las potencialidades del alma humana.
Ahora, ¿los antropólogos se ocupan de esto? No, evidentemente. Lo que despierta
su interés es la cultura en su dimensión social, la cultura de un pueblo, de
una etnia, de una nación, por ejemplo. Esta observación nos permite desbrozar
el terreno: cultura puede ser tanto el cultivo individual de la persona, como
todo aquello que, no siendo naturaleza, proviene de la mano del hombre y lo
afecta o involucra como ser social. En realidad, se trata de una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">distinción</i></b>:
sería un grave error pensar que no hay relación entre ambas y que hacer esta
distinción implica afirmar que hay entre medio un foso insalvable. Lo cierto es
que la cultura en su dimensión social sólo existe en la medida en que es
apropiada como <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura personal</b> y, a
su vez, la cultura en su dimensión social no puede no ser simultáneamente la
portadora de las “culturas personales” de quienes viven inmersos en ella. </span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Dicho esto, aclaremos que no se ha tenido la pretensión de exponer una
definición formal, científica, sino sólo señalar de qué área de la realidad
vamos a ocuparnos en estas líneas. Lo que a continuación sigue tiene que ver,
no con la cultura personal, sino con la cultura<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>en su dimensión social. </span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">2. Tampoco definiremos este campo de estudio que acabamos de acotar –la
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura social</b>-, sino que nos
limitaremos a aludir vagamente cuáles son las realidades humanas que<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>incluye. Así incluimos en ella: lo que los
integrantes de una comunidad comen (su dieta), cómo comen (la etiqueta), el
idioma, las técnicas de agricultura, la música, sus escritos, su mitos, su
tradición oral, sus convicciones religiosas, sus convicciones morales, el culto
a los muertos y los ritos de enterramiento, los tabúes, sus ritos religiosos,
sus costumbres y técnicas para asegurarse el sustento, las tecnología, sus
diversiones, sus tradiciones orales, sus escritos (si los tienen), la imagen
que tienen de sí mismos en tanto que pertenecientes a una tradición que los
vincula (los relatos sobre su pasado: la historia), etc. etc.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Este listado, por cierto, no es exhaustivo ni
responde a ningún criterio taxonómico, se lo presenta a título ejemplificativo.
</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Ahora, dentro de este repertorio de realidades culturales,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se puede advertir la presencia de algo así como
dos planos o aspectos: <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura profunda</b>
y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura superficial</b> los
denominaremos. La <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura profunda</b>
comprende las convicciones morales y religiosas, como así también las
convicciones pre-filosóficas que provienen del sentido común (ver la Fides et
Ratio, introducción: el concepto de patrimonio universal de la humanidad). La
calificamos de “profunda” por dos razones: su contenido<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>determina a los demás aspectos de la vida
personal y social, y, segunda razón, no están <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">tan</b> sometidas a los cambios culturales, a los vaivenes de la moda,
de las influencias exógenas, etc., aunque, ciertamente, pueden cambiar y de
hecho el posicionamiento de una sociedad dada frente a este contenido varía. La
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura superficial</b>, en cambio, no
tiene un carácter fundante, aunque sí es cierto que determina más
inmediatamente la identidad de un pueblo o etnia e incluso impregna fuertemente
la personalidad de sus integrantes, en el sentido de que los provee de una
fuerte impronta identificatoria. Esta última observación bastaría de por sí
para aventar el grueso error de identificar “superficial” con “irrelevante” o
“prescindible”, tal es la importancia que tiene la denominada <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura superficial</b> en la existencia de
los individuos. Como muestra de ello, basta pensar en la experiencia del
extrañamiento que sufren aquellos que abandonan su lugar natal y se encuentran
viviendo en otro país –es decir, en otra cultura, precisamente- En tales
situaciones, sufren de desarraigo. </span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Por otra parte, esta división entre <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura profunda </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura
superficial</b> no debe ser tomada de modo tal que lleve a pensar que se está
frente a dos estratos superpuestos uno al otro, como capas geológicas. Al
contrario, nada más lejos de ello: entre ambos aspectos (más que niveles o
estratos) existe una red de vasos comunicantes que los retroalimenta entre sí.</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">3.
Toda cultura es valiosa, pero <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">¿todas las
culturas son <u>igualmente</u> valiosas?</b></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Toda
cultura es valiosa, en la medida en que consiste en la cristalización social de
los modos de pensar, creer, actuar, conducirse, fabricar artefactos,
alimentarse, simbolizar sus vivencias, <u>de las personas y de los grupos
sociales</u> que se identifican con esa determinada cultura y dentro y gracias
a ella viven. En tanto la cultura constituye la manifestación o floración de la
condición o status de persona que posee todo ser humano, en sí misma es
respetable. En este punto, hay en términos generales un acuerdo generalizado
(aunque no unánime: una parte del mundo islámico –por cierto, no todo- se
conduce como si no toda cultura fuera valiosa y respetable).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Pero
la pregunta apunta a otra cuestión: ¿son todas <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">igualmente </b>valiosas? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Esta
cuestión (“¿son todas <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">igualmente </b>valiosas
las culturas?”) difícilmente se la plantee un antropólogo cultural. La
antropología cultural asume que todas las culturas son <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">igualmente</b> valiosas, que es inadmisible un más y un menos en este
punto. Planteársela es hacer profesión de etnocentrismo. En realidad, sucede
que siempre se es etnocéntrico con respecto a algo. Lo importante es darse
cuenta<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de ello. Y saber superarlo.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Sin
embargo, mantener esta postura –la que sostiene que todas las culturas son
igualmente valiosas-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>lleva a situaciones
paradójicas (por no decir que se trata de una tesis contradictoria). Veamos
cuáles son.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Muchas
veces, el criterio de valoración para establecer una cierta jerarquía entre
culturas, es el progreso técnico. Incluso a los estudiosos que hacen de este
relativismo cultural una profesión de fe, al momento de estudiar otras culturas
les resulta inevitable hablar de “atrasos”, “adelantos”, “progresos”, etc.,
(por ejemplo, con respecto a las técnicas agrícolas, o al desarrollo de la
metalurgia, al aprovechamiento del agua de riego, al desarrollo de la
escritura, etc.). No sólo eso, frente a muchas culturas ya desaparecidas, pero
cuyos testimonios han sobrevivido a la acción deletérea del tiempo, es difícil
no exclamar admirativamente valiéndonos de adjetivos que de algún modo
cuantifican, comparan y establecen jerarquías. Nos asombra –y nos seguirá
asombrando- el esplendor de la cultura de los mayas, de los aztecas o de los
incas. La monumentalidad de su arquitectura, la belleza de sus concepciones
artísticas, sus conocimientos astronómicos, etc., etc. todo ello es digno de
admiración (obsérvese que esta misma capacidad de asombro está revelando ya la
presencia de un suelo común: lo humano).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Otras
veces, el criterio es moral. Esa es la situación de la conquista de América,
con respecto a la cual se suelen usar criterios de carácter ético para
evaluarla. En el caso de la conquista de nuestro hábitat continental, los
juicios con que se condena la conducta de los españoles en América revelan en
ese punto el abandono de cualquier tipo de relativismo cultural,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que en el caso es suplantado por la adopción
de criterios universales de evaluación (supra temporales y supra culturales).
