Platón: la sexualidad de hombres y mujeres
Este texto está sacado de la última obra de Platón, Las Leyes. Es por tanto una obra de madurez. Se lo cita a Platón como un defensor de la homosexualidad. Estos textos no se dejan interpretar de esa manera. Lejos de ello.Hasta recomienda la continencia. Si uno incursiona más en textos paralelos de Las Leyes, no puede menos que lamentar por un lado hasta qué punto la cultura de una sociedad puede rebajar al hombre, por la corrupción de las costumbres, pero por el otro, cómo siempre hay quienes ven las cosas con más claridad, por encima del promedio o de la masa. Por lo visto, Platón estaba entre estos últimos, los que ven en lo profundo. Si Platón viviera no estaría del lado del secularismo. Dicho sea de paso: ¿a qué no adivinan cuál es el adjetivo que le atribuye a la institución del matrimonio? "sagrado". En Leyes, VIII, 841, d: ..."si alguno (un hombre) copulara con alguna que no sea la que llevaron a su casa con ayuda de los dioses y los matrimonios sagrados..." ¡Caramba! ¿Cómo se atreve esa antigualla de Platón a no estar de acuerdo con nosotros, los modernos, tolerantes y progresistas? ¡Qué desubicado queda el secularismo frente a un pagano como Platón!
Aquí van algunas citas:
••Leyes, I, 636c “… hay
que pensar que a la naturaleza femenina y a la varonil parece haberles sido
entregado un placer natural para que se unan para la generación, pero que la
unión de los varones con los varones y de las mujeres con las mujeres es la primera
osadía por la incontinencia del deseo. Todos censuramos a los cretenses por
haber inventado el mito de Ganímedes.”
•Leyes, I, 637, c: “Lacedemonio:
todo aquello en lo que esté presente alguna forma de autodominio es digno de
alabanza, mientras que aquello en lo que éste se relaja es muy dañino. En
efecto, alguno de los nuestros, rápidamente podría reprenderte y defenderse,
indicándote el relajamiento de vuestras mujeres (Las mujeres espartanas tenían fama de
entregarse fácilmente a los extranjeros: cf. Aristóteles, Pol.
II, 9 1269b 23-24)
"
Leyes, VIII, 840d: …nuestros
ciudadanos no deben ser peores que las aves y muchas otras bestias que, aunque
nacidas en grandes manadas, hasta el momento de la procreación viven
solteras, castas y sin mantener relaciones sexuales pero que cuando llega a la
edad de hacerlo, se aparean, de acuerdo con su gusto, el macho con la hembra y
la hembra con el macho y viven el resto del tiempo con piedad y justicia,
permaneciendo fieles a los primeros acuerdos de su amistad. No hay duda que
nuestros ciudadanos deben ser mejores que las bestias.