Pero hay una particularidad: a esos criterios se los mantiene ocultos. Por
ejemplo, se condena la crueldad,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la
esclavitud, el haber arrebatado su cultura a una población original, el mismo
hecho de que invadieran y conquistaran un continente, etc. Pero, sin embargo,
cuando se está frente a la conducta de los pueblos indígenas, el mismo género
de conductas –conductas que, por otra parte, constituían elementos integrantes
de esa misma cultura <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a>-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>deja de llamar la atención y no es pasible de
condena alguna. A lo sumo, se aduce que esas costumbres tenían que ver con su
idiosincrasia cultural. El relativismo cultural no está en condiciones de
juzgar la conquista de América por parte de los españoles. No lo está por dos
sencillas razones: aplica una doble tabla de valores y adopta una postura
auto-contradictoria. La primera razón ha quedado explicitada. La segunda hay
que explicitarla: si toda conducta, costumbre, código ético, etc., es
tributario de una determinada cultura, y toda cultura es igualmente valiosa,
la<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>conducta de los españoles (monarcas,
seglares, y religiosos) tiene que ser también explicable como un desarrollo
propio de un mismo humus cultural y, por lo tanto, justificable de por sí
(ciertamente, “justificable de por sí” desde este relativismo cultural). En
otras palabras: el relativismo cultural, si es coherente consigo mismo, debe
liberar de toda culpa a los conquistadores españoles.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Ahora
bien, lo cierto es que en la conducta de los españoles con respecto a los
indígenas hubo crueldades, injusticias, abusos, etc. etc. Y que además deben
ser condenados tales actos. La cuestión es ¿en nombre de qué se imparte la
condena? Como acabamos de ver, el relativismo cultural nos ha dejado sin
argumentos. ¿Dónde hallarlos?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">4.
Esta misma pregunta fue planteada hace 2.500 años por los griegos. Ellos se
asombraron de las costumbres de otros pueblos, por ejemplo de los escitas.
Asombro es decir poco: sencillamente les resultaban chocantes algunas de esas
costumbres. Por eso se plantearon si no habría un criterio que permitiera
discernir las malas costumbres de las buenas y así enseñar a seguir las buenas.
Ese fue el origen de la ética, entendida como una reflexión sobre los criterios
a los que se deben ajustar las buenas costumbres. Esta experiencia histórica
significa que el relativismo ético-cultural, lejos de ser la sepultura de toda
ética universal, fue la explicación del desarrollo de una ética con
pretensiones de universalidad. La respuesta a la pregunta de si existe un
criterio universal para evaluar las buenas y malas acciones, la hallaron los
grandes filósofos griegos (Sócrates, Platón, Aristóteles, los estoicos) en una
palabra cuyo sentido se nos ha vuelto casi extraño: la naturaleza, o sea la
fisis. Naturaleza no entendida como lo biológico (puesto que el hombre no es
mera biología, pero pertenece al mundo de </span><span style="font-size: 11.0pt;">la Naturaleza</span><span style="font-size: 11.0pt;">), ni tampoco como todo aquello que se opone a la
cultura (puesto que la naturaleza que es el hombre sólo es viable en y por la
cultura). Naturaleza entendida, simultáneamente, como aquello que nos da una
identidad específica –el pertenecer a la especie humana- y a la vez nos orienta
o inclina hacia la búsqueda de aquellos bienes o realidades sin los cuales esa
misma naturaleza se malograría. Podría decirse que El hombre es una síntesis de
naturaleza y cultura. Así, por ejemplo, la dimensión social de los hombres se
nos manifiesta como una inclinación o propensión a desarrollar conductas
gregarias, a vivir en sociedad, puesto que el hombre no sobrevive sino es en
sociedad<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a>. Pero
lo interesante en el hombre es que esas tendencias u orientaciones deben ser <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">interpretadas</b> por él mismo: alcanzan su
sentido y función en la medida en que el hombre las guía, las refuerza y las
orienta. O bien, no se alcanza ese sentido y esa función, y así se malogra lo
humano en el hombre. Pero eso que llamamos <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">interpretación</b>
y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">orientación</b>, es, precisamente, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>cultura</u></b> (enseñanza, ejemplo,
virtud, convicciones, religión, usos y costumbres, etc.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a>).
Pero, adviértase la diferencia, se trata en este caso de la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">cultura profunda</b>. Después de este largo
rodeo, la respuesta al planteo precedente es doble: por un lado, ninguna
cultura puede agotar las más altas posibilidades de lo humano (de la naturaleza
humana), ya que ésta, la naturaleza humana, se concreta y realiza <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">por</b> la cultura (cuya configuración dependerá de infinidad de
factores y condiciones: el hábitat, el clima, las posibilidades que ofrece el
entorno, la influencia de otros pueblos, las enfermedades, las vicisitudes
económicas, sociales, etc. etc.). Por otro lado, hay culturas que ofrecen más
posibilidades que otras para la realización de lo humano: hay culturas más
valiosas que otras, pero eso no se determina por el grado de desarrollo
tecnológico, de confort material, de tecnificación y complejidad de los
procesos de producción y de la vida económica, sino por razones éticas: una
cultura será más valiosa que otra si sus costumbres, de manera más
predominante, se ajustan a la naturaleza humana. La naturaleza humana se
concreta, realiza y expresa en la cultura, y la cultura, a su vez,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>se legitima por su capacidad de expresar, con
la mayor fidelidad posible, a la naturaleza humana.</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Este es, pues, el criterio para evaluar a la cultura, no en lo que ella
tiene de relativo, sino en lo que tiene de irrenunciable y absoluto.</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">5. En este punto nos vuelve a interpelar una cuestión nada desdeñable,
proveniente del relativismo cultural. </span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Ella se puede expresar, palabras más, palabras menos, de esta manera:
si todo es cultura (o todo lo que el hombre hace), y cada etnia (y cada época)
tiene <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">su </b>cultura,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>¿no<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>habrá que reconocer que <u>el mismo criterio de evaluación</u> que nos
permite evaluar como mejor o peor una cultura con respecto a otras,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>es también subsidiario, relativo y dependiente
de una determinada cultura? ¿No es un espejismo creer que se puede evaluar en
términos absolutos una cultura, teniendo en cuenta que siempre se pertenece a
una cultura, y que ello hace imposible salirse de la cultura para juzgarla
“desde fuera”, objetivamente?<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>En
definitiva, viene a decir esta objeción, si el juicio depende de ciertos
criterios de evaluación, y ellos a su vez dependen de cada cultura, no hay
posibilidades de evaluar con criterios universales y definitivos a ninguna
cultura. Por ejemplo –argumentaría esta postura del relativismo cultural-, si
decimos que el fundamento de la ética está en la interpretación de naturaleza
humana,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>ese criterio se desarrolló en
una determinada cultura y pertenece a esa cultura, por lo que no puede tener valor
universal.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Con
respecto a esta objeción, en la respuesta no se trata de reiterar que la
subjetivización o relativización<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de las
culturas se evita tomando como referencia la naturaleza humana, ya que lo que
se intenta decir es que el criterio mismo de tener como referencia a la
naturaleza humana <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">es relativo a una
determinada cultura </b>(la occidental, por ejemplo).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">La
respuesta pasa por reconocer que la filosofía (la ética filosófica, la
antropología filosófica, etc.), constituye la superación de toda inmanencia
cultural. La filosofía despliega sobre la realidad en su conjunto una mirada
profunda. De este modo, ella se despega de lo comúnmente aceptado en una
cultura dada. Ella es la mirada crítica, la que se pone afuera del círculo. En
efecto,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>siguiendo a J. Vicente Arregui <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a>, se
debe reconocer que “la filosofía nace, pues, con la pretensión de superar el
orden de lo culturalmente sabido abriéndose a un plano trascendental”. En este
punto surge la pregunta: ¿puede la filosofía abrirse paso a través del entramado
de una cultura dada? ¿No es hija de su tiempo? Es aquí donde debe esclarecerse
la diferencia entre cosmovisión (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">weltanschauung</i>)
y filosofía. E incluso entre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ideología</i>
y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">filosofía</b>. Este última, no está <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">determinada</b> por la situación social y
cultural de la que emerge, sí <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">influenciada</b>,
pero determinación e influencia no son términos equivalentes. No está
determinada, precisamente porque tiene un carácter crítico; y tan no lo está
que no es posible establecer una relación biunívoca entre el contenido de una
cultura y una visión filosófica: no se puede correlacionar “contenidos
filosóficos” con “los factores del sistema socio-cultural”. La filosofía es
meta-cultural (Vicente Arregui): aunque nazca en un tiempo y lugar social y
cultural determinado, es capaz de criticar reflexivamente los propios supuestos
culturales. Y esta capacidad le viene de su voluntad de verdad.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">En
suma: el concepto de <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">naturaleza</b> como
criterio axiológico no tiene por qué ser entendido como solidario de la cultura
griega e incompartible por cualquier otra cultura.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">6.
Hay muchas culturas, y ese era el presupuesto de la cuestión planteada en el
punto anterior. Ya sea que en nuestra mirada predomine la percepción diacrónica
o sincrónica de la cultura, en ambos casos nos encontramos con una gran
variedad de culturas. Diversidad tal a la que no dudaríamos de calificar como
infinita, sino supiéramos que la historia tiene un final. También hemos
afirmado –con una expresión a la que sólo se le debe reconocer un carácter
emblemático, sin pedirle más rigor científico que el que pueda tener una frase
útil por su concisión-<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que “el hombre es
una síntesis de naturaleza y cultura”. Ahora bien, si la naturaleza es la misma
en todos los hombres, ¿por qué existe tal variedad de culturas? </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">La
naturaleza humana, así lo hemos afirmado, se concreta y realiza <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en</b> y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">por</b> la cultura, y esa realización está mediada por la <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">interpretación</b> que el hombre debe hacer
acerca del significado y el orden en que las tendencias connaturales deben ser
cumplidas. Pero el hombre no es un ser aislado, vive en una determinada
sociedad y en un determinado tiempo histórico. Todo ello implica que la
configuración <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">en </b>y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">por </b>la cultura de la naturaleza humana
se dará en un contexto histórico y social, el cual dependerá de infinidad de factores
y condiciones: el hábitat, el clima, las posibilidades que ofrece el entorno
(vías de comunicación fluviales, presencia o ausencia de pasos naturales,
disponibilidad de fuentes de agua potable, presencia de vegetación y animales
comestibles), la influencia de otros pueblos (intercambios, actividades
comerciales), las enfermedades o pestes, las vicisitudes económicas, sociales
(migraciones, invasiones, exterminios), etc. etc. De todo ello, resulta un
entramado de relaciones, un entrecruzamiento de líneas de influencias, avances,
retrocesos, intensificaciones de características culturales (a las que a su
vez, bien puede sucederles que se desdibujen), cambios de cursos sorpresivos,
etc. etc. Incluso también sucede que un individuo, o grupos de individuos
generen una mentalidad de cambio cultural dentro y desde una misma cultura. A
veces buscando una mayor fidelidad a la propia cultura, a veces para el
abandono de la propia tradición cultural.</span></div>
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">7.-
¿Qué decir, según esto, de la conquista española? Algo ya hemos adelantado: en
el punto 3, cuando se señaló que hubo injusticias. Pero, ¿sólo hubo eso?, ¿ese
es el juicio definitivo? ¿Fue nefasta y desde todo punto de vista condenable la
presencia de España en América?</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Tanto
desde la historiografía liberal como desde una visión marxista (teología de la
liberación, movimientos ultra indigenistas, etc.)<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="font-size: 11.0pt;">la Conquista</span><span style="font-size: 11.0pt;"> de América fue, en pocas palabras, una obra de
expolio: los españoles le arrebataron el alma a los aborígenes, al
catequizarlos les arrebataron su religión y les cambiaron las costumbres y sus
ritos. No contentos con esto, se apropiaron de sus tierras, sus riquezas y los
redujeron a la esclavitud, quitándoles la libertad. La conquista de América fue
la ruina definitiva de los pueblos americanos. Más aún: fue un genocidio,
animado de la misma unánime y persistente voluntad de exterminio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Palabras
más, palabras menos, adjetivos de tintes más lavados o con más carga afectiva,
expresiones más lapidarias y definitivas, o más elegantes y académicas, el
juicio, en cualquier caso, es ya inapelable. El tribunal de la historia ha
dictado sentencia.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Cuando
en 1992 se conmemoraron los 500 años del Descubrimiento de América, sin
embargo, el ánimo que predominaba era, en términos generales y sin dejar de
reconocer los tonos estridentes que se hicieron oír, más conciliador: no se
hablaba de conquista, sino de un encuentro de culturas, como una suerte de
balance final. El énfasis estaba puesto en el intercambio cultural entre la
sociedad europea y los aborígenes que se dio en las centurias que se iniciaron
en 1492 y en el consiguiente enriquecimiento de ambos.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Pero
hoy –o mejor decir, en estos últimos tiempos- cualquier referencia a los 300
años de dominación española, deja traslucir un crispamiento tal, que pretender
aportar una mirada distinta sobre el período, queda automáticamente bajo
sospecha. Sólo siendo muy ingenuo se pueden considerar los hechos y valorarlos
de modo diverso al pensamiento vigente. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Esa
otra mirada –que no es nueva- no implica negar los abusos y aberraciones que se
cometieron en perjuicio de los aborígenes, ni tampoco implica relativizarlos
(por ejemplo, diciendo, que los crímenes fueron menos en cantidad de lo que se
pretende,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>etc.). </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Esa
otra mirada, se desgrana en los tres siguientes puntos: </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">a.
“La lucha española por la justicia en la conquista de América”: este es el
título del conocido libro del historiador norteamericano Lewis Hanke, aquí
citado por lo que resulta de revelador, ya que pone de manifiesto dos hechos:
el primero, que hubo injusticias; el segundo, que hubo un empeño por
combatirlas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">La
conquista inglesa de los nuevos territorios ofrece nítidos contrastes con
respecto a la empresa civilizadora de la corona española. Los ingleses,
fenicios de la era moderna, no hicieron el menor intento de cuestionarse los
títulos de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la conquista. No se
plantearon ni por asomo qué consecuencias tenía su obra de conquista en los
nuevos territorios. Jamás se preguntaron quiénes o qué eran los indígenas. No
entró entre sus principales preocupaciones desarrollar una acción civilizadora
entre los aborígenes. Es un hecho que por ejemplo, la primer universidad
fundada por los ingleses en el Nuevo Mundo –Harvard- es del año 1636, cuando en
el caso de los españoles, la primera fue la de Santo Tomás, en Santo Domingo,
en el año 1538, y las siguientes fueron la de San Marcos en Lima y la de
México, en el año 1551 ambas. Ahora bien, no se funda una universidad si no hay
previamente un suelo cultural lo suficientemente abonado como para augurar un
desarrollo serio y sostenido de los estudios universitarios. Como también es un
hecho que, por ejemplo, la universidad limeña de San Marcos fue dotada por el
Virrey Francisco de Toledo –a mediados del siglo XVI- con cátedras como la de
Medicina, Leyes y <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><u>Lenguas Indígenas</u></b>.
Esta última cátedra tuvo como docente a Juan Balboa, que fue el primer criollo
en doctorarse en esa Universidad <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a>. Al
parecer, a los ojos de los españoles, la comprensión del otro, revestía un
profundo interés: nada más lejos de una presunta voluntad genocida. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Tampoco
Inglaterra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>buscó la integración entre
blancos e indígenas: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">los puritanos
esperan encontrar a los indios pequots en el cielo, pero quieren mantenerse
apartados de ellos en la tierra, y no sólo eso, sino, exterminarlos en el país”</i>
escribe un predicador de Nueva Inglaterra, Theodore Parker.<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> De
hecho, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">en el inmenso continente
norteamericano, el indio no ha sobrevivido más que en dosis homeopáticas</i>”
observa el historiador Jean Dumont <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a>. Sin
embargo, en los territorios de los antiguos virreinatos de México y Perú, la
población está integrada aún hoy por el 90-95% de indígenas y de mestizos de
indios y blancos. La política española nunca se opuso a la mezcla de razas,
antes bien, la propició. No en vano las familias más tradicionales de nuestro
país, en Salta, Tucumán, Jujuy, etc. cuentan en su genealogía con el aporte de
sangre india, hecho que no sólo nunca se pretendió ocultar, sino que fue
siempre exhibido con orgullo. Mezcla que no fue fruto de violaciones: en los
registros parroquiales que se conservan hay abundantes testimonios.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">La
batalla en favor de los indios, iniciada en el año 1511 con la predicación de
Montesinos (1511),<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>a la que siguió al
poco tiempo la tenaz e inclaudicable lucha que desarrolló en </span><span style="font-size: 11.0pt;">la Corte</span><span style="font-size: 11.0pt;"> española y en el suelo americano Fray Bartolomé de
Las Casas, cuyas obras gozaron de la aquiescencia de la monarquía española, ya
que siempre contaron con la debida autorización para su impresión y difusión
(algo que no sucedió con la obra de quienes fueron sus detractores, cuya edición
y circulación en muchos casos fue impedida), hablan claramente de que se generó
en España y en el nuevo mundo una discusión acerca de la eventual legitimidad
de la conquista española, el modo en que debían ser tratados y evangelizados
los naturales del lugar y la manera de incorporarlos a la vida civilizada
minimizando el daño en lo posible. Que eso sucedió así, que fue un objetivo
político y que en gran medida se logró,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>sólo se puede discutir desde una cerrada postura ideológica. Y eso no
implica negar que se consumaron desmanes y situaciones de injusticia en
perjuicio de los indios, sólo que esas situaciones levantaron la oposición de
los contemporáneos (seglares, eruditos, religiosos, autoridades reales): no se
dio por bueno lo que estaba mal.<span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">A
eso se encaminaron las numerosas regulaciones, instituciones, y medidas
administrativas adoptadas en el mismo terreno, que durante esos siglos fueron
dispuestas por España, a fin de enmendar y corregir los abusos. No querer
verlo, incluso no ver el relativo grado de eficacia que tuvieron tales medidas,
convierte a esa época de nuestra historia en un campo de batalla librado entre
dos contendientes, uno de los cuales –los españoles-, fueron los perversos de
la historia. Creo que a esto es a lo que se lo suele llamar “una visión
maniquea de la historia”. Una vez más, la verdad está en el justo medio. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">b.
España, y Portugal lo mismo, recibieron del Papa Alejandro VI, el mandato de
evangelizar a los habitantes del Nuevo Mundo. Y esto se llevó a cabo, a pesar de
las injusticias, a pesar de los desaciertos. Este mandato gravó pesadamente las
conciencias<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>de todos los monarcas
españoles, empezando por Fernando e Isabel (cuyo testamento resulta el mejor
ejemplo de la preocupación que tensó permanentemente la actitud que debía
primar con respecto a los indígenas, a despecho muchas veces, de los intereses
políticos de </span><span style="font-size: 11.0pt;">la España</span><span style="font-size: 11.0pt;"> imperial).</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">La
religión católica no fue una especie de “disfraz” con que los indígenas
encubrieron sus antiguas creencias, algo así como un subterfugio para seguir
adorando a sus dioses, sin ser molestados por los españoles. Y aún considerando
los casos de conversión forzada, que sistemáticamente fueron rechazados por los
monarcas españoles, lo cierto es que hubo una verdadera inculturación de la fe
cristiana. Para escándalo del neo-indigenismo marxista –que pretende avivar
artificiosamente la brasa de los cultos primitivos, como el de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">pachamama</i>, aliándose a un vago y
oportunista ecologismo más ideológico que realista- el cristianismo se hizo carne
en los aborígenes. No por nada, quienes en el México del año 1926 resistieron
hasta el derramamiento de su propia sangre las medidas gubernamentales del
Presidente Calles –masón para más datos y apoyado por Estados Unidos de
Norteamérica- que reducían al silencio la vivencia de la fe católica del
pueblo, fueron los mestizos, descendientes de indios y españoles y los mismos
indígenas<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a>. No
se rebelaron los aristócratas, la oligarquía, la clase media: sino el pueblo
proletario, pero no como “sujeto de la historia” con conciencia de clase,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>en clave marxista, sino como pueblo religioso<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a>.
Pretender que el resultado de la evangelización de América fue un mero
sincretismo, es malinterpretar los hechos en nombre de no se sabe bien qué
ideología. Basta asistir a las fiestas del Señor de los Milagros en Salta, o a
la fiesta de </span><span style="font-size: 11.0pt;">la Candelaria</span><span style="font-size: 11.0pt;">, por poner dos ejemplos al alcance de la experiencia
de cualquier argentino, para darse cuenta del profundo calado de la fe
cristiana en el pueblo llano (en fin: en el proletariado). Por mi parte, puedo
evocar a modo de testimonio personal, aquella ocasión, allá por el año 1980, en
la que estando en el ranchito humilde de un paisano, a los </span><span style="font-size: 11.0pt;">3.500 metros</span><span style="font-size: 11.0pt;"> de altura, a </span><span style="font-size: 11.0pt;">20 kilómetros</span><span style="font-size: 11.0pt;"> de Cafayate hacia el oeste, luego de haber compartido
una frugal y hospitalaria comida, el dueño de casa dio por concluida ésta con
una bendición de la más acendrada tradición católica: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">gracias a Dios y a </i></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.0pt;">la
Virgencita</span></i><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 11.0pt;"> hemos comido</span></i><span style="font-size: 11.0pt;">”.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">c.
Pedirle a los españoles del siglo XVI la asepsia del antropólogo cultural del
siglo XXI frente a una cultura “primitiva” <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a>,
resulta desatinado. Los conquistadores españoles no eran científicos que ponen
el máximo cuidado en preservar en toda su pureza las manifestaciones culturales
de otras etnias. Sin embargo, los escritos de los cronistas de Indias, como así
también de los religiosos que, con la expresa autorización de los monarcas
españoles en virtud de la institución del Patronazgo,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>desarrollaban en estas tierras su labor misionera,
fueron la fuente, no la única, pero sí la principal, que permitió a los
científicos conocer las culturas autóctonas.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Los
ejemplos son numerosísimos, pero me limito a dar uno como muestra: las
canciones misionales en lengua mapudungun (mapuche), que fueron concebidas por
el misionero jesuita Bernardo de Havestadt (1714-1781). Este religioso publicó
en Westfalia, en 1777, un tratado completo sobre la lengua mapudungun, en tres
tomos y siete partes, e incluyó 19 canciones cuyas partituras se conservan.
Bernardo de Havestadt escribió lo siguiente “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Habiendo recorrido la gramática de las lenguas alemana, latina, griega,
hebraica, española, francesa, italiana, flamenca, inglesa, portuguesa, y la de
los indios del reyno de Chile …<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la que
me parece la más fácil, elegante y copiosa es la de los indios de Chile”</i>. <a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Como
colofón final a estas consideraciones, vale la pena citar este testimonio, que
procede de un mercader inglés, Henry Hawks, que estuvo cinco años en Nueva
España y, a pesar de estar predispuesto contra los españoles y contra </span><span style="font-size: 11.0pt;">la Iglesia</span><span style="font-size: 11.0pt;"> Católica</span><span style="font-size: 11.0pt;"> (fue desterrado por </span><span style="font-size: 11.0pt;">la Inquisición</span><span style="font-size: 11.0pt;"> en 1571), escribió a su regreso lo siguiente:</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">los indios veneran mucho a los religiosos,
porque gracias a ellos y a su influencia se ven libres de la esclavitud (…)Los
indios son muy favorecidos por la justicia, la cual les llama sus huérfanos. Si
algún español les ofende o les causa perjuicio, le desposeen de alguna cosa
(como ordinariamente sucede), y si esto sucede en un lugar donde hay justicia,
el agresor es castigado como si el ofendido fuera otro español”<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></b></span></span></span></a></i></span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="IT" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: IT;"> </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: FR;">BIBLIOGRAFÍA</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span lang="FR" style="font-size: 11.0pt; mso-ansi-language: FR;">Jean Dumont: « L’ Église au risque de l’
histoire »,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Adolphe
Ardant-Criterion, Limoges, 1981.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Lewis
Hanke : “La lucha española por la justicia en la conquista de América”,
Aguilar, Madrid, 1959. </span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Clarence
H. Haring: “El imperio hispánico en América”, Solar/Hachette, Buenos Aires,
1972.</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<span style="font-size: 11.0pt;">Vicente
D. Sierra: “Así se hizo América”. Biblioteca Dictio, Buenos Aires, 1977</span></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div class="MsoNormal" style="text-align: justify;">
<br /></div>
<div style="mso-element: footnote-list;">
<br clear="all" />
<hr align="left" size="1" width="33%" />
<div id="ftn1" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></a> <span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Esta es una distinción que se suele
pasar por alto: los sacrificios humanos de los aztecas no constituían un cuerpo
extraño en su cultura. Pero la crueldad, la codicia y el espíritu de rapiña sí
fueron conductas que eran consideradas por sus propios contemporáneos un cuerpo
extraño en la concepción cristiana de la existencia. Por eso hubo un
Montesinos, un Bartolomé de las Casas: ellos representan el intento de hacer
cumplir en el nuevo mundo un orden jurídico justo. </span></div>
</div>
<div id="ftn2" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></a> Que el hombre tenga
disposiciones, propensiones, inclinaciones (el nombre que se le quiera dar) es
compatible con el hecho que ninguna tendencia en el hombre pone en él
necesidad: las conductas, más allá de condicionamientos, o más bien a partir de
ellos, siempre están bajo el dominio del individuo (a este respecto, confrontar,
entre infinidad de obras de autores de orientaciones muy diversas, “El puesto
del hombre en el cosmos” de Max Scheler) </div>
</div>
<div id="ftn3" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></a> <span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;">Demos un ejemplo: tenemos una inclinación a
comer y beber, que si no es satisfecha, la naturaleza que es el hombre se
anula. Pero el “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">cómo</i>” nos alimentamos
es cultural. </span></div>
</div>
<div id="ftn4" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></a> J. Vicente Arregui, J.
Choza: Filosofía del hombre.Una antropología de la intimidad. Ediciones Rialp,
Madrid, 1991.</div>
</div>
<div id="ftn5" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></a> Vicente D. Sierra: Así se
hizo América. Biblioteca Dictio, Buenos Aires, 1977.</div>
</div>
<div id="ftn6" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></a> Citado por L.Hanke, p.
296.</div>
</div>
<div id="ftn7" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></a><span lang="FR" style="mso-ansi-language: FR;"> Jean Dumont: L’ Église au risque de l’
histoire,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Adolphe Ardant-Criterion, Limoges,
1981. </span></div>
</div>
<div id="ftn8" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></a> Estoy
aludiendo a la Guerra de
los Cristeros (cfr. Jean Meyer, “La
Cristiada”, Siglo XXI Editores, 1973, México.</div>
</div>
<div id="ftn9" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></a>
Resulta curioso ver como los hechos de la historia desmienten la versión
iluminista de la historia que propugna el marxismo y el neo-marxismo cultural:
el proletariado llevó adelante una revolución no contra<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>la opresión capitalista, sino para
reivindicar su derecho a tener y vivir su religión –la católica, no un
sincretismo católico-indigenista-, que, a tenor del pensamiento marxista,
constituye la peor de las alienaciones (“el opio del pueblo”). </div>
</div>
<div id="ftn10" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></a>
Perdón por usar una denominación técnica.</div>
</div>
<div id="ftn11" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText" style="text-align: justify;">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></a>
Cuatro de esas canciones –de carácter religioso- fueron grabadas por Elocuencia
Barroca, bajo la dirección de Sylvia Leidemann, en el CD “Villancicos del
Barroco Iberoamericano, año 2005. En mi opinión, son especialmente bellas las
que se llaman “Aiüeimi” y “Quiñe Dios”. </div>
</div>
<div id="ftn12" style="mso-element: footnote;">
<div class="MsoFootnoteText">
<a href="http://www.blogger.com/blogger.g?blogID=1359180426039090378#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman"; font-size: 10.0pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[12]</span></span></span></span></a> <span lang="ES-AR" style="mso-ansi-language: ES-AR;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>“Relación escrita a instancias de Mr. Richard
Hakluyt” (1572), citado por Jean Dumont</span></div>
</div>
</div>
<!--[if !mso]><img src="//img2.blogblog.com/img/video_object.png" style="background-color: #b2b2b2; " class="BLOGGER-object-element tr_noresize tr_placeholder" id="ieooui" data-original-id="ieooui" />
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<![endif]-->Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-75638108700299696072010-11-23T09:57:00.000-03:002010-11-23T09:57:05.446-03:00Aviso de navegantes: material de estudio sobre el tema debatido.Por falta de tiempo no pude cerrar la cuestión debatida (tema: "religión-estado"). Se trata de un tema complejo y muy debatido. En la carpeta de "cuestiones debatidas" está el material de estudio como conclusión.Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-89698676468837715022010-10-31T16:46:00.000-03:002010-10-31T16:46:29.995-03:00Saber anticiparse<div style="text-align: justify;">Hace cuatro años se publicó en Página12 una entrevista a la abogada colombiana que logró la despenalización del aborto en Colombia: Mónica Roa. Es una pieza maestra de maquiavelismo (y dicho sea de paso, llama la atención cómo descubre sus cartas en la lucha en favor del aborto). </div><div style="text-align: justify;">Conviene leer atentamente el artículo, hacer un análisis pormenorizado de cómo se desempeñaron los diversos actores políticos (medios de comunicación, opinión pública, las ONGs, la Iglesia, juristas, políticos, etc.), descubrir cómo se "manejan" las grandes decisiones políticas en torno al tema de la vida, y, finalmente, sacar conclusiones. Sacar conclusiones ¿para qué? Para prevenir, mi respetable lector.</div><div style="text-align: justify;">Este es el vínculo: <a href="http://www.pagina12.com.ar/diario/dialogos/index-2006-08-21.html">PAGINA 12-MONICA ROA</a></div>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-23759055139174191082010-10-31T11:40:00.001-03:002010-10-31T11:43:19.010-03:00Mujeres autoconvocadas (continuación)Aquí pego algunos vínculos que remiten a videos subidos a youtube, en los que se muestran las agresiones de que fueron víctimas las mujeres que expresaron su postura en favor de la vida (está extraído de un correo que me fue enviado por una de las participantes)<br />
<br />
<br />
"<i>Pueden ver de manera clara cómo estas "mujeres" que decían defender la democracia, los derechos de TODAS las mujeres, hablaban de la pluralidad de este encuentro, de tolerancia, igualdad, etc, etc, <b>SACAN una por una a las mujeres Católicas </b>que participábamos del encuentro.</i><br />
<i>Alguien vió algo de esto en los medios?? nacionales... de su provincia..?? Me avisan por favor, porque me estoy equivocando de canal quizás..</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>1) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=7t9Dv3o_m4U" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=7t9Dv3o_m4U</a></i><br />
<i>2) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=EglREdeJ--U" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=EglREdeJ--U</a></i><br />
<i>3) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=mKGX67eh7Ds" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=mKGX67eh7Ds</a> miren en éste cómo se cae la chica al piso, al final de las escaleras, y la levantan a la fuerza para sacarla</i><br />
<i>4) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=811jWpquVeA" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=811jWpquVeA</a></i><br />
<i>5) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=tIgYVd3mugw" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=tIgYVd3mugw</a> presten atención al fondo de la imagen, cómo arrastran a la chica hacia afuera</i><br />
<i>6) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=2T34FcgBVUo&videos=koSPGfLEifw&feature=BF" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=2T34FcgBVUo&videos=koSPGfLEifw&feature=BF</a> la chica petisa que está en el medio es la coordinadora del taller. Ella era de las verdes pero mantenía el respeto con las que pensábamos distinto. Queda envuelta en esa disputa por defender a la sra. que sale después. La sra. (mayor de 50 años puede verse) es una persona católica que fue expulsada por manifestarse a favor de la vida. Sepan también que lo que no muestra el video es el momento en que la arrinconan fuera del aula y la manosean, tiran del pelo y golpean hasta sacarla. Ese era mi taller, yo presencié ese momento.</i><br />
<i>7) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Hj7jmnMaE4U&playnext=1&videos=koSPGfLEifw&feature=mfu_in_order" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=Hj7jmnMaE4U&playnext=1&videos=koSPGfLEifw&feature=mfu_in_order</a> este es el momento en que empezó a desarmarse el taller</i><br />
<i>8) <a href="http://www.youtube.com/watch?v=qGBjlAB79vI&videos=koSPGfLEifw&feature=BF" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=qGBjlAB79vI&videos=koSPGfLEifw&feature=BF</a> acá se vé cómo arrinconan a la coordinadora y otras chicas Católicas que estaban sentadas en esa esquina del aula. Vale decir que a la coordinadora, a pesar de ser de las verdes, también la empujaron y golpearon porque "si dejás que entren las católicas, vos también sos de la Iglesia" (sus palabras). Este sería el primer video, cuando iniciaron sus cánticos.</i><br />
<i>Lo que también puede verse es que las de rojo y naranja que están participando en esta comisión son las que después se ven clarito en los videos del 1 al 5 sacando a las Católicas de las demás comisiones. O sea... desarmaron la nuestra y fueron por las demás...</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>9) Video de la marcha <a href="http://www.youtube.com/watch?v=Xn0t2K920y0" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=Xn0t2K920y0</a></i><br />
<i>Por detrás se ve la catedral de Paraná y los chicos formados rezando miles de Ave María. Iba a responder una por una las ideas de estas mujeres, pero no tengo tanto tiempo. Pueden ver ustedes mismos las cosas absurdas que dicen.</i><br />
<i><br />
</i><br />
<i>10) Video de las pintadas por si alguien no vio las fotos <a href="http://www.youtube.com/watch?v=TJnR9yK8Q-Q&feature=related" rel="nofollow" target="_blank">http://www.youtube.com/watch?v=TJnR9yK8Q-Q&feature=related</a></i> "Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-40426167485915430682010-10-21T19:44:00.002-03:002010-10-21T19:50:29.962-03:00Mujeres autoconvocadas<div style="text-align: justify;">Hace dos semanas (del 9 al 11 de octubre) se realizó en la ciudad de Paraná, provincia de Entre Ríos, el Encuentro Nacional de Mujeres, más conocido como el encuentro de "<b>mujeres auto-convocadas</b>". Se viene realizando desde hace muchos años y convoca a todas las mujeres que deseen reunirse para debatir la problemática que las involucra (trabajo, educación, "género", "derecho" al aborto, etc.). Concurren diversos grupos, algunos vinculados a partidos políticos radicalizados, otros que responden a las políticas de familia del gobierno, grupos de lesbianas (como Pan y Rosas), como así también algunas mujeres que seguramente de buena fe, pero ignorantes de que se las manipula, terminan sumando votos a propuestas nefastas. Cada año se realiza en una ciudad del interior y el cierre de la reunión consiste en una marcha de sus participantes que desfilan por la ciudad gritando sus consignas e insultando a todo el que tenga otra manera diversa de ver las cosas, es decir a los católicos: por eso un punto obligado de destino es la catedral de la ciudad, a la cual ensucian con lo que pueden, tratan de forzar la entrada, profieren los peores insultos y se exhiben con ostensible obscenidad. Como ven, todo muy "edificante" y "agradable".</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Desde hace unos años, grupos de mujeres católicas de todas las edades -madres de familia, universitarias, estudiantes de los últimos años del secundario, etc.- han decidido hacer frente a la situación: por sus propios medios, ciertamente sin la generosa ayuda que, por el contrario, dispensa el gobierno a las organizadoras radicalizadas, concurren a cada cita. Peso a peso, haciendo peñas folklóricas, organizando rifas, poniendo de su bolsillo, consiguen fletar un micro y allí parten, dejando de lado la comodidad o la diversión, o lo que fuere. Van, como se dice, "a jugarse el tipo", a dar la cara, por una causa fundamental, como lo es la de la vida. Quienes han ido saben que no es un paseo triunfal ni una actividad turística. Las acompañan algunos hombres, maridos, hermanos, para protegerlas, llegado el caso, y para custodiar las iglesias durante la marcha final. En esas marchas se viven momentos de mucha violencia y tensión. Una prueba de nervios: se trata de resistir sin responder. De soportar los insultos, los escupitajos, y cosas más desagradables, sin reaccionar, (esa es precisamente la máxima expresión de la virtud de la fortaleza: resistir el mal).Asistir a ese aquelarre es una experiencia impactante, que marca a quienes han estado.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Una vez allí, las mujeres católicas participan de distintas comisiones en las que se suceden largos debates, testimonios, etc. y al final se registran las conclusiones y peticiones que serán elevadas a las autoridades legislativas. Por supuesto, la comisión de "mujer y aborto" es la más difícil y arriesgada.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Este año la reunión fue muy virulenta (¿será porque se saben pisando fuerte por la aprobación de la ley del pseudo matrimonio gay?): hubo 50 mujeres católicas que sufrieron violencia por parte de las que están a favor del aborto (una de ellas tuvo que ser llevada al hospital de Paraná y salió con un cuello ortopédico). En un momento dado, la agresividad llegó a un punto tal que dos de los varones que estaban en la calle frente al colegio sede de la reunión, intentaron entrar. En ese punto, la reacción fue demencial: las mujeres feministas se desataron y comenzaron a romper a pedradas los vidrios de la escuela, llegando a tirar una bomba de gas lacrimógeno.</div><div style="text-align: justify;">Por supuesto, la información de los diarios (incluido un diario capitalino de gran difusión y la infaltable Página 12) fue que un grupo de cien fundamentalistas católicos, intemperantes y provocadores, armados de notorias cruces, invadieron el lugar y turbaron el pacífico diálogo de las feministas. No fue eso lo que sucedió (lo sé porque una de mis hijas, sobrinas e hijas de amigos estaban allí).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Al menos, los Senadores de la Provincia de Entre Ríos, repudiaron la intolerancia de las feministas y el aborto, pero los medios nacionales no se hicieron eco de todo ello (ver la nota aquí <a href="http://www.elentrerios.com/index.php/provincia/politica/8419-el-senado-entrerriano-le-dijo-no-al-aborto-">http://www.elentrerios.com/index.php/provincia/politica/8419-el-senado-entrerriano-le-dijo-no-al-aborto-</a>)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"> En fin, vaya este comentario con mi admiración y homenaje a todas las mujeres generosas y valientes -como sólo las mujeres saben serlo- que han participado y participan de estos congresos, a riesgo de su integridad, para defender las buenas causas. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Y también como invitación para que muchas otras sigan su ejemplo. </div>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-78715051691397497152010-10-20T09:03:00.000-03:002010-10-20T09:03:08.092-03:00Medios de incomunicación socialAl que le interese, en Scriptor.org (el vínculo, a la derecha) se acaba de publicar hace 4 horas un comentario sobre el afán "nacionalista" de la señora Presidenta sobre los medios de comunicación. Scriptor remite al blog de Gonzalo Peltzer (periodista argentino, hijo de uno de los profesores de Ciencias Políticas).Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-86954793720809913802010-10-20T08:48:00.003-03:002010-10-20T08:54:31.032-03:00Ver carpeta de Aviso de Navegantes. <br />
<a href="https://docs.google.com/fileview?id=0B5eVbzwh3IZ8NGJkMDdkMTEtODE0Ny00ZGY0LTg1OWItYzY5ZjllNGFmODc1&hl=es"></a>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-44413853295250167412010-10-03T22:57:00.002-03:002010-10-03T22:57:51.553-03:00Primer debateDeben abrir la carpeta de cuestiones debatidas: allí encontrarán las indicaciones sobre nuestro primer debate.Gracias.Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-2019213672235286662010-09-27T21:45:00.000-03:002010-09-27T22:36:29.277-03:00El inicio de la filosofía-la tesis de Carl Sagan<div style="text-align: justify;">Del inicio de la filosofía se puede hablar de dos modos diversos: el origen histórico y el origen radical. El primero hace referencia a aquel momento de la historia de la humanidad en que comenzaron los hombres a hacer filosofía. El segundo hace referencia a qué es lo que lleva a cualquier hombre de cualquier época a cuestionarse filosóficamente por las razones últimas de la realidad en su conjunto.<br />
Con respecto al inicio histórico, los invito a ver este video de Carl Sagan.Luego vayan a la carpeta de Introducción a la filosofía.</div>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-72874590680126692412010-09-27T21:17:00.000-03:002010-09-27T21:21:16.051-03:00Nacimiento filosofía<object height="344" style="background-image: url("http://i4.ytimg.com/vi/WLSklddFFDY/hqdefault.jpg");" width="425"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/WLSklddFFDY?fs=1&hl=es_ES"><param name="allowFullScreen" value="true"><param name="allowscriptaccess" value="always"><embed src="http://www.youtube.com/v/WLSklddFFDY?fs=1&hl=es_ES" allowscriptaccess="never" allowfullscreen="true" wmode="transparent" type="application/x-shockwave-flash" width="425" height="344"></embed></object>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-58036205357518836612010-09-26T16:55:00.002-03:002010-11-04T08:04:40.219-03:00La música clásica y la filosofía<div style="text-align: justify;">La filosofía tiene mucho que ver con la música (la buena música, digo). No me refiero a la "cumbia villera", o al "reggaetón". Sino a la que se suele adjetivar, con cierta imprecisión, como "clásica", aunque, bien entendido, clásico hace referencia a un período del canon de la música occidental. Esto dicho, conviene saber que la llamamos así porque está por encima de modas, regionalismos o imposiciones comerciales: está revestida de valores universales y perennes: tiene la virtualidad de interpelarnos a todos, y no importa en qué época vivan los que resulten interpelados por ella.Y lo mismo sucede con la literatura: Sófocles, Moliere, Cervantes son clásicos porque entendemos que los problemas de sus personajes son -o pueden ser- los nuestros. Nos encontramos reflejados. La filosofía, como el amor a la verdad o a la sabiduría en que ella misma consiste, busca lo eterno, las verdades esenciales, no perecederas. Las verdades que la historia no puede ni podrá abolir. Lo clásico es lo universal: la música y la filosofía son universales.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La música, al igual que la filosofía, plantea sus propias exigencias: el oído debe ejercitarse, entrenarse para apreciar aquello que, de entrada, no nos suena fácil, por no ser pegadizo o sentimentalón. Hay que poner en juego una cierta ascesis, porque desde el inicio es difícil que nos arrastre, si previamente no hemos sido educados en la apreciación de su belleza. La filosofía, que nos arranca de lo cotidiano, no para elevarnos a una región separada, sino para advertir en lo cotidiano la conmoción del asombro, exige por su parte un adistramiento para poder seguir su fuerza iluminadora. En el inicio, resulta extraña ("esto es muy abstracto", suelen decir los alumnos).</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La música es fuente de alegría. Quienes tienen la fortuna de saber ejecutar un instrumento o de cantar en un coro, saben de esto máximamente. Pero no es necesario que suceda así: con sólo escucharla ya basta. En cuanto a la filosofía, el estudio, la búsqueda y el hallazgo de la verdad, aún en esa mínima fracción de verdad que nos pueda ser dado recibir, también produce la alegría serena del poder comprender.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La música clásica tiene un rasgo común: nunca cansa, nunca aburre, nunca resulta trilllada por lo repetida. Siempre se nos presenta con la misma frescura del encuentro inicial. La causa de ello está en que es insondable. La filosofía lo mismo: la realidad no puede ser reducida a una esquelética fórmula. Nunca podremos decir "ya está", nada me queda por conocer. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Podemos dar un ejemplo: J. S. Bach. Aquí, tenemos el preludio de la suite nº 1 para cello (BWV Nº 1007). Es muy breve (dos minutos y centavos). A medida que la música avanza, los arpegios sobre los que se desliza la melodía nos van envolviendo en un mundo de sonoridades cálidas y misteriosas que sólo la voz aterciopelada del violoncello puede regalarnos.Las distintas frases que componen la pieza se despliegan subiendo y bajando por la escala, hasta que de pronto, en el minuto 1, 12, el discurso se quiebra, un silencio ... y luego prosigue en forma renovada, hasta que en el minuto 1,44 empieza una fase más dramática que nos va empujando aceleradamente hacia arriba, más y más. Ya promediando la melodía, alcanzamos un clímax: se trata de una nota, la más alta (un re de la octava más aguda a la que llega el cello), que nos deja como suspendidos ante el infinito (eso sucede en el minuto 2,08).Allí quedamos sumidos momentáneamente en una especie de congoja: demasiada belleza para ser comprendida de modo definitivo. Finalmente, todo se resuelve en la nota última (la tónica) con la que se diluyen todas las tensiones...<br />
Así la filosofía: demasiada verdad, demasiada belleza, demasiada realidad, para que pueda ser agotada. Música y filosofía: hermanadas en lo insondable.<br />
(En la interpretación: Rostropovich)</div><div style="text-align: justify;"></div><a href="http://www.goear.com/listen/4c8f90a/bach---cello-suite-no.1,-1.-prelude-bach">//www.goear.com/listen/4c8f90a/bach---cello-suite-no.1,-1.-prelude-bach</a>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-80426921737315696202010-09-26T12:57:00.000-03:002010-09-26T12:57:16.515-03:00Aviso de navegantesEn la carpeta referida a evaluaciones y ejercicios puse un aviso sobre el parcialSantiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-7242194405558699892010-09-26T12:09:00.000-03:002010-09-26T12:09:41.160-03:00Apuntes de la unidad IV de Antropología FilosóficaEstán a disposición de los alumnos los apuntes de cátedra que corresponden a la Unidad IV de Antropología Filosófica. Allí encontrarán los temas introductorios a la A.F., el tema de la naturaleza humana, el tema de la vida, el tema del alma y la demostración de la existencia del alma. El último puntode esta unidad (los grados de vida) no entra en el parcial próximo, pero sí en el final. El vínculo de donde pueden bajar los apuntes es el siguiente:<br />
<a href="https://docs.google.com/leaf?id=0B5eVbzwh3IZ8ZTZhNTEwMDEtOGRjNy00Nzk2LWI5NzEtZjA2YTM2M2YwZWZi&hl=en">https://docs.google.com/leaf?id=0B5eVbzwh3IZ8ZTZhNTEwMDEtOGRjNy00Nzk2LWI5NzEtZjA2YTM2M2YwZWZi&hl=en</a>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-1359180426039090378.post-69689932251557809112010-08-31T13:31:00.000-03:002010-08-31T13:31:35.496-03:00el inicio de la filosofía: una imagen<div class="separator" style="background-color: red; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh17YfvTNowKZFY0PPCUz3G_CTZmO1lIzR5zDSfFI-LmuxIZs4ybvFrv07leI3hZgNYsQpomYGqOAwm1UZ4PiLgrW5LKMFINc1sHiqt6fClZsA_CzHPx8ZrfQ7S5deHOFvKCRE5ontH-EU6/s1600/images.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="265" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh17YfvTNowKZFY0PPCUz3G_CTZmO1lIzR5zDSfFI-LmuxIZs4ybvFrv07leI3hZgNYsQpomYGqOAwm1UZ4PiLgrW5LKMFINc1sHiqt6fClZsA_CzHPx8ZrfQ7S5deHOFvKCRE5ontH-EU6/s400/images.jpg" width="400" /></a></div><span style="background-color: #f9cb9c;"></span>Santiago M. Gigenahttp://www.blogger.com/profile/14769477036305049193noreply@blogger.com0